No, por tradición
Lo reconozco, soy un tradicionalista, y
creo que la F1 también. Al igual que me cuesta adaptarme a las
novedades, o al principio soy reacio a ellas, creo que a la F1 le
pasa igual. Es cierto que hay medidas que se han tomado que son
geniales, sobre todo en materia de seguridad, como el Halo al que
tanto me opuse, mostrándome la experiencia cuan equivocado estaba.
Pero otras cosas que se han hecho no me gustan ni pizca, empezando
por lo peor, la estandarización y congelación de los motores, que
ha día de hoy han recibido un poco de oxígeno, o algunas medidas de
seguridad que rayan lo ridículo, como no salir a correr cuando
llueve prohibiendo, paradojicamente, cambiar reglajes en el parque
cerrado en caso de cambio de condiciones atmosféricas o limitar las
ruedas de agua. Y a un nivel fuera de la competición, la estúpida
capitulación a la “ley progre feminazi” prohibiendo las azafatas
en la F1, por eso de la “cosificación” de la mujer, pero eso sí,
correr en países árabes donde la mujer es tratada como un ciudadano
de quinta, ahí si van por la pasta y nadie rechista. Pues muchas
chicas que estaban encantadas con ese trabajo, el cual ejercían
libremente, ahora no pueden. A Chase Carey no se lo perdono. Vean mi
artículo: “adiós a la azafatas de la F1” de febrero de 2018.
Volviendo a lo deportivo, ahora hablan
de parrillas invertidas o de una carrera el sábado, saliendo en
orden inverso a la clasificación del mundial, para conformar la
parrilla de salida. También se puede retomar el tema de lastres y
unificar piezas junto al límite presupuestario que, ya me dirán
ustedes, como piensan controlar.
Vettel, uno de los pocos pilotos a los que le gusta la historia de la F1, tildó de "mierda" las parrillas invertidas. |
Por mucho que hagan, al final la cosa
no iba a cambiar demasiado, que nadie piense que por eso los grandes
iban a dejar de estar arriba o que un segundo en discordia iba
aparecer para dar la sorpresa. Podría hacerlo de cara a algún
triunfo parcial -que estaría la mar de bien pese a estar
“adulterado”- pero a la hora del título mundial, la cosa no iba
a cambiar. Es decir, los que se jugarían el título iban a seguir
siendo los mismos que los que se lo serían en caso de no cambiar
nada o, dicho de otra forma, esta nueva normativa no cambiaría los
nombres de los pilotos y equipos que se disputaron el título a lo
largo de la historia. Lo que sí podrían hacer, es cambiar algún
campeón, pero eso también pasa con algo tan sencillo como, por
ejemplo, cambiar el sistema de puntuación. Para eso vean mi
artículo: “los campeones que no fueron” de julio de 2017.
Para decir esto de que dichos cambios
no iban a cambiar el orden establecido, me baso en los campeonatos de
fórmulas y turismos que aplican este tipo de cosas, como la GP2,
DTM, mundial de turismos,etc.... Al final ganan los mejores, la cosa
no cambia salvo en la emoción de las carreras, pero nada más. Y
nada menos. Pero para mí, esto de adulterar la competición no debe
hacerse en la F1. Nada de partir primero el octavo más veloz, como
en las segundas carreras de fórmulas de promoción, o castigar el
éxito, como en Superbikes.
Monza 2005, Kimi Raikkönen pasa a la historia como el primer piloto en lograr una pole legítima, pero que no suma a su palmarés. |
Por esto y por tradición, me opongo.
¿Que pasaría si se hiciese una carrera el sábado para conformar la
parrilla? Pues que ya no habría poleman, sólo un tío que parte en
primera posición, es decir, la estadística de poles se acabaría,
lo cual es inaceptable. Y es que salir en pole no es lo mismo que
hacerla. Cuando Schumacher hizo la pole en Francia 1996 o Pironi en
Alemania 1982, por citar dos ejemplos, pero no pudieron salir desde
dicha posición -Schumi por avería y Pironi por lesión- la pole
siguió siendo suya, al haberla conseguido, pese a no partir de ella.
Haciendo un inciso a esto, también debería contar la pole para el
piloto que la haga, independiente de si luego puede disfrutar de
dicha posición, es decir, un piloto sancionado con puestos al hacer
la pole, no saldrá desde ella, pero debería sumar a su palmarés,
cosa que no se hace, como vimos con Kimi en Monza 2005 y con Schumi
en Mónaco 2012.
En resumen, que las ideas no son tan
malas y hasta nos podrían gustar, pero bajo mi punto de vista, ni
todo vale por dinero, ni por espectáculo, la F1 es el deporte del
motor más prestigioso por algo, y debe mantener sus tradiciones.
Cambiar, evolucionar, es natural, pero cuando se quieren destruir sus
raíces, sus cimientos, la cosa cambia. De modo que esas ocurrencias,
mejor se las guardan, tradición manda. Y que dejen elegir a las
chicas si quieren o no ser azafatas. Verán como quieren, porque
ganan dinero y se las trata de maravilla, a diferencia de en otros
trabajos, sitios y lugares. Menos tonterías, señores.