La guerra de los mundos
En mi infancia la F1 era, para mí, lo
más y no podía concebir nada más veloz que un F1. Y claro, ver que
los coches de Le Mans y los de la Indy alcanzaban mayores velocidades
punta... como que no me hacía ni pizca de gracia.
Recuerdo unas cartitas de coches de los
años 70, en las que los coches F1 apenas superaban los 300km/h con
potencias en torno a los 500CV, mientras que los de la Indy
alcanzaban 360km/h con potencias rondando los 800CV. Humillante,
pensé, los F1 tenían que ser los más rápidos y potentes
Con el tiempo ya vi que las cosas no
eran tan sencillas y que ni la velocidad punta era tan importante, ni
la potencia tan decisiva y que los coches de Le Mans y de la Indy no
eran en realidad tan veloces. Es decir, sí, corrían mucho y tal,
con más velocidad punta, pero a la hora de ir más rápido a lo
largo de una vuelta, nada como un F1. No siempre, pero sí al menos
desde hace unos 40 años, al compensar de sobra la F1 su déficit de
potencia -cuando la tenía a causa de la reglamentación- con
ligereza y paso por curva gracias a la tecnología. Y es que la mayor
diferencia entre la F1 y la F-Indy es la tecnología. No hay coche
más avanzado tecnologicamente que un F1, en ninguna competición
automovilística se invierte tanto y, en la F-Indy, menos.
En resumen, que la F1 se decanta por la
tecnología y la Indy por el espectáculo. Sus coches serán, para
nosotros, los europeos -aunque ahora los haga Dallara, já- unos
“hierros”, pero dan espectáculo, en tanto que la F1, salvo
esporádicamente, no. Estaría por ver si a la F1 la salva Ferrari,
ella misma, o ambas.
Aclaradas las diferencias entre ambas
fórmulas, decir que si bien la F1 es única, la F-Indy no. De hecho,
lo de “Indy” es nuestra forma coloquial de llamar a los
monoplazas que corren en EEUU por asociación a la mítica prueba:
“las 500 millas de Indianápolis”, cuando en realidad no se
llaman así.
Ferrari corrió, sin mucho éxito, las 500 millas de Indianápolis de 1952. |
Ha habido varios campeonatos de monoplazas en EEUU, dejando a parte los primeros años con el campeonato creado por la AAA (American Automobile Association) desde 1905 a 1955; están los de la USAC (United States Automobile Club) de 1956 a 1984, la CART (Championship Auto Racing Team) desde 1979 hasta 2007 y la IRL (Indy Racng League) desde 1996 hasta la actualidad.
Sin entrar en detalles, se podría
decir que la USAC era el oficial y el de la CART de los “rebeldes”,
lo que vendría a ser la FOCA de la F1 en los 80 o la FOM de
principios de siglo, sólo que estos sí hicieron un campeonato
propio que, durante años, superó y sustituyó al oficial.
La IRL nace, a groso modo, de las
diferencias entre la CART y el dueño del circuito de Indianápolis,
Tony George, compartiendo durante años campeonato, como antes
sucediera entre los del USAC y la CART.
Tras esta disertación, vuelvo al
inicio:¿F1 o F-Indy? Ya vistas las diferencias, es absurdo una
comparación directa, y menos cuando las reglamentaciones son
diferentes, más allá de los gustos personales pero, como dato
anecdótico, dicha comparativa sí se realizó en los 50,
concretamente en 1957 y 1958 en el anillo de velocidad de Monza, en
lo que se denominó: “La carrera de los dos mundos” y la pista se
ganó el apodo de “Monzanápolis”.
Se hizo bajo el reglamento de la USAC,
participando coches de la USAC -los F-Indy para entendernos-, F1
modificados, coches deportivos y coches especiales, estos últimos
sólo en 1958.
Las carreras fueron las más rápidas
de la historia en su momento, al ser “Monzanápolis” un trazado
mucho más veloz que el de Indiana por un margen nada despreciable de
50km/h.
Monza 1958, la segunda edición de: "La carrera de los dos mundos". |
Las carreras eran de 500 millas, pero
disputadas a tres mangas con suma de tiempos -imprescindible acabar
todas ellas- y siempre fueron ganadas por los americanos, sin
apenas oposición europea, pese a la presencia de Ferrari de forma oficial en 1958. En 1957
ganó Jimmy Brian, que se impuso en dos de las tres mangas, a una
media final de 257,59km/h. Tony Bettenhausen marcó la entonces vuelta
más veloz en circuito a 284,561km/h para hacerse con la pole. Los
europeos no destacaron en ningún momento, sólo acabando la carrera -y las mangas- los Jaguar, lejos de las plazas de honor.
En 1958 el ganador fue Jim Rathmann
imponiéndose en todas las mangas a un promedio récord de
268,367km/h. Ferrari fue el mejor europeo con una tercera plaza en la
tercera manga con Mike Hawthorn y Phil Hill y el consuelo de la pole
de Musso a 280,8km/h.
No sé que pasaría ahora en un
enfrentamiento directo en un oval, aunque sin duda, en un trazado
convencional, como dije al principio, un F1 no tiene rival. Y es que
salvo en contadas ocasiones y por concretos motivos, no hay nada más
rápido en pista que un F1.
Ahora, elijan uds. Yo, que he visto las
dos, aprendí de las carreras americanas que correr en óvalos no
sólo no es sencillo, sino que da lugar a carreras la mar de
entretenidas. Por historia, por mi cultura, por Ferrari, me quedo con
la F1, pero por espectáculo, elijo la Indy. Pero vamos, que se
pueden ver las dos y, en un hipotético paso de Ferrari a la Indy
-muy difícil por varios motivos- me decantaría por esta.
Por derecho propio, Alex Zanardi se ha ganado un hueco en el Olimpo de los grandes campeones de la "Indy". |
Yo creo que los yankees sólo siguen la
F1 por Ferrari y los europeos, la Indy cuando corre alguna de
nuestras estrellas, como Alonso ahora o Mansell años atrás. Eso sí,
para mí lo más divertido fue ver a Zanardi, ¡che specttacolo!
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