domingo, 5 de septiembre de 2021

GP de Holanda 2021

 



             Verstappen, profeta en su tierra




La F1 regresaba a Holanda 36 años después y con uno de retraso a causa del covid, puesto que esta carrera estaba programada para 2020. Regresaba en su fecha habitual justo delante del GP de Italia. El último ganador aquí fue Niki Lauda, en una carrera en la que Prost hasta rodó por la hierba para tratar de impedirselo. Niki consiguió la que fue su última victoria en su último año en la F1.

Para mí, Holanda es un circuito de grato recuerdo, puesto que fue allí, en 1982, cuando pude ver mi primera carrera de F1 completa, aunque en diferido. Esta se celebró el sábado por motivos religiosos -y por última vez en a historia de la F1- y TVE tuvo a bien darla integra el domingo en diferido. Teniendo en cuenta la escasa cobertura de entonces, fue todo un detalle. El saber el resultado, que me dijo mi madre por la ventana el día anterior mientras jugaba en la calle -a la vez que me dijo la darían al día siguiente- no supuso problema alguno. Así la vi más tranquilo sabiendo que había ganado Ferrari, mi equipo, con Didier Pironi al volante, en la que también fue su última victoria en su último año. Un año en el que la fatalidad le arrebató el título.



Didier Pironi cavalgando hacía la victoria. Era 1982.


1983 vio también la última victoria -pero no en su última temporada- del francés René Arnoux con Ferrari, una victoria que le ponía en liza en la carrera por el título en un GP en el que arrancó décimo. Le secundaron en le podio su compañero Patrick Tambay y John Watson, con Mclaren.

Tambay, que partía segundo tras el poleman Piquet, acabó la primera vuelta 21º tras fallar en la arrancada, como en Detroit, solo que esa vez no arrancó, mientras que Watson llevó su Mp4-1C Cosworth al tercer lugar mientras Lauda, su compañero, hacía debutar timidamente el motor Tag-Porsche turbo de cara a 1984. Esa carrera vio la mejor salida de la historia -también comentada en este blog en julio de 2016- a cargo de Eddie Cheever, con Renault, que partía 11º y acabó la primera curva 2º. El famoso incidente entre Prost y Piquet, que chocaron en la famosa curva de Tarzán, también es otro momento histórico.

Este circuito es muy recordado por la famosa vuelta en tres ruedas de Gilles Villeneuve luego de un pinchazo. Ese abandono, cuando era claro líder tras hacer un exterior de antología a Alan Jones en “Tarzán”, a la postre le costó el título al pequeño y recordado canadiense.



Ell más puro estilo Villeneuve, a fondo con lo que sea y cuando sea.


También son muy recordados allí los muchos accidentes espectaculares, sobre todo en la famosa curva de Tarzán, como el de René Arnoux, con el Renault, en 1982 al salírsele una rueda. Derek Daly y Andrea De Cesaris, fueron otros que tuvieron espectaculares accidentes en Zandvoort.

Teniendo en cuenta la mejora de tiempos de los coches actuales, de correr en la misma pista, seguramente la pole bajaría del minuto, pero con el nuevo trazado, esta quedó casi en el ´1´09 aunque los pronósticos más optimistas hablaban de bajar del minuto. Se pasaron tres pueblos. La pista mantenía casi inalterada la famosa curva “Tarzán”, pero otras estaban peraltadas casi como un óvalo: la 3 o Hugenholtz y la última, la Arie Luyendyk, en honor del piloto holandés doble ganador en Indianápolis en 1990 y 1997, de las 24 horas de Daytona en 1998 y las 12 horas de Sebring en 1989.



Prost no pudo con Lauda en 1985, pero lo intentó como nunca.


Durante los libres, los pilotos no pudieron rodar lo que quisieron a causa de las banderas rojas. Vettel provocó una y, a causa de no poder retirar el coche porque se podrían quedar “pegados” si lo tocan -¡bien por la hibridación!- se perdieron 37 minutos en la FP1. En la dos, Ham tuvo problemas y apenas rodó y, en la tres, un accidente de Sainz también redujo el tiempo en pista, aunque en ese momento, nadie parecía estar interesado en rodar.

No hubo bajas de cara a la calificación, ya que el Ferrari de Sainz estuvo listo. En Q1 se quedaron los Haas, como todo el mundo preveía y Robert Kubica, que sustituía a Kimi Raikkönen el cual, al dar positivo por covid, no podría correr, cuando apenas días antes había anunciado su retirada. Mientras sólo sea eso, perderse alguna que otra carrera, ni tan mal.

La sorpresa en Q1 vino dada porque Vettel, estorbado por los dos Haas en su vuelta, y Pérez, también con tráfico, se quedaron fuera.

En la Q2 la mayor sorpresa fue que pasó Giovinazzi con el Alfa por segunda vez esta temporada, seguramente beneficiado por los accidentes de los Williams de Russell y Latifi que provocaron sendas banderas rojas. La de Latifi puso fin a la sesión. Quedaba minuto y medio, y era posible dar una vuelta lanzada, pero la FIA optó por no permitirlo, ya que preveían sólo unos pocos podrían hacerla, por motivos obvios. Si acertaron no lo sé, pero emoción quitaron, sin duda, y viniendo de Spa, no está el horno para bollos. Norris no llegó a Q3 por primera vez este año. La bandera roja no le ayudó, pero tampoco parecía estar muy en forma.



Hamilton no empezó bien el fin de semana, pero minimizó los daños.


La Q3 vio al dominador Verstappen hacer la pole por milésimas. Una gran segunda vuelta de Ham casi le quita la pole, aunque en realidad no, porque igualó el tiempo de Max de su primera vuelta, de modo que, de no haber mejorado el holandés las 38 milésimas que mejoró, el resultado habría sido el mismo. Curioso que Ham recortó dos décimas en el tercer sector, que es de potencia y todo a fondo. Al margen de que esta vez los MB iban más descargados y, por tanto, eran más veloces en el tercer sector, el motivo de tal diferencia fue que a Verstappen no se le activó el DRS en esa zona, al menos al final, de modo que algo de tiempo perdió Max ahí. Menos mal que no le hizo falta.

Bottas fue tercero, fallando en su última vuelta, un gran Gasly se colocó cuarto, justo por delante de los Ferrari, con Leclerc apenas diez milésimas por delante de Sainz, un gran Giovinazzi fue séptimo, en la mejor calificación de su vida, por delante de los Alpine de Ocon y Alonso y del Mclaren de Ricciardo. Llama la atención lo bien que va Gasly desde que lo bajaron del Red Bull. Sin duda el coche energético es rápido, pero difícil, y ahíi se notan las manos de Verstappen.



Sustituyendo a Raikkönen, Kubica regresó a la F1 cubriendo el expediente.


La carrera era muy esperada por motivo doble, o triple. Por un lado el regreso del GP de los países bajos más de siete lustros después y además, con un holandés favorito a la victoria. Y todo esto después del ridículo, bochorno de Spa.

Dado lo estrecho de la pista, se preveían coches de seguridad y, ¿por qué no? Banderas rojas. Pero ni lo uno, ni lo otro, los pilotos se comportaron como los profesionales que son y nada de hacer el indio.

Verstappen marcó territorio en la primera vuelta y, a partir de ahí, Hamilton lo mantuvo en jaque la práctica totalidad del gran premio, obligándolo a ir a a una táctica de dos paradas. Tal vez RB también pensaba ir a dos, pero a diferencia de Mercedes, que tenía dos coches y podía elegir, Max no, limitándose a calcar la estrategia de Hamilton. Muchos problemas no le causó, aunque tuvo que adelantar en pista a Bottas, que iba a una parada, lo que permitió a Lewis situarse a menos de un segundo por detrás. Max mantuvo el tipo y cuando MB paró por segunda vez, quizá de manera algo precipitada, lo controló con más facilidad aún que la vez primera. Pero al ir con distintas ruedas, duras Max, medias Ham, quizá había alguna posibilidad. Pues no, haciendo un poco la goma, al final Hamilton tiró la toalla a poco del final, parando en la anteúltima vuelta para hacer la vuelta rápida. Una vuelta rápida que ya tenía peri que, al hacer parar sin necesidad MB a Bottas, este se la superó, por lo visto sin querer, ya que aflojó mucho en el tercer sector, de modo que Ham la pudo hacer al final sin problemas, obteniendo así un punto extra.



Alonso, muy bravo, tiró de casta para acabar sexto.


Tony Cuquerella dijo que Max hizo una gran carrera controlando a Hamilton, que pudo irse pero prefirió controlar. ¡Ojito! Que de ser cierto estamos en un error. Mejor irse y dejar una decena de segundos, que tener al perseguidor en tres, como fue el caso, porque eso te puede hacer perder la carrera en una mala parada, o en un undercut mal calculado, como le pasó a Hamilton en Francia con Verstappen.

Tras los tres primeros, a una vuelta acabaron los demás, encabezados por un sensacional Pierre Gasly, que fue el mejor de los demás sin dar opción alguna al Ferrari de Leclerc. Sainz, que no estuvo cómodo durante la carrera, acabó con las ruedas muy gastadas y cedió en la última vuelta ante Alonso, autor de un espectacular doble adelantamiento en la curva tres a Ocon y Giovinazzi en la salida.



Elegido piloto del día, Pérez se dió un atracón de adelantamientos espectaculares.


Pérez acabó detrás del duo hispano, trío contándole a él, ya que los mejicános también son hispanos, tras una dura remontada desde el puesto diecinueve luego de partir de boxes, justo por delante de Ocon y, cerrando los puntos, Norris, que también remontó lo suyo, ya que partía décimo tercero. Una lástima que Giovinazzi se hundiera. Igual me equivoco pero, ¿saben qué? Creo Kimi habría estado más bravo en carrera.

Y con esto me despido hasta el templo de la velocidad, el Autódromo Nazionale di Monza.

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