martes, 30 de agosto de 2022

GP de Bélgica 2022

 



      Verstappen y Red Bull, por encima de todo




Tras las vacaciones veraniegas auspiciadas hace años por el simpático y pintoresco Eddie Jordan, la F1 volvía a Spa, el circuito por antonomasia, el preferido de la mayoría y donde el año pasado dio a lugar la mayor vergüenza de la historia de la F1, suspendiéndose la carrera. Por si no fuera poco, pese a no haber carrera, hubo clasificación y de ese modo, Verstappen se adjudicó la victoria en una carrera inexistente.

Volviendo a la actualidad, justo antes de los primeros entrenamientos se supo que Mclaren rescindía el contrato de Daniel Ricciardo, al no haber cumplido el australiano sus expectativas. Por otro lado, siete pilotos penalizarían por cambio de motor: Verstappen, Leclerc -otra vez-, Ocon, Norris, Zhou, Schumacher, Tsunoda y Bottas, aunque este último con una sanción menor, por tanto, saldría sí o sí delante de estos que, al irse al fondo de la parrilla, se buscarían la mejor posición, la catorce, por velocidad pura.

Los libres fueron de una claridad meridiana y en ellos Verstappen mostró estar a un nivel muy superior. De mantenerlo, como así fue, no tendría rival pese a la penalización.



Sainz, pole de rebote, gran conducción y táctica, pero el coche no estaba para ganar.


Los entrenamientos empezaron con retraso al estar reparándose una valla por un accidente en una copa de promoción y en la primera ronda se quedaron: Vettel, Latifi, Magnussen, Tsunoda y Bottas que, dada su penalización, iba a salir décimo tercero hiciera lo que hiciera. Así que no hizo nada. La segunda ronda dejó “varados” al licenciado Ricciardo, Gasly, Zhou, Stroll y Schumacher.

El último tramo fue un paseo para Verstappen, que no necesitó siquiera de su segundo intento para marcar el mejor tiempo, que no la pole, que fue a parar a Carlos Sainz por la sanción antes comentada. Max no dio rebufo a Pérez, cosa que sí hicieron Leclerc y Ocon con Sainz y Alonso respectivamente y, dado el estrecho margen por el que el español logró la pole, quizá el rebufo fue decisivo. Pérez fue tercero delante de Leclerc, Ocon, Alonso, Hamilton, Russell, Albon y Norris. A destacar las excelentes prestaciones de Ocon y su labor de equipo, máxime cuando en la luchas parece tener fijación por sus compañeros. Así todo, el más destacado tras Verstappen fue Alexander Albon, que con su modesto Williams se sitúo como el noveno más veloz, habiendo sido esta su primera vez en Q3 este año. Y con las sanciones partiría sexto. ¡Bien por él!

Con las penalizaciones antes comentadas de Verstappen, Leclerc, Ocon, Norris, etc... estos retrocedían de la décimo cuarta posición en adelante, mientras Alonso, Hamilton y demás, ascendían. Alonso era el más favorecido, ya que partiría tercero.



Espectacular toque entre Alonso y Hamilton en la primera vuelta. Sin más consecuencias que el primer abandono del año del británico.


Respecto a la pole, heredada por Sainz, si bien he comentado otras veces que esta debería quedársela el que la “hace”, en este caso Verstappen, creo que bien pensado, no. Rectifico. Y lo hago porque, al igual que un piloto puede cruzar primero bajo la bandera a cuadros, pero no ganar la carrera -el último Vettel en Canadá 2019-, a causa de una sanción, se da la misma circunstancia en estos casos. Un piloto al estar sancionado, no puede hacer la pole. Y por eso mismo, como no hace la pole, no debería acudir a la rueda de prensa, es absurdo. ¿Acaso subió Vettel como ganador en Canadá 2019? Pues lo mismo. Que apliquen la lógica.

La carrera, pese a la remontada de Verstappen, fue un peñazo, y Max, que se vio favorecido de no salir tan atrás porque otros muchos coches penalizaron -y Gasly se quitó de en medio al partir desde boxes-, casi hubiera preferido salir último, incluso desde boxes. Ya que visto su ritmo, hubiese ganado igual.

En la arrancada Sainz, con blandos, al igual que Max y a diferencia de la mayoría, que iban con medios, mantuvo el tipo, pero Alonso y Ham se cepillaron a Pérez, el cual recuperaría el segundo lugar cuando Ham colisionó con Alonso en Les Combes al cerrar trayectoria. No hubo sanción, pero sí justicia divina, porque el inglés abandonó y Alonso siguió sin apenas daños.



Lo mejor de la carrera tras Verstappen: Alexander Albon


El primer giró acabó con Sainz en cabeza seguido de Pérez, Russell, Alonso, Vettel, Ricciardo, Albon, Verstappen, Stroll, Leclerc, etc... Lo más destacado: la gran arrancada de Vettel, de décimo a quinto. El trompo de Latifi en la segunda vuelta en Les Combes causó el abandono de Bottas al esquivarlo y, de paso, la salida de un coche de seguridad. Durante ese periodo -vueltas dos a cuatro- Leclerc se detuvo en boxes al metérsele en los radiadores la visera de otro coche. Muy mala suerte, ya que se reincorporó décimo séptimo.

No hubo grandes problemas en la reanudación. Lo más destacado la remontada de Verstappen, que apenas llegó a estar a 6” de Sainz y que en apenas cuatro vueltas era tercero. Su adelantamiento a Alonso en la recta de Kemmel, por mucho DRS que tuviera, parecía de otra galaxia. Ahí sí que parecía Alonso llevase un motor de GP2.

Sainz, con Pérez a poco más de un segundo -y otro sobre Max-, paró en la vuelta once, idéntico al puesto de su compañero Leclerc, que remontaba bien, aunque en comparación con Max, iba a cámara lenta.

Verstappen se puso en cabeza una vuelta después al superar a su compañero, mientras Sainz iba recuperando posiciones, llegando a la cabeza en la vuelta dieciséis cuando paró Max -previamente lo había hecho Pérez-, siendo su ventaja de cuatro segundos y medio. Y Max se la cepilló... ¡en dos vueltas!, mucho menos de lo que dura un caramelo a la puerta de un colegio, poniéndose líder hasta el final. En tres vueltas más Pérez se situó segundo. Era la vuelta veintiuno y las cosas estaban así: Verstappen, Pérez, Sainz, Russell, Leclerc, Alonso, Vettel, Ocon , Albon, Ricciardo, Stroll, Gasly, etc...



Octavo. Sólida carrera de Vettell en Spa. Y gran salida.


De ahí al final, pese a las paradas, apenas varió nada. Ocon superó a Vettel para acabar tras su compañero de equipo y Gasly a Stroll, Ricciardo y Albon para acabar noveno, dejando al bueno de Albon, que realizó una gran carrera, cerrando los puntos.

Alonso recuperó un puesto más al caerle a Leclerc una sanción de 5” por exceder el límite de velocidad en boxes. Y es que en Ferrari, que habían estado muy bien tácticamente este fin de semana, con juego de equipo cuando tocaba -rebufos en cuali-, la pifió al ir a por una vuelta rápida al final cuando no tenían la distancia suficiente. Alonso adelantó a Charles y este recuperó el puesto en la última vuelta, no pudiendo hacer la vuelta rápida precisamente por ello.

En una semana Max corre en casa y por mucho que sea un circuito de carga, son los claros favoritos. Podrían los Ferrari plantarles cara, ya que a veces las cosas cambian de un día para otro, pero no me hago ilusiones. De hecho, parece RB a metido una marcha más y Ferrari una menos. En ritmo de carrera lo pasaron mal. No es que Red Bull fuera mejor -de Max ni hablamos-, sino que el Mercedes superviviente fue mejor. Sólo la mejor posición de partida de Carlos, una buena táctica -esta vez sí-, y su maestría, impidieron a Russell lograr el tercer escalón del podio.

Hasta Zandvoort.


sábado, 20 de agosto de 2022

Primera parte del 2022

 



                               El “analís”




Primera parte, que no primera mitad, ya que al haberse disputado 13 carreras de 22, se han corrido el 59,09% de las pruebas, redondeando, un 60% y, en ellas, tanto a Max Verstappen como a Red Bull, se le han ido “cayendo” los rivales, en este caso, los Ferrari.

Le pasa un poco como a Schumi y Ferrari entre los años 1999 a 2001 cuando estos no tenían el coche más rápido, pero sí al mejor piloto, un equipo mejor y un coche más fiable. Claro que salvando las distancias, porque si bien creo Max es el mejor piloto de la actualidad, también creo la calidad que atesoraba Schumacher en su época no la ha tenido nadie desde entonces. Además, el Red Bull ha sido superado por el Ferrari claramente en velocidad a una vuelta, pero en carrera las cosas han estado más apretadas, casi en tablas. De hecho, el propio Helmut Marko lo cree así.

Red Bull ha hecho un gran coche y, al igual que Ferrari, ha tenido fallos mecánicos, de pilotaje y hasta de estrategia, pero en menor medida, como veremos a continuación.

Los fallos de fiabilidad de Red Bull les han costado las segundas posiciones de Barheín y Australia de Verstappen y la tercera de Pérez también en Barheín, que hubiera sido la cuarta de no haber abandonado previamente Verstappen. Ferrari, sin embargo, con los abandonos de Leclerc en Barcelona y Baku, ambos liderando, perdía, al menos, una victoria, dos en el peor de los casos, mientras que los abandonos de Sainz en Baku y Austria le quitaban al madrileño una tercera -cuarta sin el abandono de Leclerc- y segunda posiciones. Eso sin contar que sus pilotos, por cambios de motor, han tenido que salir desde atrás en dos citas: Canadá (Leclerc) y Francia (Sainz). Poco consuela que un problema de Verstappen al incrustársele en su fondo plano una pieza de un Alpha Tauri en Silverstone, permitiera a la Scuderia triunfar ahí, logrando Sainz su primera y merecida victoria justo cuando no tenían el coche más veloz.



Verstappen y Red Bull están lanzados por los títulos. Max para revalidarlo y RB para recuperarlo.


Los errores de pilotaje en Red Bull apenas han tenido consecuencias. Los fallos de Verstappen en Barcelona y Hungría, aunque podían haber acabado mal, fueron menores y no impidieron a Max triunfar en ambas citas. En España favorecido, eso sí, por el abandono de Leclerc. Este, por su parte, falló en Imola y descendió de tercero a sexto, mientras en Francia, de luchar por la victoria pasó al abandono. Sainz tampoco se libró y la pifió abandonando en Australia cuando por un fallo en entrenamientos partía desde el noveno lugar. En Imola falló él en calificación, lo que le hizo salir en el grupo el domingo aguoso, con la mala fortuna de que Ricciardo impactó con él, haciéndole abandonar. Pérez, por su parte, falló en calificación en Canadá, abandonando la carrera por un problema mecánico, mientras en Austria fue víctima de Russell, que lo sacó de pista y evitó lograse un buen resultado. También Leclerc lo sacó de pista en Inglaterra, pero ahí se rehízo para acabar segundo.

Y ahora los fallos tácticos. Red Bull no cometió ninguno, si bien la táctica buena en Mónaco era la de Sainz -que no de Ferrari-, sin embargo, les funciono en parte con un poco de fortuna y por otra, por la ayuda involuntaria de Latifi. Ferrari erró en Mónaco, Silverstone y Hungría, lo que les restó una victoria y puntos como constructores y, en pilotos perjudicó al más destacado: Charles Leclerc.

De modo que podemos resumir Ferrari ha contado con el coche más rápido a una vuelta, mientras en carrera las cosas estaban más ajustadas. Ferrari fue mejor en Barheín, Austrlia, España y Austria; Red Bull en Imola, Miami, Silverstone y Hungría. Las demás, en tablas. Así las cosas, el equipo y piloto que menos ha fallado: Red Bull y Verstappen, aventajan de forma casi insultante a Ferrari y Leclerc.



Rapidísimos, a los Ferrari les falta fiabilidad y consistencia como equipo. 


Aunque quedan nueve carreras por delante, con 242 puntos en pilotos en juego, 411 en equipos, no creo Ferrari y Leclerc tengan ninguna oportunidad real. Leclerc está a 80 puntos y Ferrari a 97. Deberían centrarse en ganar carreras, sin más, olvidando el campeonato. Y que no se descuiden, porque Mercedes ha mejorado mucho. En principio, sin errores, Ferrari debería mantener posición, pero visto los últimos grandes premios, no deberían descuidar su espalda. Pero lo dicho, a ganar carreras sin más preocupaciones. Cierto que ha resultado decepcionante para ellos lo acaecido de Imola en adelante, pero el primer paso, que era ser competitivos y ganar carreras, ya lo han dado.

Mercedes es el tercero en discordia, muchas veces gracias más a sus pilotos, que a su coche. Un coche que en principio decían no sería competitivo. Pero como eso era un mantra que repetían desde el último lustro, nadie les creyó. Afortunadamente, acertaron. Sí, afortunadamente, porque cuando un equipo gana tanto -ninguno lo ha hecho con tanta suficiencia como ellos- que no ganen está bien. Y si tienen un año en blanco, mejor. Como les ha pasado a todos. Otra cosa es que seas su seguidor, en ese caso, quieres gane siempre.

Iniciaron el año tímidamente y con titubeos. A veces eran el tercer equipo, otras el sexto, pero en general, eran el tercero y, desde España, fueron cerrando el hueco respecto a los líderes. No los han alanzado del todo, pero casi.



Fiabilidad a prueba de bala. Los Mercedes han maximizado sus resultados. Mejor, imposible.


Mercedes ha funcionado a la perfección como equipo, sacando el máximo de puntos posibles a su coche. Si Red Bull perdía algunos puntos y Ferrari muchos, Mercedes no se dejaba ninguno y, gracias a los errores de sus rivales, sacaba más. Es el equipo más fiable, ya que si no ha completado todas las vueltas ha sido por acabar doblado Hamilton en Imola y por el abandono por accidente de Russell en Silverstone. Podríamos decir que si por prestaciones tendrían que habar conseguido X puntos, al final han sacado X+, un bonus por no haber fallado, a diferencia de sus rivales. En lo que resta de año, como bien ha dicho su jefe, Toto Wolff, prefieren menos podios y alguna victoria. O dicho de otro modo, menos buenos resultados, menos regularidad, pero a cambio, algún éxito absoluto. Y estoy de acuerdo, si no vas a ser campeón -o a luchar por el título- mejor una victoria que veinte segundos lugares. Tienen nueve citas para intentarlo.

El cuarto equipo es Alpine, con permiso de Mclaren. Y es que ambos están muy igualados. Alpine ha sido más regular en prestaciones, pero con menos fiabilidad. Mclaren ha tenido más altibajos. El único podio aparte de Red Bull, Ferrari y Mercedes ha sido para ellos con el tercer lugar de Norris en Imola. Aunque otras veces eran cola de parrilla. Pero Mclaren casi ha corrido con un solo coche, el de Norris, ya que Ricciardo sigue sin cogerle el pulso al coche. Y es muy raro, dada su calidad. Pero ahora mismo, el piloto que plantó cara a Verstappen y Vettel en Red Bull está muy lejos del rendimiento de sus grandes días.



Sin fortuna. La mala suerte se ha cebado en Alonso, el cenizo.


Alpine tiene otros problemas. Son más regulares, pero los fallos mecánicos se han cebado en el coche de Alonso, que es el piloto más fuerte. Sus abandonos en Arabia e Imola, más sus problemas, en Australia -donde era sumamente veloz a una vuelta- y Miami, no ayudaron. Amén de partir último por cambio de motor en Barcelona. En ese sentido Ocon ha estado más afortunado, ya que sólo abandonó en Silverstone. Mientras en el resto, consiguió más o menos lo que estaba a su alcance. Su mayor hándicap es que consumen los neumáticos más que nadie.

Fernando deja el equipo por falta de confianza, pero del equipo hacía él. No querían firmar más de un año, mientras Fernando quería más. Tiene su lógica, ya que al ser el más veterano, puede llegue un día que pierda velocidad. Pero lo podrían haber apañado mejor. De todos modos, viendo la fijación que tiene Ocon por sus compañeros de equipo, antes con Pérez, -lo mismo sólo le molestan los hispanos-, mejor irse. Cero apoyo por parte de un equipo que no pone orden y poco respeto por parte de un piloto, Ocon, cuya única victoria se la debe, en gran parte, a Alonso.

Alfa Romeo es sexto en solitario, mejorando mucho respecto al año precedente. Tiene 51 puntos por 13 del año pasado, cuando acabó noveno. Su coche, el C42, es el más ligero de la parrilla y empezó el año con fuerza, aunque algunas averías lo han penalizado. Equipo y pilotos, por su parte, no han sacado el máximo rendimiento del coche. Al principio no sólo estaba cerca de los Mercedes, sino que en Imola y Miami, estaban por delante. Bottas fue el primero tras Red Bull y Ferrari en Miami, pero no acabó de aprovechar las prestaciones de su coche. Luego, a medida que avanzaba la temporada, han perdido algo de rendimiento. Así todo, visto lo que les viene por detrás, tiene toda la pinta de que podrán mantener el sexto lugar entre los constructores.



Sólo Norris ha logrado subir al podio a parte de los dominadores y Mercedes.


Séptimo y mostrando el mayor avance respecto a la temporada anterior-con permiso de Ferrari-, en la que fueron últimos sin sumar un sólo punto, está Haas, que se vio beneficiada por el nuevo reglamento más que nada porque llevaban trabajando en él todo el año 2021, abandonando el desarrollo del coche de ese año. Su mayor acierto fue involuntario: traer de vuelta a Kevin Magnussen, un piloto polémico pero de gran calidad, mucha más que la del aún más polémico y nada querido, Nikita Mazepin, que se vio apeado del equipo por razones políticas: la inaceptable invasión de Rusia a Ucrania. Sus buenas actuaciones han impulsado al equipo y han hecho crecer a Schumacher como piloto. Su quinto puesto inicial ha sido su mejor clasificación del año. Al igual que Alfa, al principio llegó a luchar contra Mercedes, pero a medida que avanzaba el año, han ido perdiendo rendimiento respecto a los líderes. Schumacher, aun no llegando a la velocidad de Kevin en calificación, en carrera ha mejorado mucho, logrando imponerse al danés en Silverstone y Austria, donde acabó octavo y sexto respectivamente, logrando sus primeros puntos.

Alpha Tauri, equipo que acabó sexto el año pasado con grandes actuaciones, ha perdido mucho rendimiento, y salvo un gran arreón final, a lo más que podrán aspirar es a luchar con Haas por el séptimo lugar, sin descuidarse de Aston Martin, que tampoco anda muy lejos por detrás. El problema del Aston es más en calificación que en carrera. Su mejor carrera fue en Baku, donde Vettel fue sexto. Pero de no haber cometido errores, podría haber sido cuarto por delante de Hamilton. Curiosamente, en Baku tuvo lugar también la mejor carrera de Alpha Tauri, con Gasly quinto. De cara a las últimas citas se puede esperar de todo, pero con un tetracampeón como Seb, que ha anunciado su retirada, nunca se sabe, a pesar de que parece estar un poco diluido. Pero en cualquier momento puede tener un toque de genialidad que sitúe al Aston muy arriba.



Motorizados, y con soporte técnico de Ferrari, Haas y Alfa brillaron con fuerza al principio.


Y por último, Williams, con el inefable Latifi, que sin ser malo, tampoco es un genio, y parece tener los días contados. Su mejor prestación fue llegar a Q3 en Silverstone, en agua. El pobre sigue sin haber logrado puntuar, cosa que sí ha logrado su compañero Albon, que estuvo sensacional en Australia y Miami. Pero a día de hoy, Williams es una sombra, un espectro, de lo que antaño fue, y vuelve a las andadas de 2018 al 2020, en las que fue el peor equipo y, por tanto, cerró la tabla. El año pasado fue octavo, pero parece este año no va a poder llegar a esa posición. Una pena, la verdad. Les deseo lo mejor.

Y ahora a ver lo que el da de sí el resto del año, el 40,91% restante.

jueves, 11 de agosto de 2022

Los lamentos de Hamiton, Mercedes y compañía

 



                               ¡Corta ya!




Pocas cosas hay peores en el deporte que alguien que ha triunfado como nadie, luego no sepa aceptar la derrota. Lewis Hamilton montó una pataleta tipo: “y ahora no respiro”, una vez finalizado el Gran Premio de Abu Dhabi. No fue a la gala de premios de la FIA, a la que está obligado, aunque cuando ganaba, sí iba; se aisló de todo y de todos, dando lugar a falsos rumores y, junto a su equipo, auspició el despido de Michael Masi, a quién Hamilton y su entorno culpan de sus desdichas. En este caso de no haber logrado su octavo entorchado.

Me recuerda al peor personaje en estas lides, Valentino Rossi, que todavía se sigue quejando de no haber ganado el mundial de 2015. Mucho sería pedirle que reconociera que ganó ilegalmente en Assen, saltándose la chicane, y que mantuvo el tercer puesto de Malasia luego de haberse deshecho de un rival -Márquez- a patadas. Suficiente para que no llegase con opciones a la última cita. Así todo, las tuvo. El no llegar con más opciones se lo buscó el sólo, pese a las múltiples ayudas de la FIM que, al igual que la mayoría de aficionados y periodistas, estaba plegada a sus deseos. Pero eso no lo quiere ver el tipo este.

Pues Hamilton parecido. Ganó ilegalmente, o de forma cuanto menos irregular, en Baréin, cuando la FIA no dio por bueno el adelantamiento que Verstappen le había hecho, al salirse fuera de la pista en la zona en la que Hamilton se había salido previamente hasta en 29 ocasiones. Luego ganó en casa, Silverstone, tras haber echado de pista -de forma involuntaria, eso sí- a Max Verrstappen cuando entró pasado en Copse.



Carreras paralelas: en lo bueno y en lo malo, Rossi y Hamilton se dan la mano.


Pues bien, esto lo olvidan Hamilton y los suyos al quejarse amargamente de no haber podido ganar ese año. Y es que a día de hoy, de vez en cuando alguien de Mercedes, o el propio Hamilton, saca a relucir el tema y lo injusto que ha sido y bla, bla, bla...

Es verdad que Max, viendo como se le escapaba el título, defendió posición más allá de lo permisible en Brasil y Arabia Saudita, pero así todo, deberían acordarse de Hungría, donde Bottas, sin querer, casi destruyó el coche de Max, que apenas pudo ser noveno. Y en Abu Dhabi, en la primera vuelta, los comisarios dejaron a Lewis saltarse una chicane para no ser adelantado por Max, sacando, de paso, una ventaja que no devolvió. Pero claro, sólo miran lo que les conviene, como lo malo que fue Michael Masi al reanudar la carrera. Cierto que la reanudación tuvo su “aquel”, pero Masi no miró por Red Bull, y mucho menos en contra de Mercedes, sino en pro del espectáculo, ya que acabar la última carrera tras el coche de seguridad no era lo mejor.

Y a este respecto, Mercedes, Hamilton, ni nadie en la F1 puede poner queja alguna, ya que, de haber sido Hamilton el beneficiado por la reanudación, no se habría quejado. Es más, si Red Bull hubiera reclamado -probable- Mercedes aduciría que Masi obró en favor del espectáculo y que tomó una decisión valiente. ¿O acaso creen habrían renunciado al triunfo? Ni ellos, ni nadie, ni de coña. Ni tampoco hubieran dicho que la acción de Masi fue irregular. Como la gran mayoría, por no decir todos, según les interese, opinan una cosa, o la contraria. Por tanto, sus quejas, sus lamentos, no están justificados y, sobre todo, no son creíbles.



Masi es a Hamilton como Balestre a Senna.


Y que no se les olvide que Hamilton, a diferencia de Massa, tenía -tiene- siete títulos y más de un centenar de victorias y poles para consolarse. Podría haber citado a cualquiera, o a Verstappen, sin ningún título hasta entonces y que veía como se le escapaba, pero cito a Massa porque el brasileño lo perdió ante Hamilton en 2008 de forma aun más dramática que la del británico el año pasado: en la última curva, no en la última vuelta. De hecho, Massa y su equipo estaban celebrando el título cuando se enteraron de que no lo habían ganado. ¿Lo captáis Hamilton y séquito? Porque sí, es verdad que Ham lo perdió de modo muy duro, pero tenía para consolarse el mejor palmarés de la historia y, además, puede ver, si hace un poco de memoria, como hay quién todavía lo perdió de forma más dramática. Que poca memoria para lo que nos conviene. Y él, además, consiguió largasen al director de carrera. Massa se quedó a dos velas. Ninguna compensación por la carrera de Singapur, carrera que no debería haber contado y que, de no haberlo hecho, él habría sido campeón. Pues a Felipe, con toda la razón del mundo, no le escucho nunca hablar de lo injusto del campeonato de 2008. Y eso sí que fue injusto, y no lo de Hamilton.

No es cuestión de pedirle a Hamilton que mire la de grandes pilotos que no obtuvieron el éxito que sus cualidades merecían, como Dan Gurney, Chris Amon, etc... entre otras cosas porque no los conoce. Tampoco que ponga en cuestión sus logros por haber dispuesto del mejor material que un piloto ha tenido a lo largo de la historia. Pero sí, al menos, siendo tan exitoso y afortunado, sepa ser un poco humilde y acepte la derrota y reveses de la vida con más hombría, con más señorío. Al fin y al cabo, en el tema deportivo, casi la totalidad de la parrilla se cambiaría por la séptima parte de su éxito, cosa que esa mayoría, nunca logrará. Y mientras tanto, él quejándose porque un año no ha ganado...



Brasil 2008: Massa pierde el título una vez pasada la linea de meta. 


Y sobre quién de los dos lo mereció más, Hamilton o Verstappen, más allá de a quién cada uno considere mejor, o quién dispuso de mejor material, para mí están las cosas que escapan al control de uno. Y no me refiero a sanciones -o falta de ellas-, sino a cuando abandonas una carrera por causas ajenas a tí, a tu control. Es decir, cuando te sacan de pista y no has podido hacer nada por evitarlo y, por supuesto, no fue a causa de una maniobra tuya. Pues a Verstappen lo sacaron de pista dos veces: Silverstone y Hungría. Ya sólo por eso, considero que Max mereció más el título. Y sí, ya sé que esto forma parte de las carreras, pero cuando a uno lo sacan de pista dos veces y al otro no -lo de Monza fue igual para ambos-, considero que uno a tenido más fortuna que otro. Por eso mismo yo creo que el campeonato de 2012 lo mereció más Alonso que Vettel -y que Alonso lo mereció más que el de 2010-, porque ese año, a Fernando se lo ventilaron en Bélgica y Japón, y a Seb ninguna.

De modo que, Hamilton y amigos, por favor, cortad el royo.

domingo, 7 de agosto de 2022

Vettel lo deja

 




                      Retirada en diferido




Es, como suele decirse, la crónica de una muerte anunciada, porque a nadie le ha extrañado esta noticia. Hace tiempo que Vettel dejó de deslumbrar, pasando de gran campeón, a gran piloto y, finalmente, a uno más.

Corría el 22 de julio de 2018, Vettel lideraba el GP de Alemania, el de su casa. Iba camino de la victoria cuando, en circunstancias delicadas -empezó a llover intermitentemente- estrelló su Ferrari contra las protecciones. Por si esto fuera poco, su rival, Lewis Hamilton, que partió décimo cuarto por problemas en calificación, ganaba brillantemente la carrera. De modo que, de ir ganando y poder ampliar su ventaja de 8 puntos en el campeonato, abandonó y cedió el liderato por 17. Ya no se recuperó. Volvió a fallar en Monza -trompo en la primera vuelta luchando con Hamilton-; en Rusia pareció en baja forma; en Japón fue víctima de las marrullerías de Verstappen y, en EEUU, volvió a fallar el solo.

Así todo, mantuvo el tipo, pero ya en 2019 y con Leclerc como compañero, su estatus de número 1 en la Scuderia se vino abajo, simplemente porque Leclerc lo superó. Y eso que al principio Ferrari se mantenía en sus trece de dar prioridad al germano, cuando los tiempos dictaban lo contrario. Ganó en Singapur, su último triunfo, en parte con ayuda desde boxes, aunque de no ser por una avería en Rusia, habría ganado ahí sin paliativos. Eso sin contar el robo de Canadá, dónde cruzó la meta primero, pero una sanción injusta lo desposeyó de la victoria. Pero se acabó. En 2020 Leclerc lo apisonó y, en 2021, en Aston Martin, contra un piloto bueno sin más, Lance Stroll, no destacó. Y nada cambió este año. Tuvo pequeños destellos de brillantez, pero nada más. Por tanto, dado que su estrella se había apagando, era lógico decidiera colgar el casco.



Hockenheim 2018, el principio del fin de Vettel.


Se retirará a final de temporada con 299GGPP -ahora lleva 290-, con 53 victorias, 57 poles, 38 vueltas rápidas, 122 podios y 4 títulos. Es difícil que con el Aston logre ampliar alguno de estos números.

Tuvo todos los récords de precocidad y mantiene los de campeón del mundo y pole position como piloto más joven en lograrlo. También tiene los récords de victorias consecutivas, 9 en 2013, poles por temporada, 15 en 2011, y kilómetros y vueltas en cabeza en un año: 3796 y 739 respectivamente, en 2011. Al respecto de su récord de poles, cuando lo consiguió,su equipo lo felicitó por radio diciendo: “congratulatios Mr. Mansell”. Posteriormente se puso un bigote postizo en recuerdo del anterior recorman: Nigel Mansell, piloto al que admiraba, al igual que a Michael Schumacher, de ahí que cuando tuvo que elegir número, eligiese el 5. También tiene su aquel su récord de victorias consecutivas, ya que además, igualaba -aunque con un GP más-, el récord de totales de Schumacher en un año, con 13, y Seb no quería dejarlo pasar. De lo contrario, tal vez hubiera dejado ganar a su compañero Webber, que se despedía de la F1, y le hubiera así devuelto la victoria que le robó en Malasia, la del “multi 21”. Eso y que no se llevaban nada bien, influyó.

Piloto de más éxito de Red Bull, dejó de arrasar cuando su equipo perdió su supremacía. Fichó por Ferrari para cumplir un doble sueño, pilotar para Ferrari, por ser Ferrari por un lado, y por seguir los pasos de su ídolo Michael Schumacher, por otro. La cosa no salió como quería, pero ganó carreras y le fue mejor que de haberse quedado en Red Bull.



Monza 2008, su primer y épico triunfo. En Monza y con un "Minardi" (Toro Rosso).


Recordado por adelantar en Brasil 2008 bajo el agua con su modesto Toro Rosso al Mclaren de Lewis Hamilton, que casi le cuesta el título al inglés, muchos olvidan su apoteósico triunfo en Monza ese mismo año bajo la lluvia con el Toro Rosso. Y es que el equipo ese de marras era Minardi renombrado. Vale que los tiempos cambian, equipos y demás también, y no es comparable ese Toro Rosso con el Minardi de, por ejemplo, 1987. Pero el equipo era el mismo y, de no haberle cambiado el nombre los nuevos dueños de Red Bull -los terceros tras el creador, Giancarlo Minardi y Paul Stoodart-, la gente recordaría con mucho más cariño la primera victoria de Seb en F1, porque a todos nos hubiera encantado ver ganar a un Minardi en F1, equipo que fue la “cenicienta” muchos años.

Fue el tercer gran hombre de la segunda década del siglo XXI tras Alonso y Hamilton. Los cito cronológicamente, que además coincide con su categoría como pilotos, al menos para mí, ya que creo Alonso era el más completo, como demostró, sobre todo, en Ferrari. Ham, que sudó contra Rosberg y Button, no me parece tan bueno como Fernando, capaz de correr con cualquier cosa y en cualquier estado, nivel al que Ham no llega. Y Vettel, en el extremo. Cubría muy bien el expediente con un buen coche, pero no hacía nada excepcional. Ahora bien, con un coche a su gusto podía dar lecciones magistrales a cualquiera, siendo muy difícil de batir. Su exhibición de Singapur 2013, llegando a rodar entre dos y tres segundos por vuelta más rápido que cualquiera de sus rivales, fue tan impresionante, que muchos, yo entre ellos, pusimos en duda la legalidad de su coche. Giancarlo Minardi hablaba de un posible control de tracción. Y es que cuando se ven demostraciones así, a veces no te las crees y buscas donde no hay, sobre todo si el que las hace no es “el tuyo”. Pasados los años, yo creo simplemente que se trató de un gran día en las carreras, en las que un piloto -Vettel en este caso- hizo algo para recordar, como Nuvolari en 1935, Fangio en 1957 y Stewart en 1968, todos en el “infierno verde” de Nürburgring. Seguramente exagero un poco, pero es que sacar 27” en catorce vueltas al segundo no es algo que se vea todos los días, y menos en seco. Tenía la pinta de poder doblar a todos si hubiera sido necesario. Contaba con el mejor coche, sin duda, pero no con tanta diferencia. Sino miren lo que hizo Webber con el otro Red Bull.



De cuando batió el récord de Mansell.


Con Vettel se va uno de los últimos pilotos que de verdad aman este deporte, que lo conocen y miran las estadísticas como el mayor de los seguidores, un piloto que instauró la moda de modificar el diseño del casco. Llegó a usar más de uno por carrera y usó tantos, que dicen pudo llegar a tener más de un centenar distintos. Bueno, seguramente no tantos, ya que algunos sólo presentaban ligeras modificaciones, sobre todo a partir de 2015, donde una absurda regulación le impedía modificar los colores y diseño básico de su casco. De todos modos, nadie ha variado tanto el diseño del mismo como él, de largo. Fue bonito, en 2015, verle usar una réplica del de los inicios de Schumacher, que es el que más o menos mantiene a día de hoy; muy emotivo el que usó como homenaje a Niki Lauda cuando este falleció y muy molón el de Mónaco 2013 con una chica Pin Up en bikini, que lo perdía con la temperatura.

Molaba también los nombres que les ponía a sus coches, muy picantes al principio. Acerté cuando dije que iba a “bautizar” a su Aston de 2021 con el de una chica Bond -le puso el de la primera, Ursula Andress- y me divertí cuando publiqué en la red, de broma, que Vettel llamaría a su Ferrari -no recuerdo de cual año-, “Mercedes”, lo que causó reacciones muy divertidas.

En resumen, que se va un grande que con el paso de los años parece serlo menos, amigo de sus amigos, y Tifosi de corazón, pese a haberle “quitado” dos títulos a la Scuderia. Me gustaba verle firmar autógrafos a los niños a la vez que les quitaba su gorra de Mercedes y les ponía una de Ferrari.

Auf wiedersehen, Seb!



Red Bull RB9, el coche de los récord de Seb. No todos, pero la mayoría. Su mejor monoplaza.


PD: los apodos de sus coches:


Toro Rosso STR03 “Julie”, Red Bull RB5 “Kate” y “Kate dirty sister” (la hermana sucia de Kate), Red Bull RB6 “Luscious Liz” (Seductora Liz), Red Bull RB7 “Kinky Kylie” (perbertida Kylie), Red Bull RB8 “Abbey”, Reb Bull RB9 “Hungry Heidi” (hambrienta Heidi), Red Bull RB10 “Suzie”, Ferrari SF15T “Eva”, Ferrari SF16H “Margherita”, Ferrari SF70H “Gina”, Ferrari SF71H “Loira”, Ferrari SF90 “Lina”, Ferrari SF1000 “Lucilla”, Aston Martin AMR21 “Hooney Rider”.


jueves, 4 de agosto de 2022

GP de Hungría 2022

 



              Verstappen y Red Bull, intratables




Por si había alguna duda tras el GP de Francia, Max y sus hombres lo dejaron bien claro en el Hungaroring: los títulos van a ser para ellos. Cuando no han tenido el coche más rápido lo han compensado con Verstappen, a día de hoy el mejor piloto, estrategia y fiabilidad. Y eso que empezaron rompiendo. Pero es que Ferrari a roto más, además liderando, ha cometido graves fallos de estrategia -como en Mónaco- y también sus pilotos han cometido errores. Max casi no ha fallado y, cuando lo ha hecho, como este fin de semana, no ha tenido consecuencias.

El GP de Hungría empezaba con la despedida de Vettel, que anunciaba su retirada a final de año, algo que se veía venir. Lo que no se veía venir y se supo el lunes, es que Alonso iba a ser su sustituto.

Los libres parecían mostrar una Ferrari favorita, aunque en los últimos llovió y el mejor tiempo, nada significativo, fue para Latifi, que suele desenvolverse bien bajo estas circunstancias.

La cuali fue en seco, aunque bajo amenaza de lluvia y fue siempre extraña, ya que nunca se supo el potencial real de los coches. Tsunoda, Albon, Vettel, Gasly y Latifi eran los primeros en caer. Pérez, Zhou, Magnussen, Stroll y Schumacher los siguientes. Llama la atención no pasase Pérez, al que le tocaron las narices de nuevo con los límites de pista. Esta vez sin razón. Eso influyó en que no pasara el corte. Sobre estos límites de pista, debo decir que no se puede ser estricto los sábados y levantar la mano el domingo, como se ha hecho en los tres últimos GGPP. O se hace siempre, o nunca. Otro tema es que estemos o no de acuerdo con ciertos “fuera pista”, pero lo que no deja lugar a dudas es que el domingo muchos se los pasan por el forro y no pasa nada, a diferencia del sábado.



Sorpresa el Sábado: pole de Russell, primera de su carrera y de Mercedes este año.


La última ronda vio hacerse con la pole a Russell, la primera de su vida, 105 de la historia, 94 si quitamos las 500 de Indianápolis. Sorprendió porque no parecía fueran tan fuertes. Los favoritos eran los Ferrari, con permiso de Verstappen, que se habían mostrado sumamente veloces con neumático usado. Pero en Q3 también los Mercedes mostraron su fortaleza con rueda usada. Y si Hamilton no pudo exhibirse y luchar por la pole fue debido a un fallo en su DRS. Max, con un error en su primera vuelta y un fallo de motor en la segunda, quedó descartado y último.

Sainz, de no fallar, hubiera sido pole, pero como falló, fue segundo tras el sorpresivo Russell, precediendo a su compañero Leclerc, Norris, Ocon, Alonso, Hamilton , Bottas, Ricciardo y Max.

Llama la atención como Alonso no mejoró su tiempo de Q2 y fue superado por Ocon, cuando hasta entonces lo había dominado con claridad. Con su tiempo de Q2, lo habría superado.

La carrera se disputó en seco, pero con temperaturas muy bajas y amenaza de lluvia. Aunque parezca mentira, esas bajas temperaturas influyeron lo suyo, como veremos.

De entrada, Russell, Norris, Verstappen y Pérez decidían partir con blandos, lo que era una sorpresa. Al apagarse las luces, los cuatro primeros mantuvieron posiciones, mientras Hamilton volvió a realizar otra gran salida -últimamente le salen muy bien- ventilándose a los Alpine de Ocon y Alonso para ubicarse quinto, Verstappen por su parte, pese a no arrancar muy bien, se las apañó para acabar la primera vuelta octavo por delante de su compañero Pérez y de Magnussen.



La genial estratega de Red Bull: Hannah Schmitz. Ella da sus indicaciones, el resto es cosa de Max.


Hubo un “virtual” que duró un par de vueltas por un toque de Albon, toda vez que a Magnussen lo hacían parar -esto va camino de ser un clásico-, al tener tocado su alerón, bajando al último lugar.

En la vuelta siete Verstappen ya había superado a los Alpine, en los que destacaba de nuevo Ocon, por lo aguerrido que se mostraba con...¡Alonso! También Pérez los superó dos vueltas después.

Por delante Russell, que inicialmente alejó a 2”6 a los Ferrari, se mantenía por encima de los 2” sin ser inquietado, a diferencia de Norris, al que se le fundieron las ruedas blandas y fue superado por Hamilton y Verstappen en la misma vuelta, la doce, parando a continuación dejando el camino libre a Pérez.

En la vuelta dieciséis, cuando los Ferrari estaban a poco más de 1”, Russell se detuvo, parando Sainz a continuación en un vano intento de adelantarlo en boxes, más que nada porque, aparte de la dificultad del “overcut”, sus mecánicos se dejaron 2” de más en la maniobra. A la vez que Sainz, paraba Verstappen, que también perdía ritmo, parte por las blandas, parte por el embrague. Pérez paró dos vueltas después y Hamilton, una más tarde, ya que perdía tiempo con Leclerc, el líder.



Esteban Ocon y su fijación con sus compañeros. Ahora le toca a Alonso, pero todo el equipo se resiente.


Charles paró en la veintidós y se reincorporó segundo a 2”6 de Russell y medio segundo por delante de Sainz. En esa vuelta también paró Alonso y, en la siguiente, su “amigo” Ocon, que, más pendiente de Alonso que de nada -ni nadie- más, permitió, en su defensa de posición, que Ricciardo los superase a los dos. La sonrisa del ya de por sí sonriente australiano se le salía del casco.

Con todos los importantes ya habiendo hecho su primera parada, el orden era: Russell, Leclerc a 2”3, Sainz a 4”, Verstappen a 6”8, Hamilton a 12”9 y Pérez a 20”9. El resto ya estaba demasiado lejos.

Leclerc se puso en plan “maximum attack” y en cinco vueltas alcanzó a Russell. Tres mas tarde lo adelantó en una gran maniobra. El monegasco se empezó a marchar mientras, por detrás, las cosas se apretaban. En la vuelta treinta y ocho Leclerc lideraba con 5” sobre Russell, 6”3 sobre Sainz, 7” sobre Verstappen, 12”8 sobre Hamilton y ya a 22”2 marchaba Pérez perdiendo comba. Y como en Red Bull no se andan con historias, acto seguido paraba Verstappen y, en Ferrari, obligados a poner el blando o el duro, ya que habían hecho medio-medio, en lugar de mantener a sus pilotos en pista, decidieron parar a Leclerc colocándole duros, que ya se había visto en los Alpine que no funcionaban, en un estéril intento de mantener posición. ¡Como si en el Hungaroring de hoy se pudieran mantener las posiciones como antaño! Russell paró junto a Charles y puso medios.



Nadie esperaba a los Mercedes en Hungría, pero vaya si aparecieron. Hamilton realizó otra gran carrera. Ahora tiene más prestigio que cuando se paseaba con sus superiores máquinas.


Sólo una vuelta después de haber parado Charles, Max lo superó. Es decir, que perdió SIETE segundos en dos vueltas. Así de bien iban los duros. Claro que ese adelantamiento no se reflejó en el cuenta vueltas porque Verstappen hizo un trompo en la anteúltima curva, sin más consecuencias que un puñado de segundos perdidos y la posición con Leclerc. Suerte de campeón. Sin duda la pista estaba delicada, porque al mismo tiempo le dio a Leclerc un latigazo que no veas su F1-75.

Con Hamilton a 2” del líder Sainz, Verstappen a 10”6, Leclerc a 12”9, Russell a 14”7 y Pérez ya ha 37”3 tras su segunda parada, en Ferrari decidieron parar a Sainz en la vuelta 48, poniéndole blandos en otra “gran parada” de más de 4”.

En la vuelta siguiente el orden era: Hamilton, Verstappen a 3”6, Leclerc a 7”, Russell a 8”, Sainz a 15”6 y Pérez a 29”. Dos vueltas después, y a falta de dieciocho, Hamilton se detenía por segunda vez y montaba blandos, en lo que quizá era la mejor táctica. Al menos si llevabas un Mercedes, porque de ritmo iba parejo a Russell justo hasta ese momento, en el que Ham se disparó. Max lideraba con 5”8 sobre Leclerc, 6” sobre Russell, 10”7 sobre Alonso, 19”7 sobre Hamilton y 26”8 sobre Pérez.

En la vuelta cincuenta y cuatro Russell le devolvía el adelantamiento a Leclerc y se ponía segundo. Acto seguido paraba Charles, y sustituía las duras, que iban de pena, por las blandas, reincorporándose sexto a 6”6 de Pérez y a 34”5 de la cabeza. A diferencia de Hamilton, Leclerc no hizo funcionar tan bien sus ruedas, y no recuperó como el inglés, autor de una genial carrera, aunque no tan genial como la de Max, aunque eso sí, él no tuvo un trompo y no pilotaba un Red Bull. Pero claro, si vemos lo que hizo el otro Red Bull en comparación al de Max y lo que hizo el otro Mercedes respecto del de Ham, queda claro que, con trompo y todo, Max hizo más diferencia.



Leclerc estuvo sensacional, pero el equipo le perjudicó de nuevo. Con una buena táctita, el podio era suyo.


Las últimas quince vueltas vieron como Hamilton era el hombre más veloz en pista, ya que tenía las ruedas adecuadas en ese momento -Charles también, pero no tenía su ritmo ni de lejos- y así pudo recuperar de cuarto a segundo casi sin despeinarse. A Sainz lo adelantó en la vuelta sesenta y tres y a su compañero Russell en la sesenta y cinco. A 11” de Max a falta de cinco giros, la suerte estaba echada por mucho que llegase la lluvia en la última vuelta de forma tímida, favorecida por el coche de seguridad virtual provocado por Bottas, que retrasó un poco la carrera.

De ese modo la carrera acabó con un Max imperial, seguido de un gran Hamilton, un no menos genial Russell, Sainz, Pérez, Leclerc -que no pudo más que alcanzarlo-, Norris, Alonso, Ocon y Vettel.

A recalcar: Ferrari esperaba luchar no sólo por la victoria, sino por el doblete, ellos lo creían y yo también, pero las cosas fueron bien distintas. Ni siquiera un podio. Por lo visto las bajas temperaturas les perjudicaron. De todos modos, por el motivo que fuere, es cierto que no tuvieron ritmo al final. Les sobraron las últimas veinte vueltas. Esto es tan cierto como que cualquier cosa en Ferrari se magnifica, y como que sus fallos estratégicos este año están siendo de traca. Demasiados errores tácticos y malas paradas. Se puede fallar pero...¿tanto? Mira que poner duras a Leclerc, otra vez perjudicado el Ferrari más veloz. Y Sainz se dejó 4” en boxes, perdiendo así el podio.

Cambiando de tercio, Mercedes parece que por fin han llegado y que la lucha será de tres. Veremos si en las citas que quedan estrenan su casillero.



En tierra de nadie. Sin poder acosar a los tres grandes, Norris dominó al pelotón con suficiencia.


Me despido con Ocon, el piloto más necio de los últimos tiempos. Primero con Pérez y ahora con Alonso, parece tener una fijación obsesiva con sus compañeros de equipo. Vale que a tu compañero es al primero que quieres ganar, pero de ahí a tener tantas luchas y toques estúpidos... Y eso que Fernando, con su gran actuación de 2021 en esta pista le ayudó a ganar. Es más, sin la labor de Alonso, Ocon no gana. Y así se lo agradece. Estarás orgulloso, ¿no Esteban? Bueno, tu equipo parece que sí. Nos vemos tras el parón.