Ni la lluvia para a Verstappen
El GP de Mónaco era la sexta cita del año al anularse, por las fuertes lluvias y con toda la razón del mundo, el GP de la Emilia Romana en Imola, lo que antaño era el GP de San Marino. Nada que objetar a eso dada la magnitud de la catástrofe, con al menos catorce muertos y más de 13.000 evacuados, celebrar la carrera no hubiera sido sólo irresponsable, sino obsceno.
Sobre Mónaco, lo primero es comenzar con mí predicción: dije que Ferrari podría ganar aquí y me columpié. Lo que es indudable es que de haber hecho un Ferrari la pole, la carrera hubiera sido más entretenida, porque no tenían ritmo. Sobre otras predicciones de Ferrari, ahora mismo no veo donde pueden ganar en condiciones normales, pero nunca se sabe. A veces el coche funciona cuando menos te lo esperas. Así que no hay que perder la esperanza.
Respecto al GP en sí, en el que Haas celebró -con escaso éxito- su 150 participación en F1, la calificación fue más entretenida que la carrera, lo que es un habitual en este escenario. Y este año más aún pese a que en la carrera hubo un chaparrón para animar el cotarro, porque en cuali hubo varios coches en liza y el poleman Verstappen estuvo quinto dos veces hasta que, en su tercera tentativa y rozando los muros, se hizo con la pole por delante de un brillante Alonso, del local Leclerc y de un no menos brillante Ocon. Sainz no estuvo perfecto y fue quinto mientras Hamilton hacía su vuelta buena cuando tocaba, tras sufrir en Q1 y 2 y se ubicó sexto, que sería quinto por la sanción de tres puestos a Leclerc al obstaculizar a Norris, el cual parece no se lo tomó muy bien enseñándole al monegasco el dedo corazón en el parque cerrado. En el calor del momento se entiende, ya fuera del coche -y cuando sus opciones eran de NADA-, no. Normal sea fan de Valentino Rossi, otro mamón más. Ojalá sólo se trate de un mal día. Y si era una broma y está sacado de contexto, encantado de rectificar.
Gran carrera de Hamilton que estrenó pontones. Pronto para decir si son o no eficaces. |
Los libres del viernes vieron a una Ferrari muy fuerte, como confirmando mis augurios, pero el sábado pareció torcerse. A todo esto, Alonso se mostraba como la alternativa y Mercedes, con sus nuevos pontones al estilo RB no parecía ir mucho mejor, dejando a Ferrari, Alfa y Haas -curiosa coincidencia- como los únicos coches que no siguen este patrón. Mclaren, con su decoración especial -y no muy atractiva- conmemorativa de la triple corona, tenía destellos de velocidad.
La Q1 vio con gran sorpresa el accidente de Checo Pérez, que hipotecó su fin de semana en un circuito en el que está a sus anchas. Partiría último dejando una plaza más en Q2 a los demás. Zhou, que por momentos tuvo el mejor tiempo, los dos Haas y Sargeant acompañaron al desafortunado mejicano. Por increíble que parezca, tanto Sainz, como Hamilton, estuvieron contra las cuerdas, al igual que en Q2, donde este último se salvó in extremis. Quienes no lo hicieron fueron: Bottas, Stroll, Albon, de Vries y Piastri. Norris pasó el corte con el décimo tiempo pero dañó su coche contra los raíles, obligando a su equipo a una reparación de urgencia para Q3, donde al final se topó con Leclerc. Aunque dudo hubiera podido ir mucho más lejos.
La ronda final fue lo mejor del fin de semana, y esta vez más pese a la ausencia de uno de los favoritos: Checo Pérez. Verstappen, el máximo favorito, salió pronto, muy pronto, y marcó un tiempo peor que en Q2, no sé si lo hizo con ruedas usadas, ya que su idea -eso lo sabríamos después-, era realizar tres intentos. Y cuando todos realizaron su primer intento, Alonso, Sainz y Leclerc dominaban con Max quinto, puesto que mantiene tras el segundo intento de todos, nuevamente por detrás de Alonso, sólo que esta vez son Leclerc, Ocon y Sainz quienes le preceden. Pero tiene una bala guardada en la recámara y sale el último con su tercer juego de neumáticos logrando la pole en un gran tercer sector pese a estar a dos décimas de Alonso tras los dos primeros. Toco muros y todo. Tuvo suerte, al igual que con las banderas. No hubo ninguna y pudo completar sin problemas su programa. Arriesgó y ganó.
Muy bravo, sobre todo cuando más delicada estaba la pista, la suerte no acompaño a Sainz. |
Hamilton fue sexto, algo sorprendente dadas sus dificultades en Q1 y 2, por delante de Gasly, Russell, Tsunoda y Norris, que se vio perjudicado por Leclerc. Y quien más perdió fue Leclerc, que pasó de tercero a sexto por la merecida sanción, mientras Norris difícilmente hubiera podido pasar de la quinta linea.
Sobre la calificación se habló mucho, de lo emocionante que fue y tal, quien se lo mereció más y todo eso. Ya saben, muy bien Max y esas cosas, pero lleva el mejor coche, mientras que Alonso no, pero claro, Ocon menos. Los tres geniales y la mayor sorpresa, Esteban. La decepción: Ferrari.
La carrera, típico de Mónaco, aunque hay excepciones, como en 1982, sino el mejor GP de la historia, sí el mejor de Mónaco http://elsofadelaf1.blogspot.com/2016/05/gp-de-montecarlo-1982.html, fue aburrida, a diferencia de la calificación. No hubo problemas en la arrancada y las posiciones al finalizar la primera vuelta eran las siguientes: Verstappen, Alonso, Ocon, Sainz, Hamilton, Leclerc, Gasly, Russell, Tsunoda, Norris, etc., es decir, como la “grilla”, que dicen mis amigos argentinos.
Pese a las distintas montas de neumáticos, Max con medios como Ocon y Ham, por los duros de Alonso, Russell y los Ferrari, no hubo emoción. Max se escapaba de Alonso y este de Ocon, que taponaba a Sainz, el cual tenía un ritmo tan superior, que casi se lo traga al salir del túnel en su intento de superarlo. Dañó el lateral de su alerón delantero, lo que en Mónaco no es muy preocupante.
Por detrás Stroll y Pérez estaban muy activos, pero sus intentos de remontada no irían muy lejos, y eso que el Checo, como Zhou y Hulkenberg, paró en la primara vuelta para cambiar ruedas en un intento de beneficiarse de un coche de seguridad que no llegó.
Ocon logró contener a Sainz y, sobre todo, sacar de dónde no había en su Alpine. Podio más que merecido. Y piloto del día. |
El único foco de atención durante las primeras cincuenta vueltas era la lucha Ocon-Sainz, con el equipo Ferrari haciendo un paripé de parada en boxes para sorprender a Ocon que no se creían ni ellos y, por tanto, Ocon menos.
En la vuelta treinta paró Hamilton y en la siguiente, Ocon -lento 4”2- decidiendo en Ferrari parar a Sainz, lo cual fue absurdo, porque no podían adelantar a un Ocon que entes de la parada estaba 3” por delante, lo cual desató las iras del español, que no entendía la razón de su detención, más aún cuando iba con duras. En el equipo le dijeron que era por defenderse de Hamilton…
En cabeza Verstappen vio como su ventaja sobre Alonso de más de 12”, llegó a bajar a 7” para estabilizarse en 9” una vez pasados los doblados y haberse librado de granos sus ruedas. Hay que decir que, visto la vuelta rápida inicial que dio Pérez -la final fue para Ham tras cambiar ruedas-, estaba la mar de claro que nadie en cabeza tiraba al máximo.
Leclerc y Gasly pararon en las vueltas cuarenta y tres y cuarenta y seis respectivamente, poco antes de que llegase la lluvia. También pararon los Mclaren, lo que hacía pensar que nadie esperaba agua, salvo Max, Alonso y Russell, que se mantenían en pista.
La lluvia llegó sobre la vuelta cincuenta y aunque deseé un desenlace estilo 1982, al final sólo hubo un poco de emoción, pero nada más. Con la pista mojada y “slicks” Sainz se creció y atacó a Ocon, que sudó para aguantarle, hasta que paró en la cincuenta y tres y, acto seguido, Sainz perdió el control en Mirabeu cuando la lluvia arreciaba.
Alonso de nuevo genial. Esta vez segundo, la 33 y el "33" están cada vez más cerca. |
Russell y Ham también pararon, pero George cometió un error -en Mirabeu- y perdió posición con su compañero de equipo, amén de ser sancionado con 5” por salir de modo peligroso. En Ferrari hicieron doble parada, con Leclerc primero por el fallo de Sainz, que pese a ello casi lo adelanta cuando se recuperó de su salida de pista, ¡y todo eso en una vuelta! Se reincorporaron tras los Mercedes y con Gasly entre ellos por culpa del tiempo perdido por Sainz al esperar que pusieran las ruedas a su tocayo “Charles”.
¿Y qué pasó en cabeza? Pues que ambos erraron: Max paró muy tarde y Alonso, que lo hizo cuando tocaba, puso ruedas -medias- de seco, teniendo que parar de nuevo para poner intermedias, ¿está en Aston o en Ferrari? Así se le escapó la posibilidad de ganar. Algunos dicen podría haber salido delante de Max. Yo no lo tengo tan claro, de todos modos, acabó como iba y merecía, segundo, ya que Max, sin arrasar, tuvo siempre la carrera bajo control, pese a las inclemencias del tiempo.
Por lo tanto, Max ganó por delante de Alonso, Ocon, Hamilton, Russell, Leclerc, Gasly, Sainz, Norris y Piastry.
Ocon fue elegido, con todo merecimiento, piloto del día, ya que su Alpine era, seguramente, el peor coche entre los primeros.
A destacar los diferentes ritmos a final de carrera: a veces unos se alejaban mucho y otras perdían un montón. Alonso al principio iba mucho más deprisa que Max, luego al revés, como Russell con Ham y los Mclaren, una vez superado Tsunoda, le recuperaron 20“ a los Ferrari en diez vueltas.
En una semana Alonso y Sainz corren en casa, con Fernando a tope de moral: no sólo cree en la victoria, sino en el título. Y para ello pone el ejemplo de 2010, con la diferencia de que ese año el Red Bull rompía y su Ferrari no, eso sin contar que Vettel y Webber se restaban puntos -y tenían accidentes- y que Max es -en mi opinión- mejor que Vettel.
No muy agraciada la decoración conmemorativa de Mclaren por la triple corona. Pero siempre gustan estas iniciativas. No así el comportamiento poco deportivo de Norris. |
Como fuere, si Alonso gana o hace una pole, se convertirá en el piloto que lo logra en el mayor intervalo de tiempo entre ambas, superando a Patrese y a Raikkönen respectivamente, lo mismo que si es campeón, en este caso superando a Lauda. Claro que si bien las dos primeras cosas son factibles, la última no. ¿No creen? Pero... ¡ojalá!