lunes, 2 de mayo de 2016

GP de Rusia 2016

                                        Poker


En la tierra de los Zares, Rosberg no dejó nada al azar, ni a la Divina Providencia, que parece haberse encariñado con él, encadenando su cuarta victoria consecutiva de la temporada, séptima en total, destacándose todavía más, en cabeza del campeonato. Su campeonato.



La cuarta cita de la temporada fue el GP de Rusia disputado en Sochi. La pista está situada en el centro neurálgico de los JJOO de invierno de 2014, donde nuestro bicampeón del mundo del patinaje artístico sobre hielo, Javier Fernández, rozó la medalla.
Esta carrera iba a ser, al igual que en las dos ediciones anteriores, un gran premio aburrido. Y ni falta hace decir que nuestro bicampeón del mundo de F1 no iba siquiera a rozar el podio en condiciones normales.
La carrera fue aburrida por tres razones, las mismas de siempre aquí: la superioridad de Mercedes, el fallo de uno de los mismos impidiendo su lucha por la victoria, y por último, la timorata decisión de Pirelli, que llevó unos compuestos demasiado duros. Pudiendo -y debiendo- haber estrenado aquí su versión ultrablanda, que han dejado para mejor ocasión, Mónaco seguramente.
Se llegaba con las noticias de las nuevas reglas para 2017, apoyadas por Mclaren, justo al revés que Mercedes. Cada una de las dos escuadras mirando por sus intereses. Sea como sea, y aunque muchas cosas no me gustan, como el aumento de la durabilidad de los motores -de seguir así van a poder correr en Le Mans- y el aumento de peso, son buenas noticias si con ello los F1 ganan en rapidez. Hasta 5 segundos dicen. Ojalá.
Vettel tendría problemas en los libres, y a un fallo eléctrico se sumaba la sustitución de la caja de cambio, con su consiguiente penalización. Los Mercedes se mostraban como los más fuertes con los Ferrari a su estela. Los Mclaren evidenciaban una clara mejoría de forma, aunque a un estilo Ferrari de años atrás, es decir, desinflándose un poco a la hora de la verdad.






Como anécdota, Red Bull probó un pequeño parabrisas con vistas a un posible uso futuro. Aunque eso de cerrar los monoplazas, aunque sea parcialmente no me gusta, la idea de Red Bull es mucho más estética que la de Mercedes y Ferrari.
El la Q1 los Mercedes marcaron la pauta y fueron rapidísimos, con los Ferrari sin poder acosarles. Los neumáticos superblandos aguantaban de sobra y la vuelta buena se podía lograr a la segunda, e incluso a la tercera tentativa.
Los Renault de Magnussen y Palmer no pudieron pasar, los mismo que los Sauber y los Manor, intercalados entre ellos. Entre la mejora de Manor y el bajón por falta de recursos de Sauber, estos equipos son ahora mismo los que cierran la tabla. Y teniendo en cuenta los medios de que disponen, difícilmente saldrán de ahí a corto plazo.
En la Q2 Rosberg, con 1,35”337 marcó el mejor tiempo absoluto del fin de semana, y pasó el corte sin problemas, aventajando en más de 1”2 al Ferrari de Vettel y en 1”8 al Williams de Bottas. En una demostración de poderío de Mercedes aplastante.
Quienes no pudieron pasar el corte fueron: Sainz, Button, Hulkenberg, Alonso, Grosjean y Gutiérrez. Sainz fue estorbado en su vuelta buena, según él, por Kvyat, que de ese modo iniciaba su “epico” fin de semana. Los Mclaren, en clara progresión y frecuentemente entre los 10 primeros, a la hora de la verdad, se quedaron a verlas venir, pero por muy poco. Pronto les llegará su hora de pasar a Q3. Objetivo nada ambicioso la verdad, pero es que hay que ser realistas e ir paso a paso.
Sin empezar la ronda definitiva, ya había noticia -y pole de Rosberg salvo sorpresa- al quedarse en boxes Hamilton por su segundo problema de motor consecutivo. Rosberg no tenía más que luchar consigo mismo, y si no marcó la mejor vuelta absoluta -que no le hacía falta- fue porque falló en su vuelta final cuando iba camino de romper la barrera del 1,35”. Tras él, Vettel salvó los muebles no quedando demasiado retrasado, a siete décimas, pero de poco le iba a servir, ya que retrocedía al séptimo lugar por su sanción. Bottas estuvo espléndido y con su tercer tiempo -y la sanción de Vettel- se hacía con una primera línea que se le resiste a Ferrari este año pese a los problemas de uno de los Mercedes. Raikkönen fue cuarto, y por detrás de él quedaron: Massa, Ricciardo, Pérez, Kvyat y Verstappen. Cerraba la clasificación Hamilton, el cenizo, sin tiempo.



Vettel, el segundo más veloz, saldría séptimo. No pinta nada ahí.



Vettel se hizo la foto y acudió a la rueda de prensa como segundo más veloz. Lamentable. Lamentable porque si hubiera sido el más rápido su pole no habría contado por la sanción, no se la habrían añadido a su palmarés, como le pasó a Schumacher en Mónaco 2012. Pues si estás sancionado y no vale tu posición, es una idiotez ir a la rueda de prensa y demás. ¿Se imaginan ustedes a un piloto que cruza primero bajo la bandera a cuadros, pero que tiene una sanción de x segundos que lo hace caer al segundo lugar, subir al cajón en el lugar más alto? Pues esto es igual. Falta de seriedad y criterio de la FIA.
La carrera fue un peñazo, por los motivos antes mencionados, de modo que la única emoción vino en la salida. Y hubo demasiada, ¡que se lo digan a Vettel!
En la arrancada Rosberg mantuvo su posición, mientras Raikkönen aprovechó la segunda recta -la larga- para imponerse a Bottas, mientras por detrás, el lío. En la curva 2 Kvyat toca a Vettel, el cual, que remedio, toca a Ricciardo y este, roza a Pérez pinchándole una rueda. Más atrás Gutiérrez desencadena otra colisión, viéndose involucrados también Ericsson, Haryanto y Hulkenberg. El primero paraba en boxes y los otros dos abandonaban.
Bonita manera de celebrar su centésima participación Pérez y Hulkenberg, el primero perdiendo toda opción tras unos magníficos entrenamientos, y el segundo aparcando al borde de la pista tras los primeros metros.
Algunos pilotos, entre ellos Hamilton, deciden cortar la curva para evitar el accidente, ganando tiempo. Es lo que pasa con diseños así. De haber grava o un una barrera, como en Mónaco, se habrían esperado. Pero la culpa no es de ellos, que obraron con lógica, sino de quien diseña estas pistas por un lado, y de quien regula la competición por otro.
Pero ahí no terminó la cosa, ya que Kvyat todavía no había acabado con Vettel. Y fue en la entrada de la curva 3 cuando lo hizo, al empotrarse contra el Ferrari y mandarlo a las protecciones, para “alegría” del alemán y de los tifosi. Cierto es que Vettel levantó un poco el pie, pero no hay duda de quién fue el culpable. Kvyat estuvo impecable en China, pero en su casa no paró de armarla. Fue sancionado -a lo que hay que añadir su parada en boxes para reparar los ddesperfectos- al igual que Gutiérrez, pero el mal ya estaba hecho.
Logicamente, salió el coche de seguridad, marca Mercedes, que antaño era una de las pocas veces en las que se podía ver un coche de la estrella en cabeza, a diferencia de ahora, que no la abandonan. Como el desodorante.



Primer "cariño" de Kvyat con Vettel. Al segundo, adiós Ferrari.



Al inicio de la vuelta 4 se retiró el cacharrillo ese de la estrella, y Rosberg se mantuvo a salvo de cualquier eventual ataque, no así Raikkönen -un poco dormido- ni Massa, superados por Bottas y Hamilton respectivamente.
Sainz, que había arrancado la mar de bien, por un problema de motor cayó hasta el puesto once, mientras que Alonso burló magistralmente los accidentes para colocarse séptimo.
La clasificación tras el relance era: Rosberg, Bottas, Raikkönen, Hamilton, Massa, Verstappen, Alonso, Grosjean, Magnussen, Palmer, etc...
En la vuelta 7 Hamilton se desizo de Raikkönen pasando al tercer lugar. Y poco más, ya que la elección ultraconservadora de Pirelli, dio lugar a una carrera monoparada, salvo excepciones.
Y salvo alguna que otra remontadilla, como la de Button, y luchas puntuales, como a mitad de carrera entre Ricciardo, Magnussen y Sainz, a los que luego se unieron Pérez y Button, poco más hubo que contar.
Rosberg no dio opción, alargando su ventaja hasta 15” antes de detenerse.
Poco antes lo habían hecho sus perseguidores por este orden: Bottas, Hamilton y Raikkönen.
Hamilton pasó a Bottas en pista tras incorporarse pegado a su espalda, mientras que Kimi se plantó en las narices del Williams.
Como anécdota, tanto Hamilton como Bottas pasaron a Alonso -que no había parado- con insultante facilidad.
Una vez todos hubieron parado la situación era: Rosberg, Hamilton, Raikkönen, Bottas, Massa, Verstappen, Alonso, Magnussen, Grosjean, Pérez, etc...
Rosberg tenía 12” sobre Hamilton, que fue rebajando el inglés hasta situarse a 7”. Entonces, un problema con la presión del agua le hizo levantar el pie y dejar a Rosberg tranquilo, cosa que ya estaba, puesto que seguramente andaba controlando la cosa. Así todo, nos perdimos la única posible emoción del GP ruso en sus tres ediciones.
De los primeros no se movió nadie. Verstappen, sexto asegurado, abandonó por un problema de motor. Sainz y Nasr fueron sancionados con tiempo por conductas antireglamentarias, aunque poco les importó, ya que no estaban en condiciones de nada destacable.
Button adelantó a Sainz -que estaba sin ruedas- al final, situándose décimo en posición física, ya que a causa de la sanción de Carlos, ya lo era en realidad.



Alonso cuajó una sólida carrera para finalizar en un brillante sexto lugar. Eso sí, a más de una vuelta del vencedor.



Y poco más. Massa paró, dada su gran ventaja con Alonso, y puso superblandos. Parecía que iba a lograr la vuelta rápida, pero no pareció siquiera intentarlo. O no pudo. Eso permitió que Rosberg, al lograrla, se hiciera con su primer Grand Chelem de su vida. Y que conste que sólo 24 pilotos a lo largo de la historia lo han logrado. Encabezando la lista está Jim Clarck con ocho. De los pilotos actuales quien más atesora es Vettel, con cuatro.
La carrera finalizó con victoria de Rosberg seguido de: Hamilton, Raikkönen, Bottas, Massa, Alonso, Magnussen, Grosjean, Pérez y Button completando los diez primeros.
Rosberg sumó la cuarta victoria consecutiva de la temporada, y la séptima en total contando las del año pasado. Iguala así a Schumacher con siete triunfos consecutivos. Por delante sólo Vettel y Ascari con nueve. Claro que a Ascari muchos le dan “solo” siete, por eso de las 500 Millas de Indianápolis que antes puntuaban y que le cortaban la racha. Pero era una excentricidad que se corría bajo reglamento yankee, y al que los pilotos de F1 no acudían. Y sí lo hacían era por el prestigio de la carrera, e iban con coches totalmente distintos con los que corrían el campeonato. Por tanto, nueve o siete de Ascari según a quién preguntes.



Rosberg era el único feliz en el podio. No era para menos.



Tras el podio las reflexiones. Mercedes falla sin fallar. Tiene algún que otro problemilla con la fiabilidad, pero así todo, son intocables.
Ferrari pareció estar cerca en Australia y Barhein, no tanto en China y mucho menos en Rusia. Y si a eso le añadimos sus problemas mecánicos, errores tácticos y accidentes, pues lo tienen crudo.
Williams y Red Bull son los terceros en discordia y capitanean un grupo de lo más ajustando en los que un día destacan unos, y otro día, otros.
Nefasto GP para Red Bull, ya vendrán tiempos mejores, sin duda.
Mclaren sigue con su clara progresión, nada raro si tenemos en cuenta los medios de que dispone, con un constructor detrás, amén de los excelentes pilotos.
Pero de ahí a podios en condiciones normales... lo tiene casi tan crudo como Ferrari el título.
No doy por perdido nada todavía, pero visto lo visto, creo que sólo habrá disputa por el de pilotos entre Rosberg y Hamilton, salvo milagro de Ferrari.
En mi opinión, Ferrari debe centrarse carrera a carrera intentando sacar lo mejor, es decir: nada de lograr podios y sumar puntos pensando en un hipotético campeonato, no. Debe ir a jugársela a ganar, todo o nada. Si sale bien, victorias al buche y a esperar. Sino, al menos lo habrán intentado.
En resumen, mejor acabar muy lejos de los Mercedes pero logrando victorias, que cerca pero sin ellas.

Respecto a la reglamentación de coche de seguridad, reinícios de carrera y demás, debo decir que es un paso atrás, una incongruencia, el no permitir que los equipos lleven un tercer -y sí quieren- un cuarto coche. No supondría ningún sobrecoste para ellos y evitaría un trabajo a contra reloj de los mecánicos en caso de un accidente en los entrenamientos, como el de Alonso en Mónaco 2010, que obligó a los mecánicos a trabajar a toda pastilla para montar en el chasis de reserva toda la mecánica del coche. Cero ahorro y mucho trabajo. Además, un coche menos en calificación.
Lo mismo para salidas accidentadas. Sería bueno, en caso de accidente que obligue a la salida del coche de seguridad en la primera -o dos primeras- vueltas, que la carrera se detuviese, y los pilotos que se hayan accidentado puedieran salir de nuevo, aunque sea desde los boxes, con los coches de reserva. Con los muletos, como se los denominaba antaño. Mejor para el público a todas luces, ¿verdad?
Imaginen que se queda un aspirante al título tirado por un accidente como este en la cita decisiva. ¿No sería mejor que pudiera salir en el caso de detención de carrera con el muleto? No hablo de detener la carrera arbitrariamente, solo hacerlo en caso de necesidad, como acabo de explicar.
En la cita decisiva, en cualquiera y para cualquiera.
Y con esta reflexión os dejo. Nos vemos en España.

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