domingo, 15 de mayo de 2016

GP de España 2016

Mala estrella, buena estrella


El accidente entre los Mercedes, que acabó con ellos fuera de pista, propició una emocionante carrera en la que se impuso el joven holandés Max Verstappen. Y es que al amigo Max, todo parece salirle a pedir de boca ultimamente. Como si los astros girasen a su alrededor. Sin duda ha nacido con estrella.






El GP de España se disputa en el trazado de Montmelo en Barcelona desde 1991. Desconozco si a los retrasados nacionalistas les molesta esto o no. Y no me importa.
Me encanta que haya un GP en España, lo malo es que el trazado, una sucesión de curvas rápidas, es perfecto para la puesta a punto de chasis, y sobretodo, de la aerodinámica de los monoplazas, pero a cambio, tenemos el circuito permanente más aburrido de todos y en el que es más difícil adelantar. El hecho de que últimamente haya adelantamientos se debe a la degradación de los neumáticos Pirelli, más que a cualquier otra cosa. Por tanto, sin eso, la emoción de la F1 en esta pista es casi nula.
En los mentideros se dice, que el coche que va bien aquí -por eso de la aerodinámica- va bien en todos los sitios, y que es un gran monoplaza. ¡Falso!
Alguien lo dijo una vez y ya se ha enquistado como verdad absoluta. No hay más que ver los resultados para desmentirlo. El ejemplo más claro es el de 2013, con Alonso y su Ferrari logrando el triunfo, para que luego, Red Bull, que las pasó estrechas, arrasase.
La novedad principal de este año fue el cambio de cromos entre Red Bull y Toro Rosso, plantando en Red Bull al mimadín de Verstappen y bajando al ruso Kvyat a Toro Rosso.



Pese a lo feliz del momento, Verstappen estaba de lo "max" borde en la conferencia de prensa.



Nada nuevo bajo el sol. No es la primera vez que equipos intercambian a sus pilotos. En 1991 Benetton y Jordan lo hicieron, al irse un tal Michael Schumacher de Jordan, al equipo de los jerséis.
Y de Red Bull que decir, al ser dueño de las dos escuadras, más fácil lo tiene. Más aún cuando, al tener un programa de jóvenes pilotos, hacen con estos lo que le parece oportuno. No es la primera vez que, sin venir a cuento, acaban con la carrera de sus pilotos de forma totalmente arbitraria. El caso más sangrante fue en 2012, cuando de buenas a primeras largaron a Sebastian Buemi y a Jaime Alguersari sin darles tiempo a buscar otro asiento. Y eso que lo habían hecho bien.
Daniil Kvyat se enteró de la noticia -que oportuno- mientras veía Juego de Tronos...
Max Verstappen, el nuevo niño mimado de Red Bull, antes lo era Vettel, está respondiendo a las expectativas, aunque lo mismo que ahora le consienten sus estupideces, al igual que su padre, a nada que la cosa se tuerza, se le puede volver en su contra. No me molestaría tanto si al menos, Red Bull dijera la verdad. Pero no lo hacen, cuando es evidente que siempre se han mostrado partidarios de Verstappen. Que lo digan y quedarían mejor. Hablan de igualdad y eso, pero con Verstappen, como con Vettel antes, no es así. Tienen trato de favor. El caso es que en velocidad pura Sainz y él han estado a la par, pero el oficio en carrera del holandés ha sido mejor. Y además, ha tenido algo más de suerte.
El GP en sí comenzó con los buenos tiempos de los Ferrari en los libres, que hacía presagiar lucha, y que tal vez, Marchione no se había aventurado tanto al vaticinar una victoria.
Pero a la hora de la verdad, los Ferrari, que deberían haber rodado en 1,22”, no lo hicieron, dejando a apenas tres décimas al Toro Rosso de Sainz. Lamentable. Poco más y les supera el cubo de basura-Honda, o Mclaren-cubo de basura, o cubo de basura-cubo de basura, porque, no lo olvidemos, por mucho que quieran vender lo bueno que es el chasis Mclaren, la realidad es que no lo es tanto. Y que en 2013-14 no lograron victorias. Y entonces no tenían la excusa de Honda...
En la Q1 se quedaron los que a día de hoy son los peores equipos, los Sauber y los Manor, a los que se les unió el Renault de Joylon Palmer y el Williams de Felipe Massa. Un Massa que no anduvo nada fino, al igual que su equipo, ya que lo sacaron tarde y no pudo hacer su segundo intento. Y perdió su oportunidad de salvarse.
En la Q2 Hamilton marcó territorio con un tiempazo, 1,22”159, dejando a 6 décimas a Rosberg, y al resto a más de 1”, destacando, para bien Verstappen, y para mal, los Ferrari, incapaces de mejorar los tiempos de los libres.



Alonso metió al Mclaren en Q3 por primera vez en más de un año. Que mal coche para tan gran piloto.



En el pelotón la igualdad está servida, y por poco cayeron: Hulkenberg, Button, Kvyat, Grosjean, Magnussen y Gutiérrez. Sainz y Alonso lograron pasar el corte. Era la primera vez que el McHonda lo hacía. Buena progresión, pero lo cierto es que eso debería haber sido una constante ya en 2015...
La ronda final tuvo algo de emoción porque Hamilton, al fallar en su primer intento, permitió a Rosberg liderar la tabla. De hecho, hasta Verstappen estaba en primera fila. Pero a la segunda puso a todos en su sitio, ya que al menos en calificación, nadie podía toserle, y con 1,22”000 no dio opción. Rosberg fue un cómodo segundo y Ricciardo superó con claridad a un Verstappem que, hasta ese momento, había sido el más veloz. Nada en contra de Max, que lo hizo la mar de bien, pero lo cierto es que Ricciardo estuvo superior, como en China.
Con los Red Bull 3 y 4, llegamos a Ferrari, con Kimi por delante de Seb, en una tristísima, decepcionante y paupérrima tercera fila.
Bottas, Sainz, Pérez y Alonso completaban los diez primeros. No es la mejor calificación de Mclaren Honda, ya que en EEUU 2015 Alonso partía 9º pero, al margen de la lluvia, Alonso sumó dos puestos por las penalizaciones de los Ferrari. Aquí su posición fue “real”, lo dicho, primera vez en Q3.
De cara a la carrera, todo parecía indicar un dominio abrumador de Mercedes, y más que esperar una remontada al podio de Ferrari, se podía esperar una gran carrera de Ricciardo, un experto en conservar neumáticos. Algo de suma importancia en Barcelona.



Hamilton dominó con autoridad en los entrenamiemtos, pero no iría muy lejos en carrera.



Antes de la salida sucedió algo que sólo puede ocurrir en España, y es que somos tontos del culo.
Juntas las banderas española y catalana, e himnos nacional y regional.
Vamos a ver: ¡¡¡¡¡¿que cojones pintan la bandera e himnos catalanes en el GP de España?!!!!! No pintan nada. Mierda de España que cede una y otra vez ante los independentistas, sean quienes sean, nacionalistas que nos odian, para ver si se calman. ¡Que no, coño, que no! Ni agua, cuanto más les das, más quieren. ¿Se imaginan esto en otro país? No, ¿verdad?
Que asco. GP de España, bandera nacional e himno español. Punto. No veo yo que saquen banderas e himnos de otras regiones -o estados- los otros GGPP. Por algo será. Porque hay un estado que tiene sentido de tal. No como aquí.
Vamos a la carrera: tras la salida hubo mucho lio después de la primera chicane y la curva tres, con pilotos que habían ganado posición, perdiéndola y viceversa. Mercedes -que hubiera ganado de calle- dijo adiós a la carrera en la curva cuatro al chocarse sus coches en lo que fue -a mi modo de ver- un lance desafortunado de carrera. Tal vez un pelo más culpa de Rosberg, pero así todo, nada del otro mundo... salvo por como acabó.



Strike de Hamilton a Rosberg. La única manera, hoy por hoy, de que no ganen.



Eso provocó la salida del coches de seguridad y, de paso, abrió la carrera. Y esta fue, contra todo pronóstico, emocionante.
El Mercedes de seguridad se largó en la vuelta cuatro, relanzando la carrera en este orden: Ricciardo, Verstappen, Sainz, Vettel, Raikkönen, Bottas, Pérez, Button, Alonso, Grosjean, etc...
Salida excelente de Sainz, que se colocó tercero, en tanto que Alonso falló, y cayo a noveno tras Button. Su carrera acabó ahí. Tenía algo más de ritmo, pero no pudo pasar a Jenson.
Sainz fue retrocediendo al lugar que le correspondía, al sexto, más no se le podía pedir, mientras que Bottas, quinto, hacía lo propio. Ni el Toro Rosso ni el Williams estaban para más. Teniendo en cuenta lo igualada que está la cosa por medio, no es para menos. Esta vez Mclaren no supo -o no pudo- sacar partido de los abandonos en un circuito que, según ellos, les favorecía y al que trajeron muchas novedades. No estuvieron muy brillantes.
En cabeza los dos Red Bull lideraban seguidos de los dos Ferrari. La lucha estaba servida porque los Ferrari recuperaron el terreno perdido y se formó un duelo a cuatro. Raikkönen parecía ser el más descolgado, y tal vez por eso la Scuderia, de nuevo falló estrepitosamente en la estrategia. Ferrari era un pelín más veloz, pero ni de coña podían adelantar a los toretes.
Vettel consiguió pasar en boxes a Verstappen al realizar su segunda parada, e hizo una tercera y última parada muy pronto para superar a Ricciardo, en la vuelta treinta y siete de sesenta y seis. Este no entró al trapo, entre otras cosas porque al no poder mantener posición, mantuvo su táctica inicial.
Desconozco si Ricciardo cambió a tres o fue Max quien lo hizo a dos, pero el caso es que así fue. Y Kimi calcó la táctica de Max. Sólo que en peor, ya que al parar después, perdió un tiempo precioso. Lo suyo hubiera sido parar una vuelta antes. Pero parece que en la Scuderia no se enteran. O se enteran a medias, ya que al menos con Vettel lo intentaron, pero de Kimi se olvidaron. Una pena, porque Kimi tenía más ritmo que Verstappen. Más ritmo, sí, pero no como para adelantarlo, y Max estuvo sensacional y no falló. Si el Ferrari no fuera tan mal en el último sector tal vez Kimi hubiera ganado. Pero los “y sí” no cuentan, y Ferrari no hizo méritos para ganar. Fallaron en calificación, fallaron en la salida y fallaron en la táctica. Una pena, porque oportunidades así no se presentan habitualmente.



Con apenas 18 años Verstappen desplaza a Vettel como ganador más joven de la F1.



A menos que te llames Max Verstappen, que parece haber nacido con estrella. Todo le salió bien y estuvo perfecto en todo momento, convirtiéndose en el piloto más joven en ganar un GP a sus 18 años. Y el primer holandés también.
La carrera tuvo el doble duelo entre Max y Kimi por la victoria y entre Seb y Ricciardo por el podio. Y acabó sin movimiento alguno. Aunque no porque Ricciardo no lo intentase. Sólo que no le salió. Al final pinchó en la última vuelta, pero era tal su ventaja que no perdió posición pese a detenerse a cambiar la rueda y correr parte del circuito en tres ruedas.
La carrera finalizó así: Vestappen, Raikkönen, Vettel, Ricciardo, Bottas, Sainz, Pérez, Massa, Button, kvyat, etc...
Los abandonos de Grosjean, Alonso y Hulkenberg, amén de los de los dos Mercedes, pasaron desapercibidos totalmente para el público -el de Alonso no, claro-, que disfrutó de una gran batalla en un GP épico en el que Verstappen fue el Rey.
Lo que depare o no el futuro a Max se vera, pero al margen de lo bueno que es, está teniendo una chorra de campeonato, y tarde o temprano se le acabará. Lo que ha hecho, viendo como está el patio, es genial sin serlo. Me explico. Ha estado soberbio pero tanto Kvyat (que superó en anteriores ocasiones a Ricciardo) como Sainz (lo mismo con Verstappen) hubieran podido hacer exactamente lo mismo. Max estuvo muy bien y eso. Pero no machacó y, de no haber estado los Ferrari por medio, seguramente no hubiera podido con su compañero, que optó, o tuvo que optar, por otra táctica.
Por otra parte, veremos de que humor llegan en Mercedes a Mónaco, con el siempre elegante y diplomático Toto Wolff capeando el temporal, a diferencia de Lauda, muy bocazas, en su línea. Como disculpa decir que al menos no se calla, y eso es de agradecer. Prefiero oír memeces que lo politicamente correcto.
Ferrari sigue sin aprovechar las oportunidades, y yo ya doy por perdido cualquier título, pese a que sea muy pronto todavía. Ojalá me equivoque.
En cuanto a Mclaren, una carrera gris. Este año dudo que logren un podio. Veremos el que viene. Pobre Fernando, tanto talento desperdiciado.
Como detalle bonito la excelente sexta posición de Sainz celebrándolo con la bandera española.
Suerte a los dos para Mónaco.



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