Atraco en el casino
Daniel Ricciardo lo tenía todo para ganar en Mónaco, el coche, el ritmo y la pole. Pero una desafortunada parada, y sobre todo, la displicencia de los comisarios -que no sancionaron a Hamilton por saltarse una chicane- le privaron de un merecido triunfo. En el podio de Mónaco -más bien un bordillo- Ricciardo perdió hasta su sonrisa.
Se llegaba a Mónaco tras el accidentado GP de España, en el que los Mercedes se tocaron, con el recuerdo -de Hamilton- de cómo perdió la carrera el año anterior, y con los ánimos renovados en Red Bull tras el brillante -y afortunado- triunfo de Verstappen en la carrera anterior, que lo convirtió en el ganador más joven de la historia.
Red Bull, más bien su motor Renault
aunque se lo llame TAG-Heuer, llegaron con novedades. Curioso que se
llame al motor TAG-Heuer Renault, y que eso no suceda, por ejemplo,
con Mercedes, que es Illmor. En realidad Illmor fue comprada por
Mercedes, pero para el caso es lo mismo. Las marcas poderosas y
famosas son las que se recuerdan cuando conviene, como en el caso del
motor TAG que fabricaba Porsche en los 80 para Mclaren, que es lo que
hace exactamente Illmor para Mercedes.
La familia del malogrado Jules Bianchi
anunció acciones legales para esclarecer las causas del accidente
del bravo piloto francés, que tal vez hoy podría estar en Ferrari.
Al margen de que todo piloto sabe a lo que se expone, y que estoy en
contra a buscar culpables en los accidentes de las carreras -lo mismo
que nadie culpa a Clark de la muerte de Von Trips y quince
espectadores en Monza 1961- creo que una de las causas del accidente,
y no me cansaré de repetirlo, es la estúpida norma del parque
cerrado que impide reglar los monoplazas correctamente en caso de
cambio de las condiciones climáticas. Me llama poderosamente la
atención que ningún piloto haya dicho nada al respecto. Y eso es
algo que aumentaría enormemente la seguridad con coste cero. Otra
cosa a revisar sería la limitación de las ruedas de agua,
innecesaria a todas luces.
Por fin Pirelli trajo sus ultrablandos
a escena, algo que ya debería haber hecho en Rusia.
Los libres tuvieron su racha de toques,
de los cuales nadie estaba libre. Vettel impactó dos veces el
jueves.
Ricciardo se mostró veloz desde el
principio y muchos lo tenían en cuanta de cara a la pole. Y no se
equivocaron.
En los libres 3 resurgió Ferrari, al
menos el de Vettel, y Verstappen comenzó su “glorioso” fin de
semana impactando contra las protecciones y perdiéndose casi toda la
sesión.
La Q1 empezó con bandera roja al
explotar el V6 Ferrari del Sauber de Nasr, que inexplicablemente no
utilizó la escapatoria a la salida del túnel y se quedó parado a
mitad de la pista.
La segunda bandera roja la causó el
accidente -el segundo- de Verstappen, en un accidente similar al de
Raikkönen en 2007 a la salida de la piscina.
Nasr reventó su primer V6 Ferrari del año. |
De modo que a Nasr y Verstappen se les unirían: Ericsson, Palmer, Haryanto y Wehrlein. Por vez primera Haryanto superaba en calificación a su compañero. Y en Mónaco nada menos.
En la Q2 se quedaron: Bottas,
Gutiérrez, Button, Massa, Grosjean y Magnussen. Los Williams no iban
bien en Mónaco, como era de esperar y los Mclaren no fueron tan bien
como esperaban, pero al menos uno de ellos pasó el corte. Ricciardo,
como Rosberg en China, fue de “sobrao” y pasó el corte con los
superblandos, lo cual le favorecía tácticamente de cara a la
carrera, ya que sus rivales partirían con los ultrablandos.
En la ronda final Ricciardo no dio
opción con una primera gran vuelta, muy a su estilo como viene
haciendo desde China, logrando bajar más que nadie a la hora de la
verdad. Rosberg no pudo pese a intentarlo y Hamilton, con problemas
al principio, salió mediada la sesión y cuando parecía que iba a
ser décimo, se destapó con una gran vuelta final en la que iba en
pole hasta el último sector, en el que perdió medio segundo y quedó
tercero.
Los Ferrari decepcionaron de nuevo y
Vettel fue más lento que en Q2, siendo cuarto, aunque dudo que
hubiera podido mejorar posición. Pero que menos que un 1,14” bajo.
Quinto fue un gran Hulkenberg, que precedía a: Raikkönen, Sainz,
Pérez, Kvyat y Alonso.
Raikkönen, sancionado con cinco
puestos por cambiar la caja de cambios, partiría undécimo.
Con 1,13”622 Ricciardo se hizo con la
pole, pero un año más, el récord absoluto en Q2 de Raikkönen en
2006 con 1,13”532 y el de la pole de Vettel en 2011 con 1,13”556
se mantuvieron a salvo, y eso a pesar de la evolución de los
monoplazas y de los ultrablandos de Pirelli. Si la lluvia no lo
impide, el récord caerá el año que viene con facilidad, aunque el
récord en carrera de Schumacher en 2004 de 1,14”439 seguramente
permanecerá.
Por cierto, primera pole de Ricciardo en su carrera deportiva.
Por cierto, primera pole de Ricciardo en su carrera deportiva.
Algunos, como Alonso, preferían un GP
lluvioso, como así fue, al menos en principio.
La salida, neutralizada tras el coche
de seguridad, fue la antítesis de la emoción y que digan misa, me
parece lamentable. Es absurdo. O se corre o no se corre, pero eso de
salir tras el coche de seguridad es estúpido. Puedo aceptar, a
desgana, este tipo de salidas, pero a cambio de que el coche de
seguridad se retire en la primera vuelta.
Pero noooo, estuvo incordiando hasta la
vuelta ocho. Ya libres del mal, Ricciardo puso pies -ruedas más
bien- en polvorosa, ayudado por un Rosberg con problemas de frenos
que no tenía ritmo.
A todo esto Kvyat había retrocedido al
último lugar por problemas, su mala suerte parece no tener fin.
Palmer perdió el control en la recta
de meta y salio brevemente, el coche se seguridad virtual en la
vuelta 10.
Extraño el accidente de Palmer, un trallazo a mitad de recta arruinó su carrera casi sin haberla empezado. |
Raikkönen, que da una de cal y otra de arena, no estaba nada cómodo, y tras ser rebasado por Gutiérrez, perdió el control en Loews y abandonó. Sin duda esa actuación no le va a ayudar de cara a una posible renovación.
La pista se iba secando, y varios
pilotos pusieron intermedios, aunque la diferencia por vuelta no era
significativa todavía.
Vettel puso intermedios en la vuelta
doce, al estar bloqueado por la falta de ritmo de Rosberg. Y era una
buena táctica, pero se topó con Massa y al no poderlo pasar, perdió
casi toda opción, llegando a estar a más de 50” del líder.
Verstappen inició una magnífica
remontada con brillantes adelantamientos -como el año pasado- que
acabó de la misma manera, contra las vallas, en su strike 3 del fin
de semana. ¿Que se hubiera dicho del tulipán-besugo en caso de
haber debutado aquí con el Red Bull y no en Barcelona? No hubieran
sido muy benevolentes. En cualquier caso, no descubro nada si digo
que a todos nos sorprendería negativamente no sólo que Verstappen
no ganase muchas carreras más, sino que no fuese campeón del mundo.
Es un talento el chaval. Una pena que sea un niñato. Ojalá cambie,
a mejor claro.
En la vuelta número quince, un Rosberg
con problemas se dejó pasar por Hamilton. Todo un detalle, pero tal
vez se acuerde de ello a final de temporada en caso de un final
apretado contra el inglés.
Hamilton, libre de obstáculos, se
convirtió en el piloto más veloz en pista, aunque por poco, apenas
le recortaba tiempo a Ricciardo.
En la vuelta veintiuno Kvyat se chocó
con Magnussen en la Rascasse, teniendo que abandonar el ruso y
enviando a Magnussen al último lugar.
Entre esa vuelta y la veintidós
pararon casi todos a poner intermedios. Sainz tuvo una parada muy
lenta “Toro Rosso style” a la que luego se sumó otra, que lo
apartó de un más que posible podio. A los que les salió todo bien
fue a Pérez y a Alonso. A Vettel regular.
Ricciardo con intermedios, no tardó en
pegarse a Hamilton, que se mantenía con las ruedas de agua, pero no
podía pasarlo. Hamilton decidió mantenerse con ruedas de agua para
ahorrarse una parada y poder luchar por la victoria. Y acertó.
Hamilton paró en la vuelta treinta y
uno y puso ultrablandos y, acto seguido paro Ricciardo que puso
superblandos. Pero su parada se alargó 10” más porque no tenían
listas las ruedas, y eso que fueron ellos los que llamaron a
Ricciardo a boxes. Puso superblandos.
Así todo salió a apenas 4” de
Hamilton, que iba lentísimo. Tan lento que -una vez todos hubieron
hecho sus paradas- Pérez y Vettel, que estaban a más de 30”, en
apenas unas vueltas redujeron la ventaja a poco más de 10”, y eso
que llevaban blandos.
Nuevo coche de seguridad virtual entre
las vueltas treinta y cinco y treinta y seis por el accidente de
Verstappen antes mencionado.
Momento clave del GP, Hamilton se salta la chicane para evitar ser superado por Ricciardo. |
Acto seguido es cuando llega el momento crucial de la carrera. Hamilton, que todavía no había cogido ritmo -vete a saber por qué- está a punto de ser superado por Ricciardo a la salida del túnel. Aguanta como puede pero se salta la chicane... ¡y no pasa nada!
No cede la posición, y tampoco lo
obligarán a hacerlo. Poco después recupera el ritmo y finito la
storia, que dirían los italianos, ya que tanto él como Ricciardo
iban a aguantar sin cambiar las gomas, que era la pequeña esperanza
que tenían Pérez y Vettel para poder luchar por el triunfo.
La cosa andaba así en la vuelta
cuarenta: Hamilton y Ricciardo, a 10” Pérez y Vettel, y mucho más
atrás y perdiendo tiempo por doquier: Alonso, Rosberg, Hulkenberg,
Sainz, Button, Massa, Gutiérrez etc...
El toque, en la vuelta cincuenta y uno,
entre los Sauber, provocó otro coche de seguridad virtual, cosa que
no supuso cambio alguno en carrera.
Hamilton, Pérez y Vettel se turnaron
la vuelta rápida, que a poco del final se adjudicó definitivamente el inglés,
Vettel, por su parte, estuvo a punto de
correr la misma suerte que Verstappen, pero lo pudo salvar.
En la vuelta sesenta, Rosberg consiguió
pasar a Alonso, saltándose la chicane exactamente igual que
Hamilton, pero curiosamente, devolvió la posición al instante.
Debió de esperar a ver que decían los comisarios, lo mismo le
perdonaban, como a su compañero.
No hubo más cambios hasta la última
vuelta, en la que empezó a lloviznar. Bueno, en realidad empezó a
lloviznar para Alonso, Rosberg y Hulkenberg, ya que el resto, al
estar o muy por delante (Hamilton, Ricciardo, Pérez y Vettel) o
doblados, el resto, se libraron de esa agónica vuelta en la que en
la misma línea de meta Hulkenberg superó a Rosberg. También pudo
Bottas con Gutiérrez una vuelta antes.
Checo Pérez estuvo brillante de nuevo. Un piloto que merece una victoria ya. |
La clasificación final fue: Hamilton, Ricciardo, Pérez, Vettel, Alonso, Hulkenberg, Rosberg, Sainz, Button, Massa, Bottas, Gutiérrez, Wehrlein, Grosjean y Haryanto a cuatro vueltas. Bottas, con 10” de penalización por causar una colisión, cedió su plaza a Gutiérrez.
En el podio, el bordillo monegasco, ya
que en realidad no hay podio, Ricciardo tenía la misma alegría que
Hamilton el año pasado, ya que con toda razón, se sentía
ultrajado. Y doblemente, por el equipo, y por los comisarios.
Mercedes perdió fuerza en esta
carrera, pero es de suponer que vuelvan a ser intratables en Canadá.
Red Bull deberá confirmar sus progresos, los suyos y los de su
motor, en tanto que Ferrari, que parece muy inconstante, tendrá que
buscar soluciones, sobre todo en calificación, para intentar acosar
a Mercedes por un lado, y no ser superado por Red Bull por otro.
Mclaren, que esperaba mucho aquí, no
estuvo muy brillante, y las excusas del motor se le empiezan a
acabar. Eso de que tienen un gran chasis está por ver. Sí en
Canadá, circuito de motor, entran en Q3 o la rozan, no podrán
culpar a Honda solamente. Tendrán que mirarse el ombligo.
Lo veremos en quince días.