jueves, 28 de octubre de 2021

GP de Estados Unidos 2021

 



                       El halcón y la flecha




En una carrera de dos, en un duelo de poder en el que hubo que gestionar gomas, Max Verstappen se impuso con brillantez al defensor del título que, en una actuación no menos brillante, mantuvo el pulso hasta la última vuelta. Si bien en Hamilton, ya pleno de experiencia, su gestión de carrera no sorprendió, la de Max, el no hace tanto velocísimo pero alocado piloto, sí. Chapeau para los dos.

Tras un año de ausencia, la F1 volvía a Estados Unidos y con ella, las chicas. Que hubiera cheerleaders, es decir, animadoras en la parrilla, en el país que las vio nacer, es de lo más lógico y, en los tiempos que corren de tanta giliprogresía, sano. Que se lo apunten los gestores que, esta vez para bien, no fueron coherentes. Es que eso de prohibir a las chicas de parrilla, las “grid girls”, para contentar a un sector de la sociedad, ese al que todo lo que no le gusta, lo prohíbe, no a lugar. A ver si rectifican, pero lo dudo.



Bienvenidas las "Dallas Cowboys cheerleaders" a la F1. Ellas, y las demás.


Los libres del viernes, sobre todo los primeros, asustaron por la enorme superioridad de Mercedes, pero ya sabemos que no siempre son significativos. Por tanto, a la hora de la verdad, la cosa estuvo de lo más igualada y las dos primeras filas fueron de Red Bull-Acura, estamos en yankilandia, y Mercedes, al tresbolillo. Verstappen se hizo con la pole por delante de su amigo -que se lo digan el viernes- Hamilton, Pérez y Bottas. Claro que el finés, en su enésimo cambio de motor -o de sus partes, vete ya a saber que narices- partiría noveno por sanción de cinco lugares. Los Ferrari de Leclerc y Sainz, este último con blandas por un extraño error, fueron los más rápidos del resto precediendo a los Mclaren de Ricciardo-Norris y los Alpha Tauri de Gasly-Tsunoda. Vettel, Alonso y Russell partirían los últimos a causa de su cambio de motor.

La carrera fue táctica a causa de la degradación, pero no hubo grandes sorpresas. En la arrancada Hamilton se imponía a un Verstappen que lo arrinconó dentro de lo legal, recibiendo lo propio de Ham al trazar la primera curva. Nada que objetar a ninguno de los dos. Ham fue limpio,a diferencia de 2015 con Rosberg, cuando mereció y no tuvo -una de tantas- sanción.



Más que chispas saltaron del duelo Alonso-Kimi.


Sainz, por su parte, pese a los blandos, arrancó mal y se tuvo que defender en una espectacular batalla, de ambos Mclaren, a los que tuvo que dejar pasar por eso de los límites de pista, aunque fue muy controvertida la cosa. Al final de la recta de atrás, emparedado entre los Mclaren, tuvo que salirse fuera para evitar ser tocado por Norris pero, a la vez, no aflojó y mantuvo posición. Acto seguido dejó pasar a Ricciardo, lo cual estuvo bien... y mal, porque él se fue fuera de pista a causa de un adelantamiento muy optimista por parte de Norris, que se lo podría haber llevado puesto. Difícil acertar, pero dado que dejó pasar a Ricciardo, pedirle luego que dejara pasar a Norris, carece de lógica. Sea como sea, lo hizo de manera muy pícara, entre las curvas 7 y 8, para así tener DRS y, de ese modo, devolvérsela a Norris en la 12. Fácil decirlo pero no tanto hacerlo. ¡Genial!

Volviendo a la cabeza, Max mostraba mejor ritmo que Hamilton, pese a no poder pasarlo. Por eso mismo le lanzaron un “undercut” de esos parando en la vuelta once. Ham, ya con la posición perdida, estiró tres vueltas más y, cuando paró, se reincorporó segundo a 6” de Max. La distancia entre ambos se mantuvo durante varias vueltas, hasta que Ham metió, como se dice en el argot, una marcha más y empezó a reducir poco a poco pero de modo inexorable, la distancia. Sin duda Hamilton parece tener siempre un “poco más” que el resto cuando se monta el compuesto más duro.



Casi parece jugársela a cara o cruz Sainz cada vez que para en boxes.


En Reb Bull, con Ham a poco más de 2”, hicieron parar a Max para defenderse de un “undercut” por parte de los de la estrella. Bien por un lado, pero mal por otro, ya que pararon en la vuelta treinta, y todavía quedaban veintiséis.

Ham estiró ocho vueltas más y, cuando se detuvo, salió a 9” de Max a falta de dieciocho. Tanto él como Max, corrían gestionado y, visto como le fue a Ham con las duras, parecía tener ventaja. En este caso en doble sentido: por ritmo y por juventud. Sus ruedas tenían ocho vueltas menos. A favor de Max, que iba líder con 9”.

Poco a poco Lewis se fue acercando, salvo un par de vueltas que apretó y bajó a 1´38, pero en general, sin forzar. Cuanto más cerca estaba Lewis, más aumentaba el ritmo Verstappen. A falta de cinco vueltas, y con Lewis a menos de 2”, parecía que Ham le iba a devolver a Max la “gracia” de Francia, ya que además de gomas más jóvenes, tenía más velocidad punta. Sin embargo, Lewis no tenía más ritmo y Max sí, lo justo para mantener al campeón inglés fuera de DRS y apuntarse la octava victoria de la temporada -siete en realidad, ya que lo de Spa no es carrera ni nada-, dejando a Hamilton mostrar su peor cara, la de mal perdedor. Y es que parece que este tío se cree que sólo puede ganar él. Su actitud tras pasar bajo la bandera fue exactamente la opuesta a la que tuvo en carrera. Grande en pista, fuera de ella es un ídolo de barro.



Sainz fue más veloz que Ricciardo, pero no pudo con él.


El podio lo completó Checo Pérez, que no pudo inquietar ni tampoco lo fue. Lo mismo que el cuarto, Charles Leclerc. Tras ellos Ricciardo, Bottas, Sainz, Norris, Tsunoda y Vettel, que cogió el último punto ayudado por la salida de pista de Kimi, cuando lo tenía a tiro.

Sainz hubiera sido quinto, al margen del lio de la salida, si su equipo no hubiera vuelto a fallar en su segundo cambio de gomas, en el que se dejó tres segundos y con ello, el superar a Ricciardo en boxes. Luego estuvo a punto de hacerlo en pista, pero no pudo ser. Ricciardo quizá fue demasiado duro, o sucio, pero lamentablemente es a lo que se juega hoy día, de modo que de nada sirve lamentarse. Lo malo es que a raíz de esto, el Ferrari del español quedó tocado, lo que le hizo ceder al final ante un Bottas que no fue, ni de lejos, el de Turquía. Tener un Mercedes y sólo recuperar dos posiciones, no es para acabar contento.

Sobre los límites de pista y la disputa Alonso-FIA al respecto, en los que generalmente doy la razón a mi compatriota, en Austin no, ya que se quejó del adelantamiento fuera de pista que le hizo Kimi Raikkönen. Y no tenía razón. Por un lado, el “fuera pista” de Kimi, por encima del arcén, en realidad no es fuera de pista y, si no tuvo alguna rueda dentro de la linea, fue porque Alonso lo mando fuera, con choque incluido. Brillante el adelantamiento del finlandés. Luego, Alonso adelantó a Giovinazzi saliéndose unos 10 metros fuera de pista tras pasarse tres pueblos de frenada. Querer comparar lo uno con lo otro carece de sentido, por no decir que es estúpido. Tuvo que devolver posición, lo mismo que Giovinazzi luego con él, cuando hizo una “hazaña” similar.



Nuevo podio de Pérez a la espera del GP de casa.


No siempre es fácil contentar a todos en este sentido, imposible más bien, pero si los circuitos tuvieran hierva, puzolana, arcenes más altos, etc... que delimitaran bien la pista, esto no sucedería. Como uds. bien saben, en Mónaco nadie se salta los límites de pista ni saca a rivales de ella, por razones obvias, ¿verdad?

Y de aquí a México, donde tal vez los Red Bull debieran partir como favoritos pero, viendo como han ido las carreras ultimamente, ¿quién sabe?



Danika Patrick se dejó ver por el paddock y realizó las entrevistas del sábado.



jueves, 21 de octubre de 2021

GP de Estados Unidos 2005

 



                           Indygnante




Este Gran Premio fue, hasta el de Bélgica de este año, el más bochornoso de la historia. Muchos se negaron a escribir la crónica de un GP que, según ellos, no existió y, como relataré al final, tenían razón, pese a haber seis coches corriendo. La cosa es que el de Bélgica 2021 no se celebró siquiera y así todo hubo ganador...

Retornando a 2005 y a Indianápolis, todo comenzó durante los libres del viernes, cuando los Toyota de Ralf Schumacher y Ricardo Zonta pincharon su Michelin trasero izquierdo en la peraltada, con el consiguiente impacto. Fortísimo.

Michelín examinó todos sus neumáticos, encontrando defectos en seis de ellos, que se enviaron a su sede en Clermont-Ferrand para examinarlos. Como se sospechó, al principio, en un problema de fabricación de un lote, se enviaron a toda prisa neumáticos tipo Barcelona, los más parecidos a las necesidades de Indianápolis, por la rueda trasera izquierda -en Barcelona sufre mucho esa por la curva 3- llegando dicho cargamento a las 8:30 del sábado.

Y casi a la vez llegaban los datos de Clermont-Ferrand, en las que los técnicos de Michelin no sabían que había fallado. Seguramente no habían calculado bien las exigencias de la curva 13, la peraltada. Pierre Dupasquier ordenó que ningún monoplaza equipado con sus neumáticos diese más de diez vueltas seguidas.



Ralf Schumacher abandonando su maltrecho Toyota.


Al acabar las sesiones, Michelín llevó las cubiertas de sus coches, bajo supervisión de la FIA, a su sede más cercana, en Akron, Ohio, para analizarlos. Resultado: no eran seguros para la curva 13 porque no soportaban las cargas, y los traídos tipo Barcelona, tampoco. Así que los equipos por ellos equipados, todos menos Ferrari, Jordan y Minardi, no podían correr con normalidad, ya que no podían tomar la peraltada a fondo. Un grave error de cálculo de Michelin.

Eso fue el primer acto, el segundo fue la falta de acuerdo entre equipos y la FIA.

Lo primero que se barajó, y lo más razonable, fue la instalación de una chicane y, hasta las 11:40 del domingo, los patrones de todos los equipos salvo Ferrari, eran de la opinión de que esta era la única solución lógica. Pero la FIA no la permitió por temas de homologación y legales, ya que, según ellos, en caso de accidente grave, sobre todo con un herido del público, ellos -la FIA- no tendrían defensa alguna ante un tribunal estadounidense.

La segunda opción era poner un límite de velocidad en dicha curva, a lo que todos los equipos -menos los equipados con Bridgestone-, esgrimiendo medidas de seguridad absurdas -vamos, que no querían- se negaron. Todos los pilotos estaban de acuerdo en que no era viable el límite de velocidad salvo los de Ferrari: Schumacher y Barrichello y los de Jordan: Monteiro y Karthikeyan.



Broma de mal gusto. Los equipos "Michelin" se retiran tras el paripé de la vuelta de formación.


La tercera opción era pasar por el carril de boxes, absurdo, pero viable, y nadie quiso.

Así que llegado el momento de la salida, los equipos Michelin: BAR, Renault, Williams, Mclaren Sauber, Red Bull y Toyota, tuvieron el mal gusto de colocarse en parrilla y dar la vuelta de reconocimiento para, acto seguido, entrar en boxes y no correr. Muy mal y, para mí, imperdonable. Si no quieren correr, que no hagan el paripé engañando al público. Que se queden en boxes y punto. Soy de la opinión de que se debía haber corrido con chicane, independiente de si sólo puntuaban los equipos Bridgestone -esta era la mejor opción-, o ninguno, pero también creo que los equipos Michelin, en caso de no haber chicane, debían haber corrido pasando o bien por boxes, o cambiando ruedas con la correspondiente sanción, o ralentizando en la peraltada quitándose de la trazada. Pero no quisieron, ellos sólo estaban dispuestos a correr con chicane. No daban, ni aceptaban, otra opción. Fueron muy poco profesionales y mostraron una gran falta de respeto hacia el público, más aún cuando les hicieron creer que correrían.

Me pregunto que hubiera hecho uno de los candidatos al título, Alonso o Raikkönen, si uno de ellos hubiese tomado la salida. ¿Habría partido el otro desde boxes, temeroso de perder puntos? En caso de ser la última cita y con los títulos en juego, ¿habrían obrado igual? Lo dudo mucho. Claro que esto vale igual para la FIA.



Ferrari volvía a lo más alto en un GP sin oposición. Monteiro lograba un podio para Portugal.


Sea como sea, penoso, como penosas las declaraciones de Fernando Alonso: “gracias a Ferrari por pensar en nuestra seguridad”. Mira majo, Ferrari no pensaba que la chicane fuese la única solución lógica y quizá, dado su prestigio, pudo colaborar más. Pero ellos no tenían el problema, se apartaron y dejaron decidir al resto, no pusieron trabas. Dijeron, al igual que Jordan y Minardi, que correrían fuesen cuales fuesen las condiciones. Y la no instalación de la chicane no fue su culpa. Sin embargo, el no aceptar el límite de velocidad sí fue culpa de los equipos y pilotos Michelin, quienes finalmente decidieron no correr. De modo que mejor, Don Fernando, hubieras estado callado.

Respecto a la carrera, esa que se negaron a comentar algunos cronistas, no existió como tal. Y no porque sólo hubiese seis coches, no. Fue a causa de que esos seis coches correspondían a tres equipos de muy dispares prestaciones y, por un motivo u otro, muy necesitados de resultados. Ferrari por ganar, ya que la nueva normativa de neumáticos les había dejado fuera de juego, Jordan por hacer un podio, algo que con el coche de que disponían ese año era, en condiciones normales, utópico, ya que su coche era el segundo peor de la parrilla y hasta entonces ni siquiera habían puntuado. ¿Y cual era el peor coche? El Minardi, que así podría puntuar.



Alonso no sale a parrilla. Pero antes se "cubrió de gloria" con sus declaraciones.


Por tanto, al no poder competir entre ellos por la disparidad de prestaciones, estos los equipos, pese a estar prohibidas las órdenes, ordenaron a sus pilotos mantener posiciones o, dicho de otro modo, salvo que hubiese un problema o se fuese claramente más rápido que el compañero, nada de tonterías. Y por eso hubo una procesión de seis coches a toda velocidad, pero no hubo carrera. Bueno, casi, ya que algo de lucha hubo entre el segundo Jordan, el de Karthikeyan, y el Minardi de Albers, que luego también tuvo lo suyo con su compañero Friesacher. Muchas veces pasa algo parecido, carreras sin que apenas pase nada, pero esto ya era descarado. Sea como sea, para haber espectáculo, con dos coches que luchen, sobre todo si es en cabeza, basta. Pero no fue el caso. Pero al menos corrieron, no como en Spa este año.

Así las cosas, Ferrari ganó con Schumacher y Barrichello, Jordan fue tercero y cuarto con Tiago Monterio y Naraín Karthikeyan, mientras que Minardi fue quinto y sexto con Christijan Albers y Parick Friesacher.

Datos curiosos, pese a no salir, la pole, primera para Toyota, la hizo Jarnoo Trulli, Monterio logró su primer y único podio, mientras que Jordan lograba su décimo noveno y último. Minardi conseguía los últimos puntos de su carrera en F1 y sus pilotos, Albers y Friesacher, los primeros y últimos, lo mismo que Karthikeyan con el Jordan.



Christijan Albers y Minardi. El equipo puntuó por última vez.


Esta carrera fue, y es, la que contó con menor número de participantes, seis, pero no con el menor número de coches en parrilla, ya que ese dato ha sido mejorado este año en Hungría con uno sólo, Lewis Hamilton, toda vez que los demás partieron desde los boxes.

Al correr sólo seis coches y acabar todos, se pensó que era la primera vez en la historia que esto sucedía, pero no, al menos en el GP de Holanda de 1961 sucedió lo mismo: todos los que partieron, llegaron, en este caso quince, también con un Ferrari como ganador, en este caso el 156 de Wolfgang Von Trips. Luego, lo de empezar y acabar todos, se ha repetido en más de una ocasión con los 20 -mínimo- coches actuales de parrilla, al tener estos una fiabilidad casi a prueba de balas. Se le llama progreso.

miércoles, 13 de octubre de 2021

GP de Turquía 2021

 



                       Los guardaespaldas





Tanto Bottas, como Pérez, cumplieron a la perfección con sus respectivos equipos y compañeros, ayudando con sus resultados a la pareja que se juega el título. Bottas, además, lograba su primera victoria del año, décima de su carrera y segundo hat-trick, consiguiéndolo además, en unas condiciones de pista en las que no solía brillar. Pero vaya si lo hizo.

Checo, por su parte, contuvo a Hamilton en un gran duelo en el que el campeón jugó sucio sacándolo de pista. Nada que objetar porque Checo también lo hace, recuerden sino el GP de Austria de este año. Pero sorprendiendo, porque pese a estar superado en la recta de meta, fue capaz de superar a Hamilton sin problemas en la frenada de la primera curva. Chapeu para el mejicano.

Esta cita sustituía al GP de Japón, y por eso mismo, Red Bull decidió pintar sus coches como los Honda de antaño: blanco y con detalles en rojo, en honor de los propulsores japoneses que monta. La decoración era muy bonita, pero más que bonita, distinta, y es que este tipo de cambios siempre se agradecen. Otra cosa sería ver siempre el RB blanco. Sea como sea, si no me equivoco, primera vez que un RB no corría con los colores corporativos.



Red Bull redecoró sus coches en honor a Honda.


Los libres del viernes vieron a un Hamilton imperial, aunque no se pueden sacar siempre conclusiones definitivas sobre esto, como bien es sabido. Sea como sea, Mercedes decidió cambiar el motor de Hamilton, el bloque y eso, no la unidad de potencia completa, y por eso sería penalizado sólo con diez puestos. Sainz, que cambiaría todo en su Ferrari, como Leclerc y Verstappen en Rusia, en cambio, saldría del fondo de la parrilla.

Tras unos libres tres en mojado, la “cuali” sería en seco, aunque con la pista delicada al principio, tanto es así, que todos salieron apresuradamente por si llovía. No llovió, pero sí hubo “lluvia” de errores. Sea como sea, se quedaron en Q1 Mazepin, los dos Alfa y Ricciardo. Y es que Sainz, sin necesidad alguna, marcó un tiempo que eliminó al australiano. Y no les quepa duda que eso les interesaba. Vista la pésima calificación de Daniel, en Mclaren decidieron cambiarle el motor completo y saldría pues, detrás de Sainz.

El héroe de la Q1 fue Mick Schumacher, veloz y cómodo en estas difíciles condiciones, recordó a su padre. Ni decir tiene que su compañero Mazepin no sólo no pasó el corte, sino que se quedó a 3” de su compañero, amén de cometer infinidad de errores.



En el nombre del padre. Mick Schumacher brilló en condiciones difícles.


La Q2 confirmó lo que se intuía, que Mercedes era superior. Sainz no marcó tiempo, aunque salió para dar un rebufo a Leclerc. Vettel, Ocon, Russell y Schumacher acompañaron al hijo del matador como los caídos de esta eliminatoria.

Última ronda y, pese a la fuerte oposición de Bottas, Lewis marca el mejor tiempo -pero no la pole a causa de la sanción-, dejando bien clarinete que equipo manda, por si alguien todavía lo dudaba. Verstappen era tercero por delante de Leclerc, Gasly, Alonso, Pérez, Norris, Stroll y Tsunoda.

Pese a que no daban lluvias para el domingo, llovió, y la carrera iba a ser en mojado. Todos partieron con mixtas y, contra todo pronóstico, Bottas no falló. Salió de maravilla y, sin llegar a escaparse, siempre se mantuvo alejado de cualquier ataque por parte de Verstappen. Me recordó a Massa en Brasil 2008, brillando en condiciones similares, cuando normalmente -como Bottas-, en esos casos solía fallar. El dominio de Valteri estaba fuera de toda duda, aunque soy de la opinión de que si puedes escaparte al menos a 5” de tu rival, lo hagas para salvaguardarte de un posible fallo en boxes.



Piloto del día. Sainz estuvo, simplemente, magistral.


En la salida Gasly tocó a Alonso, mandándolo al fondo del pelotón y este, en su intento de remontada, hizo lo propio con Schumacher. 5” de sanción a cada uno aunque, bajo mi punto de vista, Gasly, que estaba “emparedado” entre Pérez y Alonso, no la mereció, ya que no tenía a donde ir.

Como vimos después, todos estaban regulando para no desgastar las ruedas. Hamilton, que tras pasar a Vettel en la primera vuelta, tardó una eternidad en hacer lo propio con Tsunoda -siete vueltas-, se cepilló luego sin despeinarse a Stroll, Norris y Gasly. Parecía tener un ritmo superior, que no demoledor, ya que recortó 3” al líder, pero esta diferencia volvió a su ser cuando Bottas tiró. Lo dicho al principio, todos iban regulando, y lo que se ganaba durante unas vueltas, se perdía en otras. Dicho de otro modo, Hamilton habría ganado de tomar la primera curva primero pero, de hacerlo segundo, no habría podido con Bottas. Al menos no a igualdad de táctica.

De todos modos, el héroe del inicio del gran premio -y del medio y del final- fue Carlos Sainz, que remontó brillantemente desde el décimo noveno lugar en parrilla hasta el noveno tras Stroll. Ricciardo, Alonso, Russell, Raikkönen, Giovinazzi, Ocon, Vettel y Tsunoda fueron cayendo a los pies del “cavallino” del español. Lance ya era más complicado.



A boxes quiso enviar Hamilton a Pérez. Pero el Checo no se amilanó y le ganó el pulso.


Mediada la carrera las cosas estaban así: Bottas primero, a 2”5 Verstappen, a 5” Leclerc, a 14” Pérez, a 17” Hamilton y, un poco más allá: Gasly, Norris, Stroll y Sainz.

Poco antes de que empezaran las paradas de verdad -ya había parado Ricciardo pero casi ni importaba-, llegó uno de los momentos cumbre de la carrera, el arriba comentado, el duelo Pérez-Hamilton, bonito y algo guarreras, pero eso también es culpa de la FIA, que lo permite, con victoria del mejicano.

En la vuelta treinta y siete, viendo que no iba a ser posible poner lisas, Verstappen y Sainz abrieron la veda montando un juego nuevo de mixtas, con la mala fortuna para Sainz de perder 5” adicionales en la parada, que lo hicieron salir tras Ocon.

Acto seguido pararon Bottas y Pérez, con lo que la carrera quedaba liderada por Leclerc, al que seguían Bottas, Verstappen, Hamilton, Pérez, Gasly, Norris, Ocon y Sainz. Huelga decir que Leclerc, Hamilton y Ocon no había parado.

De atrás adelante, a Sainz le llevó ocho vueltas superar a Ocon, ya que al estar la pista con carril seco, adelantar era más difícil que al principio. Cuando lo consiguió, estaba a casi 17” de Norris. Se fue a por él a ritmo de vuelta rápida.



Leclerc lo arriesgó todo para ganar, pero no pudo ser y, además, se quedó sin podio.


¿Dije no era posible poner lisas? Pues no lo era, pero por si acaso, Vettel lo probó. Tras varias “excursiones” tuvo que recapitular. Y casi ni eso, ya que también tuvo problemas entrando en boxes.

Entre los líderes, Hamilton no sólo aguantaba a Pérez, sino que se acercaba a Verstappen, todo esto mientras se ponían a tono los mixtos nuevos de sus rivales y Bottas, por su parte, daba caza y superaba a Leclerc poco después de que Sainz hubiese dado cuenta de Ocon, en la vuelta cuarenta y seis. Charles se la jugó en busca de la victoria, pero una vez superado por Bottas y con las ruedas en las lonas, paró y se reincorporó cuarto tras Bottas, Verstappen y Hamilton. Este último y Ocon, eran los dos únicos que quedaban sin cambiar ruedas. Lewis no estaba de acuerdo cuando el equipo le mandó parar y, por tanto, no paró. Pero cuando empezó a perder ritmo y se vio complicado pudiese mantener el tercer lugar, el equipo insistió y, a regañadientes y de muy malos modos, paró. Salió quinto y casi pareció poder dar caza a Leclerc, que con problemas iniciales en sus ruedas, había cedido ante Pérez. Pero eso les pasaba a todos y, cuando se recuperó, dejó atrás a un Hamilton que, a su vez, tuvo un par de vueltas malas con las suyas, que propició que Gasly se situara al acecho. Pero nunca pudo atacarle. Si no hubiera tenido los 5” de sanción... ¿quién sabe?

Lo mismo que “¿quién sabe?” hasta donde hubiera podido progresar Sainz de no haber perdido otros tantos en boxes, ya que acabó a cuatro de Norris. ¡Pero es que perdió un montón más tras Ocon!



Ocon realizó la carrera sin pasar por boxes. No sucedía desde Mika Salo en Mónaco 1997.


Y “finito la storia”, que dicen los italianos. Bottas ganó brillantemente por delante de Verstappen, Pérez, Leclerc, un cabreado Hamilton, Gasly, Norris, Sainz, Stroll y un Ocon que pasó la última vuelta con más de 5” sobre Giovinazzi pero que al acabar dicha vuelta, le tenía bajo su alerón. Estaba muy claro que sus ruedas, el único en no cambiarlas, estaban al límite. Y dicho esto, desde 2005, cuando el reglamento no permitía cambiarlas, que un piloto hacía una carrera completa con el mismo juego. Es más, rizando el rizo, el último piloto hasta la fecha en realizar una carrera sin parar en boxes fue Mika Salo, con Tyrrell, en Mónaco 1997, lloviendo, pero con repostajes permitidos, no como ahora.

Acabada la carrera, Ham, disgustado, fue a ver como estaban las ruedas que le había quitado. Mucho se quejó, pero el equipo obró bien, ya que de haberlas mantenido, bien podría haber acabado tercero... u octavo. Eso sin contar con el riesgo de un reventón. De modo que menos quejas, menos malas contestaciones, menos decir: “ganamos y perdemos juntos” cuando todo va bien -de hecho, está con el mejor coche y equipo desde 2014- y más comportarse, porque cuando algo se le tuerce, monta una pataleta. Como en Mónaco. Menudo niñato. Y luego va dando dircursitos moralinas por ahí, la “Greta Thundberg” esta de la F1. Y que este tío sea el más exitoso de la F1...



La cara menos amable de Hamilton. Siempre la muestra cuando las cosas no salen a su gusto.


Sobre el campeonato, ahora parece Mercedes tener ventaja, pero también lo parecía tras Portugal y España, con un coche claramente superior, y luego tuvo una racha mala. Por tanto, no desesperemos, hay esperanza de que Red Bull -en general un coche inferior- pueda presentar batalla. Hasta Austin.