Crepúsculo rojo
En el gran premio nocturno por excelencia, los Mercedes se quedaron dormidos mientras los Ferrari y Red Bull tomaban el mando de las operaciones. Vettel dio una nueva satisfacción a la Scuderia mientras Rosberg no podía aprovechar como es debido el primer abandono de su compañero Hamilton.
El gran premio de Singapur llegaba envuelto en una nube
(nunca mejor dicho) de incertidumbre, ya que era una nube de contaminación lo
que hacía peligrar su celebración. Aunque era más por llenar las noticias de
los medios de comunicación, digitales e impresos, que otra cosa. Estaba claro
que una ligera bruma no iba a detener a los monoplazas más rápidos de la
tierra…¡y mucho menos al lucrativo negocio de tío Bernie!
La mayor novedad era la sustitución del piloto español
Roberto Merhi en Manor por el estadounidense Alexander Rossi, quien va a
disputar cinco de las siete últimas citas. Rusia y Abu Dahbi las hará, en
principio, Roberto Merhi, ya que Rossi correrá en GP2 en esas citas. El motivo
de dicha sustitución está en que el americano aporta algo de dinero, cosa que
el español no hace. Nada nuevo en la F1, por tanto, no hay que rasgarse las
vestiduras. Otra cosa es que la manera en la que se lo hicieron saber a Roberto
sea manifiestamente mejorable.
El estadounidense Alexander Rossi aportaba un millón de euros para debutar en F1. |
Las otras novedades eran la ya más que cercana ruptura
definitiva entre Red Bull (y por ende, Toro Rosso) con Renault, así como la
compra de Lotus por parte de Renault, que así regresaría de nuevo como equipo a
la F1, y van…
En cuanto a Alonso, parece claro que va a seguir corriendo, vaya eufemismo, las siguientes
temporadas con Mclaren, y eso de que
Mclaren iba a ser su equipo puente (como yo creía) para un fichaje por un
equipo con posibilidades de luchar por algo en 2016, nada de nada. Así que
salvo milagro, los Alonsistas tendrán que esperar al menos hasta 2017 si
quieren ver a Alonso alcanzar algún triunfo.
Los libres del viernes
fueron accidentados para los Manor, con sendos accidentes de Stevens y
Rossi , mientras que el Mclaren de Alonso mostró una gran velocidad. Pero lo
que pareció claro es que por delante, aparte de los Mercedes, estaban los
Ferrari y los Red Bull marcándoles de cerca, y detrás, muy detrás, el resto.
Aunque era pronto todavía para descartar a Williams.
El más rápido del día fue el ruso Kvyat, que por primera vez
en su vida lideraba una clasificatoria. Eso sí, una que no cuenta para nada.
Los libres del sábado depararon un dominio Ferrari-Red Bull con
los Mercedes a sus espaldas, que hacía presagiar que tal vez la pole no iba a
ser un paseo para las flechas de plata. Alonso mejoró de posición, 7º, aunque a
más distancia del líder que el viernes, 1”5 en lugar de los cercanos 0”8 del
día anterior. Así todo, era el primero de los demás.
De cara a la calificación había dudas, ¿realmente Mercedes
estaba contra las cuerdas? Al acabar la Q1 se vio que era así. Vettel fue el más rápido de largo con el compuesto
duro y Kimi y Ricciardo, al igual que Seb, pasaron el corte sin usar los
blandos. Kvyat también hubiera podido, pero los usó y se permitió ser el más
rápido por delante de Hamilton y de un Vettel que ya apuntaba a pole.
Se quedaron ahí los Manor, con Stevens delante del debutante
Rossi, y los Sauber, como era de prever, ya que no van nada bien en circuitos
virados, con Nasr delante de Ericsson. El Lotus de Maldonado se quedó
emparedado entre estos equipos, lo que no dice nada a favor de Pastor viendo el rendimiento que saca del coche su
compañero Grosjean.
La segunda ronda puso las cosas en su sitio, y Vettel se
mostró (ya todos con blandos) como el más rápido, inquietado por un motivadísimo
Kvyat, que precedía a Raikkönen y Ricciardo. Ferrari y Red Bull eran los
equipos a batir, al menos en calificación, ya que a los Mercedes, ahora ya sin
lugar a dudas, no se los esperaba.
Carlos Sainz no estuvo afortunado en los entrenamientos...ni en carrera. |
Carlos Sainz no estuvo afortunado y dañó su Toro Rosso cuando
luchaba por pasar el corte al tocar un muro, provocando una bandera amarilla
que perjudicó a quienes le seguían, como a Alonso, que tampoco pudo llegar a
Q3. Alonso dijo que realmente no influyó, y que más de lo que hizo, 12º, no iba
a poder hacer. Junto a los hispanos se
quedaron Hulkenberg y Pérez (emparedando a Alonso) y Button, como último de
todos.
La ronda final fue de dominio total y absoluto por parte de
Vettel. Si bien estuvo en primera instancia marcado de cerca por Ricciardo, a
0”3, al final no hubo nada que hacer y el alemán de Baviera fue el único en
bajar a 1”43 pese a que la pole la hubiera logrado igualmente con su primer
intento. Ricciardo se quedó a medio segundo, mientras que Kimi y Kvyat se
hacían con la segunda línea confirmando el dominio de estas dos escuadras. Los
Mercedes ocupaban la tercera fila…¡a casi segundo y medio de la pole del
Ferrari de Vettel! y completando los diez primeros: Bottas, Verstappen, Massa y Grosjean.
Verstappen y Grosjean estuvieron muy bien, pero la noticia
era la pole número 46 (208 de la Scuderia) y primera con Ferrari de Vettel, que
rompía la racha de 7 seguidas de Hamilton y 23 de Mercedes , que se quedó a las
puertas de igualar el récord de Williams de 24 entre 1992 y 1993. También hay
que resaltar que esta era la primera pole que no lograba un motor Mercedes
desde el regreso de los motores turbo, y la segunda vez que un Mercedes no la
lograba. Pero a diferencia de la otra (Massa con Williams en Austria 2014) aquí no hubo errores de los
pilotos de Mercedes, sino simplemente
falta de competitividad. Nunca habían partido desde tan atrás. Ferrari lograba
por fin una pole desde la que logró Alonso en Alemania 2012 bajo la lluvia y,
en seco, desde hace 5 años, cuando también Alonso, en este mismo escenario fue
el más veloz. Eso demuestra lo falto de
velocidad que ha estado Ferrari estos últimos años y que parece que poco a poco
van arreglando, para alegría de los tifosi, ¡forza!
Los tres primeros en parrilla en Singapur. Ningún piloto de Mercedes ahí, inaudito. |
Como no había sanciones de por medio, la parrilla se mantenía estable y sin sorpresas de cara al domingo.
Por primera vez no sólo en este año, sino desde que
volvieron las mecánicas turbo a la F1, los Mercedes no partían como favoritos.
Ferrari y Red Bull parecían más que capaces de imponerse. Por si esto fuera
poco, se temía la llegada de la lluvia. Lo curioso es que nadie hablaba de la
suspensión del GP, y eso que en su primera edición se dijo que en caso de
lluvia no se podría correr porque con la iluminación artificial no se vería ni
torta. En Qatar 2009, las motos también corrían de noche y, como se puso a
llover antes de la salida de MotoGP, se suspendió la carrera, disputándose el
lunes.
Pero iba a dar igual, finalmente no llovió y no tuvimos que despejar
esa duda.
La salida se dio sin contratiempos y prácticamente nadie
cambió de posición. Los Mchonda, que cuando salían los últimos en los últimos
GPs tendían a recuperar muchas posiciones, al salir aquí más en su sitio, no
ganaron ninguna. Verstappen se quedó clavado en la salida, pero afortunadamente
todos le evitaron, como a Kimi hace 15 días. Es lamentable escuchar a Lobato
diciendo, por lo peligroso de la salida de Verstappen: “eso me recuerda a
Ricardo Paletti…” contándolo como si lo hubiera vivido. Lobato, ¡pollino!, pero
si en 1982 tú no sabías ni que existía la F1. Por favor, está bien que lo
comentes, pero no mientas, no finjas que seguías la F1 hace años. Eso es un
insulto para quienes en aquella época sí lo hacíamos.
Para quienes no lo sepan, en el GP de Canadá de 1982 el Ferrari
de Pironi, que estaba en la pole, se quedó clavado en la salida y contra él se
empotró el Osella de Paletti, perdiendo la vida.
El caso es que se salió sin contratiempos, y en la primera
vuelta Vettel se dio un vueltón que dejó a Ricciardo a tres segundos, más de
cuatro en la vuelta siguiente, y cinco en la tercera.
A partir de ahí, se estabilizó la cosa, quedando claro que
no iba a ser un paseo la carrera para Vettel.
Ricciardo siempre estuvo ahí, como un moscón, sin despegarse demasiado.
A todo esto, Verstappen se reincorporó con vuelta perdida.
Así empezó y así acabó, al menos en lo que respecta a los tres primeros. |
Situémomos: en la vuelta 5, Vettel lideraba con más de 5”
sobre Ricciardo, que tenía a 1”5 a Raikkönen, el cual se iba despegando de
Kvyat, Hamilton, Rosberg, Bottas, etc… Alonso y Sainz eran 11 y 12 respectivamente.
A partir de la vuelta 8, Ricciardo, que estaba casi a 6”,
empezó a reducir poco a poco la diferencia, bajándola a 4” poco antes de que se iniciasen los
repostajes. Kimi estaba a 2” del australiano, dejando claro que un doblete de
Ferrari era muy, pero que muy difícil.
El primero de los líderes en abrir la veda de las paradas
fue Kvyat, en la vuelta número 11, con
la mala suerte de que poco después Massa y Hulkenberg se tocaron al salir el
brasileño de boxes y no ceder el alemán ni un metro, lo que causó el abandono
de este y la salida del coche de seguridad virtual, que hizo que todos los que
faltaban por entrar lo hicieran y, al y tener que ir más despacio, Kvyat pasó
de 4º a 6º tras los Mercedes, unos Mercedes que optaron por poner duros, a
diferencia de los Ferrari y Red Bull. Massa paró de nuevo por precaución,
cayendo hasta el puesto 11.
Hulkenberg calculó mal y Massa no pudo evitar el accidente. Lance de carrera más culpa del alemán, pero lance al fin y al cabo. |
La salida del coche de seguridad real, para limpiar la pista, que se mantuvo hasta
la vuelta 18, favoreció ligeramente a Mercedes y perjudicó a Vettel, que de 6” de
ventaja sobre Ricciardo paso a nada. Los 6” se debieron a la mayor rapidez de
los mecánicos de Ferrari en boxes, 2” más rápidos que los de Red Bull.
Antes de relanzar la carrera, Verstappen, único piloto con
vuelta perdida, pudo desdoblarse. Es increíble como la FIA persevera en esta
estúpida norma. Si no quieres doblados por medio, déjalos caer a su posición
real, sin desdoblarse. Qué difícil, ¿verdad?
Vaya unos lumbreras.
Al relanzarse la carrera las cosas estaban así: Vettel,
Ricciardo, Raikkönen, Hamilton, Rosberg, Kvyat,
Bottas, Pérez, Nasr, Grosjean, Alonso y Sainz, que salvó una mala parada
de su equipo, retrocedió al puesto 18 al quedarse su Toro Rosso en punto
muerto.
Esta vez Vettel no se despegó de Ricciardo ni de Raikkönen,
mientras que Hamilton, con duros, mantenía el tipo. Pero es que Seb estaba
conservando, para evitar que en la última fase del relevo, Ricciardo, con menor
degradación, tuviese un mejor ritmo y lo pusiese en aprietos. De modo que
mientras Vettel rodaba en cabeza a un ritmo aletargado conservando neumáticos,
los comisarios volvían a hacer de las suyas sancionando a Hulkenberg con tres
posiciones de cara al siguiente GP. Muy bien, ¡bravo! Estaréis orgullosos. Eso
es sancionar el error. ¿No tuvo bastante con abandonar? La sanción no ayuda en
nada. Y luego acciones más punibles quedan impunes.
Volviendo a la carrera en sí, poco antes de que Vettel
metiese la directa, Hamilton tenía sus primeros problemas mecánicos de la
temporada en carrera, con una pérdida de potencia que le haría perder
posiciones paulatinamente para finalmente abandonar.
En cabeza, Vettel despertaba
en la vuelta 28, hacía vuelta rápida
sacándole 1”6 a Ricciardo, aumentando la ventaja total hasta casi 3” y
luego la mantenía más o menos ahí
mientras los dos, él y Ricciardo, dejaban atrás a Raikkönen, el cual sacaba más
de 10 segundos a un desconocido (por el rendimiento de su coche) Rosberg. Kvyat iba por detrás de Nico no pudiendo
progresar más. Ciertamente, la salida del coche de seguridad acabó con él. A
todo esto, Massa caput, y poco después Alonso, cuando rodaba en los puntos.
Se acercaban las segundas (y últimas ) paradas de los
líderes, con Vettel con casi 4” totalmente al abrigo de cualquier ocurrencia en
boxes de Red Bull, cuando un espontáneo salió a pista provocando la
neutralización de la carrera en la vuelta 37 (igual que en Inglaterra 2003), cosa
que aprovecharon todos para cambiar ruedas. Pese a la reagrupación, a falta de
21 vueltas, cuando se piró el coche de seguridad la suerte estaba hechada . En
condiciones normales, Ricciardo nada podía contra Vettel. Y dado que Rosberg no
montó blandos, Raikkönen podía, asimismo, estar tranquilo. De modo que el
interés se centró en las luchas en el grupo trasero tras la nueva reanudación
en la vuelta 40, en la que los Manor, con permiso para desdoblarse, no lo
hicieron.
Cada uno pasea por dónde quiere, debió de pensar este hombre, que salió tan campante al circuito, poniendo su integridad, y la de los pilotos, en peligro. |
Button estaba fortísimo atacando a Maldonado y parecía que
el Honda hasta tenía caballos. Tanto es así, que se tragó en plena aceleración
al Lotus, rompiendo el morro y arruinando cualquier posibilidad de puntuar.
Poco después abandonó.
El espectáculo lo pusieron los Toro Rosso y, en menor
medida, los Sauber, remontando a toda
pastilla con adelantamientos espectaculares. Los Lotus, con sus ruedas en las
últimas, fueron sus víctimas.
Tras remontar Verstappen y Sainz hasta el 8º y 9º lugar, se
encontraron con Checo Pérez y ahí se quedaron. El Force India fue un muro
infranqueable. A todo esto, Sainz pidió al equipo que le dejasen probar a
adelantar a Pérez, quitándole a Verstappen de en medio y, en caso de no
conseguirlo, devolver la posición. El equipo accedió, pero Verstappen no. Cosas
de críos. Eso dice muy poco a favor de Max, toda vez que Sainz ya lo dejó pasar
esta temporada hasta en tres ocasiones.
No hubo más emoción, todos tranquilos y así hasta cruzar la
línea de meta por el siguiente orden: Vettel, Ricciardo, Raikkönen, Rosberg,
Bottas, Kvyat, Pérez, Verstappen, Sainz, Nasr, etc…
Enorme alegría en Ferrari, con un triunfo incontestable, el
224 del equipo y el 42 de Vettel, que supera así a Senna en el ranking. Ricciardo, que marcó la vuelta rápida
evitando así el Grand Chelem de Vettel, siempre estuvo al acecho, presionando,
listo para aprovechar el más mínimo error. Apenas dio un respiro.
Seguro que sale ahora
algún otro listo diciendo que Mercedes se dejó ganar, como se dijo de las otras
victorias de Ferrari este año. Bueno, ante semejantes estupideces, esto no
merece más comentarios. Lo que si los merece es el esnobismo de las reglas de
la F1 que impiden cualquier tipo de celebración espontánea. No permitir a
Vettel acceder al podio con una bandera de Ferrari es del género imbécil. Es una
pena que la F1 siga por ese camino lleno de artificialidad en la que todo está
(sin estarlo realmente) hipercontrolado. Lamentable, en fin, Bernardo
Ecclestone. Con tu pan te lo comas.
En resumen, un GP increíble. Increíble porque contra todo
pronóstico los Mercedes desaparecieron, y Ferrari y Red Bull se erigieron como
máximos protagonistas. La carrera casi fue un calco de la de 2010 en la que el
Ferrari de Alonso le ganó al Red Bull de Vettel tras hacer toda la carrera
juntos.
En apenas 7 días llega Japón, y es de suponer que Mercedes
volverá a estar ahí, dominando, ya que es difícil que vuelvan a tener un fin de
semana tan malo como este. Aunque como dijo Vettel: “supongo que Mercedes volverá en Japón. Si no
lo hace, no nos importa”.
A nosotros tampoco. Saludos.
Adiós Singapur, hola Japón. |