miércoles, 27 de agosto de 2014

GP de Bélgica 2014

    Ricciardo triunfa en el rifirafe de Mercedes


Tras el parón veraniego la F1 volvía a rugir, más bien ronronear, en inmejorable escenario, el mítico Spa-Francorchamps. Antiguamente el trazado tenía 14 kilómetros y era el resultado de unir las carreteras nacionales –que unían los pueblos de Spa, Francorchamps y Stavelot- consiguiéndose uno de los trazados más rápidos del calendario. Y uno de los favoritos de los pilotos. En su configuración antigua estuvo vigente hasta 1970 y la velocidad media para la pole era de 244 km/h, sólo superado por Monza sin chicanes. Háganse la idea de lo veloz que era. Ni Silverstone ni Hockenheim le tosían.
El GP belga emigró a Zolder y regresó a Spa en su nueva configuración de “solo” 7 kilómetros en 1983 para alegría de todo el “circo” de la F1. Las sensaciones que proporciona este circuito son las mejores de todo el calendario para los pilotos, y suele ser el favorito de casi todos ellos. Pero no se engañen, el trazado no es difícil. Está la emoción de pasar Eau-Rouge a fondo y eso, pero al final, en cuanto a dificultad, no tiene más que, por ejemplo, Montmelo. Pasar Eau-Rouge a fondo este año volvía a ser difícil, al tener los coches menos apoyo. Antaño, con los V10, también costaba, pero como dijo Mika Hakkinen en su época: “puedo pasar Eau Rouge a fondo preparando el coche para ello, pero luego soy más lento por vuelta” así que…

Andre Lotterer durante la vuelta de presentación.
Como novedad para este GP estaba el piloto alemán Andre Lotterer, que iba a disputar el GP con Caterham sustituyendo a Kamui Kobayashi, y el estadounidense Alexander Rossi, que iba a hacer lo propio con Marussia en lugar de Max Chilton. El primero lo consiguió, pero el segundo fue apeado tras los primeros libres, $ mandan.
Las dos primeras sesiones libres mostraron a los Mercedes, como no, como claros dominadores y a un sorprendente Alonso como primero del resto. Los terceros libres, fueron algo más caóticos por la lluvia inicial, aunque tampoco dijeron gran cosa.
Para la calificación se preveía lluvia, y no se equivocaron, pero, a diferencia de lo habitual, esta no mejoró el espectáculo. A menos de cara a la lucha por las posiciones de privilegio. Otra cosa es ver a los F1 rodar en lluvia, que es un espectáculo soberbio.
La Q1 vio caer a los inefables Caterham, siendo el debutante Lotterer más veloz que su compañero por nada menos que 1”, el Sauber de Gutiérrez, el Marussia de Chilton, el Force India de Hulkenberg y el Lotus de Maldonado. Lo más sorprendente fue lo de Hulkenberg, generalmente muy cómodo en estas circunstancias. Los Mercedes fueron 1º y 2º con 2” sobre el tercero. Impresionante. Bianchi, de nuevo pasó el corte, en otra exhibición suya.
La Q2 dejó fuera a Bianchi, Grosjean, Sutil, Pérez y a los Toro Rosso de Vergné y Kvyat. Los Mercedes seguían a lo suyo como en otra categoría. Su superioridad en agua era mayor que en seco.
La pole, era pues, cosa de dos, y fue Rosberg quién se llevó el gato al agua, en parte ayudado por un Hamilton no muy fino, acuciado por problemas de frenos. Vettel fue un brillante tercero secundado por Alonso, que logró su mejor calificación de la temporada, Ricciardo era 5º tras arruinar su vuelta en Blanchimont precediendo a Bottas, Magnussen, Raikkönen, Massa y Button. Los Mercedes dejaron a Vettel a más de dos segundos demostrando que no sólo tienen motor. Tienen el mejor motor y chasis.
Alonso brilló bajo el agua en Spa, lástima que no lloviese también en carrera.
La carrera iba a ser en seco, lo cual, vista la superioridad de Mercedes en agua, era de agradecer, en contra de lo habitual.
Antes de iniciar la vuelta de reconocimiento el F14T de Alonso no arrancó a tiempo por un problema eléctrico que se solucionó fuera de la señal de 15 segundos. Por tanto, aunque pudo salir de su posición de partida, faltaba por ver que sanción le ponían.
En la arrancada Hamilton pasó a Rosberg, lo mismo que un Vettel muy activo que tuvo un inicio fulgurante intentando ponerse líder en Les Combes. Se pasó de frenada y Rosberg pasó a ser segundo, Alonso, Ricciardo, Bottas, Raikkönen, Magnussen, Massa y Button completan los diez primeros.
Al inicio de la vuelta 2 se produjo el incidente del fin de semana. Al atacar Rosberg a Hamilton en Les Combes le toca con el alerón en su rueda trasera izquierda, perdiendo él apoyo aerodinámico al dañar el alerón y pinchando la rueda del inglés. Nico perdía ritmo y Hamilton la carrera.



El roce entre Hamilton y Rosberg fue totalmente fortuito pero les costó la victoria, y Hamilton tuvo una pateleta totalmente fuera de lugar.



Alonso, que aguantó el primer ataque de Ricciardo en Les Combes tuvo que ceder definitivamente en la vuelta 4, a la vez que el debutante Lotterer decía adiós. Para variar, los Red Bull tenían punta, gracias a su configuración de baja carga, en cambio los Ferrari, con carga media, eran unas tortugas y, como se iba a ver, no sólo no podían adelantar, sino que apenas podían defenderse.
Una vuelta más es lo que aguantó Vettel a su compañero de equipo, un error en Pouhon y Ricciardo ya era segundo acosando a un Rosberg con problemas. Vettel cedía un poco y hacía de locomotora de un trenecito del cual los vagones eran: Alonso, Bottas y Raikkönen. Un poco más atrás venía Magnussen.
Así las cosas Kimi iba a ser el encargado de abrir la veda de las paradas, seguido de Rosberg, Vettel, Ricciardo, Bottas y Alonso, que le hizo un exterior sobervio al salir de boxes a Pérez en la Rivage. Todo eso entre las vueltas 8 y 12. Rosberg puso duras y cambió el morro, tardando 9 segundos, el resto blandas. Alonso cumplió la sanción –finalmente fueron 5 segundos, y se reincorporó 7º tras Magnussen, que le iba a dar una lata…
La cosa pintaba así: Ricciardo, Raikkönen que con su prematuro cambio de ruedas y a ritmo de vuelta rápida en vuelta rápida casi consigue liderar, Vettel, Rosberg, Bottas, Magnussen, Alonso, etc… era la vuelta 14.



Raikkönen, adelantando a Button, cuajó su mejor fin de semana de la temporada.



Ricciardo se fue alejando de Raikkönen, cuyo F14T no daba para más, mientras que este, se alejaba a su vez de Vettel, el cual contenía a Rosberg a duras penas. Un error de Nico al intentar sobrepasar al actual campeón lo mandó a la 5ª plaza tras Bottas en la vuelta 17 y con sus posibilidades de victoria cada vez más mermadas. Hamilton, que tuvo que parar en la vuelta 2 por el pinchazo causado por su compañero, no encontró jamás el ritmo, ya que dar casi una vuelta en tres ruedas dañó su flamante Mercedes. Navegaba por el puesto 15 y no iría mucho más lejos. Su irresistible remontada tendría que esperar esta vez, abandonando en la vuelta 39 cuando era 16.
Rosberg, incapaz de progresar más, opto por realizar su segunda parada en la vuelta 20, poniendo duros de nuevo y vuelta a empezar, se reincorporó 9º En la vuelta 20 pararía Kimi, en la 21 Vettel, en la 24 Alonso y poco después, estirándola al máximo, Ricciardo y Bottas.
Bajo las garras de Rosberg fueron cayendo todos y cada uno de los pilotos que lo precedían, bien sea en pista, o en boxes. Con Button perdió tiempo porque lo pasó, se dejó pasar para evitar una sanción –que todavía no se que hizo mal o creyó hacer mal Nico- y fue recuperando hasta situarse a 3 segundos del líder Ricciardo. Raikkönen, Bottas –que había dado cuenta de Vettel, el propio Vettel, Magnussen y Alonso los seguían. En la vuelta 34, a 10 del final, Rosberg paraba a cambiar ruedas poniendo –ya era hora, blandas, en un intento desesperado para ganar la carrera, ya que Ricciardo, como todo quisque, hizo la táctica de: blandas, blandas, duras y era, al tener ruedas más nuevas, inaccesible para el Mercedes. Pero con blandas nuevecitas y su superioridad mecánica, todo era posible. Faltaban 10 vueltas y era cuarto a más de 23” del líder, pero Bottas y Raikkönen cayeron como nada y, tras marcar la vuelta rápida definitiva en la 36 y sacarle en esa vuelta 3.5 a Ricciardo, inició una recuperación  entre 2 y 3 segundos por vuelta que, a todas luces parecía insuficiente pero que, en caso de ligero desfallecimiento del líder,  lo pasaría por encima como una apisonadora.
Rosberg a tope, Ricciardo con la pizarra –y la radio- controlando- y por detrás duelo de finlandeses. Raikkönen buscaba su primer podio de la temporada, pero Bottas, y su mayor velocidad máxima, se lo iban a impedir. En la vuelta 40, tras intentarlo en la anterior, Valteri conseguía su objetivo. Más atrás estaba el duelo por la 5ª plaza. Vettel, que paró por tercera vez en la vuelta 34 bajando a la 8ª posición, era el que mejor lo tenía, sobre todo gracias a un excesivamente agresivo, y tal vez un poco emocionado Magnussen que, en su intento por no ser superado por el Ferrari de Alonso, fue más allá de lo que indica el sentido común, y aparte de sacar del circuito al español –y a su compañero de equipo en la Rivage- aprovechando la escapatoria asfaltada,  propició que llegaran Button y Vettel. Alonso, sin punta, y sacado fuera de la pista en la recta anterior a Les Combes poniendo dos ruedas en la hierba a más de 280 km/h no pudo adelantar al danés, siendo además, superado por Button y Vettel, con el cual tuvo un toque en la última vuelta en la Source, culpa del español, pero lance de carrera sin consecuencias. Así que Vettel los pasó a todos para ser 5º, Magnussen aguantó 6º y Button 7º con Alonso detrás.
Ricciardo, ajeno a todo esto cruzó la bandera a cuadros con más de 3” sobre Rosberg a cuyo sprint final le faltaron un par de vueltas y Bottas  completó el podio. Kimi fue cuarto y el resto  como les dije, completando los pilotos con derecho a puntos, Pérez y Kvyat.
Dirección de carrera sancionaría posteriormente a Magnussen con 20 segundos y lo mandaban a la 11ª posición, entrando Hulkenberg en la décima y escalando Button, Alonso, Pérez y Kvyat una plaza.

El vencedor, Ricciardo, y el entrevistador, el exjefe de equipo Eddie Jordan.
Conclusión: Excelente carrera de Ricciardo, la mejor de la temporada, rápido, consistente y sin fallos fue el mejor del fin de semana y se llevó un merecido –e inesperado- triunfo.
Mercedes y Ferrari mal, erraron en la táctica. El incidente de los Mercedes fue un desafortunado lance de carrera que les costó el doblete. Claro que Rosberg pudo haber ganado, pero incomprensiblemente cuando paró en boxes para sustituir el alerón, en lugar de ponerle un juego de blandas para que remontara las posiciones que iba a perder, le pusieron duras. Eso le impidió remontar, se quedó clavado tras Vettel –que llevaba las blandas mucho más veloces- e hizo un plano intentando adelantarlo. Cuando volvió a parar, puso duras de nuevo y en su tercera parada, por fin blandas, aunque ya era tarde. Lo lógico era colocar duras sólo una vez y al final o, en caso de tres paradas, en una de las dos últimas. Parece como si no quisieran ganar…
En cuanto a Ferrari, muy bien con Kimi, pero muy mal con Alonso. Fallo de la salida aparte –son cosas que pasan- fue equivocado retrasar las paradas del español tanto, lo único que consiguieron es meterlo en tráfico, más aún cuando tenía que cumplir una sanción y su coche adolecía de una velocidad punta alarmante. Una táctica como la de Kimi le hubiera dado un 5º puesto tranquilo. Aunque bien es cierto que de 5º a 7º tampoco importa mucho, lo malo es cuando estos errores cuestan un GP…o un título.
Por último el tema Magnussen. La sanción que tuvo fue más que merecida por poner a un rival con dos ruedas en la hierba a 280 km/h pero hay más. En este GP Magnussen, por defender posición mandó a dos rivales –Alonso y Button- fuera de la pista. No es nada nuevo y no es el único que lo hace. El problema es que, con tanta escapatoria asfaltada, los pilotos trazan muchas veces por fuera de la pista y, de vez en cuando, para no ser adelantados, sacan de pista a los rivales. La culpa no es de ellos, sino de la FIA que lo permite. Bien por esas escapatorias que evitan abandonos, pero muy mal por los comisarios que consienten que se usen indebidamente, ya sea para ganar tiempo o para evitar ser adelantado. Hay que actuar como si hubiera un muro, es decir, respetando los límites de la pista. Si la FIA no hace borrón y cuenta nueva, este lamentable espectáculo seguirá dándose. Y así va a ser porque está claro que no van a hacer nada por solucionarlo.  Eso sí, para sancionar chorraditas son unos gallos que no veas…
Nos vemos dentro de quince días en el templo de la velocidad de Monza. Auguri.





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