domingo, 5 de septiembre de 2021

Kimi se despide

 



            El adiós del último campeón Ferrari





Esperando que este “título” no le dure mucho más, Kimi Raikkönen, uno de los más carismáticos pilotos de la actualidad, dejará la F1 a final de la presente temporada contando entonces con 42 años y el récord de participaciones, en torno a 350, dependiendo de las que corra de aquí a fin de año, ya que su positivo por covid le va a impedir correr al menos en una cita, la de Holanda. Y mientras sólo sea eso, ni tan mal. Hubiera rozado las 400 carreras en caso de no haberse tomado dos años fuera de la F1, que no sabáticos, en los que compitió en el mundial de rallyes. Esos años fueron 2010 y 2011.

Conocí a Kimi cuando debutó en la F1 el año 2001 con Sauber. Llamaba la atención por su precocidad, apenas tenía 20 años, y por las pocas carreras de monoplazas que había disputado hasta entonces, primero en la F-Ford y luego en el británico de F-Renault, título que ganó logrando siete triunfos de diez posibles, acabando todas las carreras en el podio, además de conseguir siete poles y séis vueltas rápidas.

Me cayó bien desde el principio, en parte por pilotar medio Ferrari -el Sauber llevaba motor Ferrari rebautizado como Petronas- y por ser finlandés. Y es que guardo simpatía a los fineses tanto por Keke Rosberg como, y sobre todo, por los pilotos del mundial de rallyes, encabezados, para mí, por Markku Alen.



Kimi en sus años de la F-Renault.


Kimi debutó en la F1 puntuando “de verdad” al acabar sexto luego de haber partido décimo tercero. Sus mejores puestos ese año fueron sendos cuartos de Austria y Canadá, finalizando el mundial décimo con nueve puntos. Pese a acabar por detrás de su compañero de equipo, Nick Heidfeld, otra joven promesa como él, a diferencia de Nick, se ganó la atención de los grandes equipos y, tras ser tanteado por Ferrari y Mclaren, fichó por esta última aconsejado por su compatriota Mika Hakkinen, quien abandonaba la especialidad. Dicen rechazó la oferta de Ferrari por la larga sombra de Michael Schumacher.

En su ingreso en Mclaren en 2002 consiguió cuatro podios, más una vuelta rápida, estando a punto de ganar en Francia, carrera que perdió al patinar en las últimas vueltas en una mancha de aceite. Así y todo, acabó claramente por detrás de su compañero Coulthard, cosa que no sucedió al año siguiente, 2003, donde Kimi le doblegó; ganó su primera carrera en Malasia y la segunda a continuación en Brasil durante unos días, ya que esta carrera fue detenida y hubo de restársele una vuelta, con lo que el ganador final fue Giancarlo Fisichella, que acababa de abandonar con el motor en llamas. Pese a ello llegó al final con opciones de ser campeón y, de haberlo logrado a poco que le hubieran salido bien las cosas, podría haberlo hecho con un único triunfo. Ese año consiguió sus dos primeras poles.



Debut de Kimi en F1 con Sauber. Fue en Australia, acabó sexto.


2004 fue un calvario con el fracaso del Mclaren Mp4/18 de Adrian Newey, que ni debutó, teniendo que correr con el apaño del Mp4/19. Así todo se las apaño para ganar en su circuito fetiche, Spa, amargando un poco el séptimo y último título del Kaiser Michael Schumacher. Y eso a pesar de partir décimo en parrilla.

2005 podría haber sido su año, ya que Ferrari y Schumacher padecieron de la inferioridad de Bridgestone frente a Michelin con un reglamento que obligaba a cubrir la distancia de carrera sin cambiar de cubiertas. Pero se topó con Fernando Alonso y un Renault quizá no tan rápido al final, pero sí más fiable y, pese a lograr siete triunfos -los mismos que el español- el título no lo pudo ganar.

Alonso reeditó su título en 2006, esta vez con un codo a codo con Schumacher, mientras que Kimi se tuvo que conformar con las migajas, ninguna victoria y tres poles.



Kimi en Japón 2003 luchando por el título contra el Kaiser.


Con la retirada del Kaiser de la F1, Ferrari volvió a llamar a la puerta de Kimi, y esta vez aceptó. Como sustituto del insustituible, cumplió, ya que se coronó campeón, no si ciertas dificultades. Sin entrar en que Mclaren, por espionaje, debería haber sido descalificada, lo que habría dejado a los Ferrari paseándose, Kimi ganó pidiendo la hora, en parte beneficiado por la disputa entre los pilotos de Woking, el actual campeón Fernando Alonso y la estrella emergente Lewis Hamilton. Este último lo tenía todo a favor, gracias a su talento, suerte y ayudas de la FIA, ya que debió ser descalificado en Fuji por causar un choque tras el coche de seguridad, entre otras ayuditas. Como fuere, en China se le acabó la suerte al quedarse en la grava el entrar a boxes en una carrera bajo la lluvia, carrera en la que prácticamente con acabar, era campeón. Total, que Kimi logró la victoria 200 de Ferrari y se reenganchó al título. Cierto que con pocas opciones, pero en Brasil los Ferrari arrasaron y Hamilton, que de no haber arriesgado era campeón, la pifió: primero con una salida de pista y luego, tocando un botón que dejó su coche en punto muerto. Total, que Massa dejó pasar a su compañero, cosa que todo el mundo entendió pese a estar prohibidas las órdenes de equipo y este se coronó merecido campeón.



Japón 2005, su mejor carrera. Gana luego de partir décimo séptimo.


Como vigente campeón era el favorito en 2008, pero esta vez la suerte no estuvo de su lado, y al final, perdió el tren del campeonato en su circuito favorito, Spa, tras accidentarse en la última vuelta luchando con Hamilton. De no haber caído cuatro gotas al final, habría ganado, pero cayeron, y en esas condiciones el Mclaren era superior. Al final acabó tercero el mundial tras Hamilton y Massa, un Massa al que Kimi ayudó, pero que no pudo ganar, cosa que sí hubiera hecho de no mediar la farsa de Singapur, pero eso es otra historia.

En 2009 cambiaron las reglas y los dos favoritos: Mclaren y Ferrari, se convirtieron en comparsas. Ferrari y Kimi salvaron la temporada con un afortunado triunfo en Spa, donde una gran salida y el KERS dieron la victoria a Kimi en detrimento de Fisichella y su Force India.

Kimi fue despedido de Ferrari, que le tuvo que pagar el año de contrato que tenía, lo cual contentaba a ambos, para que así Alonso llegase a Maranello. A Kimi no le preocupó mucho y se fue a correr el mundial de rallyes durante dos años con un Citroen privado. Los resultados no fueron ni buenos, ni malos, pero al final volvió a la F1 tras ver que para ganar en el mundial de rallyes lo iba a tener muy difícil. Antes de volver hizo sus pinitos en un par de carreras de la Nascar, sin mucho éxito.



Kimi en su periplo por el mundial de rallyes. Fue rápido, pero a costa de accidentes.


En 2012 volvió a la F1 dentro del equipo Lotus, equipo mítico que volvía a la F1 con una decoración “negro y oro” retro a lo “JPS”, sencillamente preciosa. Ganó en Abu Dabi, regalándole a Lotus su triunfo número ochenta 25 años después del anterior, el de Ayrton Senna en Detroit 1987. Acabó tercero el campeonato, una posición mejor que al año siguiente, cuando inició la campaña triunfando en Australia, la última de Lotus.

Para 2014 regresó a Ferrari, equipo en el que estuvo hasta 2018. El equipo nunca fue el mejor, pero a veces sí el segundo mejor. Como fuere, nunca pudo con sus compañeros, Alonso primero y Vettel después. Lo más destacado fueron su pole en Mónaco 2017, lo que le convirtió en el piloto que lograba dos poles en el mayor intervalo de tiempo (8 años, 11 meses y 6 días), superando a Mario Andretti, y su emotivo triunfo de Austin 2018 que, salvo sorpresa mayúscula, será su último.



Abu Dabi 2012, el día que Kimi devolvió los laureles a Lotus.


De ahí pasó a Alfa Romeo, que había adquirido Sauber, lo que era como un regreso a sus inicios. Durante esos tres años lo mejor ha sido su sexto puesto en parrilla en Austria 2019 y el cuarto en carrera en Brasil 2019. Difícil que mejore ninguno en las carreras que le quedan, pero somos muchos los que le deseamos lo mejor y no perdemos la esperanza de que un pequeño milagro le permita despedirse como merece. ¿Un podio? ¿Por qué no? Soñar es gratis, y eso es algo que Kimi ha hecho a muchos de sus seguidores, soñar, porque a su manera, Kimi ha sido y es, un piloto de ensueño.

Iceman es su apodo, desconozco quién se lo puso, pero él lo aceptó de buen grado. Tanto es así, que lo puso en su caso. Iceman, hombre de hielo, es algo que muchos creen Kimi es, pero de eso nada. No es ya que Pedro de la Rosa dijera que tenía sangre caliente de vez en cuando, es que se ve. Kimi es, hasta cierto punto, un pasota. Le gusta la F1 y conducir, el resto no. Eso, unido a que es finlandés y allí hace mucho frío y hay hielo, junto a su tono de voz bajo y monocorde, que le hace parecer estar siempre aburrido, contribuyen a ese apodo. Pero no se dejen engañar por las apariencias. Nada de nada, de ser así, no empujaría a comisarios al abandonar una carrera (Malasia 2006) o daría respuestas mordaces a sus ingenieros cuando vía radio, le tocaban los “mismísimos” en plena carrera. La más recordada es, seguramente, la de Abu Dabi 2012, cuando cabalgaba hacia la victoria y les espetó: “dejadme, se lo que tengo que hacer”. Por tanto, el apodo le va por un lado, pero por otro no.



Austin 2018, cuando gana la F1, cuando ganan todos. Kimi logra su última y emotiva victoria.


Como fan de James Hunt que es, usó un casco homenaje del desaparecido playboy-piloto inglés durante el GP de Mónaco de 2013, aunque la estúpida FIA se lo acabó prohibiendo, amén de haberse inscrito en el Artic Rally con ese seudónimo en los años 2009 y 10.


Kimi Raikkönen, campeón del mundo 2007 con Ferrari, dejará la F1 con 21 victorias, 18 poles y, ojo al dato, 46 vueltas rápidas, el tercero de la historia tras Schumacher con 77 y Hamilton con 57 (hasta Holanda 2021). Impresionante la cifra de vueltas rápidas de “Iceman”, que impresionan más si cabe en comparación a su número de victorias y poles. Además, Kimi logró 10 vueltas rápidas por temporada en 2005 sobre 19 posibles y otras tantas en 2008 sobre 18, lo que le sitúa como hombre récord junto a Schumi, que también logró 10 de 18 en 2004. Osea, que Kimi lo logró dos veces. Y 103 podios, más que Alonso, tampoco es desdeñable.

Se le va a echar en falta, ya que siempre gustan pilotos como él, que se salen de la norma pero sin parecer, ni ser, auténticos gilipollas y, como bien ha dicho Fernando Alonso hace nada, es de la vieja escuela: “es un piloto limpio, siempre sabías que no te iba aponer en peligro”.



Kimi con el casco de su ídolo, James Hunt, "the shunt".


Pues lo dicho, suerte en el futuro, la F1 y los tifosi -y los que no lo son- te van a echar de menos porque eres de los que dejan huella. No habrás ganado tanto como otros, pero serás recordado igual o más, como Fittipaldi, quizá el apellido más famoso no ya de la F1, sino del automovilismo en general.

Me tomaré un trago de vozka a tu salud. ¡Grande Kimi!


1 comentario:

  1. Habría llegado a ser un gran campeón con varios títulos de haberse aplicado más fuera del coche. Lo pasota está corroborado por varios ingenieros que trabajaron con él.

    Es verdad que de entrada es tímido, pero cuando se suelta es un tío salao. Dejando aparte las polémicas juergas tras los GPs (en eso imitaba a Hunt).
    Es un buen tipo.

    En el 2003 fue cuando el mp4-18 no pudo disputar el mundial (fue tan nefasto que no podía dar ni 30 vueltas sin que algo se rompiera, muchos componentes de fibra de carbono se despegaban del calor). Fue tan nefasto que Kimi y wurz se llegaron a negar a seguir trabajando con él. Entonces siguieron con el mp4-17 del 2002 pero en versión D.
    El mp4-19 era evolución directa del 18, corregido pero seguía fallando. Newey ya dijo en 2003 que había que empezar de nuevo, y le hicieron caso tarde. Pero más vale tarde que nunca el nuevo mp4-19B funcionó. No era mera evolución porque el chasis se diseñó de nuevo con más espacio vital para el motor.

    Para mí 2003 fue un año magnífico. Perdió el título en Alemania en la primera curva y en España en la salida, en mi opinión. No estaba el coche a la altura del título pero fue el más regular en aquel año.

    En 2005 estuvo magnífico de nuevo y algunas de las roturas fueron inexplicables. Se supone que los motores estaban probados de sobra, aunque Pedro llegó a confesar en Alemania que él rompió un motor en test previos y eso no le había pasado antes.

    2007 de entrada era el favorito y no debería haber habido más historia de no ser por todos los circos que se montaron en torno al espionaje y a la vez el favoritismo que había en Ferrari a favor de Massa. Brawn y Todt siempre quisieron fichar a Kimi, pero el resto de la cúpula (y Schumacher en la sombra) favorecían al brasileño y no al mejor. Kimi dijo algo sobre ello.
    De la etapa post rallyes ya en declive. Y lo de ser rápido pero destrozar el coche cada dos rallies no es ser buen piloto de la especialidad, primero se prepara uno, se camina y luego se corre. No era lo suyo....

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