martes, 12 de abril de 2022

GP de Australia 2022

 



                          Capa y Puñal




Los antiguos lectores de comics de súper héroes como yo reconocerán a estos supertipos: Capa, la oscuridad, y Puñal, la luz. Y eso fue lo que hubo en Ferrari este fin de semana, luz y oscuridad, cara y cruz, una de cal y otra de arena.

Leclerc brilló y ganó de forma contundente, “a lo Clark” que se decía: de pole a meta liderando todas la vueltas y, de pasó, marcando la vuelta rápida, lo que lo llevó a realizar su segundo Hat-trick y su primer Gran Chelem. Todo esto mientras a su compañero Sainz todo se le ponía en contra. Una bandera roja por el accidente de Alonso en Q3 le costó su vuelta. Una vuelta que ya había cerrado. Pero como salió la bandera roja justo cuando pasaba por meta, no contó. Le hubiera valido para ser segundo en ese momento, cuarto al final. Finalmente no pudo salir a tiempo a realizar su vuelta buena porque no le arrancaba el motor y, cuando lo hizo, ya no tenía tiempo para preparar la vuelta como quería -Ferrari calentaba las ruedas en dos vueltas- y falló, calificando noveno.

Antes de la salida le cambiaron el volante, este no estaba bien ajustado, y arrancó mal, luego, tratando de recuperar precipitadamente, se salió de pista, abandonando.



Mala suerte más pequeños fallos igual a error. Sainz no tuvo su fin de semana.


Y ahora, el GP en sí. Tras dos años la F1 regresaba a Australia, tras la suspensión del GP en 2020 por el coronavirus, ya con todos los coches en pista y directamente no ir en 2021. Para este año la pista se modificó, haciéndola aún más rápida, fluida y quizá, con más facilidades para adelantar.

Los libres fueron un poco barullo, con los Ferrari siempre fuertes, Red Bull acechando, Mercedes un poco más atrás agazapada y Mclaren arriba. Y es que Mclaren, o bien solucionó sus problemas de las dos primeras citas, o el circuito les iba como un guante. Mientras tanto, el retornado Vettel no paraba de tener problemas. En los libres 1 y en los 3, que obligaron al equipo a rehacer su coche de cara a la calificación, sólo pudiendo hacer una vuelta. Y eso porque hubo una bandera roja, que si no...

En Q1 cayeron ambos Aston Martin, el de Stroll sin marcar tiempo siquiera, ya que chocó contra Latifi, que va a golpe por GP este año, de forma estúpida. Fue un malentendido, creo que más culpa de Latifi, pero no hay que darle más vueltas. Tampoco pasaron los Williams, ni Magnussen, esta vez no tan brillante. Ni él, ni el Haas.

La Q2 vio destaparse a Alonso, toda vez que Hamilton la pasaba por los pelos. Gasly, Bottas, Tsunoda, Zhou y Schumacher se quedaban varados en ella. Pequeño bajón de Alfa, Alpha y el antes mencionado Haas. De ese modo, los cinco equipos a más fuertes, por historia y medios -han ganado todos los títulos de los últimos 25 años, algunos con diferentes denominaciones-, pasaban a Q3. Estos equipos son: Ferrari, Red Bull, Mercedes, Mclaren y Alpine.



Fortísimo. Alonso pudo ser el primero del resto, pero se le estropeó el Alpine primero, y la carrera luego no se le puso de cara. ¿Soñando con otro Singapur, quizá?


Esta última ronda dejó a Leclerc primero por delante de los Red Bull tras la bandera roja provocada por el accidente de Alonso, que tuvo un problema hidráulico. Se reanudó la sesión y sólo Verstappen puso en jaque al monegasco. La vuelta del holandés no fue perfecta, pero si lo suficiente buena para ponerse en pole, hasta que Leclerc dio el último arreón, bajó del 1´18 y dejó a todos en su sitio. Fue una pole merecida, porque aunque Max no estuvo perfecto, en caso de haberlo estado, dificilmente habría podido con Charles. Para muestra un botón: juntando sus mejores parciales de calificación habría marcado 1´18”041, por el 1´17”868 del Ferrarista. Pérez, Norris, Hamilton, Russell, Ocon, Ricciardo, Sainz -ya comentamos lo que le pasó- y Alonso, completaban la parrilla por delante.

Alonso y Hamilton destacaron al final por bocazas, El primero decía estar en condiciones de luchar por la pole ¡¿Y qué más?! Quinto y gracias. Eso era lo máximo en condiciones normales. En el último sector perdía un montón de tiempo sobre los Ferrari y RB. Como todos. Ham, por su parte, decía era frustrante hacer una gran vuelta y quedarse a un segundo... Va y lo dice el autor de más de 100 poles, el poseedor desde 2014 del mejor coche de largo de la parrilla, algo que ningún otro piloto ha podido disfrutar durante tanto tiempo. Mejor hubiera sido que se callara. Que se callaran los dos.



Grandiosa carrera de Albon. De los mejores este fin de semana.


En parrilla todos montaron medios salvo Sainz, Alonso, Magnussen, Vettel, Stroll y Albon. Lo más destacado en la arrancada fue la gran frenada a final de recta de ambos Mercedes, que situaron a Ham tercero tras Leclerc y Max, y a Russell quinto tras Pérez. Sainz, que bajó del noveno al décimo tercero, perdió una posición más con Mick Schumacher antes de precipitarse y estrellarse. Eso truncó su serie de treinta y una carreras sin abandonar.

Salió el coche de seguridad en la vuelta tres y Stroll, que iba último, paró y puso medios para, acto seguido, volver a parar y poner duras y, de ese modo, sin perder tiempo, tener ya puestos los juegos de ruedas obligatorios. Es decir, se quitó el neumático medio de en medio -valga la redundancia- con idea de no parar más. La carrera se reanudó en la siete por este orden: Leclerc, Verstappen, Hamilton, Pérez, Russell, Norris, Ricciardo, Ocon, Gasly, Alonso, etc... El monegasco se marchó de Max lo suficiente para que no le cogiera DRS, mientras Pérez, a la primera que lo tuvo, se ventiló a Ham.



Recuperándose de su mal inicio de temporada, los Mclaren acabaron quinto y sexto.


Primero poco a poco, luego ya de forma contundente, Leclerc se iba haciendo más pequeño a ojos de Verstappen, hasta desaparecer del todo. Eran 9” los segundos que le llevaba cuando Max paró en la vuelta diecisiete con las ruedas en las lonas. Dos vueltas después paró Checo Pérez, que por la degradación -y eso que nadie cuida las ruedas como él- se veía acosado por Hamilton.

En la veintiuno paraban el líder y Ham y, casi al momento, Vettel se la daba y salía el coche de seguridad. Con eso la ventaja de 4”1 de Leclerc se iba al garete mientras Russell hacía su parada y, gracias al famoso coche, superaba de una tacada a Hamilton y Pérez.

La resalida fue en la vuelta veintisiete por este orden: Leclerc, Verstappen, Russell, Alonso -sin parar-, Pérez, Hamilton, Magnussen -sin parar-, Norris, Ricciardo y Albon, otro que sin parar y a la chita callando, estaba haciendo una gran carrera. Leclerc subviró en la última curva y se puso al alcance de Max, pero no fue presa fácil y aguantó el tipo. A partir de entonces se alejó del holandés con más suficiencia que antes.



Max, dos abandonos en tres carreras. Casi tan veloz como el Ferrari, pero sin su fiabilidad.


Pérez remontó de nuevo hasta el tercer lugar dando cuenta primero de alonso (vta. treinta) y de Russell (treinta y seis). Hamilton se situaría quinto tras superar a Alonso una vuelta después de que lo hiciera Pérez, mientras Magnussen era superado por ambos Mclaren.

En la vuelta treinta y ocho con 6” de Leclerc a Verstappen, este abandonaba la carrera por una fuga de gasolina, dejando más tranquilo, por si no lo estaba ya, a Charles Leclerc, que tenía a casi 12” a Pérez como más inmediato perseguidor.

Esta vez el coche de seguridad fue virtual y pararon Alonso y Magnussen, pero Albon no. Cuando se retiró, un par de vueltas después, el orden era: Leclerc, Pérez, Russell, Hamilton, Norris, Ricciardo, Albon, Ocon, Stroll, Gasly, etc...

Alonso era décimo tercero y Magnussen décimo séptimo y último. Se esperaba remontasen con las medias, pero les duraron poco. A Alonso en realidad, nada, y a Magnussen poco más, acabando finalmente décimo cuarto por el décimo séptimo y último de Alonso. Sin ruedas y nada que perder, paró de nuevo y puso medias, quizá en un vano intento de hacer la vuelta rápida. No la conseguiría porque Leclerc también la quería y su Ferrari, con duras usadas, era mucho más veloz que el Alpine de Alonso con medias nuevas.



Lance Stroll fue el peor del fin de semana por actitud. En la imagen, "estrangulando" a Bottas.


La carrera no tuvo más cambios salvo que Stroll se hundió porque no le aguantaron las ruedas, a diferencia de Albon, que sí y, de no ser por la obligatoriedad de tener que parar, hubiera sido séptimo. Décimo al final, nada mal. Un carrerón, que diría nuestro querido Ángel Nieto. Por delante de él, por si había dudas: Leclerc, Pérez, Russell, Hamilton, Norris, Ricciardo, Ocon, Bottas y Gasly.

Finalizada la carrera daba pena escuchar a Alonso y Hamilton. El primero decía que, en otras circunstancias podría haber luchado por el podio, de nuevo sólo viendo lo que le convenía y sobreestimando sus prestaciones, mientras el segundo, Ham, lamentaba la “jugada”, según él, que le hizo su equipo que le impidió acabar tercero, cuando su equipo no le hizo nada malo. Fue el coche de seguridad el que lo perjudicó. Cosas que pasan. Desafortunadas declaraciones del tipo más laureado que se lamentaba de haber perdido un podio. Y eso cuando este lo recogía su compañero que, curiosamente, obtenía el segundo. Primero “real”, ya que el de Spa 2021 fue una pantomima.



Al igual que Fernando, Hamilton hubiera estado mejor callado este fin de semana.


Para finalizar, sin darle más vueltas, debo decir me gusta el nuevo director de carrera y sus directrices, sobre todo esa que “impide” a los pilotos arrinconar a otro para adelantar o evitar serlo. Es como debe ser, así se debe actuar, como si en lugar de escapatoria hubiera un muro. Por eso mismo me pareció mal no sancionasen a Stroll, que sacó de pista a Bottas y, en menor medida, a Magnussen con Alonso. Si bien la primera es injustificable, la segunda tenía un pase.

Y de aquí en quince días, al circuito Enzo y Dino Ferrari de Imola, donde la Scuderia llega con todo merecimiento con vitola de favorita.


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