Poker
En la tierra de los Zares, Rosberg no dejó nada al azar, ni a la Divina Providencia, que parece haberse encariñado con él, encadenando su cuarta victoria consecutiva de la temporada, séptima en total, destacándose todavía más, en cabeza del campeonato. Su campeonato.
La cuarta cita de la temporada fue el
GP de Rusia disputado en Sochi. La pista está situada en el centro
neurálgico de los JJOO de invierno de 2014, donde nuestro bicampeón
del mundo del patinaje artístico sobre hielo, Javier Fernández,
rozó la medalla.
Esta carrera iba a ser, al igual que en
las dos ediciones anteriores, un gran premio aburrido. Y ni falta
hace decir que nuestro bicampeón del mundo de F1 no iba siquiera a
rozar el podio en condiciones normales.
La carrera fue aburrida por tres
razones, las mismas de siempre aquí: la superioridad de Mercedes, el
fallo de uno de los mismos impidiendo su lucha por la victoria, y por
último, la timorata decisión de Pirelli, que llevó unos compuestos
demasiado duros. Pudiendo -y debiendo- haber estrenado aquí su
versión ultrablanda, que han dejado para mejor ocasión, Mónaco
seguramente.
Se llegaba con las noticias de las
nuevas reglas para 2017, apoyadas por Mclaren, justo al revés que
Mercedes. Cada una de las dos escuadras mirando por sus intereses.
Sea como sea, y aunque muchas cosas no me gustan, como el aumento de
la durabilidad de los motores -de seguir así van a poder correr en
Le Mans- y el aumento de peso, son buenas noticias si con ello los F1
ganan en rapidez. Hasta 5 segundos dicen. Ojalá.
Vettel tendría problemas en los
libres, y a un fallo eléctrico se sumaba la sustitución de la caja
de cambio, con su consiguiente penalización. Los Mercedes se
mostraban como los más fuertes con los Ferrari a su estela. Los
Mclaren evidenciaban una clara mejoría de forma, aunque a un estilo
Ferrari de años atrás, es decir, desinflándose un poco a la hora
de la verdad.
Como anécdota, Red Bull probó un pequeño parabrisas con vistas a un posible uso futuro. Aunque eso de cerrar los monoplazas, aunque sea parcialmente no me gusta, la idea de Red Bull es mucho más estética que la de Mercedes y Ferrari.
El la Q1 los Mercedes marcaron la pauta
y fueron rapidísimos, con los Ferrari sin poder acosarles. Los
neumáticos superblandos aguantaban de sobra y la vuelta buena se
podía lograr a la segunda, e incluso a la tercera tentativa.
Los Renault de Magnussen y Palmer no
pudieron pasar, los mismo que los Sauber y los Manor, intercalados
entre ellos. Entre la mejora de Manor y el bajón por falta de
recursos de Sauber, estos equipos son ahora mismo los que cierran la
tabla. Y teniendo en cuenta los medios de que disponen, difícilmente
saldrán de ahí a corto plazo.
En la Q2 Rosberg, con 1,35”337 marcó
el mejor tiempo absoluto del fin de semana, y pasó el corte sin
problemas, aventajando en más de 1”2 al Ferrari de Vettel y en 1”8
al Williams de Bottas. En una demostración de poderío de Mercedes
aplastante.
Quienes no pudieron pasar el corte
fueron: Sainz, Button, Hulkenberg, Alonso, Grosjean y Gutiérrez.
Sainz fue estorbado en su vuelta buena, según él, por Kvyat, que de
ese modo iniciaba su “epico” fin de semana. Los Mclaren, en clara
progresión y frecuentemente entre los 10 primeros, a la hora de la
verdad, se quedaron a verlas venir, pero por muy poco. Pronto les
llegará su hora de pasar a Q3. Objetivo nada ambicioso la verdad,
pero es que hay que ser realistas e ir paso a paso.
Sin empezar la ronda definitiva, ya
había noticia -y pole de Rosberg salvo sorpresa- al quedarse en
boxes Hamilton por su segundo problema de motor consecutivo. Rosberg
no tenía más que luchar consigo mismo, y si no marcó la mejor
vuelta absoluta -que no le hacía falta- fue porque falló en su
vuelta final cuando iba camino de romper la barrera del 1,35”.
Tras él, Vettel salvó los muebles no quedando demasiado retrasado,
a siete décimas, pero de poco le iba a servir, ya que retrocedía al
séptimo lugar por su sanción. Bottas estuvo espléndido y con su
tercer tiempo -y la sanción de Vettel- se hacía con una primera
línea que se le resiste a Ferrari este año pese a los problemas de
uno de los Mercedes. Raikkönen fue cuarto, y por detrás de él
quedaron: Massa, Ricciardo, Pérez, Kvyat y Verstappen. Cerraba la
clasificación Hamilton, el cenizo, sin tiempo.
Vettel, el segundo más veloz, saldría séptimo. No pinta nada ahí. |
Vettel se hizo la foto y acudió a la
rueda de prensa como segundo más veloz. Lamentable. Lamentable
porque si hubiera sido el más rápido su pole no habría contado por
la sanción, no se la habrían añadido a su palmarés, como le pasó
a Schumacher en Mónaco 2012. Pues si estás sancionado y no vale tu
posición, es una idiotez ir a la rueda de prensa y demás. ¿Se
imaginan ustedes a un piloto que cruza primero bajo la bandera a
cuadros, pero que tiene una sanción de x segundos que lo hace caer
al segundo lugar, subir al cajón en el lugar más alto? Pues esto es
igual. Falta de seriedad y criterio de la FIA.
La carrera fue un peñazo, por los
motivos antes mencionados, de modo que la única emoción vino en la
salida. Y hubo demasiada, ¡que se lo digan a Vettel!
En la arrancada Rosberg mantuvo su
posición, mientras Raikkönen aprovechó la segunda recta -la larga-
para imponerse a Bottas, mientras por detrás, el lío. En la curva 2
Kvyat toca a Vettel, el cual, que remedio, toca a Ricciardo y este, roza a Pérez pinchándole una rueda. Más atrás Gutiérrez desencadena otra colisión, viéndose involucrados
también Ericsson, Haryanto y Hulkenberg. El primero paraba en boxes y los otros dos abandonaban.
Bonita manera de celebrar su centésima participación Pérez y Hulkenberg, el primero perdiendo toda opción tras unos magníficos entrenamientos, y el segundo aparcando al borde de la pista tras los primeros metros.
Bonita manera de celebrar su centésima participación Pérez y Hulkenberg, el primero perdiendo toda opción tras unos magníficos entrenamientos, y el segundo aparcando al borde de la pista tras los primeros metros.
Algunos pilotos, entre ellos Hamilton, deciden cortar la curva para evitar el accidente, ganando tiempo. Es lo que pasa con diseños así. De haber grava o un una barrera, como en Mónaco, se habrían esperado. Pero la culpa no es de ellos, que obraron con lógica, sino de quien diseña estas pistas por un lado, y de quien regula la competición por otro.
Pero ahí no terminó la cosa, ya que
Kvyat todavía no había acabado con Vettel. Y fue en la entrada de
la curva 3 cuando lo hizo, al empotrarse contra el Ferrari y mandarlo
a las protecciones, para “alegría” del alemán y de los tifosi.
Cierto es que Vettel levantó un poco el pie, pero no hay duda de
quién fue el culpable. Kvyat estuvo impecable en China, pero en su
casa no paró de armarla. Fue sancionado -a lo que hay que añadir su parada en boxes para reparar los ddesperfectos- al igual que Gutiérrez,
pero el mal ya estaba hecho.
Logicamente, salió el coche de
seguridad, marca Mercedes, que antaño era una de las pocas veces en
las que se podía ver un coche de la estrella en cabeza, a diferencia
de ahora, que no la abandonan. Como el desodorante.
Primer "cariño" de Kvyat con Vettel. Al segundo, adiós Ferrari. |
Al inicio de la vuelta 4 se retiró el
cacharrillo ese de la estrella, y Rosberg se mantuvo a salvo de
cualquier eventual ataque, no así Raikkönen -un poco dormido- ni
Massa, superados por Bottas y Hamilton respectivamente.
Sainz, que había arrancado la mar de
bien, por un problema de motor cayó hasta el puesto once, mientras
que Alonso burló magistralmente los accidentes para colocarse
séptimo.
La clasificación tras el relance era:
Rosberg, Bottas, Raikkönen, Hamilton, Massa, Verstappen, Alonso,
Grosjean, Magnussen, Palmer, etc...
En la vuelta 7 Hamilton se desizo de
Raikkönen pasando al tercer lugar. Y poco más, ya que la elección
ultraconservadora de Pirelli, dio lugar a una carrera monoparada,
salvo excepciones.
Y salvo alguna que otra remontadilla,
como la de Button, y luchas puntuales, como a mitad de carrera entre
Ricciardo, Magnussen y Sainz, a los que luego se unieron Pérez y
Button, poco más hubo que contar.
Rosberg no dio opción, alargando su
ventaja hasta 15” antes de detenerse.
Poco antes lo habían hecho sus
perseguidores por este orden: Bottas, Hamilton y Raikkönen.
Hamilton pasó a Bottas en pista tras
incorporarse pegado a su espalda, mientras que Kimi se plantó en las
narices del Williams.
Como anécdota, tanto Hamilton como
Bottas pasaron a Alonso -que no había parado- con insultante
facilidad.
Una vez todos hubieron parado la
situación era: Rosberg, Hamilton, Raikkönen, Bottas, Massa,
Verstappen, Alonso, Magnussen, Grosjean, Pérez, etc...
Rosberg tenía 12” sobre Hamilton,
que fue rebajando el inglés hasta situarse a 7”. Entonces, un
problema con la presión del agua le hizo levantar el pie y dejar a
Rosberg tranquilo, cosa que ya estaba, puesto que seguramente andaba
controlando la cosa. Así todo, nos perdimos la única posible
emoción del GP ruso en sus tres ediciones.
De los primeros no se movió nadie.
Verstappen, sexto asegurado, abandonó por un problema de motor.
Sainz y Nasr fueron sancionados con tiempo por conductas
antireglamentarias, aunque poco les importó, ya que no estaban en
condiciones de nada destacable.
Button adelantó a Sainz -que estaba
sin ruedas- al final, situándose décimo en posición física, ya
que a causa de la sanción de Carlos, ya lo era en realidad.
Alonso cuajó una sólida carrera para finalizar en un brillante sexto lugar. Eso sí, a más de una vuelta del vencedor. |
Y poco más. Massa paró, dada su gran
ventaja con Alonso, y puso superblandos. Parecía que iba a lograr la
vuelta rápida, pero no pareció siquiera intentarlo. O no pudo. Eso
permitió que Rosberg, al lograrla, se hiciera con su primer Grand
Chelem de su vida. Y que conste que sólo 24 pilotos a lo largo de la
historia lo han logrado. Encabezando la lista está Jim Clarck con
ocho. De los pilotos actuales quien más atesora es Vettel, con
cuatro.
La carrera finalizó con victoria de
Rosberg seguido de: Hamilton, Raikkönen, Bottas, Massa, Alonso,
Magnussen, Grosjean, Pérez y Button completando los diez primeros.
Rosberg sumó la cuarta victoria
consecutiva de la temporada, y la séptima en total contando las del
año pasado. Iguala así a Schumacher con siete triunfos
consecutivos. Por delante sólo Vettel y Ascari con nueve. Claro que
a Ascari muchos le dan “solo” siete, por eso de las 500 Millas de
Indianápolis que antes puntuaban y que le cortaban la racha. Pero
era una excentricidad que se corría bajo reglamento yankee, y al que
los pilotos de F1 no acudían. Y sí lo hacían era por el prestigio
de la carrera, e iban con coches totalmente distintos con los que
corrían el campeonato. Por tanto, nueve o siete de Ascari según a
quién preguntes.
Rosberg era el único feliz en el podio. No era para menos. |
Tras el podio las reflexiones. Mercedes
falla sin fallar. Tiene algún que otro problemilla con la
fiabilidad, pero así todo, son intocables.
Ferrari pareció estar cerca en
Australia y Barhein, no tanto en China y mucho menos en Rusia. Y si a
eso le añadimos sus problemas mecánicos, errores tácticos y
accidentes, pues lo tienen crudo.
Williams y Red Bull son los terceros en
discordia y capitanean un grupo de lo más ajustando en los que un
día destacan unos, y otro día, otros.
Nefasto GP para Red Bull, ya vendrán
tiempos mejores, sin duda.
Mclaren sigue con su clara progresión,
nada raro si tenemos en cuenta los medios de que dispone, con un
constructor detrás, amén de los excelentes pilotos.
Pero de ahí a podios en condiciones
normales... lo tiene casi tan crudo como Ferrari el título.
No doy por perdido nada todavía, pero
visto lo visto, creo que sólo habrá disputa por el de pilotos entre
Rosberg y Hamilton, salvo milagro de Ferrari.
En mi opinión, Ferrari debe centrarse
carrera a carrera intentando sacar lo mejor, es decir: nada de lograr
podios y sumar puntos pensando en un hipotético campeonato, no. Debe
ir a jugársela a ganar, todo o nada. Si sale bien, victorias al
buche y a esperar. Sino, al menos lo habrán intentado.
En resumen, mejor acabar muy lejos de
los Mercedes pero logrando victorias, que cerca pero sin ellas.
Respecto a la reglamentación de coche
de seguridad, reinícios de carrera y demás, debo decir que es un
paso atrás, una incongruencia, el no permitir que los equipos lleven
un tercer -y sí quieren- un cuarto coche. No supondría ningún
sobrecoste para ellos y evitaría un trabajo a contra reloj de los
mecánicos en caso de un accidente en los entrenamientos, como el de
Alonso en Mónaco 2010, que obligó a los mecánicos a trabajar a
toda pastilla para montar en el chasis de reserva toda la mecánica
del coche. Cero ahorro y mucho trabajo. Además, un coche menos en
calificación.
Lo mismo para salidas accidentadas.
Sería bueno, en caso de accidente que obligue a la salida del coche
de seguridad en la primera -o dos primeras- vueltas, que la carrera
se detuviese, y los pilotos que se hayan accidentado puedieran salir
de nuevo, aunque sea desde los boxes, con los coches de reserva. Con
los muletos, como se los denominaba antaño. Mejor para el público a
todas luces, ¿verdad?
Imaginen que se queda un aspirante al
título tirado por un accidente como este en la cita decisiva. ¿No
sería mejor que pudiera salir en el caso de detención de carrera
con el muleto? No hablo de detener la carrera arbitrariamente, solo
hacerlo en caso de necesidad, como acabo de explicar.
En la cita decisiva, en cualquiera y
para cualquiera.
Y con esta reflexión os dejo. Nos
vemos en España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario