Vidas paralelas
O paralelismos, ya que ambos “capos”
del motor han compartido muchas cosas: han sido directores deportivos
de dos de sus respectivas marcas nacionales, Lancia y Peugeot
respectivamente, tanto en rallyes como en resistencia, logrando el
éxito en las dos disciplinas; han impuesto, por encima de todo, los
resultados frente al espectáculo, dando para ello, cuando ha hecho
falta, órdenes de equipo duras, impopulares y, dentro del ámbito
deportivo, incluso inmorales, pero siempre de cara, como las de
Fiorio en San Remo 1986 o en Montecarlo 1987 y las de Todt en el
Dakar de 1989 -el franco que decidió el ganador- o el famoso
“austria-gate” de 2002. Asimismo, también comparten motes con
famosos militares de antaño: César y Napoleón, al ser conocidos
como: “el César” y “Napoleón Todt”. Por si fuera poco,
llegaron a la cumbre en la dirección automovilística cuando fueron
directores deportivos de Ferrari en F1. Hasta aquí las similitudes.
En este último punto, quisiera
comentar las diferencias que se encontraron cuando fueron directores
en Ferrari.
1990, pese a las diferencian entre Mansell y Prost, Fiorio estuvo a punto de devolver la gloria a Maranello. Luego todo se fue al traste. |
Fiorio llegó en un momento complicado
tras la muerte de Enzo Ferrari teniendo que capear con el caprichoso
Barnard primero y con el no menos caprichoso Prost, después, a lo
que había que añadir el carácter impulsivo de Mansell para acabar
de animar el cotarro. Rozó el título en 1990 con un coche realizado
por Scalabroni que era una evolución del de Barnard del año
anterior y, si no se ganó, no fue por él, sino sencillamente,
porque el conjunto Senna-Mclaren-Honda fue mejor. En 1991 las cosas
se torcieron, Prost, en su linea, no ayudó y Fiorio fue cesado en
Mónaco.
Todt, sin embargo, triunfó, y de que
manera, con seis títulos de pilotos y ocho de constructores. Sin
embargo, no todo el mérito es suyo -no puede serlo- y lo mismo que
se dice, cuando se quiere criticar o restar méritos a un gran piloto
diciendo: “¿que haría con tal coche?” siendo ese tal coche el
peor de la parrilla, no se puede negar que Todt dispuso de más
oportunidades que Fiorio. Para empezar, tuvo tiempo, no fue cesado
pese a que, en el mismo periodo, acumuló menos triunfos que Fiorio;
sino que se le dejó trabajar y, con paciencia y tesón, se supo y
pudo rodear de un equipo de ensueño, encabezado por el mejor piloto
-de largo- de entonces: Michael Schumacher, así como de parte del
equipo técnico que acompañó a este en su periplo triunfal en
Benetton: Ross Brawn y Rory Byrne. Junto a ellos aglutinó a un
equipo que supo trabajar como un sólo hombre, sin fisuras, y el
éxito acabó por llegar al quinto año -casi el octavo de Jean-
luego de muchos sinsabores, trabajo duro y dinero invertido. Tuvo las
oportunidades que Fiorio no dispuso, principalmente tiempo para hacer
“su equipo”.
Paolo Martinelli, Michael Schumacher, Ross Brawn, Jean Todt, Rubens Barrichello y Rory Byrne. Con este equipo, como para no ganar. Claro que hicieron mucho más que eso. |
No digo esto para criticar o restar
méritos a Jean Todt, al que tengo mucho cariño y aprecio, sino por
aportar unos datos que creo importantes, ya que en F1, casi mejor que
en ningún otro sitio, cuando se gana -o pierde- lo hace el equipo
completo, y creo que Fiorio nunca dispuso del mismo equipo que Todt.
Pero sobre todo lo digo por quienes critican y se ceban en Fiorio.
Pues que quieren les diga, creo que son injustos. Fiorio, al igual
que Todt, fue un gran director deportivo, pero en Ferrari, uno
dispuso de tiempo y confianza, y el otro no
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