martes, 26 de noviembre de 2024

GP de Las Vegas 2024

 



           Russell, sin (desagradables) sorpresas





De forma sorprendente, no tanto tras los tres libres, Mercedes dominó de forma autoritaria este GP, y lo hubiera dominado más de no haber fallado de forma clamorosa, no una vez, sino dos, Lewis Hamilton en Q3, lo que le vino bien al GP, ya que su remontada dio emoción a una carrera a dos paradas -tampoco se esperaba-, que estuvo bastante entretenida, con diversas luchas, salvo por victoria. O tal vez quizá le quitó emoción, porque Russell y Lewis se hubieran disputado el triunfo.

Las principales novedades a la llegada a Las Vegas eran dos, por un lado Sauber anunciaba que ninguno de sus pilotos actuales seguirían en el equipo, ocupando el asiento libre -el otro era para Hulkenberg- el brasileño Gabriel Bortoleto, nada que ver con el director deportivo -nada de “team principal” ni chorradas por el estilo- de la Jolly Club en los rallyes en la época de Lancia. Era de esperar la no renovación de Zhou vista su temporada, no tanto la de Bottas, un ganador de Grandes Premios capaz, en sus mejores días, de batir sin contemplaciones a todo un Lewis Hamilton. Pero no nos engañemos, es un buen piloto, pero no un súperclase. De modo que en Sauber, para tirar de experiencia ya tienen a “Hulk”, dejando a Valtteri de lado, prefiriendo la juventud de Bortoleto, piloto representado por la agencia de Fernando Alonso y miembro, hasta ahora, de la academia de Mclaren. Algo parecido a lo de Bottas le ha sucedido en Haas a Magnussen.



Gasly no pudo mantener en carrera su impresionante prestación de los entrenos. Y encima abandonó.


La otra novedad, dos en una en realidad, era que Ferrari dejará probar a Sainz el Williams en Abu Dabi mientras a Lewis Hamilton Mercedes le prohíbe subirse al monoplaza de Maranello. Se puede entender de varias formas, por un lado, a Sainz lo han largado del equipo -y pese a ello su actitud ha sido inmejorable-, yendo, además, a un equipo, a priori, sin opciones, mientras que Lewis es el que abandona Mercedes y además, se va a un equipo rival. Desde esa perspectiva se entiende, pero hay otra, u otras. Ferrari, por un lado, sabe ha despedido a un gran piloto que se ha portado bien con ellos y no quieren fastidiarlo más; Mercedes, por su parte, ese equipo que el año pasado en este mismo escenario procuró que Ferrari tuviese una sanción injusta a sabiendas, es un equipo que, desde hace mucho tiempo, ha demostrado ser un digno heredero del Mercedes del DTM de Norbert Haug, siendo unos auténticos miserables. Podrían dejar a Lewis probar como agradecimiento por sus años juntos, pero ni de broma. No hay más. Los ingleses van de caballeros -así es como quieren se les vea, aunque sean unos racistas- y los alemanes están considerados como “cabezacuadradas” sin sentimientos, que solo miran por la eficacia, pero son unos rencorosos y malos deportistas del copón. Pero luego somos los latinos los que llevamos la mala fama. En fin, con su pan se lo coman.

Volviendo a Las Vegas, sorprende ver esta carrera de noche frente a la de los ochenta de día. De correr en poco más que un polígono -era un aparcamiento- a una ciudad futurista tipo “Blade Runner”. Es la magia de las luces y de la noche, de haber sido disputada de día, habría perdido mucho, pudiendo llegar a ser hasta anodino. Pero al menos no hubiéramos tenido que madrugar a los que no nos gusta.

Los libres vieron a Mercedes marcar territorio, y no se trató de fuegos artificiales. La Q1 vio a muchos pilotos dando más de una vuelta con el mismo juego, incluso empelando dos vueltas para calentarlos, no pasando el corte Pérez, Alonso, Albon, Bottas y Stroll, dando este último sólo una vuelta a causa de los problemas eléctricos en los libres tres, de modo que podo más pudo hacer. Albon no pasó por errar en su vuelta buena -límites de pista- y Pérez simplemente no pudo, ya que el RB es difícil y hacen falta las manos mágicas -hoy día las mejores- de Verstappen para sacarle partido. Eso y que trajeron un alerón equivocado y tuvieron que apañarse como buenamente pudieron.



Sainz logró un podio que sabe a poco en Las Vegas. Y encima aguantando los caprichos del Leclerc.


En Q2 se quedaron: Ocon, Magnussen, Zhou -en su mejor calificación del año ahora que sabe no seguirá-, Colapinto y Lawson. Colapinto parecía podría pasar el corte, pero se estrelló, dándose un golpe de 50G. Salió por su propio pie del maltrecho Williams que, dados los accidentes que están teniendo este año, el equipo no está para muchos más. Al final salió de boxes y pudo correr, pero por momentos se pensó no podría.

La pole fue para Russell por apenas una décima sobre un sensacional Carlos Sainz y tres sobre un estelar Pierre Gasly, que puso el Alpine muchos puestos por encima de la lógica. Increíble el partido que le saca en calificación, a diferencia de Ocon, que no es manco precisamente. Leclerc fue cuarto por delante de Verstappen, Norris, Tsunoda, Pastri, Hulkenberg y Hamilton, un Hamilton que como ya comentamos, falló dos veces. Sólo con su tiempo de Q2 hubiera sido tercero. Sin duda la pole estaba a su alcance.

En parrilla todos partían con medios salvo Alonso, blandos, y Pérez, Bottas y Colapinto, con duros.

Los Ferrari, que a priori debían ir bien en Las Vegas -y los Mclaren también-, partían como favoritos de cara a la carrera, pero en menos de cinco vueltas y tras un intento de Leclerc, que en la primera curva superó a Gasly y a Sainz, de ponerse líder, vimos a un Russell imperial con un ritmo tan superior que se iba a razón de 1” por vuelta de sus perseguidores. Sainz superó a Charles, pero no podía con el ritmo impresionante de Russell, y por detrás era Verstappen el que remontaba tras pasar a Gasly, Leclerc y a Sainz. Dada la gran degradación -salvo para los Mercedes- Leclerc y Norris pararon antes de la vuelta diez, poniendo duros. El último de los líderes en hacerlo fue Hamilton en la trece, la única vuelta que lideró al parar justo antes su compañero Russell y, salvo este, todos estuvieron en tráfico. Un vez deshecho de él, y con todo ordenado (vta. 17) el líder era Russell con 10” sobre Verstappen, que precedía en un par a los Ferrari de Sainz y Leclerc. Hamilton venía por detrás remontando a ritmo de vuelta rápida con Norris, al que adelantó, a su espalda, pero descolgándose poco a poco. Piastri no iba detrás de su “jefe” de filas por una sanción de 5” de la salida, pero estaba claro el séptimo era lo más que iba a poder alcanzar.



Cuarto título para Max, que iguala a Vettel y Prost. Ya lleva dos sin el mejor coche.


Hamilton no podía superar a los Ferrari, bueno, al de Leclerc, pero poco a pocoambos se fueron acercando a Sainz, que se quedó sin ruedas. Carlos quería parar y quitarse de enmedio para no perjudicar a Leclerc, pero en su equipo se hicieron “la picha un lío” y no lo pararon. Y así Mercedes aprovechó para hacerles un undercut a los dos. Cierto es que al final los Ferrari acabaron donde, por prestaciones, deberían pero, de haber parado a Carlos a tiempo, lo mismo le hubiese podido aguantar el último tirón a Hamilton y acabar segundo, sumando más valiosos puntos para el mundial de marcas.

No fue así y tras las últimas paradas de todos, vuelta treinta y dos, los Mercedes eran 1-2 con Russell con 15” sobre Ham, que adelantó a Max en pista y luego los Ferrari de Sainz y Leclerc. También el español adelantó a Charles en pista, con el injusto y patético enfado del “principito”, cuando este salía de boxes. Los Mclaren de Norris y Piastri iban detrás.

Ham, a ritmo de vuelta rápida -de vez en cuando la hacían los Ferrari- redujo la distancia a 5” sobre un Russell que iba conservando. Los Ferrari pudieron con Verstappen y no hubo más. Los abandonos de Gasly (motor) y Albon (turbo) casi pasaron desapercibidos, al igual que la miniremontada de Pérez, que apeó a Alonso de los puntos.

Total, que el banderazo lo dio Silvester Stallone, Sly para los amigos, con victoria y doblete de Mercedes con Russell delante de Hamilton, como en Spa, sólo que esta vez no hubo descalificación del ganador. Que lástima, ¿eh, Ham?, con Sainz tercero por delante de Leclerc, Verstappen, Norris, Piastri, Hulkenberg, Tsunoda y Pérez.



A pesar de los desperfectos, Colapinto pudo tomar parte en el Gran Premio.


Verstappen fue menos agresivo y correoso que de costumbre, pero era normal, no podía ganar, no podía dar puntos para un mundial de constructores que RB ya da por perdido, e hizo lo que tenía que hacer, acabar delante de Norris para ser campeón del mundo de cuarta vez igualando a Prost y a Vettel.

Norris paró al final para hacerse con la vuelta rápida y así perder Mclaren menos puntos en el mundial de constructores. Aventaja en 24 puntos a Ferrari y, si les va tan bien como esperan en la siguiente cita, en Catar, podrían dejar el mundial sentenciado. Claro que lo mismo que no se esperaba a MB aquí –y en menor medida a Ferrari en Méjico- podría haber sorpresas. Como fuere, Mclaren es el principal favorito, tanto que casi puede decirse que sólo ellos pueden perder el mundial de marcas. En siete días nos vemos.


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