jueves, 8 de junio de 2023

GP de España de 2023

 

                                   Sopor





Pese a las muchas esperanzas que tenía esta carrera para los aficionados españoles, el 33 GGPP de España en Barcelona, en la que Alonso se podía hacer con la “33”, las cosas no salieron como se esperaba. Alonso cuajó su peor carrera del año y Sainz la mejor pero, curiosamente, cuando el Ferrari fue peor. La primera linea de parrilla se debe una y exclusivamente a su talento. Por algo está en Ferrari, pese a que todavía haya gente que crea está ahí por su padre. S/C.

Volviendo al principio, Alonso tiene gafe: rompió la racha de quién hacía el podio 100 lo hacía con victoria y no pudo lograr su victoria 33 en la 33 carrera en Montmeló.

Las casualidades existen, pero no siempre se cumplen. Un ejemplo: el 16 del 6 de 1991 se celebró el GP de Méjico, que era la 6ª edición de dicho GP, la 6ª prueba del año y la 506 de la historia… y la ganó el Williams n.º 6 de Ricardo Patrese. Sin embargo, la 7ª cita, 67 GP de Francia y 507 del calendario, celebrada el 7 del 7 no fue ganada por el Brabham n.º 7 de Martin Brundle.

Anécdotas aparte, esta carrera, en la que como viene siendo habitual hubo muchas novedades, fue todo un sopor. Al hilo de las novedades, Ferrari presentaba unos pontones estrechados por la parte de abajo que decían “las mentes privilegiadas” era una copia del Red Bull. Una leve inspiración más bien, ya que el SF 23 mantiene su esencia… y su eficacia, eso si no la ha empeorado. El que si se parece al RB es el W14 de MB, como se vio en Mónaco. Y las prestaciones también se parecen, de ahí su doble podio.



Pontones con aire RB pero manteniendo su esencia, el SF 23 no mostró mejoría alguna. Pero Sainz lo bordó.


La calificación fue lo mejor del fin de semana, con una Q1 en la que unas gotas animaron el principio, dando Hulkenberg una lección magistral -pese a que le anularon absurdamente una vuelta- de sus cualidades con asfalto delicado.

La prueba de que el Ferrari no iba la dio Leclerc, que se calzó el 19º mejor tiempo, si es que a eso se le puede denominar así, sólo por delante del Williams de Logan Sargeant. Bottas, Magnussen y Albon, por este orden y por delante, los acompañaron.

Si Leclerc fue la sorpresa de la Q1, Russell y, sobremanera, Pérez, lo fueron en la Q2, al no pasar el corte siendo 11 y 12 el mejicano y el inglés respectivamente. Tras ellos Zhou, de Vries y Tsunoda.

Curiosamente Russell obstruyó -con colisión incluida- a su compañero Hamilton al final de la sesión, pero no se le sancionó. Me parece bien porque no influyó y no hubo intención, pero por menos se sanciona a otros. Nunca estaremos de acuerdo.

La Q3 no decepcionó en el sentido de que el máximo favorito, Max Verstappen, no falló y no dio opción, metiendo medio segundo al segundo, Carlos Sainz, sin necesidad de dos intentos. Tercero y con otra gran vuelta -como la de su excompañero Sainz- fue Norris, por delante Gasly, Hamilton, Stroll, Ocon Hulkenberg, Alonso y Piastri.

Muy buenas vueltas de Gasly y Hulkenberg, que sacaron petróleo de sus máquinas, aunque Gasly fue sancionado con seis puestos por estorbar a Sainz y a Verstappen en Q1 y Q2 respectivamente. La de Sainz de manera bastante peligrosa, por tanto, justa la sanción -al menos la de Sainz-, pese a que no influyó.



Absurdo toque sin consecuencias de los MB en Q2. Fueron tan bien como los RB, pero Max estuvo a  otro nivel.


Hamilton aspiraba a primera línea, pero falló, igual que Alonso, que dañó su coche en Q1 al salirse a la grava.

La carrera fue un peñazo pese a que hubo dos paradas y distintas montas de neumáticos. Y es que esta pista, por sus características, rara vez da lugar a carreras bonitas. De hecho, hasta la llegada del DRS y de los Pirelli inconsistentes -inconsistentes adrede- era más difícil adelantar que en Mónaco. Buen escenario para probar, bonita ciudad para visitar, pero mal circuito para la F1.

Lo más destacado, al principio, fue la pasada de Stroll a Hamilton en la primera vuelta en la curva 5, demostrando el canadiense su gran efectividad en los inicios. Hamilton, que tuvo la suerte de no pinchar la rueda cuando le tocó Norris en la salida -teniendo este que cambiar el alerón retrocediendo al último lugar- se resarció poco después (vta. 7) para colocarse tercero y lanzarse a la caza y captura de Sainz, que paró en la catorce cuando tenía a Ham a sus espaldas.

Verstappen dominaba, los Mercedes remontaban, Pérez también -pero menos- y Alonso no reaccionaba. Pese a que hubo adelantamientos, la carrera fue aburrida.

Hamilton superó definitivamente a Sainz en la vuelta veintisiete, Russell hizo lo propio en la treinta y cinco y Pérez en la cincuenta y dos. Y es que el Ferrari era, como mucho y en manos de Sainz, el tercer coche pero, visto lo visto a Leclerc, seguramente ni eso. Y viendo el rendimiento de Pérez, que remontó menos que Russell pese a salir por delante, el Red Bull no pareció el mejor coche, cosa que si pareció en manos de Verstappen. Seguramente sea y fuera el mejor coche, tal y como se está viendo a lo largo del año -de momento sus participaciones se cuentan por victorias-, pero su margen nunca es muy grande y en Barcelona hizo falta todo el talento de Verstappen para ganar. Lo hizo con comodidad, cierto, pero al final la diferencia no fue mucha y Pérez nunca tuvo mejor ritmo que los chicos de Mercedes, por tanto, quién más marcó la diferencia este fin de semana fue Max.



Los locales, Sainz y Alonso, escuchando nuestro himno antes de la carrera. No tuvieron suerte.


En resumen, que Verstappen ganó por delante de Hamilton, Russell, Pérez, Sainz, Stroll, Alonso, Ocon, Tsunoda y Zhou, solo que Tsunoda arrastraba una sanción de 5” por su lucha con Zhou -un tanto rigurosa- que lo relegó al décimo segundo lugar tras Leclerc, que cuajó un pésimo fin de semana. Pierre Gasly heredó el último punto.

Lo más positivo del GP fue recuperar la última curva rápida tras eliminar la chicane. La pista ganó así en fluidez y los tiempos mejoraron, de media entre calificación y carrera, siete segundos.

En dos semanas Canadá, a ver como pintan las cosas.

Por cierto, sigo deseando el GP de España abandone este escenario. Es más, prefiero que no haya GP de España a que lo hagan aquí. Que ninguneen nuestro himno y pongan el suyo y su bandera cuando no es legal, ni moral, reivindicando una nación que nunca existió, es algo que no se debe permitir. Pero claro, ahí Domenicalli y los suyos miran para otro lado mientras mandan a las bellas chicas de parrilla al ostracismo porque le molestan a unos mamarrachos a la vez que van a correr a Oriente Medio, Catar y demás. ¡Que asco!

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