Segunda victoria de Ricciardo, Alonso pluscuamperfecto
Antes del parón estival propiciado por iniciativa del
polifacético Eddie Jordan llega el GP de Hungría. Una carrera que data “sólo”
de 1986. Como pasa el tiempo…
La carrera inaugural fue todo un carrerón, con un duelo
entre los brasileños Piquet y Senna, decantado a favor del primero con un
colosal adelantamiento. Ahora que por internet se ve casi de todo, les
recomiendo que lo vean. Sublime.
Piquet rebasa a Senna por el exterior y controla magistralmente el derrapaje. |
Hubo más carreras buenas aquí, destacando la remontada de 12º a 1º de Nigel Mansell en 1989 sin coches de seguridad ni tonterías por el estilo, adelantando en pista en un circuito donde hacerlo nunca fue de los más fáciles. También Button alcanzó su primera victoria en 2006 -y la tercera de Honda- en un GP marcado por la lluvia, con exhibición y abandono de Alonso y en el que nuestro Pedro Martínez de la Rosa acabó en segunda posición con el Mclaren en sustitución de Montoya. Dudo que el colombiano lo hubiese hecho mejor.
El circuito cambió levemente su trazado inicial con los años
para mejorar el espectáculo. Nada destacable salvo que las cosas se hicieron
bien.
Este año la carrera iba a ser de las mejores, digna de
recordar junto a las mencionadas, pero eso ya lo contaremos.
Los libres no dijeron nada nuevo salvo la confirmación del
potencial de los Williams sea cual sea el circuito, y que estos, parecen
esconderse un poco en los libres.
Crono: lo más destacado en la Q “one” fue ver como por una
fuga de combustible el Mercedes de Hamilton se achicharraba y como las
posibilidades de este de cara a la carrera bajaban muchos enteros. Los que no
pasaban el corte eran Hamilton –obvio- Maldonado –sin comentarios- los Caterham
y el Marussia de Chilton. El de Bianchi sí lo pasó en una gran vuelta final y a
un exceso de confianza en Ferrari que no sacaron a Raikkönen, quedándose el
finlandés de hielo, petrificado.
En la segunda ronda se quedó Bianchi –milagros los justos-
Grosjean, Gutiérrez, Pérez, Sutil y Kvyat.
La ronda final debía ser muy entretenida, ya que comenzó a
llover devilmente, y los pilotos salieron con ruedas lisas. Al iniciar la
vuelta lanzada, empezaron los problemas y, al estamparse el Mclaren de
Magnussen los comisarios sacaron la bandera roja, quitando ya toda emoción. Al
reanudarse, ya en seco, no hubo sorpresas, aunque muchos pilotos fueron
cogiendo el ritmo poco a poco, a diferencia de Bottas, que fue como un tiro
desde el principio. Al final Rosberg se hizo con la pole, seguido de Vettel
–que volvía a la primera línea- Bottas, Ricciardo, Alonso, Massa, Button,
Vergné y Hulkenberg . Magnussen, sin tiempo y con el coche tocado, saldría
desde boxes junto a Hamilton.
La carrera iba a ser muy emocionante en parte gracias al
chaparrón que cayó instantes antes de darse la salida, lo que obligó a todos a
salir con mixtas.
En la vuelta de formación, un problema en el Toro Rosso de
Kvyat lo obligó a salir de Boxes junto a los mencionados Magnussen y Hamilton.
Salida en mojado del GP |
Se arranca bajo un suelo mojado con precauciones pero sin
problemas, Alonso y Vettel libran una pequeña lucha saldada a favor del alemán
mientras que Rosberg se veía imperial, Bottas le seguía cediendo 1” por vuelta
y apenas aguantando a Vettel que iba pegado a la caja de cambios del Williams.
Alonso era un prudente 4º mientras que Button, autor de una fabulosa salida era
5º pero muy distanciado y bloqueaba a Ricciardo, incapaz de pasarlo.
Curiosamente el tapón de Button fue clave para Daniel, ya que sin él, hubiera
estado tras Alonso y no se hubiera podido aprovechar del coche de seguridad que
salió en la vuelta 8, con Rosberg con casi 10” sobre Bottas. El coche de
seguridad salió debido al accidente de Marcus Ericsson y, además de venirle al
pelo a Hamilton, que partió de boxes y no contento con ello realizó un trompo
en la primera vuelta, le vino bien a todos desde Button, 5º clasificado, para
atrás. No es que Ricciardo como apuntan algunos, fuera más listo que Rosberg,
Bottas, Vettel y Alonso, es que estos no pudieron parar porque al salir el coche
de seguridad ya estaban encarando la recta de meta y, a día de hoy, los F1 no
pueden volverse intangibles. De modo que de listo nada, que en estos casos
paran el 99% de los pilotos. Quien no lo hizo fue Magnussen, confiado en que
lloviera de nuevo. Dado que Button montó mixtas de nuevo y encima fue superado
en boxes por el Red Bull, Ricciardo era el más favorecido de todos. El orden
antes de la resalida, que se retrasó por el accidente de Grosjean era:
Ricciardo, Button, Massa, Rosberg, Magnussen, Vergné, Vettel, Alonso, Hamilton,
Hulkenberg, Pérez, etc…
Al retirarse el coche de seguridad en la vuelta 13, Button
aprovecha la poca humedad que queda en pista para ponerse líder, aunque poco le
duraría, entrando pronto a boxes a subsanar el error, cosa que Magnussen
también tuvo que hacer. Así que Ricciardo lideraba teniendo por detrás una
serie de coches que le podían hacer de muralla mientras le venía lo inevitable,
los Mercedes. ¡Pues no!, sus pilotos no estaban del todo a gusto y el más
hábil, osado, y espectacular en esas difíciles condiciones, pista
húmeda-neumáticos de seco, era Alonso, que se ventilaba en un abrir y cerrar de
ojos a: Vettel, Rosberg –no muy a gusto con sus frenos- y Vergne, lo que, unido
a la parada de Button, lo situaba tercero y como piloto más rápido en pista con
el F14T, nada mal para tener un coche
mínimo medio segundo más lento que el Red Bull…¡ y no digamos respecto al
Mercedes! Su progresión acabó al encontrarse con Massa. A destacar también el
primer abandono de la temporada de Hulkenberg y la gran carrera de Vergné que
mantenía a raya con su modesto Toro Rosso a Rosberg, Vettel y Hamilton, ¡ahí es
nada!
Nuevo coche de seguridad provocado por el accidente de Pérez
al entrar en la recta de meta en la vuelta 22, y ahí entraron en juego las
diferentes tácticas. Ricciardo paró, lo que era la opción más lógica, Massa
también, pero Alonso no, ya que la única manera de poder ganar el GP era
quitarse de delante a los líderes y cruzar los dedos por un posterior coche de
seguridad, lluvia, o que los neumáticos aguantasen más de lo previsto, porque
tenía que hacer una parada menos que Ricciardo si quería poder ganar. Eso sin
contar a los Mercedes, que tampoco pararon, y tenían mucho más ritmo. Vettel
tampoco paró, pero su RB era menos temible que las flechas de plata.
Alonso lo dio todo pero al final Ricciardo era imparable. |
La nueva jerarquía para el reinicio era: Alonso, Vergné,
Rosberg, Vettel, Hamilton, Ricciardo, Massa, Gutiérrez –excelente para ser un
Sauber- etc…
Se reanuda definitivamente la carrera en la vuelta 27 con el
Ferrari de Alonso en cabeza y con opciones de victoria. Alonso se iba estirando
y la jerarquía se mantenía hasta que en la vuelta 31 Rosberg paraba por segunda
vez casi a la vez que Vettel imitaba a Pérez con un monumental trompo al entrar
a la recta de meta, pero a diferencia del mejicano, no impactaba contra el muro
y proseguía en carrera. Eso sí, ya sin opciones. Con Vettel fuera de juego y
Rosberg en Boxes, Vergné era presa fácil de Hamilton y Ricciardo, que se
situabam 2º y 3º respectivamente.
Alonso paró por última vez en la vuelta 37, poniendo
blandos, Hamilton lo hizo en la siguiente, poniendo duros y sin intención de
detenerse más. Así recuperó Ricciardo el liderato a falta de su última parada,
que realizó en la vuelta 54 saliendo cuarto tras Alonso,Hamilton y Rosberg, que los había alcanzado pero no
podía superarlos, vital para sus opciones ya que le faltaba una parada. En
Mercedes ordenaron –equivocadamente a mi juicio- a Hamilton que lo dejase
pasar, cosa que no hizo y, como veremos más tarde, acertó de pleno.
Rosberg paró en la 56 y mientras Alonso y Hamilton estaban
casi pegados, Ricciardo limaba sin dificultad las escasas diferencias que el
duo de cabeza le llevaba. Rosberg, a más de 22” parecía descartado…parecía.
Alonso, con sus ruedas blandas en peor estado que las duras
de Hamilton –o tal vez no ya que el Mercedes es un coche muy superior- se pasó
de frenada en la chicane, seguramente pudo trazarla correctamente pero el
precio era dañar un poco más las sus ruedas y, dada la permisividad de la FIA
para estas acciones –permisividad que no comparto- se la saltó. Hamilton, con
razón, se quejó, pero ya sabía que era en vano, sí no le hicieron caso en
Canadá teniendo más razón que un santo, ¿cómo
se lo iban a hacer aquí en una situación mucho más justificable?
Incisos aparte, Hamilton atacó varias veces sin éxito al
español, hasta que a falta de 6 vueltas llegó Ricciardo y se tuvo que preocupar
tanto de atacar como de defender. Ricciardo estudió la situación un par de vueltas, intentó el adelantamiento
en la 65, y lo logró en la 66, era 2º. Y Rosberg, de vuelta rápida en vuelta
rápida, se insinuaba en los retrovisores de su compañero.
En la 67, a final de recta y sin poder poner oposición, era
el Ferrari de Alonso el que cedía, Ricciardo era líder y nadie lo iba a poder
atacar. Hamilton estuvo a punto de acceder al segundo lugar, pero Alonso se
defendió bien, ayudado por un Rosberg que los alcanzó poco antes de la última
vuelta y que por poco no desplaza del podio a su compañero. Un poco más de
agresividad no le vendría mal a Nico, que dejó escapar un podio a su alcance,
claro que los toros se ven más fáciles desde la barrera. De haber dejado
Hamilton pasar a Rosberg cuando se lo pidieron, casi seguro que el 4º
clasificado es Lewis.
En definitiva, una carrera magnífica, la mejor de la
temporada junto a la de Canadá y, a la que le sobraron tres vueltas, lo justo para que Alonso ganase,
ya que fue, de largo, el mejor piloto del día.
La clasificación final fue: Ricciardo, Alonso, Hamilton,
Rosberg, Massa, Raikkönen –que fue ganando posiciones sin hacer ruido- Vettel,
Bottas –de más a menos en carrera- , Vergné y Button.
Ricciardo estaba como en una nube, tanto es así que todavía
cree en Blanca Nieves, es decir se cree que puede ser campeón. Mucho tiene que
mejorar el Red Bull y muy mal hacerlo en Mercedes para que eso suceda. Nos
vemos en el fabuloso Spa-Francorchamps después del parón, deseando que vuelva
haber carreras como esta, y que la fortuna caiga de lado de Alonso al menos una
vez. No hay nadie actualmente que lo merezca más. Saludos.
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