lunes, 16 de noviembre de 2020

GP de Turquía 2020

 



                  Hamilton, a lo gran campeón





El GP de Turquía volvía al calendario, y al candelero, once años después, en el “Felipe Massa Istambul Park”, al ser el brasileño el máximo ganador allí hasta la fecha -ahora ex-aqueo con Hamilton- con tres triunfos consecutivos, de 2006 a 2008, el único en lograrlo. Además, allí obtuvo su primera victoria, siendo la pista donde más veces ha ganado.

La pista es recordada por grandes duelos: el de Alonso contra Schumi en 2006 y los de Vettel-Webber/Hamilton-Button de 2010, el segundo de ellos con accidente incluído.

El duelo de 2006 fue a causa de un coche de seguridad que hizo que Schumacher, segundo entonces tras Massa, pero con más ritmo -y también con órdenes a su favor-, cayera tras Alonso al tener que parar tras su compañero en boxes. Eso propició un cambio, estúpido, en la norma del coche de seguridad de cara al año siguiente, que impedía a los pilotos parar hasta que, una vez en fila, se les daba permiso, lo que propició la triquiñuela de Renault en Singapur 2008 que le costó a Massa, no ya la victoria, sino el título. Pero eso es otra historia y será contada en otra ocasión.

La pista de Turquía, otro “Tilkódromo”, por eso de tener el tipo este la exclusiva con Bernie para las pistas de F1, es un buen trazado, muy bueno a decir verdad, aunque nunca había reparado en ello. Este año fue reasfaltado y dicho asfalto resultó tan nefasto, que todos se quejaron. De tan frío que era, costaba una barbaridad calentar las ruedas y, en caso de lluvia -y llovió-, que la pista se secase, dando lugar a que los F1 rodasen a más de 4” del récord de la pista en posesión de Juan Pablo Montoya en 2005 -en carrera-, cuando lo suyo era rodar más rápido y la pole, ni te cuento. Claro que eso fue en los libres dos, la única sesión seca.



Felipe Massa el día de su primera victoria en F1. Corría el año 2006.


Para variar, esta vez no daban lluvia y llovió, y se armó el caos. Tuvo lugar la mejor sesión de calificación del siglo, me aventuro a decir. Y no por su emoción, así ha habido varias, ni por el resultado en pole de un equipo pequeño, sino porque muchos grandes se hundieron y algunos medianos o pequeños se pusieron en punta.

La pole se la adjudicó el siempre cuestionado -por los envidiosos- Lance Stroll por delante de Max Verstappen, el claro favorito, por tres décimas. A destacar que Stroll suele brillar en agua, como en Monza 2017, donde fue primera línea, el más joven en hacerlo. Pero eso no es lo más destacable, lo es el que tanto Ferrari como Mclaren naufragasen y que Alfa Romeo llegase no sólo a Q3, sino que fuesen tan rápidos como los Mercedes, unos Mercedes que ni aparecieron.

Por eso, tras los dos primeros, se situó Checo Pérez con el otro Racing Point a segundo y medio, no pudiendo disputar la pole porque en su última vuelta atrapó a Giovinazzi, que estaba haciendo la suya, y no pudo mejorar. Cuarto, a 2“7 fue Albon, quinto, a casi 4” Ricciardo y un desconocido Hamilton sexto a casi 5”, superando por centésimas a Ocon y Raikkönen. Lo de Kimi merece mención aparte, porque el Alfa ya sabemos que no es nada del otro jueves, al contrario más bien.

Cerrando los diez primeros, Bottas a casi 6” y Giovinazzi que, al no cuadrar ninguna vuelta, se quedó a casi 10 segundacos.

¿Y que decir de Ferrari y Mclaren? Pues que pasaron bien la Q1, favorecido Leclerc por la bandera roja, pero en Q2 estuvieron a años luz de los mejores tiempos, lo que no casa con las expectativas de estos equipos cuyos pilotos, de mancos en agua no tienen nada.



Kimi y Alfa brillaron en los entrenamientos, pero no pudieron repetir en carrera.


A destacar la primera pole tanto de Racing Point como de Lance Stroll, que se convertía en el tercer canadiense en lograrlo veintitrés años después que Jacques Villeneuve en Jerez 1997, esa extraña clasificación el la que los tres primeros -Villeneuve, Schumacher, Frentzen- marcaron el mismo tiempo... ¡a la milésima! El otro canadiense es, todos lo sabemos, el legendario Gilles Villeneuve. Que la estructura de Racing Point hubiera logrado la pole en Spa 2009 bajo el nombre de Force India carece de importancia, y no porque esa estructura, inicialmente Jordan, -luego Midland y Spyker- lograse victorias, sino porque cuando se habla de Mercedes actualmente, nadie habla de Brawn, Honda, BAR y Tyrrell, de modo que...

El “papelón” de Hamilton el sábado, totalmente desdibujado -pero no sólo él- dio lugar a múltiples comentarios despectivos en las redes, comentarios que el inglés se encargó de disipar el domingo en la pista. Y es que no se debe vender la piel del oso antes de cazarlo y, además, a un campeonísimo como él hay que rematarlo. Con alguien tan bueno y correoso nunca se sabe, pese a sus múltiples quejas. Y dudar de su calidad es absurdo.

El domingo Lewis ganó magistralmente a lo “Lauda”, en una carrera muy inteligente en la que no arriesgó en absoluto y apenas ejecutó un adelantamiento: el que le puso primero en la vuelta treinta y siete al adelantar a Pérez. Sencillamente, todos sus rivales se le fueron quitando de en medio, bien sea por errores: Verstappen, Albon, o por parar en boxes una vez más: Vettel, Stroll. Su táctica de ir a una sola parada -como Checo- funcionó a las mil maravillas. Y es que pilotó a la altura del coche que tiene, que es el mejor. Y así se hizo con el séptimo título muy merecidamente, logrando su victoria número 94 y décima del año -de seguir así iguala el récord de triunfos en un año de la dupla Schumi-Vettel- a la vez que ponía a Mercedes con 114 victorias, al nivel de Williams, el tercero de la historia.



Pérez segundo, no pudo seguir a Hamilton, pero el Racing Point no es un Mercedes... bueno, no es un Mercedes de 2020.


Max Verstappen, que estuvo sensacional en los entrenos, era el claro favorito y, al final, fue el gran derrotado. Una pésima salida lo retrasó -debió arrancar en segunda para no patinar tanto- y, pese a tener el mejor ritmo, no podía progresar. Primero se quedó atrapado detrás de Vettel y luego, una vez lo superó en boxes, de Pérez. Intentando adelantarlo se marcó un trompo descomunal, planificó sus ruedas y arruinó su carrera. Ya no pudo optar a nada.

Stroll, el flamante poleman, estuvo perfecto la mitad de carrera, liderando y sin apenas cometer errores, pero se le vinieron abajo las ruedas y, una vez efectuó su segunda parada, se diluyó y fue perdiendo posiciones hasta finalizar noveno.

Su compañero Pérez estuvo mucho mejor. Igual de bien la primera parte, en la segunda estuvo mucho mejor. Optó por no parar por segunda vez -es legendaria su gestión de ruedas- logrando mantener el tipo frente a sus perseguidores, algunos con mejor material, merced a la doble ventaja acumulada: una por su gran ritmo inicial, y otra por no parar. Su segundo puesto -casi todos los años logra un podío- fue agónico. Casi sin ruedas, cometió un pequeño error en la última vuelta que permitió a Leclerc pasarle, pero como este, a su vez, cometió otro, Checo recuperó la posición. Y no sólo eso, Leclerc perdió ahí su tercera plaza en favor de su compañero Vettel, que buena falta le hacía y tanto merecía.

Tanto merecía digo, porque lleva un año de muchos sinsabores y porque realizó un GP de Turquía sensacional, recordando no sólo por qué es cuatro veces campeón del mundo, sino también por cómo destacaba en sus inicios en agua: victoria en Monza 2008 y delante de Hamilton en Brasil, también en 2008, al que hizo temblar, ya que casi le cuesta el título. Y todo eso con un Toro Rosso.



Vettel pisó podio por primera vez en lo que va de año tras una carrera magistral.


Aquí no pudo ganar, ni fue una ficha en la ecuación del título, pero su primera vuelta fue la mejor que se le ha visto en años, y la mejor primera vuelta de esta carrera: de undécimo a tercero. A partir de ahí, mantuvo el tipo ante Verstappen primero y Hamilton después. Ninguno de ellos logró pasarle, sólo Albon pudo hacerlo. Su segunda parada le alejó de la lucha por el triunfo, pero no creo que el Ferrari pudiera haber ido mejor de no haber parado. Pero... ¿quién sabe?

Charles Leclerc tuvo un inicio tímido, por no decir malo, a diferencia de Vettel, rodando décimo cuarto -partía el doce- optando por parar pronto y avanzar cuando los que le precedían fueran parando, ya que tenía más ritmo y además, la pista ya iba estando para mixtas, que fue las que puso, ya que al igual que la mayoría, partió con las de lluvia. Las de lluvia extrema, digan lo que digan, no existen. Dicho y hecho. Además se convirtió en uno de los pilotos más rápidos en pista. Su segunda parada también la hizo pronto, cuando se encontró en tráfico. Luego remontó hasta el tercer lugar adelantando, entre otros, a Vettel, para morir en la orilla luchando por ser segundo. Al menos Vettel heredó y todo quedó en casa, que se dice.

Sainz fue quinto, con una sólida carrera tas partir quince -noveno en la primera vuelta- superando claramente a su compañero Norris, que al final era el más rápido en pista y marcó la vuelta rápida finalizando octavo.



Rápido y espectacular, el ardor de Verstappen no tuvo recompensa.


A destacar, negativamente, a Renault, que no mantuvo el ritmo que marcó en entrenos, al igual que Kimi y Alfa, aunque en este caso la cosa está más que justificada. En cuanto a Bottas, totalmente desaparecido, recordó al Massa que vimos en Silverstone 2008. Un mal día, cualquiera en la vida, ¿no? Dejó bien claro vía radio que pasó un calvario.

Albon no lo hizo mal, dadas las condiciones, superando en pista a Hamilton y a Vettel -con el que no pudieron ni Ham ni Max-, pero al final se desinfló, aunque no tanto como Stroll, y fue séptimo tras su compañero Verstappen luego de un trompo que abríó el camino a Hamilton.

Red Bull -antes Jaguar y Stewart, para quien interese- que celebraba su GP número 300 y partía como favorita, no cumplió los pronósticos por el exceso de ardor de Max Verstappen, que no tuvo su día. Lo llega a tener, y hubiera machacado. Pero no se gana con “hubieras”, de modo que: ¡felicidades a Mercedes y a Hamilton! A disfrutarlo, que nunca se sabe cuando vais a caer porque, como todo el mundo sabe, ningún imperio es eterno, ni hay mal que cien años dure.


domingo, 8 de noviembre de 2020

Schumacher vs. Hamilton

 



                    El Kaiser lo es por algo






Ahora que Hamilton va camino de suceder a Schumacher como hombre récord de la F1, surgen las comparativas entre ambos, quien es mejor y tal. A eso añádanle que a Hamilton algunos lo quieren poner como el mejor en la historia, lo que no deja de ser, sino un disparate, simplificar mucho las cosas.

Mi artículo no tiene intención de arrojar ningún tipo de luz, y no por el escaso número de personas preveo lo vayan a leer, sino porque dudo que nadie vaya a cambiar su idea, no por lo que escriba yo, sino por lo que diga cualquiera. Este artículo es mero entretenimiento -como el blog- e innecesario, ya que no hace falta comparar nada. Schumacher es mejor. Punto.

Ambos debutaron jovencísimos, a los 22 años, aunque Hamilton un poco antes, ya que debutó en el año 2007 para correr toda la temporada, mientras que Schumi lo hizo como sustituto en la recta final de 1991.

Hasta su primera retirada en 2006, Schumacher había disputado 249GGPP en quince temporadas, lo que da un promedio, redondeando, de casi 17 carreras al año. Y cito hasta aquí porque no sólo es cuando Schumi tuvo todos su éxitos, sino porque fue hasta entonces cuando vimos al verdadero Schumi. El que regresó tres años después no era el mismo. Ya no era esa fuerza dominante, sino simplemente un buen piloto. De ser cualquier otro, habría cumplido, pero para ser él, resultó un fracaso.



El regreso de Michael a la F1 fue decepcionante, pero se divirtió.


Respecto a Hamilton, cuando acabe esta temporada e iguale los títulos del Kaiser, habrá disputado 267GGPP en catorce años, lo que hace una media de 19 carreras. Dos más al año que Schumi -exactamente dos y media- para unos resultados parecidos. Esto no tiene mucha importancia pero, a más carreras, más posibilidades de obtener victorias y, a groso modo, Hamilton ha tenido más oportunidades. 37 más, concretamente.

Otro dato: Hamilton va camino de su séptimo entorchado en su décimo cuarto año, mientras que Schumi lo obtuvo en el décimo tercero.

No merece la pena hablar de si Schumi debería haber ganado en 1999 sin el accidente, ni cosas por el estilo, porque también habría quien dijese, y con razón, que Lewis también podría haber ganado más. Ambos podrían. Hasta ahí las similitudes.

Antes de seguir, quiero decir que, para mí, las dos primeras temporadas de Hamilton me parecen sus mejores, poniendo en serios aprietos al entonces bicampeón más joven de la historia, Fernando Alonso para, acto seguido, ganar el mundial con el segundo mejor coche. Fue entonces cuando pensé que también él podría superar los récords de Michael -antes lo pensé de Alonso y luego de Seb- con la diferencia de que nunca consideré a Alonso tan bueno como el Kaiser, pero a Hamilton sí. 



También Alonso podría haber superado a Michael de haber elegido bien.



El resto de su carrera deportiva me demostró que no sólo no era tan bueno como Schumi, sino que tampoco era mejor que Alonso. Sin enrollarme en dicha comparativa, diría que Alonso y Hamilton son práticamente igual de buenos con un gran coche, ambos también igual de necesitados de asesoramiento vía boxes para “leer” la carrera, a diferencia de Button y, por supuesto, Schumacher, pero Alonso destaca más, mucho más, cuando el coche no es tan bueno y, sobre todo, si este tiene problemas. De ahí que lo considere mejor que Lewis. Creo Alonso lo habría hecho igual de bien en Mercedes que Ham, pero no al revés de haber estado Lewis en Ferrari.

Respecto a Schumacher, en 1994 tenía un coche tan bueno como el mejor al principio, de ahí sus duelos con Senna, pero que dejó de serlo a media temporada, ganando el título con cuatro carreras y 80CV menos que Damon Hill. Fue de nuevo campeón el año siguiente con el segundo mejor coche, pero sin déficit de caballos.

Al principio con Ferrari, también con el segundo mejor coche y lejos del primero, se las apañó para luchar por los títulos de 1997 y 98. Este último se le complicó aún más por el juego sucio de Mclaren-Coulthard en Spa 1998 (ver artículo). En análogas circunstancias habría ganado en 1999 de no ser por su accidente de Silverstone, donde se rompió la tibia y el peroné; pero sí ganó en el 2000 y 2001. En efecto, esos años el Ferrari no fue el mejor coche, lo fue el Mclaren. Para ser justos, en 2001 el Ferrari sí fue el mejor, pero por su fiabilidad, no por su velocidad, donde el Mclaren era superior.



Ferrari F2002, la primera "arma absoluta" del Kaiser.


En 2002 y 2004 tuvo el mejor coche de largo, y arrasó, mientras que en 2003 también lo tuvo, pero la superioridad de Michelin sobre Bridgestone igualó las cosas, estando él brillante pero irregular. Es decir, cometió demasiados errores, pero los compensó con victorias.

En 2005 no había coche para ganar -más bien ruedas-, mientras que en 2006, simplemente, no se pudo. Ahí creo la cosa estuvo muy igualada tanto por coche, como por piloto. Alonso era todo un talento.

Respecto Hamilton, sin el mejor coche y como debutante casi gana el título a la primera, lográndolo a la segunda pero, a partir de ahí, sin el mejor coche, nada de nada, pasando muchos apuros con Button de compañero en Mclaren. Jenson demostró ser casi tan bueno como él en situaciones normales y, cuando las cosas se complicaban, mejor.

¿Cuántos títulos logró Hamilton hasta que Mercedes se convirtió en el equipo más dominante de la historia? Uno. Y sin entrar en muchas polémicas, Rosberg lo apretó de lo lindo, ganándole en 2016 pese a las victorias inmerecidas -por ilegalidades de pilotaje- de Hamilton en Mónaco y México, está última de escándalo, de vergüenza ajena, al saltarse en la salida las tres primeras curvas. Ahora, con Bottas, un buen piloto pero nada más, Hamilton vive de maravilla.



Casi nadie lo esperaba, salvo Mansell, pero Button puso a Hamilton contra las cuerdas. 


Sobre 2017 y 18, Hamilton demostró su enorme calidad imponiendo su ley cuando hacía falta, con brillantez y sin errores, dejando a Vettel y Ferrari sin opciones cuando el Ferrari estuvo más cerca que nunca. Yo no diría que Vettel perdió los títulos él sólo -en parte sí-, porque al Ferrari le faltaba un poco para estar a la altura, como se ve en los resultados. Estuvo cerca, pero no llegó. La clase de Hamilton amplió el hueco, pero no fue determinante.

Es por ello, aparte de verlos en competición y luchando contra sus compañeros de equipo y demás, que tengo muy claro que Schumacher es mejor que Hamilton, el cual es uno de los mejores de siempre, su palmarés así lo atestigua, pero nunca podrá optar al título de “mejor de todos los tiempos”, cosa que Schumacher sí. Para mí, los mejores de todos los tiempos, preguerra aparte, son: Fangio, Clark, Senna y Schumacher. (1)

Y finalizaré con unos datos esclarecedores incluso para los más escépticos, que aunque no les vaya hacer cambiar de opinión, no los van a poder rebatir: partiendo de la base de que el coche es lo más importante, voy a dar las cifras de dominio de Ferrari durante los cinco títulos del Kaiser y las que lleva, a día de hoy, Mercedes desde 2014.



Rosberg no era tan bueno como Hamilton, pero si lo suficiente como para ganarle.


De 2000 a 2004 se disputaron 85GGPP y Ferrari ganó 57, el 67,06% y Schumacher 48, el 56,47%. Desde 2014 hasta Imola 2020 se han corrido 134GGPP con Mercedes triunfando en 100 ocasiones, el 74,63% de las cuales 71 son para Hamilton con el 52,99%. Al acabar el año, en el mejor de los casos, Mercedes puede ampliar su estadística hasta el 75,36% y Ham hasta el 54,35%. En resumen, más dominio de Mercedes y menos de Hamilton respecto a Ferrari y Schumacher. Todo muy parejo, cierto, pero con las grandes diferencias más arriba comentadas. Y si comparamos poles y dobletes, la diferencia de Mercedes sobre Ferrari se acentúa más, lo que demuestra que el dominio del equipo Alemán no sólo ha sido -y es- más largo, sino también más contundente. De haber sido iguales, Hamilton no tendría ningún récord. Guste o no, es así, lo mismo que, sin la muerte de Senna, seguramente los récords serían de Ayrton. (2)

Aunque falta mucho para poder saberlo, ahora son Verstappen y Leclerc quienes tienen el futuro por delante de cara a marcar una época. De hecho, es Max el que me recuerda más al Kaiser al estar acosando a los inacosables Mercedes con un coche claramente inferior. No hay más que ver dónde esta Albon. Y el que piense Albon es un paquete, que mire a Gasly, que ahora parece un genio. Al final, los pilotos verdaderamente grandes son los que hacen parecer malos a pilotos buenos. Está claro que ni Dumfries, ni Nakajima, eran tan malos, como tampoco lo eran Letho, Verstappen -padre- o Herbert, es que Senna y Schumacher eran muy buenos. Y lo de Leclerc con Vettel también impresiona.



Al final Nakajima no resultó ser tan malo, es que Senna era muy bueno.


¿Hamilton el más grande? Ni el más grande, ni tan bueno como Schumi, aunque en realidad no le hace falta y dudo le importe, ¿no creen?

(1) http://elsofadelaf1.blogspot.com/2018/01/el-mejor-piloto-de-toda-la-tierra.html

(2)http://elsofadelaf1.blogspot.com/2016/12/y-si-senna-no-se-hubiese-matado.html

viernes, 6 de noviembre de 2020

Rascasse 2006

 



                         Un poco de luz... y oscuridad





Hace poco salió un artículo al respecto en el que Felipe Massa narraba lo acontecido y como Schumacher le reconocía, un año después, lo que todos dábamos por hecho: que lo hizo aposta.

¿Todos? Bueno, en su momento y en plan fanático-leguleyo, yo lo negué. No es que negase que lo hiciera adrede, sino el hecho de que lo pudieran probar y que, en análogas circunstancias, con otro piloto sin sus antecedentes, se habría obrado de otra manera. Pero el Kaiser se labró una fama de antideportivo, y razones no faltaban.

Cuando vi lo que hizo pensé lo que todos, que aparcó en la Rascasse para que no le superasen el tiempo. Lo que no pensaba es que fuese premeditado. Creía que iba al máximo y que, cuando se pasó de frenada, obró mal al dejar el Ferrari en medio. Es decir, se aprovechó de su error. Creía que fue eso, ya que no pensaba que en el equipo le hubieran dicho, vía radio, que iba mal y, por tanto, no pudo planearlo. Años después pensé que no hacía falta. A pesar de no vérsele ningún error, él sabría de sobra como iba y, a partir de ahí, actuar. De modo que no hubo pasada de frenada, sino que lo fingió. Y luego lo demás. Yo no creo saliera directamente con la intención de provocar una bandera amarilla, pero si con esa bala en la recámara en caso de no ir mejorando.



Joaquín Verdegay.


Lo que dice Massa, lo confirma. En dicho artículo dice como, en broma, Ross Brawn se lo sugirió. Pero lo que no dice dicho artículo es la contradicción del comisario español Joaquín Verdegay a la hora de sancionarlo. Según él: “Schumacher no pudo convencerme de que no lo hizo aposta”, añadiendo: “dijo que el coche se le iba de atrás y que por eso se salió. Me lo creo, aunque hacer un contravolante innecesario a 16 km/h, durante cinco metros es patético e injustificable, y más siendo un campeón como Schumacher, que es capaz de hacerlos a 200 km/h”, para finalizar con: “Al final lo crucial es que Michael reconoció que no era capaz de evitar el accidente, o el choque, si no paraba el coche. Y de ahí la sanción. Si hubiera chocado contra la valla no le habríamos sancionado”.

Pues no, no y no, si lo hizo adrede, como si parte el chasis, debe ser castigado, el resto son tonterías. Si tan claro estaba su flagrante actuación, esta no se puede justificar de ninguna manera: ¿cómo que si choca contra la valla no le sancionas? ¿Pero esto qué es? Menuda falta de criterio. Las últimas palabras de Verdegay sobran. O lo hizo adrede o no. Punto, no hay más.

A mí, como Ferrarista, no me gustó la sanción y defendí a Michael de la peor forma, porque lo consideraba culpable -defendía el que no se pudiera probar-, y por lo tanto, no debía defenderlo. Pero si encima te lo ponen a huevo con tales contradicciones...



Ricardo Patrese fue de los pocos que lo defendió. Estaba equivocado.


Al hilo de esto, también se sospechó, con muy mala leche creo yo, de la bandera amarilla provocada por Nico Rosberg en 2014, que le aseguró la pole. Parecido pero no igual. No pasó de ahí, y me parece lo correcto.


Por mi parte, siempre se agradecen estas explicaciones. Estoy esperando más, como las de Mclaren y Coulthard en Spa 1998, o las de Alonso y Renault en Singapur 2008. Esto último, más lo del espionaje a Ferrari en 2007, son temas de los que Alonso sabe mucho y dice poco, de ahí que no me interesen sus libros, reportajes sobre su vida y demás. Si la parte oscura no se va aclarar, no me interesa lo que diga. Es evidente sabía lo del espionaje, que muchos han justificado pero, ¿alguien se cree no estaba al tanto de lo de Singapur? ¡Anda ya!

Por cierto, que esa bromita le costó el título a Massa y a Ferrari.


lunes, 2 de noviembre de 2020

GP de Emilia Romana 2020

 



                           Imola vuelve





Lo que es motivo de satisfacción y alegría para pilotos, equipos y aficionados. Imola es una de las mejores pistas, con grandes desniveles y muchas zonas de aceleración en cuesta, lo que hacía de ella la pista de mayor consumo del calendario. Desconozco si esto sigue siendo así, ya que ahora hay otras pistas por un lado y, por otro, la supresión de la chicane final, la variante baja, modifica un poco la pista, variando el consumo. Para mí, dicha modificación, es innecesaria y no mejora, al contrario más bien, la pista.

Un poco de historia

Emilia Romana es la cuarta denominación de los GGPP disputados en esta bella pista. La primera fue la de Dino Ferrari, una carrera fuera de campeonato disputada en 1979, donde se impuso Niki Lauda con un Brabham Alfa Romeo luego de un espectacular duelo con la Ferrari de Gilles Villeneuve, que acabó abandonando.

En 1980 se disputó, nada más y nada menos, que como GP de Italia, sustituyendo a la insustituible Monza, resultando ganador el brasileño Nelson Piquet, también con Brabham, pero esta vez con motor Cosworth. En esa carrera debutó, en entrenamientos, el Ferrari 126C, el primer Ferrari turbo -que no sobrealimentado- de F1, con Villeneuve al volante. Este correría con el T5, sufriendo un espectacular accidente en la curva antes de la frenada de la Tosa que, a partir de entonces, llevaría su nombre.



Niki Lauda, primer ganador en Imola. Era 1979 y fuera de campeonato.


Piquet repetiría en 1981, ya como GP de San Marino, segunda cita disputada en Italia, y que es como conoce todo el mundo a las carreras disputadas aquí. Que este año no se haya vuelto a utilizar esa denominación histórica es algo que no entiendo. Está claro que los nuevos dueños de la F1 dejan bastante que desear en este sentido. Parece que no les importa la historia de este deporte.

1982 es uno de los años más recordados aquí por el intenso duelo entre los Ferrari de Villeneuve y Pironi, ante la ausencia de los equipos de la FOCA, resultando el francés ganador, lo que enfadó a Gilles, que se sintió traicionado y que, al morir 15 días después, dejó una herida abierta que muchos aún recuerdan con resquemor, cuando no con odio. Lamentable actitud ante lo que fue una gran carrera y lo demás, como bien dijo Enzo Ferrari: “son cosas de las carreras”.

En 1983 gana el Ferrari número 27 de Patrick Tambay, amigo de Villeneuve, en honor de su amigo fallecido, al perder Patrese el control de su Brabham BMW cuando cabalgaba hacia la victoria. Duro golpe para el italiano, sobre todo al ver como lo celebraban sus compatriotas.

1985 da lugar a una trepidante carrera en la que varios líderes se quedan meta a la vista sin gasolina, como Senna, como Johansson, que había partido décimo quinto con el Ferrari y remontó hasta el primer lugar, heredando el triunfo Elio de Angelis por la descalificación de Alain Prost -que cruzó la meta en primer lugar- al estar por debajo del peso mínimo.



Villeneuve vs Pironi, el gran duelo de Ferrari en 1982. Uno de sus dobletes más tristes.


En 1987 gana Mansell casi en solitario, ya que su principal rival, Nelson Piquet, no pudo correr por su accidente en el Tamburello.

Dos años después ese accidente se repite, con mayor dramatismo, al incendiarse el Ferrari de Gerhard Berger. También se recuerda ese año por el inicio de las hostilidades, a nivel personal, entre Senna y Prost, al vulnerar el brasileño el pacto de no agresión en la salida que tenía con Alain. La excusa de Ayrton, cual leguleyo, era que “se trataba de la segunda salida”. En fin...

Patrese se “venga” en 1990, siete años después de su afrenta, logrando el triunfo en una carrera en la que abandonó Senna cuando lideraba y en la que Mansell fue “Villeneuve”. Mansell dio el espectáculo, tanto en entrenamientos, como en carrera, con un intento de adelantamiento a Berger, que lo mandó a la hierva, espeluznante. Trompo completo y a seguir a fondo de nuevo al ataque. Pero el Ferrari humeaba desde la vuelta de formación. La suerte estaba echada: no acabaría. Su gran demostración no fue en vano, pero no tuvo recompensa,

En 1994 muere, en el tercer accidente en Tamburello, Ayrton Senna, en un fin de semana negro. El viernes sufrió un durísimo accidente Rubens Barrichello, causando baja el resto del fin de semana, el sábado se estrella en “Villeneuve” Roland Ratzenberger, perdiendo la vida y el domingo, Senna.



Imola 1994, el GP que no debió ser, se llevó al más grande.


Pero eso no fue todo. En la salida, Letho se queda parado y Lamy no puede evitar el toque, al estilo del de Paletti contra Pironi en Canadá 1982, pero sin el dramatismo de aquel, aunque tres espectadores y un policía resultaron heridos. El GP finaliza su drama con la desastrosa parada de Michele Alboreto, cuya rueda mal fijada sale por los aires en boxes, resultando heridos tres mecánicos.

Todo esto motivó una serie de cambios en materia de seguridad. A partir de entonces se limitó, entre otras cosas, la velocidad en el carril de boxes, dejando para el recuerdo las salidas fulgurantes de los mismos. La última, la de Berger en esa carrera.

De cara a 1995 la pista modifica su trazado para eliminar la curva de Tamburello, que como la de Villeneuve es a fondo, para evitar se repita lo acaecido el año anterior, al no poderse ampliar la escapatoria. Gana Damon Hill, hijo del mítico Graham.

2005 y 2006 fueron las dos últimas citas, hasta la fecha, y sus protagonistas fueron Alonso y Schumacher, que se repartieron los dos triunfos luego de dos preciosos duelos. Muy brillantes los dos pero, decir que Alonso ganó en 2005 con un cilindro menos... ¡Anda ya! Vean como salía de las curvas. Problemas tendría, no lo niego, pero no ese. De tenerlo, no gana ni de coña.



2003, emotiva victoria del Kaiser, que ese fin de semana había perdido a su madre.


Destacar, para finalizar, que desde 1999 hasta 2006 siempre ganó un Schumacher, salvo en 2005, que ganó Alonso, mientras que en 2001 ganó Ralf, el hermanísimo.


Este año la F1 regresaba catorce años después, con el circuito modificado con la supresión de la chicane final, con nuevos arcenes y unas reglas para cumplir los limites de pista totalmente absurdas. Lo que valía en los libres, no en calificación, y lo que para unas curvas era válido, para otras no. Absurdo total, al fin y al cabo, dejando la pista como estaba, no había esos problemas.

Se estrenaba nuevo formato -y horario- ya que a la hora habitual de las 3 y 10, las dos últimas citas a las 2 y 10, esta era a la 1 y 10, lo que no ,me parece serio. Los suyo es estabilidad de horarios. Respecto al formato reducido, me da igual, ya que al haberse eliminado la sesión de calificación de los viernes hace años, este, para mí, carece de interés. Este formato es una prueba de cara a reducir el tiempo de GP y así, incluir más. Otras ideas, a parte de la parrilla invertida y carreras tipo superpole, es hacer carreras más cortas. Francamente, no me gusta el rumbo.

Antes de que el “corto” GP de Imola diese comienzo, supimos de la renovación de los pilotos de Alfa Romeo, Raikkönen y Giovinazzi de cara a 2021, lo que creo fue una sorpresa para la mayoría, puesto que dábamos por hecho la entrada al equipo, y a la F1, de Mick Schumacher. Respecto a Kimi, el “joven” Kimi, era el único de los presentes en haber corrido antes en este gran escenario.



Alfa Romeo confirmó a Giovinazzi y Kimi como sus pilotos de cara a 2021.


Yendo al GP en sí, la calificación fue un mano a mano entre los Mercedes, logrando, esta vez sí, Bottas superar a Hamilton. El inglés luego dijo que hizo una muy mala vuelta, lo que no casa en absoluto con la realidad, ya que hizo dos, y fueron parecidas.

Tercero fue Verstappen, sin inquietarlos y casi de casualidad, ya que un problema con su motor casi lo apea. Los tres primeros pasaron la Q2 con medios, el resto con blandas. Ferrari y Albon lo intentaron, pero no pudieron. Por detrás y en un pañuelo: Gasly, Ricciardo, Albon, Leclerc y Kvyat en una décima y a dos y tres respectivamente, Norris y Sainz.


La carrera prometía cambio de vencedor, al ser superado en la salida Hamilton, que tuvo la fortuna de no dañar su alerón al cruzarse -de forma involuntaria- en las narices de Gasly. Algo similar le costó, en 2012, a Alonso el abandono en Suzuka al pincharle la rueda Kimi Raikkönen. Y esos puntos le costaron el título. Se ve que Lewis tiene potra. Y mucha. No contento el destino con esto, en la vuelta dos, y sin que entonces lo supiéramos, Bottas dañó su fondo plano al pasar por los restos del Ferrari de Vettel, que se había tocado con Magnussen.



Nuevo triunfo de Hamilton y séptimo título consecutivo de Mercedes, récord.


Pequeño inciso: destacar el fulgurante inicio de Giovinazzi con blandas: de vigésimo a décimo cuarto en una vuelta.

Volviendo a la cabeza, cuando Verstappen anticipó su parada para intentar superar a Bottas, Mercedes se defendió doblemente bien: hizo parar a Bottas y alargó el relevo de Lewis que, al igual que los otros dos, tenía ruedas para muchas más vueltas. Y es que Mercedes da las mismas oportunidades a sus pilotos cuando están solos, pero si hay alguien por medio, divide las tácticas, como hizo en Inglaterra este año.

Bottas mantuvo el puesto y, con el coche dañado y con duras, no podía con el ritmo de Lewis con medias usadas que, por si fuera poco, tuvo un coche de seguridad virtual que pudo aprovechar por los pelos, a causa del abandono de Ocon, que le permitió parar y ganar tiempo. Aunque parecía no le iba hacer falta. Jé, Esteban parece estar conchabado con Lewis, si no atenemos a Brasil 2018 y Mugello este año.

A todo eso, el bueno de Gasly, que llevaba un casco homenaje a su ídolo Senna, se había retirado cuando marchaba quinto.



Gasly llevó un casco homenaje a Senna. Un bonito gesto.


Pérez, que partía undécimo con medias, retrasó su parada y, con ello, se cepilló a todos los que le precedían: Ricciardo, Leclerc, Kvyat, Albon, Sainz y Norris, mientras que Vettel Raikkönen y Latifi marchaban cuarto, quinto y sexto respectivamente, sin parar, tras el trío infernal: Hamilton, Bottas Verstappen.

Max superó a Bottas cuando este cometió un error en la Rivazza., mientras queVettel no pudo aprovechar su táctica para sumar puntos al condenarlo su equipo con un desastre de parada: más de 13”, que le impidieron reengancharse junto a los Mclaren.

El coche de seguridad salió por el pinchazo -y accidente- de Verstappen, que abandonaba y situaba segundo a Bottas y tercero a Pérez. Parecía que el Méjicano lo iba a volver a hacer, pero decidieron parar y poner blandas, siendo superado por Ricciardo, Leclerc y Albon, que no lo hicieron.

Durante el periodo del coche de seguridad se estampó Rusell calentando ruedas, retrasando el reinicio.



Ni Vettel, ni Ferrari, andan finos este año. Cuando no falla uno, lo hace el otro.



La carrera constó de un sprint final de cinco vueltas en las que Albon trompeó y se fue al fondo, mientras que Kvyat hizo una fenomenal recuperación pasando a Pérez y Leclerc para situarse cuarto tras Ricciardo, que iba a lograr otro podio. Pérez fue sexto, muy poco cuando era tercero. Séptimo y octavo fueron los Mclaren de Sainz y Norris por delante de los dos Alfa de Kimi -piloto del día- y Giovinazzi.

Gran carrera de Lewis, con un gran ritmo y mucho brillo, mostrando su gran talento una vez más. Lástima que no emocione. Es lo que tiene no tener rivales. Que contento debe estar tras la retirada de Rosberg y el fichaje de Bottas, el que apenas podía con Massa. Y ya vimos como se las gastaba Alonso con Massa. Sin eso, su vida habría sido mucho más difícil.



El podio de Imola fue bastante, digamos, asqueroso.


¿Critico a Hamilton? Desde luego, porque no merece tales resultados. Él no ha hecho ese Mercedes, no se ha involucrado en el equipo -porque no sabe- como hizo Schumi en Ferrari, y da pena escuchar sus quejas, demostrando estar perdido y necesitado de consejo. Todo un talentazo pero que sin dirección, se diluye. Por eso le ganaba Button cuando había que improvisar. Y nadie ponía a Jenson como un crack, ni a Rosberg. Pues ambos le hicieron sudar.

Mercedes campeona por séptimo año consecutivo, récord, ¿y qué?