martes, 29 de marzo de 2022

GP de Arabia Saudita 2022

 



                            Dos súper dos




De los bombardeos a Arabia Saudita por parte de Yemen -y viceversa-, que pusieron en duda la celebración del GP, hablaré en otro artículo, respecto al GP en sí, dado que fue de gran emoción final, creo es acertado decir que esta carrera fue cosa de dos súper pilotos que, al igual que hace una semana en Baréin, nos hicieron vibrar con su intensa, pilla y a la vez limpia contienda.

De los libres, con Max volando con duros en los primeros y los Ferrari tocando muros en los segundos, poco que decir, ya que no fueron significativos, así que al grano.

La calificación empezó con sorpresa, ya que en la Q1 caía nada más y nada menos que Lewis Hamilton, sin excusas, por falta de rendimiento, reconocido por el mismo. Y eso que Tsunoda no pudo participar por avería. Junto a estos dos se quedaron Albon, Hulkenberg y Latifi.

La segunda ronda dejó fuera a los Mclaren de Norris y Ricciardo, al Alfa de Zhou, al Haas de Schumacher y al Aston de Stroll. Destacar que la sesión fue interrumpida casi una hora por el durísimo accidente de Schumacher, que dejó hecho añicos el Haas, causando baja para el domingo, pero no por salud, sino por la imposibilidad de reparar los daños. Güenter Steiner dijo que era irrecuperable. Y eso para un equipo con tan pocos medios no es una buena noticia.



Irreparable. Los accidentes de Schumacher, que no pudo correr, le cuestan muy caro a su equipo.


Y llegó el momento de la verdad en una pista en la que no siempre ir con un juego nuevo era lo mejor -sino que se lo digan a Sainz- y en la que los Ferrari partían como favoritos. Y tras el primer “round” estaban como en Baréin, 1 y 2 Sainz y Leclerc, con un sorprendente Pérez tercero, que daba el primer aviso. El segundo llegaba al final al arrebatar este la pole a Leclerc, que acababa de superar a un Sainz incapaz de sacar partido a las ruedas nuevas, siendo su mejor tanda con usadas y que, por tanto, se quedaba tercero por delante de un Verstappen que tampoco acabó de ir fino.

De ese modo y de manera más que brillante, Checo Pérez se hacía con la pole, la primera para un Mejicano en su 216 gran premio, récord, superando a Webber, que lo ostentaba con 131. Un récord en el que nadie pensó, como otro que me se yo para Alfa y que contaré a final de año para no gafarlo, aunque dudo se consiga.

Ocon, Russell -primer Mercedes-, Alonso, Bottas, Gasly y Magussen completaron los diez primeros. Magnussen declaró que no estaba en forma en esta pista y que se dejó medio segundo, es decir, que habría sido quinto.



Primera pole de Pérez. Sensacional, a 0"7 de la pole de 2021 en su 216 tentativa.


Antes de la salida hubo unos pequeños nervios en Ferrari por un problema en la bomba de combustible que hizo que la realización pusiese, por error, que Carlos saldría desde boxes. Pero sobre todo, antes de la salida, Yuki Tsunoda causó baja por un problema de motor, uniéndose así en la lista de bajas a Mick Schumacher. Seguro que a la mayoría les importó un pito que estos no salieran, como no importó siquiera cuando Kimi Raikkönen, ¡con el Ferrari! no lo hizo en Malasia 2017. Esto se evitaría con un coche de reserva, que no tiene por qué ser obligatorio. La F1, todos unos MEMOS, está esperando a que en una cita decisiva no pueda salir un candidato al título, y será entonces y sólo entonces cuando pongan el grito en el cielo y pidan lo que vengo pidiendo yo desde que en Singapur 2016 Grosjean no pudiera salir: un coche de reserva, los antaño conocidos como muletos.

Todos los pilotos salvo Magnussen, Hamilton y Hulkenberg, que montaron duros, salieron con medios en una carrera que se preveía a una parada.

En la arrancada Pérez y Leclerc mantuvieron posiciones mientras que Sainz retrocedía una siendo superado por Verstappen al verse bloqueado por su compañero. Todos fueron muy respetuosos con los límites de pista, lo que es de agradecer y que habla a favor de la nueva dirección de carrera.



Espectacular, peligrosa, e inutil lucha entre los Alpine.


Los cuatro líderes, o “la banda de los cuatro”, que a mediados de los 80 eran: Prost, Piquet, Mansell y Senna, y que ahora podrían ser -en este GP lo eran- los pilotos de Ferrari y Red Bull, se marcharon sin contemplaciones dejando al Mercedes de Russel, el tercer coche, en tierra de nadie, con los Alpine enfrascados en una bonita, peliaguda y, en el fondo absurda, lucha, con Magnusen y Bottas acechando por detrás mientras poco a poco, más atrás todavía, Hamilton iba remontando sin prisa, pero sin pausa.

Ferrari lanzo un “undercut” de esos con Leclerc a Pérez en la vuelta 15. Fue tan descarado que no sé si la idea era hacer entrar a Pérez. Sea como sea, Pérez entró a defenderse y Leclerc siguió. Las duras del poleman parecía tardaban en calentarse y quizá el Ferrarista podría enjugar los 1”6 que hasta entonces le llevaba el Checo. Entonces vino Latifi, ¿quién sino? Y se estampó provocando la salida del coche de seguridad virtual y, acto seguido, el real, causando la parada en masa de todos -menos de quienes partieron con duros- y la carrera se reordenó así: Leclerc, Verstappen, Pérez, Sainz, Russell, Magnussen, Hamilton, Alonso, Hulkenberg, Bottas, etc...



Leclerc no pudo ganar, pero afianzó aun más el liderato. Y marcó la vuelta rápida.


Pérez había superado ilegalmente a Sainz bajo régimen de coche de seguridad. Normal porque pasaron casi en paralelo por la línea que lo permitía. Lo que no fue normal es que no devolviese posición hasta que se reanudó la carrera. Dejando al margen la posibilidad de ataque de Carlos a Max, ¿y si Russell lo llega a superar? ¿Que hace Checo? ¿Los deja pasar a los dos? Sinsentido total y muy fácil por parte de dirección de carrera haberlo solucionado antes.

Ya con todos lanzados, Leclerc y Verstappen se mostraron a otro nivel distanciando a Sainz y al Checo, que parecía no ir tan bien con duras como con las medias, ya que de marcar el ritmo pasó a estar sin él. De haber ido como al principio se habría ventilado a Sainz, que siempre fue igual, es decir, le faltaba un poco.

Intercambiándose vueltas rápidas, Leclerc y Verstappen, mantenían su lucha particular. Max no lograba entrar en zona de DRS y Leclerc nunca llegó a tener dos segundos. Con 1”6 estaba cuando salió el coche de seguridad virtual, que lo hizo por los abandonos de Ricciardo y Alonso, que obligaron a cerrar los boxes al quedarse los coches parados en la entrada de los mismos, no como Bottas, que sí conseguía llevar su malherido Alfetta a los “stands”. De ese modo, el ansiado coche de seguridad deseado por Ham, Magnussen y Hulkenberg, pasaba de largo. Pararon todos ellos con la carrera lanzada. Ham lo hizo el último y perdió posición con Magnussen. ¿Quien iba a decir a Haas que iba a luchar posición de tú a tú a Hamilton hace unos meses siquiera? Y a rendimiento puro. Magnussen está encantado y con él, su patrón. Con Mick no estará tan contento...



Por delante de su compañero Hamilton, Russell fue un sólido quinto, siempre en tierra de nadie.


En fín, que se larga el coche de seguridad virtual en la vuelta 41 -había entrado en la 38-, un coche cuyo fin es neutralizar menos tiempo la carrera, no reagruparla, y mantener, más o menos, las distancias. Siempre hay alguien que se ajusta mejor a la velocidad permitida y saca ventaja. Leclerc y Verstappen le metieron 3” al dúo perseguidor -Sainz-Checo-, una diferencia importante, aunque de cara al resultado final diese igual. Sin embargo, el medio segundo que le recortó Max a Leclerc tal vez sí pudo ser decisivo. Se puso a tiro de DRS en una pista de tres zonas y, eso unido a su mayor velocidad punta -más de 10km/h- convertía a Charles en presa fácil. Pero no lo fue, luchó con inteligencia y maestría, dejando pasar a Verstappen en la última zona de detección para luego adelantarlo él con el DRS. No le iba a funcionar siempre, pero el afán de Max de no pasar primero, de nuevo, por la última zona de detección casi le cuesta un plano.

Al final Max superó a Leclerc en la vuelta 46. No lo pudo distanciar, pero la menor velocidad máxima del Ferrari, unido a unas banderas amarillas por el toque entre Stroll y Albon, facilitaron la labor para que Max lograse su victoria número 21, o la 20,5 como digo yo, porque la de Spa 2021 no es victoria ni es ná.



Problemas en su motor Honda, dejaron en blanco a Tsunoda en Arabia. 


Gran duelo de dos grandes que, de momento, se perfilan como candidatos al título. Sainz y Checo, tercero y cuarto, podrían jugar importantes roles a lo largo del año. De hecho, Sainz debería lograr su primera victoria pronto y, si consigue adaptarse al F1-75 como lo hizo con el SF 21, podría también optar al título. Respecto a Ham y Mercedes, sin olvidarnos de Russell, es muy pronto todavía para descartarlos.

Russell fue el quinto, el lugar natural del Mercedes a día de hoy, precediendo a Ocon, que adelantó in extremis a Norris, Gasly, que finalizó con graves dolores intestinales, Magnussen y cerrando los puntos, Hamilton, un Hamilton que ya no se acordaba de si daban puntos por esa posición.

En quince días la F1 regresa a Australia tras la pandemia y el duelo Ferrari-Red Bull, cuyos coches están muy igualados, proseguirá y cualquier mínimo detalle podría decantar la balanza hacia uno u otro lado. Sainz seguirá en su adaptación camino de su primera victoria, y pole.

Vacúnense, no sea se lo vayan a perder.


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