Hamilton aburre
Y no sólo por su dominio, nada nuevo
en la F1 -aunque no tan largo-, sino y sobretodo, por su pesadez con
los mensajitos contra el racismo. Que ya le vale la tontería a este
giliprogre, vamos. Que Mercedes le dore la píldora y pinte sus
coches de negro, vale, es cosa suya, pero que le baile el agua la F1
no, de eso nada. A ver, mameluco, aunque la intención es buena,
estás equivocando el mensaje, el momento y el lugar. Con tus
acusaciones das la impresión de ser tú el racista. ¿Por que
cojones ha de arrodillarse nadie? Primero mira lo que pasa en el
mundo y luego, si quieres, el pasado de tú país, el más racista de
todos, y luego hablas. Hablas sí, pero fuera de un Gran Premio de
F1.
Con Bernie Ecclestone semejante
tontería no tendría cabida, pero con estos acomplejados
politicamente correctos, todo vale. Empezaron por quitar a las chicas
y ahora están salidos de tiesto con esto del racismo. En fin,
vayamos a lo que es la F1 a pesar de semejantes gilipollas.
El GP empezó con la triste noticia del
positivo por coronavirus de Checo Pérez, que se perdió el GP -y
alguno más se perderá- y al que todos deseamos lo mejor. Parece que
está bien, lo cual anima. Su sustituto fue Niko Hulkenberg, que no
pudo en calificación con Stroll y, en carrera, un problema en su
unidad de potencia le impidió salir. De haber muletos, esto no habría sucedido, pero parece no importar a nadie, hasta que le pase a un aspirante al título al final y entonces escarmentaremos. Al margen de la falta de
adaptación de Niko, no hay que menospreciar al canadiense Stroll,
que cada día pilota mejor.
Los Mercedes arrasaron en calificación
con Verstappen tercero a 1” y Leclerc cuarto a 1”1. Por detrás:
Norris, Stroll, Sainz, Ricciardo, Ocon, Vettel, etc...
Hulkenberg volvió, pero no brilló. Tiene siete días para resarcirse. |
Como nota negativa, de nuevo los Alfa
Romeo, que sólo pudieron superar a Grosjean y Latifi. Russel, por su
parte, volvió a pasar a Q2 dando muestras de su gran clase. Una
penalización por no respetar una bandera amarilla lo mandó al final
de la parrilla, pero la demostración ya estaba hecha.
La carrera fue un peñazo en su
práctica totalidad, a pesar de los coches de seguridad que no
influyeron absolutamente nada, salvo permitir a Grosjean escalar de
décimo cuarto a quinto. Poco a poco fue volviendo a su posición
“natural”.
La emoción vino al final gracias a
Pirelli, ya que sus ruedas delanteras izquierdas pincharon, como les
pasó a los Ferrari en 2017. En esta ocasión pincharon los dos
Mercedes y Sainz. Pero Hamilton tuvo doble fortuna, pinchó en la
última vuelta y, gracias a que en Red Bull pararon a Verstappen en
busca de la vuelta rápida, su ventaja era tal, que pudo cruzar
victorioso la meta. Peor fortuna para Bottas y Sainz -autor de nuevo de una gran salida-, que perdieron
la segunda y cuarta posición respectivamente, quedándose sin
puntos.
Leclerc volvió al podio en una carrera
en la que estuvo la mar de lejos de los tres “tenores”: Hamilton,
Bottas y Verstappen, pero controlando por poco al resto, a diferencia
de Vettel, que no se encuentra a gusto con su SF1000.
Ricciardo fue cuarto por delante de
Norris, Ocon, Gasly -buena carrera- Albon, Stroll y el antes
mencionado Vettel, cerrando así los pilotos con derecho a puntos. Y
digo pilotos porque si digo hombres, me denuncian las -y los-
feminazis. Hasta “pilotas” habrá que decir de seguir esto así,
aunque no haya ninguna y el término no exista.
No arrodillarse es tan respetable, sino más, que hacerlo. Porque ya cansa la tontería. |
Red Bull perdió la carrera al ir a
buscar con Verstappen una vuelta rápida que ya tenían con Albon. Es
fácil ahora decir que se equivocaron, pero nadie pensó en que
Hamilton iba a correr la misma -mala- suerte que Bottas. También es
verdad que con el precedente de 2017 podrían haberse quedado a
esperar lo inesperado. Una pena por Max, que está siendo el único
rival para un equipo, el Mercedes, superpoderoso. Al estilo de Berger
con el Ferrari en 1988 frente a los Mclaren-Honda.
Antes de despedirme, mi aplauso a los
pilotos que no se arrodillan y que no se doblegan a la dictadura de
Hamilton, dictadura progre: Sainz, Verstappen, Leclerc, Giovinazzi,
Raikkönen, Kvyat y Magnussen, este por primera vez.
En siete días más... o menos.
El mundo se dirige al absurdo llevado por extremistas y alientado por ellos. Así nos va, pero aquéllos se forran y la única "ayuda" que prestan es simbólica y patética, con el "taco" a buen recaudo. Que les den, Hamilton y Mercedes incluido, faltaría más.
ResponderEliminarYa puestos, por poner un ejemplo de muchos, habría que "arrodillarse" por esa gente (niños incluido) que sacan el Cobalto para las dichosas baterías de los cochecitos éstos. Esta gente lo saca a cambio de un sueldo ridículo para que se venda a precios estratosféricos por los de siempre.. Pero por éstos no se arrodilla nadie. Y así se podría seguir hablando respecto a prácticamente cualquier aspecto relacionado con este ser tan adorable como es el humano...
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