Duelo de titanes
El año acabó de la manera más emocionante posible, jugándose el título en la última vuelta. De se modo, Verstappen ganó de la mejor de las maneras y Hamilton, perdió del modo más doloroso, más aún cuando dominó la carrera desde el principio. Pero que no se queje, no sólo porque esto es parte de las carreras, sino porque otras veces: Barhéin. Silverstone y Hungría, el desafortunado fue Verstappen. De modo que al final se hizo justicia, ganó el mejor piloto, Verstappen, y el mejor monoplaza, el Mercedes, se hizo con el trofeo de constructores.
La carrera final, anodina salvo la última vuelta, propició un final épico, casi inmejorable. Pero de ahí a decir que fue la mejor temporada de la historia... La mejor de la era híbrida sin lugar a dudas, pero nada más. Sin entrar a valorar los más de 70 años de historia del mundial de Fórmula 1, cualquier año con más candidatos al título, mayor número de vencedores, etc... es mejor. Y ya digo, sin forzar mucho, el joven aficionado no tiene más que remontarse a 2010, en el que cuatro pilotos -y no era la primera, ni segunda vez- se jugaban el título en la última cita, o 2012, con siete ganadores distintos en las siete primeras citas -para un total de ocho-, correspondientes a seis equipos, es mejor que los seis ganadores de cuatro equipos de este año. Y eso sin mencionar el récord estratosférico de once ganadores de siete equipos en 1982, y con seis GGPP menos. ¿Alguien cree realmente que esta ha sido la mejor temporada de la historia? Y eso que no he profundizado, pero en general, la década de los 70 y la primera mitad de los 80, fueron mejores.
Silverstone, Hamilton gana en su casa tras "ventilarse" a Verstappen. Se acabaron los buenos modos. |
Y respecto al gran final, eso sí, aunque a un nivel similar está Brasil 2008, esta vez con Hamilton como ganador. De modo que no se queje tanto, porque parece que algunos -él quizá- se creen que ha sido él único piloto en perder un título en la última cita. Y es evidente que no. Y si alguien dice que, “bueno, vale, pero lo perdió de forma muy dura”, responderle que es cierto, pero que su primer título lo ganó de forma igual de dura, sino peor -ya lo festejaban- ante Felipe Massa, el cual nunca fue campeón del mundo, por las siete del inglés que ahora, junto a su equipo, se hacen las víctimas. Y es que un respaldo de siete campeonatos le debía hacer mejor perdedor. Perderlo para Verstappen hubiera sido más duro.
Faltar a la rueda de prensa de la última cita puede tener un pase -a pesar de estar obligado- pero no ir a la gala de la FIA de entrega de premios, no. Me recuerdan Hamilton y Mercedes a otro impresentable, otro matón consentido: Valentino Rossi, ausente de las de 2006 y 2015 de la FIM, mostrando, como Hamilton y MB ahora, su mal perder, su falta total y absoluta de deportividad. Hay que ir y tragarse el sapo, que parece que sólo ellos son los que pueden ganar. Pues no, no y no. Ahora la cantinela de si Hamilton se retira, muy dolido por lo acaecido en Abu Dabi. No lo creo, pero de ser cierto, entonces estamos ante un tipo mucho más tonto de lo que creía.
En Monza ninguno de los aspirantes al título cede, resultado: doble abandono. |
El campeonato en sí, en esta F1 en la que hay arbitraje, no fue limpio. Para que luego algunos se llenen la boca diciendo: “esto no es fútbol”, creyéndose superiores. Pues más o menos es igual. La F1, mucho más segura, permite maniobras que antaño no se daban, dando lugar a sanciones por diversos temas que rara vez convencen a todos. El principal problema es, que en la mayoría de los casos, -como en el fútbol- quien se queja de una acción, luego la hace él y se queda tan campante. Es muy raro encontrar pilotos y equipos deportivos. Si alguien obra mal, su equipo no lo va a decir, lo defenderán a capa y espada, para luego poner el grito en el cielo cuando se les hace a ellos. No todos son así, pero casi, lo que demuestra que no es un deporte de caballeros. En ese sentido, quizá Hamilton, por carácter o necesidad, es menos “guarreras” que Verstappen pero, en lineas generales ambos no son el ejemplo a seguir en cuanto a deportividad.
En el plano organizativo la F1 estrenó un nuevo sistema de calificación consistente en una carrera de 100km el sábado. El viernes se realiza la calificación normal, que a nivel estadístico no da la pole, y el sábado, el ganador de la carrera pasa a la historia como poleman, al margen de repartir 3,2 y 1 puntos a los tres primeros. Es decir, un despropósito. Por un lado una calificación que no da la pole y, por otro, una carrera que dicen no lo es, que no tiene ganador, kms. en cabeza, vuelta rápida, ni nada -naturalmente, lo tiene- y que da la clasificación en parrilla. Estúpido, un sinsentido. Sólo se realizó en tres GGPP: Inglaterra, Italia y Brasil. Para 2022 se pretende hacer en el doble. Creo que esta mierda se va a imponer. Pues si es así, que llamen a las cosas por su nombre.
Spa, la mayor vergüenza de la historia de la F1. |
En Bélgica, en el legendario trazado de Spa-Francorchams, en lugar de asistir a un épico gran premio, asistimos a la mayor vergüenza de la historia de la F1: no se celebra la carrera, sin embargo, hay clasificación y se reparten la mitad de los puntos basados en la parrilla de salida, ya que al dar apenas unas vueltas tras el coche de seguridad y tener al público en ascuas durante casi cuatro horas, deciden no correr. No corren pero hay ganador, pero no hay vuelta rápida, que hubiera sido para Mazepin. Todo un esperpento.
Ahora andan con patéticos premios de consolación y vendiendo las entradas del GP venidero, pero de devolver el dinero -de indemnizar ni hablamos-, ni papa. Vaya caraduras.
Algunos pilotos estaban a favor de la no celebración, otros no, pero el único que dio la talla fue el ex-piloto Nigel Mansell. Dijo lo que vengo yo diciendo desde siempre, que en estas situaciones, se debe vulnerar el parque cerrado y reglar los coches para agua, haciéndolos, ¡oh, sorpresa! Más seguros al levantarlos y ablandar suspensiones, poner más carga aerodinámica, etc... Y dijo más, como que no debían salir tras el coche de seguridad, que va muy lento, no seca la pista y deja los frenos y ruedas fríos, que había que salir a rodar como con un coche de seguridad virtual, a unos 20” o 30” por vuelta más lentos, para así poder secar la pista y correr. Soluciones “hailas”, sólo hay que tener flexibilidad y criterio para aplicarlas. Curiosamente eso fue lo que se hizo en la última vuelta del GP de este año que, por mucho le duela a Hamilton y a MB, fue lo correcto. Ojalá hubieran actuado así en Spa este año, o en EEUU 2005. No es el mismo caso, pero ya me entienden. Ser flexibles y saber improvisar aplicando el sentido común.
Los equipos
Red Bull-Honda
A finales de 2020 Red Bull progresó mucho, acercándose tanto a Mercedes que, con cambios o sin ellos, en un reglamento en el que los coches iban a ser los mismos, estaba claro podían dar guerra. Y la dieron. Tanto que muchos se creyeron las patrañas de Mercedes de que los Red Bull eran los mejores. Pero no fue así. Red Bull estuvo cerca de Mercedes, pero en términos generales estuvo por detrás. En seis carreras, de veintidós, Red Bull fue mejor: Mónaco, Baku, Austria -dos carreras- y México, mientras Mercedes llevó la batuta en once: Imola, Portimao, Barcelona, Hungría, Italia, Rusia, Turquía, Brasil, Losail, Arabia Saudita y Abu Dabi. Las cuatros últimas del tirón, con mucha superioridad. El resto, salvo Spa, que no hubo carrera, en tablas. De modo que fue el talento de Verstappen el que puso a Red Bull campeón, y no al revés. Así todo, de no ser por los accidentes de Silverstone y Hungría, se habrían hecho con el título de marcas. Y es que Mercedes, pese al excelente pilotaje de Hamilton, no aprovechó al máximo sus oportunidades. A todo esto, nuevo récord de podios en un año de Verstappen, con 18. Claro que el de Schumi, con 17 de 17 en 2002 con un 100% de efectividad, es insuperable, pero es lo que tienen estos récords por temporada que, al ser más largas, más posibilidades tienen de ser superados. Además, Max “ganó” en Spa, una carrera que no se celebró...
Por su parte, Checo Pérez fue el mejor piloto Red Bull junto a Verstappen desde Daniel Ricciardo. Calificando muchas veces por debajo de lo esperado, hacía grandes recuperaciones en carrera que lo compensaban. Sin duda mereció tanto su renovación como el triunfo de Baku.
Mercedes
De nuevo con el mejor coche, no siempre sacaron el máximo provecho de las circunstancias. La lluvia les impidió ganar en Imola, así todo la bandera roja salvó a Hamilton, que de no puntuar pasó a ser segundo, en Hungría, Hamilton y su equipo la pifiaron al no cambiar ruedas y situarse en parrilla él sólo, cosa inédita en la historia de la F1. En Italia a Hamilton se le complicaron las cosas por su mala salida en la carrera del sábado, acabando el domingo fuera de pista al colisionar con Verstappen en un incidente responsabilidad de los dos. Ambos pudieron ganar y sus errores lo impidieron, pero sin fallos, Hamilton habría sido inalcanzable. En Turquía Ham, pese a la lluvia, no pudo remontar más allá del quinto lugar, mientras su compañero ganaba y, en Abu Dabi tuvieron mala suerte, sin más.
Sólo flaquearon un poco en Mónaco y Baku, siendo la primera el punto más bajo del año de Hamilton, en todo momento fuera de toda opción. Fue séptimo, pero sin los abandonos de Leclerc y Bottas, no hubiera pasado del noveno. En Baku el que no iba bien era Bottas, mientras Hamilton salvaba los muebles. De ir tercero y ceder once puntos frente a Max -que tenía la vuelta rápida- pasó a ser segundo cuando Max abandonó al estallarle un neumático y, gracias a la bandera roja, pudo ganar. Pero un fallo garrafal -nadie es perfecto- al pasarse de frenada en la última salida, lo dejó sin puntos. Como fuere, nunca se quedó fuera de pista por causas ajenas, a diferencia de Verstappen, que estuvo, en ese sentido, más desafortunado -Silverstone, Hungría-, como Alonso frente a Vettel en 2012, por tanto, no se puede quejar. Ni él, ni su equipo, de nuevo campeón.
Bottas se despidió del equipo con sus habituales altibajos, logrando un sorprendente triunfo bajo el agua en Turquía, sumando los suficientes puntos para coronar a su equipo.
Ferrari
Viniendo de dónde venían, de un 2020 desastroso, con un mal coche en prácticamente todos los aspectos, con un motor “capado” por la resolución de la FIA respecto a su motor de 2019, del que se decía era el más potente de todos, seguramente al encontrar los técnicos de Maranello un pliegue en el reglamento, ya saben eso de la letra y el espíritu, y que, al prohibírselo de cara a 2020, su motor resultó un fracaso. Y el chasis, esta vez sin FIA por medio, igual.
Por lo tanto mejorar no era difícil, y eso es lo que hicieron. Volvieron a liderar y marcar poles y, con un poco de suerte hubieran podido ganar dos GGPP, incluso tres, pero como no la tuvieron -esto parece no cambiar- no ganaron ni uno. Sin embargo acabaron terceros en el campeonato gracias a la regularidad y efectividad de sus pilotos, demostrando ser el fichaje de Sainz todo un acierto. De hecho, el español acabó por delante en el campeonato y como primero de los demás.
Soy de los que piensan que pese al dinero del tercer lugar, Ferrari se habría cambiado por sus perseguidores, Mclaren y Alpine, que aunque lograron menos puntos, ganaron carreras, y los primeros con doblete en Monza... y es que Ferrari sumó otró año seguido sin ganar, cosa que no sucedía desde 1991-94.
Mclaren-Mercedes
El equipo dirigido por Andreas Seidl sigue mejorando. Pudo ganar dos carreras, pero la lluvia final se lo impidió en Rusia. Al menos ganaron una, ¡y con doblete! Volvieron a lo más alto del podio nueve temporadas después en Monza.
Luchó con Ferrari a lo largo del año por ser el tercer equipo, y lo habría sido de haber tenido dos pilotos sólidos como tenía Ferrari. Y es que Daniel Ricciardo sólo apareció en contadas ocasiones -curiosamente una de ellas para ganar en Monza-, recayendo el peso del equipo en Lando Norris.
Alpine
Lleno de altibajos, el equipo Alpine, antes Renault, superó con creces sus objetivos al conseguir una inesperada victoria en Hungría con Esteban Ocon en un GP caótico. A eso se le sumó el brillante tercer lugar del retornado Alonso en Losail, toda vez que el propio Ocon se quedaba a unos metros de repetir podio en Arabia Saudita. En Resumen, un equipo que logró resultados por encima de lo esperado al sacar partido de las circunstancias para llevar el agua a su molino. Es decir, consiguieron mejores resultados que lo que se esperaba dado su material. Alonso no se mostró tan contundente como de costumbre, pero cuando estuba bien,fue un coloso. Sin duda todavía tiene algo que decir. Ocon, con su victoria, ya se puede dar con un canto en los dientes.
Alpha Tauri-Honda
Acabó sexto pero muchas veces fue el tercer equipo gracias al excelente pilotaje de Pierre Gasly. De haber estado mejor Tsunoda, seguramente habrían acabado por delante de Alpine, ya que por velocidad pura, generalmente los superaron. De hecho, muchas veces era los más veloces tras MB y RB, sobre todo en entrenamientos. El punto culminante fue el podio de Gasly en Baku al que siguieron tres cuartas posiciones: dos de Gasly en Holanda y México y la final de Tsunoda en Abu Dabi. No fue mala cosecha para el equipo, aunque Gasly tuvo a veces mala fortuna en carrera, sobre todo tras sus demostraciones en calificación. Con un Tsunoda más a tono, hubieran estado más arriba.
Aston Martin-Mercedes
Lo que era Raing Ponint, antes Force India, Spyker y demás, descendientes del equipo Jordan, es ahora Aston Martin...¡Mercedes! A mí no me cuadra mucho la cosa, pero así es. Como fuere, el equipo B de Mercedes contaba con un cuatro veces campeón del mundo en sus filas, aunque quizá no en su mejor momento.
El equipo no destacó mucho, pero de vez en cuando brillaron. Vettel acabó dos veces segundo: en Baku y en Hungría. La primera de ellas remontando hábilmente entre coches de seguridad y banderas rojas y, la segunda, en el caos de Hungría en la que de no fallar su equipo en el cambio de ruedas, habría ganado. Pero casi mejor así, porque fue descalificado por no tener nada de gasolina al acabar la carrera. Estas descalificaciones son muy rigurosas y el problema es que a veces se pasan por alto y otras, no hay piedad. A mí me pareció una chorrada la descalificación, pero reglamento en mano, era justa.
Stroll no tuvo podios, pero no desentonó. No es tan malo el chico por mucho que su padre lo pague todo. Por pilotaje merece estar en la F1. Otra cosa es que sin las ayudas que ha tenido hubiera o no llegado, pero eso forma parte de la vida, al igual que la envidia.
Williams-Mercedes
Practicamente de cenicienta a equipo medio, Wiliams pasó de ser un habitual de Q1 a meterse varias veces en Q3 gracias a las exhibiciones personales de George Russell.
Desde Austria hasta Rusia, el Williams del bravo piloto inglés calificó muy bien, tanto, que en Spa fue segundo y en Rusia tercero, siempre bajo la lluvia. Se decía que en Spa montó reglajes de agua, pero eso no quita nada de mérito a su actuación. Es cierto que el coche en esas carreras y condiciones funcionó, pero fue el talento de Russell el que lo puso ahí, y no al revés. Una pena que no se corriese en Spa para ver sus verdaderas posibilidades ese día, como una pena fue que Russell celebrase su segundo lugar como si realmente lo hubiese conseguido. Ya saben uds. que no hubo carrera.
Ya sin el control de sus fundadores, Williams perdió antes del GP de Arabia Saudita a su fundador, Frank Williams. Con él se fue él último grande de la F1.
Alfa Romeo-Ferrari
Rápidamente el equipo se quitó de en medio centrándose en 2022. El coche no era lo suficiente rápido como para aspirar a más de lo que lograron, que fueron unos escasos puntos. Las octavas posiciones de Kimi en su despedida de la F1 en Rusia y México fueron lo mejor del año. Giovinazzi, que no fue renovado de cara a 2022, no lo hizo mejor, aunque generalmente fue más veloz que Kimi en calificación, en carrera no tuvo buen desempeño. Una pena su accidente en Italia, ya que partía séptimo. Quizá ahí perdió su gran oportunidad del año. De no ser por la pantomima de Spa, Alfa quizá habría podido acabar delante de Williams.
Haas-Ferrari
Fue el primer equipo que dijo no evolucionaría el coche, centrándose en 2022. lo dijeron antes de empezar la temporada. Por eso, que fuese el peor equipo, no sorprendió a nadie. Mick Schumacher fue siempre más veloz que Nikita Mazepin, pero fue este último el que se hizo con los titulares por sus polémicas. Con razón o sin ella, se convirtió en el piloto más odiado de la F1. Para mí que se cebaron un poco con él.
En lo deportivo, casi siempre partían desde la última fila, pero Schumacher fue lo suficiente brillante como para colarse en Q2 en dos ocasiones: Francia y Turquía. Dado el material de que disponía, mucho más no se le podía pedir. Logicamente, ni se acercaron a los puntos aunque, de haber mantenido del todo el absurdo de Spa, Mazepin se habría adjudicado la vuelta rápida.
De cara a 2022, con coches totalmente distintos -sólo se mantiene estable el motor-, con ruedas de 18 pulgadas, más efecto suelo y menos preponderancia de los alerones para favorecer que los coches se puedan seguir a estela, todo puede cambiar... o no.