lunes, 10 de agosto de 2020

GP 70 aniversario (Silverstone bis) 2020

 



             Mad Max, furia en la carretera






¿Quién iba a decir que veríamos un Gran Premio tan distinto en la misma pista apenas una semana después? Nadie. A ello contribuyó Pirelli con unos compuestos más blandos y, sobre todo y para curarse en salud, con unas presiones más altas. A lo que hay que añadir un Red Bull que cuida mejor los neumáticos que el Mercedes y al excelente pilotaje de Mad Max.

La alta degradación mostró uno de los pocos puntos flacos del superpoderoso W11, lo que abre una posible ventana a quebrar su dominio. Aunque estos aprenden rápido y quizá nos les pase de nuevo. Y sin necesidad de un test ilegal como el de 2013.

Hablando de ilegalidades, la de Racing Point con sus tomas de aire de los frenos traseros, saldada -de momento- con una multa de 400.000$ y la pérdida de la mitad de sus puntos en el campeonato de constructores, librándose los pilotos. Muchos se quejan de lo vacuo de esta sanción, pero visto los precedentes, como el de Mercedes antes citado en 2013, o lo de Mclaren en 2007, a mí no me sorprende nada. De hecho, lo otro me pareció más escandaloso. Otra cosa es ver si el Racing Point es o no un W10, cosa que parece ser y que no creo sea nada difícil de comprobar. Pero parece que no se quiere hacer, dando lugar a paripés como este. Lo bueno de su no exclusión fue ver de nuevo a Niko Hulkenberg, esta vez mejor adaptado y dando muestras de su talento, toda vez Checo Pérez no pudo retornar a pista pese a estar bien, ya que siguió dando positivo en coronavirus.




Hulkenberg brilló, pero su ansiado podio no estuvo nunca a su alcance.

















La calificación volvió a ver el duelo de los Mercedes intratables, “intosibles”, siendo esta vez Bottas el más rápido. Ambos hicieron su vuelta rápida con medios -los blandos de la semana pasada- en una calificación con girigay con los neumáticos, destacando Verstappen que pasó a Q3 con el duro. Fue cuarto a un segundo, como la semana pasada. Se intercaló entre él y los Mercedes el genial Hulkenberg, el único que quedó a menos de 1”. Ricciardo fue un sorprendente quinto, por delante de Stroll, Gasly -muy bien-, Leclerc, Albon y Norris. Vettel, de nuevo fuera del corte, y los dos Alfa cerrando parrilla con Kimi, otra vez, último. Y antes de cerrar la calificación, destacar de nuevo a Russell, que pasó a Q2 y fue décimo quinto. Bravo.

Antes del inicio de la carrera, la pantomima del racismo. Miren, sin enrollarme demasiado ni nada por el estilo, decir que la F1 no es el sitio para estas cosas. Sin duda prefiero la época de Bernie en la que por no permitir, no se permitían ni siquiera manifestaciones relacionadas con el mundo del automóvil. No me gustó no dejaran subir a Vettel con una bandera de Ferrari en Monza 2015 y mucho menos que no dejaran hacer un minuto de silencio por María de Villota en Japón 2013, pero esto de manifestarse por todo -en realidad por lo progre- me parece estúpido. Y más hacer a los pilotos dan un discurso de moralina. Puedo aceptar que en cada GP haya un gesto por algo -aunque yo no lo haría-, como por ejemplo un minuto de silencio por lo de Beirut, pero por quinta cita seguir con la misma cantinela me parece de imbéciles. Luego quitan, por la misma ideología progre, a las chicas de las parrillas, pero siguen yendo a correr a Abu Dabi. Su típica doble moral.

Retornado a lo mollar, la carrera, esta destacó por la degradación y por la gran demostración de dos jóvenes talentos: Max Verstappen y Charles Leclerc, que sacaron de sus monturas más de lo que estas dan. Volviendo a los hombres de cabeza, los Mercedes van como tiros, los dos, pero el Red Bull sólo anda si lo pilota Verstappen. Me recuerda a cuando en 1998 los Mclaren eran (+ -) tan superiores como Mercedes hoy y sólo Schumacher con el Ferrari podía acosarlos. Y es que Hamilton no domina a Bottas ni la mitad de lo que lo hace Max con Albon. Si no está él, el Red Bull no sería nada y Leclerc sería el primero de los demás. Pero a años luz. Y hablando de Leclerc: estuvo tan genial que en un momento dado iba tercero acercándose a los líderes marcando vuelta rápida. A-CO-JO-NAN-TE.




A Ferrari no se le suelen dar bien los aniversarios, pero Leclerc volvió a mostrar su clase.




El inicio de carrera vio a los Mercedes despegarse como si nada. Todo parecía indicar un dominio como el de la semana anterior, pero la degradación y, sobre todo, Verstappen, lo iban a impedir. El Red Bull no castigaba casi nada las ruedas y Max conducía como los ángeles, toda vez que los Mercedes sufrían. Así las cosas se planteó una lucha táctica entre los dos mejores equipos en este aspecto: Red Bull y Mercedes. Estos últimos, como en Italia el año pasado, decidieron dividir la táctica, dando la aparente mejor a Bottas. Este paró antes para hacer un “undercut” a Max, cosa que no logró porque en Red Bull estuvieron muy vivos y pararon a la vez, mientras Hamilton se mantuvo en pista con las ruedas destrozadas -de aspecto- pero no tanto de agarre, manteniendo un ritmo muy bueno. De ese modo paró diez vueltas después y pudo, en su sprint final, desbordar a Bottas de la segunda posición, cosa que, a igualdad de táctica, no habría logrado. A destacar que la primera parada de Verstappen fue un poco lenta -para Red Bull- y salió justo por detrás de Bottas, pero en unas pocas curvas se lo ventiló sin miramientos de forma implacable.

Fuera de las plazas de honor, pero como si lo hubiera estado, acabó Leclerc, con una parada -como Ocon y Kimi-, estando unas cuantos escalones por encima del nivel de su coche.

Albon fue quinto tras parar por primera vez en la vuelta siete y realizar toda una carrera al ataque en tráfico, superando a poco del final a Stroll, que fue sexto por delante de un Hulkenberg que siempre rodó por delante de su compañero pero al que, incomprensiblemente, hicieron parar por tercera vez a ocho vueltas del final.




Hamilton sudó -y se la jugó- para batir a Bottas



Octavo fue Ocon, muy brillante a una sola parada -por tres de su compañero Ricciardo-, precediendo a Norris y a Kvyat que, a la chita callando, acabó superando a Gasly. Vettel fue duodécimo, lastrado por otro error en la primera vuelta -y ya lleva unos cuantos el hombre- con Sainz justo por detrás tras pifiarla, por tercera vez este año, sus mecánicos en boxes. Carlos podría estar con más puntos que Norris, pero es que toda la mala fortuna de Mclaren se ha centrado en él. Cosas de la vida.

Kimi Raikkönen, al que no le importan las estadísticas, fue décimo quinto superando el número de vueltas disputadas en F1 con 16845, por las 16825 de Schumi. Otro récord que Schumi pierde. Y otro que perderá: el de podios. Hamilton ya lo igualó con 155.

Y así no vamos hasta dentro de siete días en España, donde el ridículo de la F1 y, sobre todo, el de mí país, puede llegar a niveles místicos, porque a esta MIERDA de nacionalistas catalinos les dejan hacer lo que les da la puta gana. En fin, que asco.

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