jueves, 29 de noviembre de 2018

Campeonato Británico de F1




                                ¿Es Fórmula 1?








El Británico de F1, o Fórmula Aurora, al estar el campeonato patrocinado en tres de sus cuatro ediciones por la casa de coches de “slot” Aurora AFX -no confundir con los buenos, los de Scalextric-, fue un campeonato de monoplazas disputado en el reino unido por coches de F1 mayormente, aunque también tuvieron cabida -para rellenar las parrillas- monoplazas de otras categorías, como F-5000, F2 y F-Atlantic.
Tuvo cuatro ediciones: de 1978 a 1980 y la última de 1982; era el sucesor del “Campeonato Shellsport” que se disputó inicialmente con F-5000 en 1975 y que en 1976 se abrió a los F1.
Dicho campeonato fue ganado, en su edición inicial de 1975 por el belga Teddy Pillette con un Lola T400 Chevrolet.
En 1976, ya con F1 -más F-5000, F-2 y F-Atlantic- vio ganar al británico Guy Edwards, que alternó un Ensing N 174 y los Brabham BT42 y 44B, todos ellos con el legendario Ford Cosworth DFV.
En 1977, con los mismos tipos de monoplazas, el campeón fue el, también británico, Tony Trimmer, al volante de un Surtees TS19 Cosworth.
Tony Trimmer, con un Mclaren M-23, repitió título al triunfar en 1978 en cinco de las doce carreras que componían el campeonato, esta vez denominado “Británico de F1”. A los F1 ese año sólo se le unieron los F2, como sucedería también en 1979 y 1980. Los F-5000 y F-Atlantic no volvieron a aparecer.



Desiré Wilson logró imponerse a los hombres al volante de su Wolf VR4 de F1.




1979 vio ganar de nuevo a un británico, en este caso a Rupert Keegan, con un Arrows A1 Cosworth, al vencer en la tercera parte de las carreras, cinco sobre quince. Ese año, nuestro Emilio de Villota, con un Lotus 78, acabó tercero del campeonato, pero sobre todo, logró ganar carreras -cuatro-, algo que no había conseguido hasta entonces, pese a estar corriendo ese campeonato desde su creación, y el “Shell” desde 1976. Ese año también, pese a su denominación “Británico de F1” hubo carreras fuera de las Islas, en Holanda, Bélgica y Francia. Eso ya había sucedido -Holanda y Bélgica- en 1975 con los F-5000.
1980 fue un año muy interesante para los españoles y para las mujeres.
El título fue a parar a manos de Emilio de Villota, al volante de un Williams FW07 Cosworth del equipo Ram, triunfando en cinco de las doce carreras. Fue el primer título de circuitos internacional ganado por “uno de los nuestros”.
La sudafricana Desiré Wilson, en mi opinión la mejor piloto que se ha subido en un F1 hasta la fecha, impuso su Wolf VR4 Cosworth en Brands Hatch, siendo la única mujer en ganar una carrera con monoplazas de F1.
La única salida fuera del archipiélago británico fue a Italia, en Monza, nada más y nada menos, ganada por Emilio de Villota.
1982 fue el estertor final de un campeonato en horas bajas, que ya no tuvo edición en 1981 y que, ese año, casi tampoco. Sólo con F1s y apenas cinco carreras, el británico Jim Crawford ganó el título, sin salidas fuera -obviamente-, con su Ensing N180B Cosworth, con tres vitorias.



Ni F1, ni Mclaren, ni Villeneuve: Británico de F1, Williams, Agostini.



Estos campeonatos tenían de bueno el poder ver F1s más allá del propio campeonato -o de las pruebas no puntuables que por entonces se celebraban- dando a pilotos privados coches buenos -o que en su día lo fueron- pudiendo ganar con ellos. También es verdad que por entonces, en el propio campeonato de F1, al poderse alquilar -o vender- coches, muchos privados corrían con monoplazas que en su momento brillaron. Hay muchos casos, y no era raro ver entonces en una parrilla varios Lotus, Mclaren, March y Williams, aparte de los oficiales. Emilio de Villota por ejemplo, tuvo a su disposición un Mclaren M23 y un Williams FW07, coches en su momento, campeones.
También fue interesante ver, con un Williams FW06, a Giacomo Agostini, quince veces campeón del mundo de motociclismo, hacer aquí, sin mucho éxito, sus pinitos en las cuatro ruedas.
Ahora la pregunta es: ¿esto era F1? Bajo mi punto de vista no. En mi opinión eran campeonatos de monoplazas en los que corrían F1s, pero nada más.
Es por ello que quienes corrieron allí -pero que no lo hicieron en la F1-, no son, bajo mi punto de vista, pilotos de F1, pese a haber corrido con coches de F1. En ese contexto, Villota y Wilson, nunca ganaron carreras de F1.
Otra cosa son las carreras de F1 no puntuables, que sí son carreras de F1, a diferencia de estas.
Las carreras de “Gran Premio”, precursoras de la F1, se las puede considerar como “la F1 de antes”, pero desde luego, no eran F1. Por eso Nuvolari, Varzi, Rosenmeyer, Stuck -padre-, Caracciola, etc... no son pilotos de F1.



Tony Trimmer, el primer ganador del "Británico de F1" y último del "Shellsport championship".



Un capítulo parecido al Británico de F1, y que emplazo para otra ocasión, es la Fórmula Tasmania, en la que también tenían cabida coches de F1, o F1s levemente modificados, con motores de 2.5 litros. Y es que al igual que en estos campeonatos, quienes corrieron y ganaron allí, no corrían en F1, sino en la Fórmula Tasmania, por muchos F1 que pilotasen.

lunes, 26 de noviembre de 2018

GP de Abu Dhabi 2018




            Sainz brilla en la despedida de Alonso








La última cita de la temporada, con todo lo “gordo” ya decidido, era casi una fiesta, una despedida. De hecho, se despedía uno de los mejores pilotos -sino el mejor- de la última generación: Fernando Alonso, quien recibió al finalizar la carrera un emotivo homenaje por parte de Hamilton y Vettel, que lo flanquearon hasta la linea de llegada donde luego se pusieron los tres a realizar trompos.
En las entrevistas tuvieron bonitas palabras de despedida, tal y como el momento requería, pero si les llegan a preguntar a Hamilton y a Vettel -luego de haber dicho lo echarían de menos- si preferirían se quedase como compañero suyo de equipo o se fuese, seguro hubieran preferido lo segundo. Hamilton, de hecho, ya dijo que no quería volver a tenerlo de compañero. Y es que es muy fácil despedirse de un rival que no ha dispuesto de armas para luchar. Digo esto no por criticar a Hamilton y a Seb, sino porque creo que un piloto, más que competir, lo que quiere es ganar. Queda muy guay decir que con un compañero fuerte se mejora y tal y tal, pero luego, si ese compañero es tan o más fuerte que tú, vienen las excusas y, a ser posible, los vetos. Y ahí, en un momento dado, pocos se libran .



Librea especial en Mclaren para despedir a Alonso.



Pero no sólo Alonso se iba, también lo hacían Sergey Sirotkin, Markus Ericsson, Esteban Ocon, Brendon Hartley y Stoffel Vandorne. Luego están los cambios de equipo, de sobra conocidos, aunque creo necesario hablar de Kimi Raikkönen, que abandona -lo largaron- Ferrari, luego de 151 GGPP con ellos, siendo el segundo piloto con más carreras en la Scuderia tras el Kaiser con 180. Vuelve a Sauber, el equipo de sus inicios. Me recuerda a cuando Michele Alboreto dejó Ferrari -también despedido- en 1988 con el, por entonces, récord de GGPP en la Scuderia, con 80, retornando al equipo con el que hizo su debut en la F1: Tyrrell.
Las nuevas caras, o facetas, para 2019 son: Lando Norris, George Russell y Alexander Albon, en Mclaren, Williams y Toro Rosso respectivamente, retornando Daniil Kvyat y Antonio Giovinazzi a Toro Rosso y Sauber pero, sobre todo: Robert Kubica a Williams. El polaco es toda una incógnita. Nadie duda era un talento nato, un potencial campeón, pero tras ocho años inactivo, tengo dudas de su rendimiento mucho más allá de su lesión. Claro que le deseo lo mejor, a él y a su equipo, Williams, que ha terminado la presente temporada como el peor de todos, y es una pena.



Luces y sombras para Verstappen en Abu Dhabi.




Mclaren no anda mucho mejor. La verdad es que sería bueno estos históricos equipos regresasen a la cima, al igual que es bueno ver caras nuevas en ella. En la variedad está el gusto. Es que lo quiero todo, leñe.
La carrera, luego de ordenarse la parrilla por equipos, más que por pilotos: Mercedes, Ferrari, Red Bull, no fue gran cosa de cara a la victoria, aunque luego hubo momentos brillantes y de emoción. Hamilton no dio opción alguna y, por si fuera poco, una brillante decisión estratégica de su equipo le unos segundos extra -a cambio de unas ruedas con mayor uso- que le vinieron de perlas para no tener nunca a nadie cerca.
Lo más destacado de este GP, en el que Grosjean puso patas arriba al Renault de Hulkenberg a primeras de cambio fueron: Leclerc y Sainz. El monegasco y futuro piloto de Ferrari, que partía octavo, superó en la salida a los dos Red Bull -Max falló, ciertamente- y luego a Kimi, aunque ya este con problemas. Iba cuarto hasta que el equipo le metió en boxes durante el coche de seguridad virtual y le “jorobaron” la carrera. Sea como sea, visto el ritmo demoledor de Sainz, que iba como un tiro con las ruedas más viejas de todos y que, al final, se permitió hacer la cuarta vuelta más rápida, el séptimo lugar es a lo máximo que podía acceder. Sainz fue sexto y no fue el piloto del día porque la emotividad dio los votos a Alonso. Pero la carrera del hijo del “matador” fue, sencillamente, para enmarcar. De haber tenido un Mercedes, no le ve nadie. No se pudo despedir mejor de su equipo. Los tiempos que hizo, muchas veces más veloz que cabeza de carrera, fueron, sencillamente impresionantes. ¡Bravo Carlos!



Sainz se despidió de Renault a lo grande, con madera de campeón.



Como negativo: Verstappen, Bottas y la FIA.
Max de nuevo con contrastes entre lo mejor y lo peor. Da gusto verlo atacar. Pero se pasa demasiado en sus ambiciones. No calcula. Vamos, que no mide, y ya lleva unos cuantos años en F1. Su adelantamiento a Ocon, no a lugar. Si este no se aparta, colisión. Vale que le tenía ganas tras lo de Brasil, pero es que lo hubiera hecho de todas, todas. Así no se pasa, punto.
Bottas mal también porque se vino abajo cuando era segundo, impidiendo que Hamilton le devolviese el favor de Rusia, pero sobre todo, mal porque al defenderse de Verstappen, se saltó medio circuito no cediendo posición y luego, cuando Max lo rebasó, colisionó con él sin necesidad de ningún tipo.
Respecto la FIA, en fin, que se les ve el plumero a favor de Mercedes. Se ve que los germanos han comprado la FIA con sus coches de seguridad y demás mierdas, porque no se me ocurre otra explicación. La sanción a Ocon, luego de adelantar a Vandoorne y salirse de pista me parece correcta, porque se aprovechó de la escapatoria asfaltada para mantener posición, lo mismo que Hamilton cuando ganó en Mónaco y México 2016, pero que, a diferencia de Esteban, no fue sancionado.



Robert Kubica, el regreso más esperado.



La sanción a Alonso, ídem de lienzo, aunque diese igual, ya que no cambiaba nada, pero el no sancionar a Bottas cuando se pasó de frenada con Verstappen presionándolo, fue vomitivo, de verdadero asco. En estos casos se debe hacer ceder la posición ipso facto y, de no hacerlo, meterle un stop and go. Pero nada, aquí todo da igual, todo vale, al menos para algunos. Pues menos mal que Max al final no tenía ritmo para alcanzar a Vettel, porque de lo contrario, la faena que le hizo Bottas no se compensa con penalización de ningún tipo. Menudos incompetentes los comisarios de la FIA. De nuevo mal, y de nuevo, a favor de Mercedes. El rencoroso de Totto Wolff estará la mar de contento.
Al final, Kimi conservó, pese a su abandono, el tercer lugar en el mundial, aunque lo suyo hubiese sido poder despedirse en el podio, pero no se puede tener todo.



Bottas se complicó el solito el final de carrera. Este año brilló menos que el anterior.



Renault acabó como primer equipo tras los tres “intocables” y Haas fue el quinto, que habría sido Force India de no mediar ese cambio de propietario. Mclaren acabó sexta, mucho más arriba de lo que merecía y Williams, en la que ha sido su peor temporada -junto a la de su debut-, última.
Hamilton es el campeón justo por pilotaje y por coche, que nadie venda la moto de lo contrario, pero la cosa ya aburre. Curioso que nadie haya puesto el grito en el cielo, a diferencia de cuando dominaban Mclaren y Ferrari.
Nos veremos el año que viene, un año en el que podría haber tres equipos candidatos al título, a tenor de como ha finalizado el año Red Bull. Si Honda cumple el año que viene, Max podría dar la campanada. Luego está por ver como rinde Leclerc y la propia Ferrari, de la que todos esperan sea capaz de destronar a Mercedes y a Hamilton de una vez por todas. Esperemos no haga falta atarlo como hizo Will Smith para vencerlo. Como fuere, todo el mundo sabe -o debería saber- que ningún imperio dura para siempre.



Esperemos no haga falta llegar tan lejos para destronar a Hamilton.


miércoles, 21 de noviembre de 2018

La FIA y Ferrari




                             No tan amigos








“Cuando el río suena, agua lleva”, refrán que algunos pueden aplicar al dicho, la creencia -falsa- de que la FIA siempre mira por Ferrari. Si ponemos este otro: “crea fama y échate a dormir”, podemos deducir que a Ferrari le ha caído el “San Benito” de ser la marca más beneficiada por el organismo rector, lo cual no es cierto, de ninguna manera.
Si la FIA fuese 100% objetiva, imparcial, no a lugar este artículo; pero como no lo es -casi nada ni nadie lo es- al mirar cada cual por sus propios intereses, eso da lugar a una serie de injusticias. Y de esas injusticias, al favorecer, generalmente, estas al mejor posicionado, al más poderoso; muchos deducen que Ferrari, como uno de los equipos más poderosos de siempre -y el más histórico y prestigioso de todos los tiempos-, es el que más tajada saca.
Eso no es así por un motivo muy sencillo: Ferrari ES un equipo de F1, Ferrari es sinónimo de F1 y Ferrari QUIERE estar en la F1. Ferrari se mantiene fiel al espíritu original de la marca creada hace más de 70 años por Enzo Ferrari: las carreras; siendo los coches de carretera un medio -y que medio- para financiar las mismas.
Lotus, Williams, Mclaren -ya un poco menos-, etc... son equipos de F1 cuya viabilidad depende de esta. Estos, para poder hacer frente a la todopoderosa Ferrari, una vez pasada la maravillosa e irrepetible época dorada de la F1 gracias al Ford Cosworth DFV, la mejor -y casi única- manera que tienen de plantarles cara es asociándose a un constructor. Y hete aquí el quid de la cuestión: la FIA, la F1, necesita a los constructores para que estos, con sus medios, planten cara a una Ferrari que, de lo contrario, tendría pocos rivales a su altura. De hecho, sólo los tendría esporadicamente.



El Ferrari 637 destinado a la Indy, la mayor amenaza de Ferrari a la F1.



Por eso la FIA hace, generalmente, más concesiones a estos constructores que a Ferrari. Para tenerlos contentos, porque los constructores no son de fiar, no viven de la F1, y cuando esta no les interese, no les convenga, se dan el piro, vampiro. Por eso, los constructores, o los equipos asociados a ellos, sacan más tajada de la FIA que Ferrari. Y es que como he dicho, les interesa se queden, mientras que Ferrari, su bastión, como saben no se quiere ir -difícilmente lo haga algún día- y tampoco les interesa hacerlo, tiene menos con qué presionar. Porque Mercedes, por ej. si se va de la F1 -ya sea como campeona o tras unos años perdiendo- no pierde prestigio ni nada, a pocos le importaría, pero Ferrari, ¡ay Ferrari! Eso de dejar la F1 no es una opción.
Dicho lo cual, muchas veces han recibido los beneplácitos de la F1. Es decir, les han ayudado injustamente.
No me creo esas habladurías de que se han hecho reglamentos a su favor, como el de 1983, como tampoco me creo que la era híbrida fuera para favorecer a Mercedes, ni cosas por el estilo. Pero si es verdad que se han hecho injusticias a su favor.
Estrechar los Michelin de sus rivales en 2003 es un ejemplo, como también lo fue el prohibir el Mass-Damper de Renault en 2006, o el sistema de frenado de Mclaren en 1998. Eso sin contar una de las más escandalosas: sancionar a Fernando Alonso con cinco posiciones en el GP de Italia de 2006 por estorbar a Massa en su vuelta rápida. Falso y falso, requeteflaso. Es una lástima que pocos digan la verdad, aunque esta les perjudique. Era evidente que Alonso no estorbó para nada a Felipe, pero los intereses y la estupidez se impusieron.



Schumi -y de rebote Ferrari- se beneficiaron de la permisividad de la FIA. Pero no fue un caso aislado, ni nuevo.



También Ferrari ha obtenido favores de la FIA al ser esta muy permisiva con su piloto estrella: Michael Schumacher; pero como bien dijo Ron Dennis, eso mismo le pasaba a ellos con Senna. Con esto no lo justifico, solo digo que no es un caso aislado. Ahora el que sigue el patrón el Hamilton.
Y lo mismo que a veces se les ha favorecido injustamente -seguro hay más casos que ahora no recuerdo- también al revés -como a todos- siendo el más escandaloso el de Spa 1998 cuando Coulthard sacó de pista a Schumacher de forma peligrosísima y, aquí lo peor, deliberada, al ir a ser doblado.
Lo de la descalificación y posterior recalificación de Malasia 1999 no es, a mi juicio, un tema de trato de favor, sino de lógica. Cierto que se libraron por un tecnicismo, pero de haber usado la lógica, se habrían librado por esta misma. Al fin y al cabo, la mala colocación de las derivas laterales no suponía ventaja alguna. Lo mismo que el Mclaren de Berger, ganador de Canadá 1992, que tenía el alerón trasero por encima de lo permitido por un error de montaje. No pasó de ahí, y eso que la altura del alerón sí podría influir, aunque no en este caso.
He puesto esos ejemplos recientes de Ferrari favorecida, seguro que hay más, sobre todo ahora con tanta sanción ridícula, pero en lineas generales veo la balanza inclinarse más hacia el lado de los rivales que hacia Maranello. Lo suyo es que no se inclinase hacia ningún sitio. Max Verstappen también es de los consentidos. No se trata de hacer una lista exhaustiva -me moriría de aburrimiento- pero si de exponer las razones de por qué, por mucho que digan, Ferrari no es la favorita de la FIA, en todo caso lo son los constructores.



Ecclestone, Ferrari y Balestre, los "mandamases" de la F1 de los 80.

martes, 13 de noviembre de 2018

GP de Brasil 2018




        Hamilton, con ayuda de Ocon... y de la FIA








Sí, de la FIA, porque es la segunda vez en la temporada en la que el campeón se va de rositas luego de haberla armado, y tanto él como su equipo llevan ya unas cuantas a lo largo de los últimos años en los que el organismo rector - la FIA-, la mayor de las veces pasa por alto sus infracciones. Algunas de ellas de traca, sin ningún tipo de excusa, salvo la parcialidad pura y dura. Es decir, que tienen carta blanca.
Vayamos con Lewis Carl Hamilton. Ya en el año de su debut tuvo unas cuantas, como por ejemplo la grúa de Nurburgring, empeñada en sacarlo de nuevo a pista, costase lo que costase. Luego se dijo que eso no volvería a suceder. Otra que armó fue en el GP de Japón de 2007, frenando bruscamente -y en agua- tras el coche de seguridad, provocando la colisión entre Webber y Vettel. Se le justificó diciendo que no tenía experiencia... ¡Tócate los huevos! Pues si no tiene experiencia, que no le hubieran dado la superlicencia. En Canadá 2010 logró la pole y se quedó sin gasolina. Se decide dejarlo pasar para acto seguido, prohibirlo de ahí en adelante. Menos mal que en 2008 no se le permitió de todo y recibió sanciones, al igual que los demás.
La cosa pareció quedar ahí hasta que volvió a optar a todo con Mercedes. Ganó en Mónaco y México 2016 luego de saltarse la pista para evitar ser sobrepasado (lo he dicho tantas veces...) y, anteriormente, en Japón y EEUU 2015 ganó luego de sacar de pista, aprovechando las escapatorias asfaltadas, a su compañero Nico Rosberg, que previamente lo había superado en la salida. En Baku 2017 volvió por sus fueros tras el coche de seguridad, estilo Japón 2007, donde se la cargó su víctima: Vettel. Este año tenemos cuando se saltó la entrada a boxes en Alemania y lo de los entrenamientos de este GP, de los que hablaré después.



El momento del GP: Ocon se lleva puesto a Verstappen. Culpa suya y sólo suya.



Respecto a Mercedes, tenemos su test ilegal de 2013 así como su victoria en Italia 2015 con las ruedas con la presión por debajo de lo permitido. No voy a entrar en más polémicas ni en otro tipo de consideraciones, como que pudo tener ventajas a la hora del cambio del reglamento en 2014 u otras cosas, como supuestas ilegalidades en sus coches, porque no creo ninguna de ellas. Para mí son excusas de mal pagador. Pero el resto está más claro que el agua, y se ve claramente como la FIA tiene manga ancha para con ellos y con su piloto, nunca mejor dicho, estrella. Para más detalles, vean el artículo: “Los regalitos de la FIA a Hamilton (y a Mercedes)” de julio de este año.
Respecto al GP en sí, inocente de mí, que tras ver el incidente entre Hamilton y Sirotkin lo descarté para la pole. Como si con los ejemplos anteriores no hubiera tenido bastante claro hacía dónde se inclina la balanza de la FIA: a favor de Mercedes. Es tan descarado, que si el equipo se llamase FIA-Mercedes a nadie le extrañaría.



Órdenes de equipo en Ferrari. Esta vez a favor de Kimi. Fue tercero por sexto de Vettel.



Dicho esto, soy de la opinión de no sancionar errores y, dado que esto lo fue -al igual que el 99% de las maniobras de este tipo-, no debe ser sancionado. Otra cosa es que en un corto espacio de tiempo la historia se repita. Entonces sí, porque eso sería una tendencia. Osease, que no se está a lo que se celebra, y por tanto hay que sancionar para que el piloto en cuestión espabile y se centre. Pero eso a partir del año que viene porque este, como ya se ha sancionado -injustamente- al resto de pilotos por este tipo de acción, no se debe permitir a ninguno quedar impune. O todos o ninguno. No a la doble vara de medir. Vale que Sirotkin no estaba en vuelta, pero por poco hay una fortísima colisión. ¿De que se trata, de obrar bien o sólo de no estorbar cuando alguien está en vuelta? O en su mejor vuelta. Sainz dijo, cuando Vettel lo molestó en Austria este año, dicho sea de paso, de manera menos peligrosa, que lo mismo hubiera dado que no le molestase, que no habría pasado el corte. Pues sanción al canto. También Massa, cuando molestó a Webber en España 2013, recibió sanción pese a que eso no le impidió superar el corte al australiano. Pues Hamilton, tan campante. Primera ayuda.
Con su pole -regalada- número 82 y 100 de Mercedes, en el bolsillo, se iniciaba una carrera en la que Vettel se libró de sanción por no apagar el motor para subir al pesaje de la FIA, de paso, rompiéndolo. Y es a los de la FIA no se les ocurre otra cosa que pararlo cuando iban al límite de tiempo para calificar. Se libró por poco.



Hamilton manda a Sirotkin a la hierva. No se supo apartar y luego puso excusas estúpidas. Su mamáFIA lo ayudó.



Detrás de ellos, Bottas, Raikkönen y Verstappen. Eriksson era sexto -la mejor calificación de su vida- por delante de su compañero Leclerc, luego de que Ricciardo penalizase cinco puestos por cambio de turbo.
Los Ferrari partían con blandas por superblandas de los demás, elección a priori, favorable. Luego vimos que era igual. Perdieron puestos en la salida, aunque Raikkönen le hizo un exterior fabuloso en la curva cuatro a Verstappen, un Verstappen que fue limpio y no mandó, como tenía por costumbre, a su rival a la grava. Bien por él, va mejorando. A todo esto, precioso duelo codo con codo entre Sainz y Huklkenberg, a brazo partido pero respetándose.
Volviendo a Kimi, poco le duró la alegría al finlandés, ya que Max lo superaría sin contemplaciones en la vuelta tres, devorando a Seb en la siguiente. Bottas le duró hasta la nueve, y de ahí a por Hamilton, que se mantuvo con 1”5 de ventaja hasta su parada en la vuelta diecinueve.



No fue para tanto lo del parque cerrado. Ocon parece burlarse de Max... ¿o será alivio?



Recuperó la cabeza cuando Max se detuvo en la treinta y seis con más de 3” luego de una parada no muy buena de los de Red Bull. Eso y la falta de garra de un Leclerc que, sin forzar ni perder mucho tiempo, podría haber retenido a Hamilton una vuelta más. Y dado lo ajustado del final de carrera, hasta podía haber sido decisivo. Vale no meterse en luchas que no van a ningún lado, pero de ahí a poner el intermitente...
En tres vueltas Verstappen, el ciclón, se merendó a Ham, demostrando que el Red Bull es el coche que a día de hoy mejor cuida los neumáticos en carrera y es, por tanto, el mejor coche en carrera.
Todo parecía indicar que iba a ganar, pero una maniobra de desdoble de Ocon, con una agresividad incomprensible por su parte, acabó con sus esperanzas al sacarlo de pista. Se reincorporó a 5” de Hamilton, pero con el coche dañado, y pese a acabar a apenas 1”4, nunca fue una amenaza.
Si yo fuera un mal pensado y un quejica, como Hamilton, ese que declaró que Ferrari jugaba a sacarlos de pista en Inglaterra y que se quejaba de la gran forma de Ferrari en Bélgica, creyendo iba a perder SU título, diría que Ocon o bien saldó con Verstappen alguna cuenta pendiente de la F3, o bien se limitó a hacer un favorcillo a Mercedes. No olvidemos que lleva motor Mercedes y es piloto Mercedes...



Leclerc, séptimo, fue el primero de los no elegidos.




Evidentemente nada de esto es cierto, solo coincidencias, pero para decir paridas no hace falta ser pentacampeón del mundo, las puede decir cualquiera.
Raikkönen fue tercero por delante Ricciardo, el cual precedió a un apagado Bottas y a un más apagado Vettel que, como dato curioso, tuvo la parada en boxes más rápida del año al bajar sus mecánicos de los dos segundos.
Los históricos Mclaren y Williams cuajaron una pésima actuación, siempre en los últimos lugares aunque Vandoorne se dio el gustazo de ganar a Alonso. Un Alonso que ya ha confirmado su regreso a la Indy 500, lo que es una grata noticia. Y más grata sería que volviese Ferrari allí, donde ya participó en los cincuenta, porque seguir en esta F1 intoxicada por la FIA -y Mercedes-, no merece la pena.
Entiendo que Ham y MB callen o se excusen con tonterías para salir del paso -otra cosa es que siempre les parezca bien lo que hacen, lo que haría de ellos unos caras o unos tontos, o ambas- pero lo de la FIA no tiene perdón. La vara de medir ha de ser para todos igual, y no es la primera ni la quinta vez que para ellos es más corta, más suave. Y ya cansa, la verdad. Más aún cuando no les hace ninguna falta. Cierto que en el pasado otros pilotos han gozado de favores de la FIA, como Senna y Schumacher, extendiéndose el tema a sus respectivos equipos, pero jamas de la manera tan descarada como a día de hoy con MB y Hamilton, que es de vergüenza.



Precioso duelo Sainz-Hulkenberg.



Y respecto a dobles varas de medir, el númerito de Verstappen y Ocon al finalizar la carrera. Dado lo sucedido, es totalmente comprensible la actitud de un Verstappen que no pasó de unos pocos empujones. Huelga recordar que ha habido casos peores: Hunt pegando a un comisario, Mansell zarandeando a Senna, etc... pero dado que con Vettel en Baku 2017 estuvieron a punto de meterlo en el paredón, recibiendo este un escarnio por parte de la prensa que ni te cuento, la sanción que ha recibido Max, consistente en dar unas lecciones de seguridad vial, se me antoja de risa. Y la prensa, no dice ni “pamplona”. Yo no le pondría ninguna sanción, pero de haber sido juzgado bajo el mismo rasero, lo mínimo es hacerlo salir del fondo de la parrilla de Abu Dabi. A Seb se le quitó el triunfo de Baku con una parada de 10” en boxes y luego, pensaron si sancionarlo con no poder correr otra carrera. Como ven, de eso nadie dice nada con Verstappen, y eso que de lo que se trataba era de la actitud chulesca, macarra, de un piloto. Pues anda que no fue chulito y macarra Verstappen.
Tiene gracia la cosa, para una vez que obra bien, se lo llevan puesto. Eso es el karma chaval, por las muchas que has montado, como eso de zigzaguear a 300 delante de Kimi y sacarlo de pista en Les Combes en Spa 2015, sin recibir castigo alguno. Dicho lo cual, repito, me parece bien lo dejen correr. Lástima que no sea así siempre.



Alonsó tuvo una mala carrera en Brasil. El año que viene luchará por la triple corona y a la F1, ¡que le den!



Dato curioso, aparte del archiconocido episodio Piquet-Salazar de Alemania 82 hay, al menos, otro hecho similar: doblado que se “ventila” a un líder; y no es otro que el de Verstappen padre sobre Montoya en este mismo GP diecisiete años antes. Que se lo apunte Max, a ver si es capaz de hacer las paces algún día con Ocon.
El quinto título de marcas consecutivo de Mercedes, celebrado como si nunca hubieran ganado una carrera, pasó casi desapercibido porque era algo que ya se daba por hecho y el GP en sí tuvo cosas mucho más interesantes que esto, por histórico e importante que fuere.
Hasta Abu Dabi, ojalá haya una gran carrera que haga olvidar este mal sabor de boca. Cada día me gusta menos la F1. La FIA la contamina.

sábado, 3 de noviembre de 2018

GP de Méjico 2018


               Hamilton: 5 títulos, Verstappen: 5 victorias








El GP de México vio el mejor Red Bull de la temporada, mejor que el de Mónaco y que el de Austria, sus tres feudos este año; aunque en Austria favorecidos por la penalización a Vettel. Gracias a ello, un inspirado -últimamente siempre lo está- Max Verstappen, ganó sin despeinarse. De hecho, apuntaba a Hat-Trick (pole, vuelta rápida y victoria), incluso a Gran Chelem (a lo dicho se le unía el liderar todas las vueltas), pero no pudo ser. Y eso que estuvo a punto de liderarlo todo. Al final la vuelta rápida fue a parar a un Bottas que puso ruedas nuevas -Bottas también se llevó, aunque no importase, el mejor tiempo en Q2-, cedió 4 vueltas de liderato a Vettel, al parar este más tarde y, sobre todo, lo que realmente le dolió, la pole a su compañero Ricciardo. Y es que perdió la que hubiera sido la pole del piloto más joven de la historia. Y no le hizo ni pizca de gracia al chavaluco este, que tantos seguidores tiene. Y es que ya no quedan grandes campeones. Solo tíos -o niñatos- que conducen muy deprisa. El último campeón ejemplar fue, quizá, Jenson Button, claro que Nico Rosberg es majete, aunque en pista a veces no fuera correcto al 100%. Kimi también es un gran campeón, un tipo que va a lo suyo sin molestar a nadie. Pero hablo del último CAMPEÓN, así, con mayúsculas.
Respecto a Ricciardo, el australiano deja Red Bull por el ambiente irrespirable que hay en el equipo, totalmente volcado con Verstappen, de manera más descarada si cabe, que la época de Vettel. Me recuerda a 1985, cuando Elio de Angelis se fue de Lotus por no aguantar a Senna. Desde que quitaron la absurda prohibición de prohibir, valga la redundancia, las órdenes de equipo, a Red Bull se les ha visto el careto.



Los "Donuts" y la cartera, léase título, para Hamilton.



La carrera fue muy interesante dado el comportamiento errático de los neumáticos. Ninguno iba bien, todos se degradaban y tenían granulación. Los que mejor lo llevaron fueron Verstappen y Vettel. De ahí acabasen 1º y 2º. Claro que Seb, que fue de menos a más, dando cuenta en pista de Ricciardo y Hamilton, hizo una segunda parada a fin de ir a por Max, sin éxito. De hecho, se encontró con un Ricciardo que luego de sufrir un montón con las gomas vio como estas se “venían arriba” una vez limpias de granos y oponía dura resistencia. Lo mismo le aguanta el tipo, pero la rotura de su embrague nos dejó sin saberlo. Eso situó a Kimi -también de menos a más- tercero, luego de superar a Bottas en pista y a Hamilton una vez este efectuó su segunda -y necesaria- parada, en boxes.
Los Mercedes tuvieron aquí su peor fin de semana al no conseguir hacer funcionar las Pirelli, acabando doblado Bottas y Hamilton, a punto. Sin los coches de seguridad virtuales, no duden habría sufrido la misma “suerte” que Bottas. Así y todo, su cuarto lugar le bastó y sobró para proclamarse campeón por quinta vez.
Hulkenberg acabó sexto y “primero de los demás” de nuevo, pero a dos vueltas, nada menos. Renault se confirma como el cuarto equipo, aunque eso sí, esta vez fue Sainz el que controló las operaciones luego de una magnífica salida en la que superó a su compañero y a Raikkönen. Pero abandonó por problemas en sus baterías.
Destacar como positiva también, la carrera del local Checo Pérez hasta su abandono por problema de frenos. Su actuación fue deslumbrante aguantando con los superblandos a un gran ritmo un montón de vueltas, llegando a ir más veloz que su perseguidor Carlos Sainz, con las mismas ruedas, pero más frescas. Eso dio buena información a los equipos y es por eso que tanto Ricciardo como Kimi no pararon por segunda vez.



No pudo ganar, pero su brillante actuación lo resarce de sus malos resultados anteriores.



Hamilton estaba contento pese a su cuarto lugar y Max también con su victoria, no repitiendo su rabieta del día anterior cuando no obtuvo la pole. Le quedan dos oportunidades para lograr ser el más joven en lograrla, pero su mejor momento era este -y Mónaco, donde la pifió el sólito- y ya es difícil que lo logre en las dos citas restantes.
Sólo queda cerrar el título de marcas y, pese a dos carreras consecutivas de Ferrari recortando puntos, el título sólo lo puede ganar -o perder- Mercedes, ya que con 55 puntos de ventaja, tiene que pasarles algo para no ganar.
De cara a 2019, en Red Bull Honda se apuesta de manera descarada por Verstappen, de modo que Gasly ya sabe a lo que va, a las migajas que deje el holandés. Puede que logre ser el siguiente francés que gane en F1 desde Panis en Mónaco 1996, pero no será fácil. Como fuere, en Red Bull no se andan con chiquitas y dicen lucharán por el título. Ya lo veremos, pero sería una buena noticia.
Cerrar con las declaraciones de los pilotos de Red Bull 2019, Pierre Gasly y Max Verstappen que, bajo mi punto de vista, han resumido a la perfección la presente temporada.
Gasly declaró, cuando le preguntaron sobre los reiterados fallos de Vettel: "Creo que tuvo un rendimiento con el coche superior al que debería al comienzo del año y ganó algunas carreras con un Ferrari que quizá no estaba para ganar y eso hizo que las expectativas fueran realmente altas. Cometió un par de errores en la segunda mitad de la temporada y creo que es el único que puede responder por qué. Cuando estás luchando por el campeonato, estás tan al límite... intentando cosas que quizá no se pueden lograr".



En unas pocas líneas, Pierre Gasly resumió la temporada.



Verstappen por su parte, dijo días después, que él -y Vettel y Ricciardo- también ganarían con un Mercedes.
En resumen, que digan lo que digan, al final las cosas como son: el Mercedes ha sido, por quinto año consecutivo, el mejor monoplaza de la parrilla. Eso sí, cada vez con menos margen.