miércoles, 5 de julio de 2017

Mi Jerez "noventa y siete"

           Buenos recuerdos, a pesar de todo








El GP de Europa de 1997 en Jerez se celebró de rebote al “caerse” del calendario el GP de Portugal, al no haber hecho las reformas necesarias para albergar la carrera. Eso, y tal vez que no se llegó a un acuerdo económico.
Como fuere, en lugar de dejar el campeonato en 16 citas, finalmente se encontró un sustituto. Sería fácil decir que de no haberse metido “con calzador” esta carrera, el campeón habría sido Schumacher, pero no es menos cierto que la sanción que tuvo el canadiense Jacques Villeneuve en Japón por no respetar banderas amarillas en los entrenamientos, tal vez no se habría aplicado de manera tan contundente -descalificación- de ser esa la última cita. Lo mismo que de haber salido Schumi campeón por su toque en Jerez. Tal vez no se le habrían retirado los puntos. Sanción que por otra parte, a nadie importaba.

No recuerdo como se nos ocurrió o de quién fue la idea, pero el caso es que nos embarcamos para allá. Yo estaba trabajando en Limpias (pueblo de Cantabria) para Dragados y como los viernes por la tarde solíamos librar, cogí el Talgo en Santander por la tarde rumbo a Madrid donde me encontré con mi amigo José Luis Gallego.
Noche en su casa y al día siguiente AVE a Sevilla y luego cercanías para Jerez, donde nos encontraríamos con mis padres -que andaban de vacaciones por el sur de Portugal y salieron al encuentro- tras los entrenamientos.
A estos llegamos justos, con ellos empezados y ya con Villeneuve habiendo marcado el tiempo de la pole. Schumi primero y Frentzen después, venían mejorando, pero al final pasó lo que uds. saben, triple empate en cabeza, ¡a la milésima! Hecho inaudito.
Reglamento en mano, pole para Jacques seguido de Schumi y Frentzen, aunque lo más justo es que hubiera mandado su segunda mejor vuelta a la hora de deshacer el empate, no quien logró el tiempo primero.



959, F40, XJ220 y F355 en el parking del hotel donde comimos. Fuera del objetivo el 911.



Al salir de los entrenamientos nos reunimos con mis padres y comimos en un restaurante al lado del circuito -cuyo nombre no recuerdo- en el que estaba Carmen Martínez-Bordiú, la nieta de Franco. Aunque el interés para nosotros estaba en el parking. Un Porsche 911 preparado y un F355 palidecían ante un 959, el cual estaba eclipsado por las dos estrellas, el Jaguar XJ-220 y, sobre todo, por el Ferrari F40.

Por la tarde llegó mi hermano con nuestro amigo Fernando Casino. Este se había reunido con él en Madrid, donde trabajaba mi hermano que, al trabajar el sábado por la mañana, se perdió los entrenamientos. Llegaron por la noche luego del sangrado de los frenos del 131 y de haber dejado atrás en Despeñaperros a todos los GTI y demás coches que se le cruzaron por el camino.
Cena en un local cuyo nombre no recuerdo -para variar- y la mayor sorpresa, para mí, que nunca había ido al sur -no en vano las mejores playas están en el norte- era que todos los camareros locales hablaban no sólo en inglés, sino también en alemán.
En el hotel -no pregunten el nombre- estuve leyendo prensa y suplementos y me llamaron la atención dos: uno que tenía unas fotos chulísimas de los candidatos al título -y del campeón actual, Damon Hill- y otra en la que decía: “el que gane el título tendrá la satisfacción no sólo de haber ganado, sino de haber humillado a su rival”
Que alguien escriba esto y se publique demuestra el mundo en el que vivimos. Así que ganar significa humillar a tu rival, ¿eh? Y luego queremos que los deportistas sean eso, deportistas, que den ejemplo y que no jueguen sucio. Pues los periodistas no deberían calentar el ambiente con idioteces. Luego pasa algo y son los primeros en poner el grito en el cielo.



Excelentes fotos de un suplemento previo al GP.



Madrugón al día siguiente para ver el warm-up, al que casi no llegamos a tiempo al perdernos. Pero como preguntando se llega a cualquier parte, al final no nos perdimos esos intensos 30 minutos.
Lapsus total hasta la hora de la carrera, paseamos por ahí y compramos algunas camisetas, pero no recuerdo nada más, ni si hubo carreras teloneras ni nada. Aunque dimos un paseo por los alrededores del circuito, de eso sí me acuerdo.
La carrera empezó bien, con Schumacher adelantando a Villeneuve. Aunque estábamos en una tribuna entre las curvas Ángel Nieto y Peluqui, decidimos dar un paseo y acabamos en Dry Sack, donde vimos a Alesi hacer un largo al intentar un adelantamiento. Se fue a la grava perdiendo mucho tiempo.
Después vino el momento crucial, Jacques se lanza a por Schumacher, este le cierra -como en Adelaida 1994 pensé- y adiós título.
A partir de ahí hasta el final de carrera dimos la vuelta a todo el circuito. Llamaba la atención poder hacer esto y poder bien toda la pista, a excepción de la recta de tribunas que está en una trinchera que impide su visión. Si quieres ver la meta, pagas o te aguantas. El resto lo ves todo de maravilla, supongo que en este aspecto es uno de los mejores circuitos del mundo, sino el mejor.
A poco del final mi hermano me señaló que Villeneuve iba muy lento, en una vana esperanza de que perdiese el título. Al final fue incomprensiblemente tercero y casi pidiendo la hora. Pero la verdad es que su título nunca peligró. Ganó por primera vez Hakkinen y ni me enteré. En ese momento me daba exactamente igual.



Hakkinen ganó por primera vez y paró una sequía de triunfos de casi cuatro años de Mclaren, que ganó de nuevo en la despedida de Berger. Coulthard redondeó el resultado con el doblete.



Después de charlar y despedirnos de mis padres -que seguían de vacaciones- mi hermano, mis amigos y yo partimos en nuestro 131 Diplomatic, “el dos litros”, hacia Madrid. Por el camino nos pasó un Testarossa que hizo las delicias de todos en la estación de servicio dónde nos detuvimos. Los aficionados a Williams con las bonitas cazadoras de Rothmans no podían escapar al encanto del Ferrari. Normal, no iban a mirar al Chamade que estaba a su lado, ¿no?
Tras pararnos la policía en un control rutinario, dónde por las banderas dijeron: “¡ah, de Ferrari!”, seguimos rumbo a Madrid con “scratch” en Despeñaperros.
Al llegar a Madrid nos disgregamos, Fernando Casino cogió un autobús para Santander, ya que trabajaba el lunes. Mi hermano se fue a su casa de Sevilla la Nueva, en tanto que yo me fui a la de Gallego, ya que había pedido el lunes libre.



Nuestro inseparable compañero de fatigas, el dos litros.



Como tenía billete de tren para la tarde, aproveché la mañana para ir a Libromotor, donde me consolé con la adquisición de once anuarios: cuatro libros del año del automovilismo deportivo 4tiempos (la maravilla de Javier del Arco y sus colaboradores) y siete del año automóvil. Y a buen precio. Apenas mil duros de los de antes por unidad.

El martes vuelta a la vida normal. No iba a ver la carrera que encargué grabar a mi hermana, pero si leí periódicos y revistas con la famosa polémica -además de la otra en torno al posible tongo entre Mclaren y Williams- amén de ver el accidente por la tele.
Lo que allí vi cambió, al menos en parte, la impresión que tuve del accidente cuando lo vi al borde de la pista. Y es que Villeneuve no estaba adelantando a Schumacher, lo estaba intentando, que no es lo mismo. Iba pasadísimo -como sólo la revista Car and Driver reconoció- y, de haber abierto Schumi la puerta, habría recuperado la posición y se habría proclamado campeón.






Por supuesto cabe la duda de si Schumacher jugó o no sucio, es decir, si cerró la puerta adrede o, simplemente, no lo vio venir. Dado su trayectoria hasta entonces, y lo que vino después, yo creo que hubo juego sucio por su parte sin duda. Pero le salió doblemente mal, ya que de no haberlo hecho, habría vuelto a superar a un Jacques que no entraba en la curva ni de coña. De hecho, podría haberse ido a la puzolana, como Alesi vueltas antes.
Villeneuve siempre jugó limpio, y en Jerez también. Nunca fue a embestir a Schumi ni a hacer nada sucio. Por eso me llama la atención como tantos años después es incapaz de reconocer que estaba pasado de frenada y que fue gracias a las malas artes del Kaiser que logró su objetivo. Las imágenes están ahí y son bien claras.
Schumi lo explicó, que si Jacques no se apoya en él, no traza la curva, aunque pocos le hicieron caso. A este respecto hay que decir que Jacques no pensaba apoyarse, y que sólo lo hizo porque Michael cerró la puerta. Por eso creo Schumi no se quejó luego, porque supo que nunca hubo mala intención. Consideraciones aparte, lo cierto es que Jacques no iba a lograr pasarlo. Justicia poética en cualquier caso.
Al respecto de por qué Villeneuve se dejó casi 5” en la última vuelta de Jerez, luego de pasar Dry Sack en cabeza, acabando con Berger e Irvine a sus talones tras ser superado por los dos Mclaren, es algo que no me explico de ninguna de las maneras. Se habló de devolver favores a Mclaren, que hubo tongo. ¿Pero qué favores? Mclaren no influyó para nada. Ni en Jerez, ni en ningún sitio. Y sus supuestos problemas mecánicos son solo eso, supuestos. A ver si no podía cubrir un par de kms más. De ser así, ganó pidiendo la hora. No lo creo y por tanto, no encuentro explicación.






No acabó la cosa como hubiera querido, pero me quedo con lo mejor. A pesar de que no se dio el resultado deseado, lo pasamos bien.


3 comentarios:

  1. Gran artículo Dani (como siempre), hasta muy avanzada edad del 131 fué el rey de la carretera y de hecho muchos coches de rally heredaron su "corazón" para poder ganar carreras y campeonatos. Esa fotografía de nuestro querido 131 me hace rememorar vivencias que a día de hoy y en el futuro ya no volverán a ser, por mucho que los coches de hoy en día sean muy rápidos, seguros y cómodos. Aparte de ser precioso (por lo menos para nosotros, que es lo que cuenta) transmite una serie de sensaciones (porque sigue al día gracias a tus cuidados actuales) que ningún otro coche a día de hoy lo puede hacer aunque artificialmente se le pongan escapes, Eesepés permisivos, alerones, llantas, etc.. Este coche con sólo verlo en esa foto me transporta (seguro que a ti también) a un mundo de sensaciones (por diseño, sonido, comportamiento) que actualmente aún no ha alcanzado ningún otro vehículo de serie transmitir.
    En cuanto al suceso de la carrera en Dry Sac, ahí estábamos viéndolo a 20 m de distancia y nuestra decepción que años después se encargó el propio Michael de hacernos olvidar con una pila de victorias y campeonatos.
    Forza!

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    1. Eso sin contar que no se que habría sido del 131 de no ser por tí en su primera avería grave, esa que los inútiles de Talleres Martínez en Maliaño eran incapaces de solucionar y que tuvo que arreglar Cuevas en Burgos. Aunque luego lo montasteis Alberto y tú.

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