lunes, 29 de enero de 2024

Toto Wolff en Las Vegas

 



                Las cartas encima de la mesa





En unas declaraciones recientes, Toto Wolff dijo lo que era un secreto a voces, al no reconocer el incidente del Ferrari de Carlos Sainz contra una alcantarilla como una causa de fuerza mayor, lo que le causó al español una sanción de diez posiciones en la parrilla de salida. Sin duda eso ayudó a Mercedes a acabar como subcampeona y, de paso, facilitar el triunfo en dicha carrera de un Verstappen que, en el caso de salir tras los dos Ferrari, quizá no hubiera podido ganar.

Sea como sea, al final, Toto, usando varios argumentos -que comentaré después-, lo que hizo fue reconocer que actuó de forma legal pero no moral, algo totalmente habitual en el mundo del deporte. Otro ejemplo del mismo son las interpretaciones del reglamento de los equipos que, como reconoció muchos años después Gordon Murray -en su momento iba de víctima-, lo que hacen es leerse de pe a pa el reglamento buscando una ventaja injusta. Y así con montones de ejemplos.



El genial Gordon Murray fue de los primeros en "interpretar" el reglamento, a veces de forma burda.


Sobre los ejemplos de Toto, dijo mirar por sus empleados, que sacarían un bonus económico mayor cuanto más alto acabe el equipo en la tabla. Luego aludió a que dichos empleados tenía hipotecas y demás. Todo esto ya de forma demagógica, como si los de los demás equipos no los tuvieran. También se podría decir -de forma demagógica también- que clase de contrato y sueldo paga Mercedes a sus empleados en caso de tomarse uno literalmente las declaraciones de Toto, como si estos estuviesen realmente necesitados de tal bonificación. Sin entrar en la cuantía, a nadie amarga un dulce, y los de Ferrari que la perdieron, no se van ni a amargar, ni arruinar, pero lo que el señor Wolff ha dicho y ha dado por bueno es conseguir algo de forma amoral, aprovechándose a sabiendas de algo que sabe está mal y, de paso, arrebatándoselo a otro.

Ya lo he comentado más veces, pero no está de más repetirlo: ¿qué credibilidad tiene Toto Wolff para quejarse de lo de Abu Dabhi 2021 cuando él actúa así? Porque si uno obra mal al sabiendas buscando su propio beneficio, ¿acaso no es lícito creer que sus quejas en Abu Dabi hacia Michael Masi no fueron por el comportamiento de este, sino por las consecuencias del mismo? Es evidente que si dicho comportamiento les hubiese dado el título, habrían obrado de manera opuesta a como lo hicieron, es decir, hubieran alabado a Masi. O dicho de otra forma, ¿cómo se hubiera tomado Mercedes una penalización de 10 puestos en Abu Dabi si a Ham le hubiese sucedido lo de Carlos? Uds. mismos y el propio Wolff se responden.



Animales, depende de cuales, pueden ser causa de "fuerza mayor". Johansson en Austria 1987.


Luego están las causas de fuerza mayor que pone como ejemplo Toto Wolff, desde subirse a un bordillo y dañar el coche, a salirse por tener neumáticos fríos o impactar contra un pájaro. El sentido común nos dice que nada de esto tiene sentido, claro que si en lugar de un pájaro es un ciervo, como le pasó a Stefan Johansson en Austria 1987, la cosa cambia, ¿no? Un pájaro no te va a destruir el coche, un ciervo sí. Creo es evidente que casos de “fuerza mayor” es algo que se escapa a la lógica de incidentes de un gran premio: pisar un bordillo o salirse con ruedas frías es algo inherente a las carreras, tragarse una tapa de alcantarilla, no. Una alcantarilla suelta es un error de los organizadores que no debe pagar un equipo.

Dicho esto, es evidente que a veces suceden cosas imprevistas, pero aquí nadie habla de retrasar los entrenamientos o la carrera para que el afectado salga a pista -nada se podría haber hecho de suceder esto durante el Gran Premio-, pero sí de evitar penalizaciones injustas.

Lo único a favor de Toto Wolff y Mercedes es que lo han reconocido, aunque ya lo supiéramos. Dicho de otro modo: el fin justifica los medios.

1 comentario:

  1. Si, como dice un amigo de Jerez, todos estos son unos fatigas...desgraciadamente hay muchos y en todos los ámbitos, claro. Que tiren y marchen lejos

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