sábado, 1 de junio de 2019

Fórmula 1 vs Fórmula Indy




                        La guerra de los mundos








En mi infancia la F1 era, para mí, lo más y no podía concebir nada más veloz que un F1. Y claro, ver que los coches de Le Mans y los de la Indy alcanzaban mayores velocidades punta... como que no me hacía ni pizca de gracia.
Recuerdo unas cartitas de coches de los años 70, en las que los coches F1 apenas superaban los 300km/h con potencias en torno a los 500CV, mientras que los de la Indy alcanzaban 360km/h con potencias rondando los 800CV. Humillante, pensé, los F1 tenían que ser los más rápidos y potentes
Con el tiempo ya vi que las cosas no eran tan sencillas y que ni la velocidad punta era tan importante, ni la potencia tan decisiva y que los coches de Le Mans y de la Indy no eran en realidad tan veloces. Es decir, sí, corrían mucho y tal, con más velocidad punta, pero a la hora de ir más rápido a lo largo de una vuelta, nada como un F1. No siempre, pero sí al menos desde hace unos 40 años, al compensar de sobra la F1 su déficit de potencia -cuando la tenía a causa de la reglamentación- con ligereza y paso por curva gracias a la tecnología. Y es que la mayor diferencia entre la F1 y la F-Indy es la tecnología. No hay coche más avanzado tecnologicamente que un F1, en ninguna competición automovilística se invierte tanto y, en la F-Indy, menos.
En resumen, que la F1 se decanta por la tecnología y la Indy por el espectáculo. Sus coches serán, para nosotros, los europeos -aunque ahora los haga Dallara, já- unos “hierros”, pero dan espectáculo, en tanto que la F1, salvo esporádicamente, no. Estaría por ver si a la F1 la salva Ferrari, ella misma, o ambas.
Aclaradas las diferencias entre ambas fórmulas, decir que si bien la F1 es única, la F-Indy no. De hecho, lo de “Indy” es nuestra forma coloquial de llamar a los monoplazas que corren en EEUU por asociación a la mítica prueba: “las 500 millas de Indianápolis”, cuando en realidad no se llaman así.



Ferrari corrió, sin mucho éxito, las 500 millas de Indianápolis de 1952.



Ha habido varios campeonatos de monoplazas en EEUU, dejando a parte los primeros años con el campeonato creado por la AAA (American Automobile Association) desde 1905 a 1955; están los de la USAC (United States Automobile Club) de 1956 a 1984, la CART (Championship Auto Racing Team) desde 1979 hasta 2007 y la IRL (Indy Racng League) desde 1996 hasta la actualidad.
Sin entrar en detalles, se podría decir que la USAC era el oficial y el de la CART de los “rebeldes”, lo que vendría a ser la FOCA de la F1 en los 80 o la FOM de principios de siglo, sólo que estos sí hicieron un campeonato propio que, durante años, superó y sustituyó al oficial.
La IRL nace, a groso modo, de las diferencias entre la CART y el dueño del circuito de Indianápolis, Tony George, compartiendo durante años campeonato, como antes sucediera entre los del USAC y la CART.
Tras esta disertación, vuelvo al inicio:¿F1 o F-Indy? Ya vistas las diferencias, es absurdo una comparación directa, y menos cuando las reglamentaciones son diferentes, más allá de los gustos personales pero, como dato anecdótico, dicha comparativa sí se realizó en los 50, concretamente en 1957 y 1958 en el anillo de velocidad de Monza, en lo que se denominó: “La carrera de los dos mundos” y la pista se ganó el apodo de “Monzanápolis”.
Se hizo bajo el reglamento de la USAC, participando coches de la USAC -los F-Indy para entendernos-, F1 modificados, coches deportivos y coches especiales, estos últimos sólo en 1958.
Las carreras fueron las más rápidas de la historia en su momento, al ser “Monzanápolis” un trazado mucho más veloz que el de Indiana por un margen nada despreciable de 50km/h.



Monza 1958, la segunda edición de: "La carrera de los dos mundos".



Las carreras eran de 500 millas, pero disputadas a tres mangas con suma de tiempos -imprescindible acabar todas ellas- y siempre fueron ganadas por los americanos, sin apenas oposición europea, pese a la presencia de Ferrari de forma oficial en 1958. En 1957 ganó Jimmy Brian, que se impuso en dos de las tres mangas, a una media final de 257,59km/h. Tony Bettenhausen marcó la entonces vuelta más veloz en circuito a 284,561km/h para hacerse con la pole. Los europeos no destacaron en ningún momento, sólo acabando la carrera -y las mangas- los Jaguar, lejos de las plazas de honor.
En 1958 el ganador fue Jim Rathmann imponiéndose en todas las mangas a un promedio récord de 268,367km/h. Ferrari fue el mejor europeo con una tercera plaza en la tercera manga con Mike Hawthorn y Phil Hill y el consuelo de la pole de Musso a 280,8km/h.
No sé que pasaría ahora en un enfrentamiento directo en un oval, aunque sin duda, en un trazado convencional, como dije al principio, un F1 no tiene rival. Y es que salvo en contadas ocasiones y por concretos motivos, no hay nada más rápido en pista que un F1.
Ahora, elijan uds. Yo, que he visto las dos, aprendí de las carreras americanas que correr en óvalos no sólo no es sencillo, sino que da lugar a carreras la mar de entretenidas. Por historia, por mi cultura, por Ferrari, me quedo con la F1, pero por espectáculo, elijo la Indy. Pero vamos, que se pueden ver las dos y, en un hipotético paso de Ferrari a la Indy -muy difícil por varios motivos- me decantaría por esta.



Por derecho propio, Alex Zanardi se ha ganado un hueco en el Olimpo de los grandes campeones de la "Indy".



Yo creo que los yankees sólo siguen la F1 por Ferrari y los europeos, la Indy cuando corre alguna de nuestras estrellas, como Alonso ahora o Mansell años atrás. Eso sí, para mí lo más divertido fue ver a Zanardi, ¡che specttacolo!

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