Que mal coche para tan gran motor
Si hacemos caso a los estudios del
Doctor Enrico Benzing, estudios serios con multitud de datos como:
sección frontal (S), alerón trasero (S1), carrocería (S2), ruedas
(S3), coeficiente de penetración aerodinámica (Cx), peso y
velocidades máximas, para calcular la potencia de los motores,
concluimos que el Ferrari F1 86 tenía un gran motor.
Según esos cálculos, el más potente
era el Ferrari. Quizá algún día sepa por qué el BMW no estaba
incluido en el estudio, pero los demás sí: Renault, TAG-Porsche y
Honda. Y el Ferrari era el más potente en tres de sus cuatro
estudios. Dos eran en carrera, donde la cosa estaba muy igualada.
Honda ganó el cómputo combinado al
Ferrari: 963CV por 932, cerrando el grupo TAG-Porsche y Renault con
912 y 902, pero en entrenamientos, Ferrari se impuso con autoridad
con sus 1198CV frente a los 1130, 1108 y 1035 de Honda, TAG-Porsche y
Renault. Y eso en la combinada, ya que en Paul Ricard el F1 86
superaba al segundo, el Honda, por...¡ 141CV ! 1198 frente a 1057,
sobran palabras.
Claro que no sabemos como de exacto es
este estudio, pero queda claro que al motor del Ferrari lo que no le
faltaba eran caballos. Por tanto, el Ferrari, al menos en
calificación, debía ir como un tiro. Nada más lejos de la
realidad.
El F1 86 no llegó a sufrir el bochorno
del 312T5 de 1980, el peor Ferrari F1 de la historia, que no se
calificó en Canadá y que en Austria se quedó a 5”34 de la pole,
pero este no fue mucho mejor, y si el T5 tenía la excusa de su ancho
motor, que le perjudicaba de cara al efecto suelo, y que su ventaja
de potencia era de sólo 40CV frente al mítico Cosworth DFV, aquí
no a lugar a tales excusas. En calificación el motor rebosaba
potencia por doquier y no había un diseño desfasado a la espera de
actualización. Simplemente era un mal coche.
De sus actuaciones en carrera no
hablaré, porque aunque estaba entre los mejores por potencia, hay
más factores que influyen en el motor -consumo, margen de
utilización, par, etc...-, solo decir que nunca luchó por la
victoria, aunque logró subir al podio. Pero en calificación, con
ese motor, debería haber hecho más, mucho más.
Lo más cerca que se estuvo de la pole
en tiempo fue a 0”839 en Francia, con Alboreto 6º, y por posición
en Imola, Alboreto 4º a 1”277. Lo peor en Canadá a 4”763 con
Johansson 18º, estando otras dos veces más por encima de los 4
segundos: España con Alboreto y Gran bretaña con Johansson..
Añádase diez veces por encima de los 3”, once de los 2” y siete
de 1”.
Dado que el motor era potente, el que
más con permiso del BMW, y los neumáticos eran para todos iguales;
el chasis, la aerodinámica y, por tanto, la conducción, eran
terribles.
Su sustituto, el F1 87, lo mejoró un
poco al principio, pero mucho al final, logrando tres vueltas
rápidas, tres poles y dos victorias frente a la nada de 1986.
Uno de los motores más potentes, sino el que más, pero un pésimo conjunto chasis aerodinámica. Alboreto calificó a una media de 2"211 de la pole y Johansson a 2"547. La media sitúa al F1-86 a 2"379 del más veloz, una eternidad. En la "superpole" Michele y Stefan son 9º y 11º respectivamente.
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