lunes, 19 de septiembre de 2022

GP de Italia 2022

 



                          V de vergüenza




Podría haber puesto V de Verstappen, brillante ganador, pero por desgracia no. La FIA y el pésimo director deportivo, Niels Wittich, en un alarde de ineptitud, se tornaron protagonistas al hacer acabar la carrera bajo el coche de seguridad, cuando había tiempo de sobra para relanzar la carrera. Y en caso de no haberlo, se podría haber optado por la bandera roja, como se hizo en Baku 2021. Cierto que no es la primera vez que acaba una carrera tras el coche de seguridad, o en una bandera roja, pero habiendo tiempo -y herramientas- para evitarlo, no a lugar.

Estos hechos parecieron dar la razón a Mercedes respecto a lo de Abu Dhabi 2021, pero en realidad no. No sé si en esta híper-regulada y contradictoria F1 las reglas dan la razón a Mercedes, pero sin duda que la lógica y el espíritu de estas, no. Amén de que en Mercedes sólo defienden esta opción porque les costó el título el año anterior y mantienen la “coherencia”. No es que ellos lo crean correcto así, simplemente velan por sus intereses. De haber sido ellos los beneficiados de Abu Dhabi, dirían lo contrario de lo que dicen, y supongo Red Bull, también. Lo mismo que cuando un equipo encuentra un resquicio en el reglamento, los que protestan no lo hacen por justicia, sino porque no se les ocurrió a ellos.

Dicho esto, antes de a carrera se supo de la penalización de Carlos Sainz. Como apunté en la crónica de Holanda, fue un error de Ferrari el hacerle penalizar aquí, ya que mermaron las posibilidades de Carlos y de Ferrari de cara a la victoria. El propio Carlos lo dijo, de haber estado él y Leclerc en cabeza, podrían haber dividido estrategias y quizá parar a lo imparable: Verstappen. Ese fue para mí el fallo estratégico de Ferrari, y no se produjo aquí, sino una semana antes, en Holanda.



Ferrari presentó una librea amarilla para celebrar sus 75 años. Pese al empeño de sus pilotos, no hubo victoria.


Este fue un GP lleno de penalizaciones: 5 puestos para Verstappen y Ocon, 10 a Pérez y Bottas, Magnussen y Schumacher 15 y Sainz, Hamilton y Tsunoda al fondo de la parrilla. Todos por el motor, salvo Tsunoda, que al motor se le sumaba su penalización de 10 puestos por reprimenda. Así que habría una parrilla extraña.

Nick de Vries, campeón de la F2 en 2019 y de la Fórmula E en 2020-21 sustituía al convaleciente por apendicitis Alex Albon, y lo hizo con nota, superando a su compañero Latifi, al que parece le quedan dos telediarios, puntuando. Vale que ahora puntúan los diez primeros, pero también hay menos abandonos. Aunque yo no soy partidario de este sistema de puntos, es lo que toca.

Alonso, cuya racha de diez carreras seguidas en los puntos acabó aquí, igualó el récord de GGPP disputados de Kimi Raikkönen, con 350. Y de cumplir su contrato en Aston, llegará a los 400. Hace no mucho dije que Verstappen llegaría a los 400; viendo como va el tema, si su carrera el larga, no veo por qué no pueda superar los 500.

La calificación fue tranquila, a pesar del tema rebufo, muy buscado aquí. Latifi, los Aston y los Haas se quedaron en Q1, mientras que Ocon, Bottas, de Vries, Zhou y Tsunoda se quedaban en la “cu-dos”.



Debut, piloto del día y puntos. Nada le pudo salir mejor a Nick de Vries.


A la hora de la verdad, Ferrari confirmó que, a una vuelta, eran tan veloces, o más, que Verstappen, logrando Leclerc la pole, con Sainz tercero emparedando a Verstappen, lo que le venía bien a Charles de cara a la penalización de Max -de haberlo superado Sainz, este retrocedería un puesto menos-, dejando claro el error de Ferrari de no cambiar el motor de Carlos la semana anterior. Pérez, Hamilton, Russell, Norris, Ricciardo Gasly y Alonso completaron los diez primeros. Alonso, que falló en el primer intento, se saltó los límites de pista en el segundo y no marcó tiempo alguno. Una pena, porque podría haber salido en segunda linea.

La parrilla, reordenada por las sanciones, quedaba así: Leclerc, Russell, Norris, Ricciardo, Gasly, Alonso, Verstappen, de Vries, Zhou, Latifi, Vettel, Stroll, Pérez, Ocon, Bottas, Magnussen, Schumacher, Sainz, Hamilton y Tsunoda. Así las cosas, aparte de la mini remontada de Max, teníamos a Pérez (13), Sainz (18) y Ham (19), prestos para una gran carrera hacia delante.

En las tácticas de carrera, a priori a una parada, la mayoría se decantaba por medias, pero los favoritos, Leclerc y Verstappen, partían con blandas, no en vano se habían ahorrado, al menos, un juego.

Leclerc aguantó el envite de Russell en la arrancada, toda vez que Norris la pifiaba y se hundía hasta el sexto lugar, lo que permitía, entre otras cosas, finalizar la primera vuelta cuarto a Verstappen tras Leclerc, Russell y Ricciardo, al que adelantaría la vuelta siguiente.



Otra pole, otra derrota. Leclerc lo intentó, pero desde los nuevos métodos de control de la FIA por los rebotes, el Ferrari ha perdido competitividad. ¿Casualidad?


Pérez no arrancaba bien, finalizando la primera vuelta décimo quinto, justo por delante de Sainz, el cual precedía a Schumacher, Tsunoda, Hamilton y Bottas.

En la vuelta cinco, y desde la nada en una apurada de frenada sideral sobre Russell en la primera chicane, Verstappen se situaba segundo, a 2”2 de Leclerc. Por entonces Sainz ya era décimo primero, Pérez décimo cuarto y Ham décimo octavo. En la vuelta siguiente, Pérez paraba y montaba duros en un vano intento de hacer una única parada. Pero paró muy pronto y, además, al salir le ardían los frenos, retrocediendo al último lugar.

Llegó entonces la vuelta doce, cuando el motor de Vettel dijo basta y sacaron un “virtual”. Entonces Verstappen estaba a 1”3 de Leclerc, recuperándole entre dos y tres décimas por vuelta. Nada alarmante pero de forma implacable. Y como creían iría a más, en Ferrari decidieron parar a Charles e ir a dos paradas aprovechando el “virtual”, poniendo medias. Pero como este se quitó justo cuando Charles paró, no lo pudo aprovechar del todo y se reincorporó tercero a 17 segundos de Max justo por delante de... ¡Sainz! Que había recuperado del décimo octavo al cuarto en apenas trece vueltas, a razón de más de un puesto por vuelta. Hamilton, por su parte, apenas era décimo tercero y Pérez, décimo noveno y último. A destacar Nick de Vries, que se mantenía en los puntos, noveno, haciendo un debut en la categoría, estelar.



Pérez a fuego. Pese a su ardor, el Checo no logra sacar partido al Red Bull. En manos de Max parece un coche inalcanzable, pero no en las suyas. Como Schumi en Ferrari.


Y la carrera casi se acabó ahí. Leclerc, a dos paradas, no tenía ritmo para acosar a Verstappen. Recuperó el liderato cuando Max paró en la veintiseis (medias), pero perdiendo casi uno por vuelta, Charles paró de nuevo en la treinta y cuatro (medias) saliendo a 19” de Max, diferencia que se mantendría prácticamente estable ya que apenas le recortó dos segundos en catorce vueltas. Respecto al triunfo, todo estaba decidido. Russell era tercero y Sainz cuarto. Pero como a Russell le montaron duras y a Sainz blandas, el español estaba recuperando el tiempo perdido y parecía podría alcanzar al Mercedes en la última vuelta. Ese era el mayor foco de atención. Hamilton y Pérez, este tras su segunda parada, venían a continuación, pero con todo el “pescado vendido”, que se suele decir, tras una buena remontada de ambos, pero que palidecían respecto de la de Sainz..

A falta de ocho vueltas para el final, Ricciardo se quedó parado en la contrameta. Los comisarios tardaron dos vueltas en sacar el coche de seguridad, encima mal, ya que lo plantaron delante de Russell, y no de Verstappen, pero no pasaba nada, había tiempo. Max, Charles, Russell y Sainz pararon y pusieron goma blanda para el sprint final. En vano, ya que no lo hubo por la incompetencia del director de carrera. Curiosamente estos fallos parecen quedar impunes. No te equivoques tú, que te sancionamos, pero como falle la FIA, no pasa nada.

Como dije al principio, había tiempo de sobra de relanzar la carrera a dos vueltas del final, pero por razones que desconozco, no se hizo. Absurdo. Además, en caso de no haber tiempo, se habría podido sacar una bandera roja para relanzar la carrera y dar a esta un final digno de ese nombre. Ni lo uno, ni lo otro. Las explicaciones de la FIA fueron absurdas, porque sencillamente, no tenían razón. Lo que quedó muy claro, es que dependiendo del día, actúan de un modo, u otro. De haberlo sabido, no para nadie. Bajo esta incertidumbre, un equipo ya no sabe a que atenerse. Leclerc podría no haber parado y ganado. El año pasado esto no habría ocurrido, como vimos en Abu Dhabi y Baku. Por mucho que en Mercedes lo defiendan y vayan de legalistas, lo que vimos en Monza, en el Templo de la velocidad, fue una VERGÜENZA.



Zhou salvó el honor de Alfa en casa con el último punto.


Datos curiosos, aunque la pole no fue récord y se quedó a 1”3 del mismo, fue casi calcada a la de Barrichello de 2004-entonces récord- que hubiera sido mejor de haberse hecho entonces como es debido: sin carga de combustible. La vuelta rápida volvió a ser más veloz que la del año anterior, algo no muy habitual este año. De hecho, es la segunda vez que pasa. La otra fue en Francia. Y aunque el récord de pole y velocidad data de apenas 2020 con Hamilton a 264,363 km/h, el récord de vuelta lo tiene Barrichello con Ferrari en 2004 a 257,321 km/h y el de carrera Schumacher (Ferrari, of course) en 2003 a 247,586 km/h.

A todo esto, este fue el décimo sexto GP del año, lo que hace no tanto hubiese sido el último, mientras que ahora, faltan seis. Nos vemos en Singapur, a ver si se corta la racha de Max. Y si la corta un Ferrari, mejor que mejor.

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