jueves, 9 de octubre de 2014

GP de Japón 2014

   Hamilton doblega bajo la lluvia a Rosberg, dramático accidente de Bianchi



Bajo las amenazas del tifón Phanfone, que podía alterar los horarios e incluso suspender la carrera, se llegaba a Japón en el inigualable Suzuka, propiedad de Honda, con las espadas en todo lo alto en la lucha por el título, y con ellas más arriba todavía en la lucha por un puesto en un coche competitivo.

Los rumores de un posible trueque entre Alonso y Vettel que tan mal le sentaron al asturiano, cobraban más fuerza, y las palabras de este, amenazando por lo bajinis a la prensa italiana con: “tal vez dentro de quince días el que suelte rumores sea yo y no gusten…” parecía indicar que eso de que iba a mantenerse fiel a su contrato con los de Maranello hasta 2016…tararí que te vi.

Suzuka es un maravilloso circuito que tiene muchísima historia y datos interesantes como para llenar por sí solo un artículo. Y eso que sólo data desde 1987. El más importante – y no sólo para los Ferraristas- fue la consecución del tercer título de campeón y último de siglo XX por parte de Michael Schumacher que, de paso, y esto es lo importante, ponía fin a una sequía de 21 años sin título de pilotos para la Scuderia.



Michael Schumacher ponía fin a 21 años de sequía en Maranello.


Dado que el tifón iba a llegar el domingo, a tiempo para ir a misa, los libres y calificación se realizaron sobre seco. Roberto Merhi volvia a sentarse en el Caterham y el hijo de Jos Verstappen -Max Verstappen- debutaba al volante de un F1 con sólo 17 años –añitos que dirían los cursis- haciendo ambos un digno papel.
Los Mercedes imponían su ley, Alonso estaba ahí, al igual que los Williams, mientras los Red Bull se iban difuminando. Nada destacable salvo el hecho de que los Red Bull, ante la previsión de lluvia del domingo y la imposibilidad de cambiar reglajes –por la mal entendida ley del parque cerrado- habían optado por una configuración más de agua, para intentar dar la campanada el domingo. Los Mercedes, más a gusto en agua incluso que en seco, podían tener una configuración menos extrema. Es curioso que nadie más imitase a los austríacos; parece que nadie quiere buscar alternativas para ganar. No se puede negar que en esto los austríacos son los más imaginativos, de largo, de la parrilla.

Antes de iniciarse los cronometrados, Vettel anunció que no seguiría en Red Bull en 2015. No dijo dónde iría, aunque es de suponer que a Ferrari. De ser así, volvió a ganar a Alonso al dar antes la primicia. Red Bull tampoco se anduvo con rodeos y confirmó a Daniil Kvyat como nuevo piloto de Red Bull, completando la pareja de “Danis” y dejando vacante un asiento en Toro Rosso. Tal vez Carlos Saínz pueda subirse a él. Alonso sólo dijo que su decisión llevaba meses tomada. Cierto o no, su relación con Ferrari parece haberse deteriorado en las últimas semanas. La muerte de su amigo Emilio Botín y la destitución del presidente y máximo valedor del español, Luca Montezemolo, tampoco ayudan. De dejar Ferrari –que fantástico equipo sería un duo Alonso-Vettel- se cierra un ciclo que no cumplió las expectativas que de él se esperaban. Aunque a Alonso no se le puede reprochar nada, por lo menos en pista. Ha demostrado ser el mejor.

 
Vettel anunciando a los periodistas que no seguiría en Red Bull en 2015
La Q1 vió caer a los Caterham y Marussia, a los que se les unieron los Lotus. Increible el bajón de este equipo que el año pasado luchó aquí por la victoria. A destacar la formidable prestación de Ericsson, superando ampliamente a su compañero y los Marussias. Maldonado, con el decimoséptimo tiempo, partiría el último debido al uso del sexto motor.
La Q2 dejó fuera a los Sauber, Toro Rosso y Force India, y visto lo ancontecido en ambas sesiones parecía que los cinco primeros puestos estaban asegurados para Rosberg, Hamilton, Bottas, Massa y Alonso. La única duda era cuál de los dos Mercedes ocuparía la pole y si Alonso conseguiría superar a Massa. Vergné, también por sustitución del motor, se iría a la última fila a acompañar a Maldonado. De ese modo, Ericsson lograba la decimoséptima plaza en parrilla. Todo un logro para él. Y encima, en casa de su compañero Kobayashi.

La Q3 nos resolvió eso. Pole para Rosberg y Alonso no pudiendo molestar a Massa, quinto. La aburrida sesión concluyó tal y como les comentaba, con Ricciardo, Magnussen, Button, Vettel y Raikkonen completando la lista.
Ahora todos a esperar a ver lo que sucedía el domingo. Para tocar más las narices, no se confirmaba la hora de la salida. Así que en Europa, de no avisar con tiempo, uno tal vez tendría que pasarse toda la noche en vela por si les daba por correr horas antes de lo previsto, que eran las ocho de la mañana en horario europeo. También estaba por ver cómo de rápidos serían los Red Bull en el caso más que probable de que lloviese, y si los demás no habían pecado de timoratos.

Finalmente la carrera no se adelantó, aunque para no dejar dormir tranquilos a los aficionados nunca hubo un comentario oficial al respecto. Todo evasivas.
La lluvia hizo acto de presencia tal y como se esperaba y, al arreciar con fuerza momentos antes de la salida, esta se hizo bajo la “emocionante” estela del coche de seguridad. Un par de vueltas y todos a boxes, que nos mojamos. Tiempo de sobra para que Ericsson arruinase su gran plaza en parrilla por un trompo a la salida de la chicane que lo relegaba al último puesto.


 
Bianchi vio truncado bajo el aguacero de Suzuka algo más que su carrera en F1, Ericsson, que lo persigue, arruinó a las primeras de cambio su mejor posición en parrilla.



Casi media hora después se reiniciaba la carrera tras el “safefty”, claro está. Alonso se quedó en las eses tirado sin corriente, y con ello la carrera perdía a uno de sus mayores alicientes. El coche de seguridad se mantuvo en pista hasta la vuelta  diez, aunque se podía –debía- haber retirado mucho antes. Al hacerlo, Rosberg y Hamilton tiraban como cohetes mientras que Button y Maldonado paraban a poner mixtas, acertando de pleno. Es que Button en esto rara vez falla y, pese a verse ultimamente superado por su joven compañero, cuando las cosas se ponen feas saca su enorme maestría de campeón y les da una lección a todos. En esto es sin duda el mejor. Maldonado no pudo sacar tanto provecho como el inglés debido a un trompo, aunque en su descargo hay que decir que el Lotus no es precisamente un coche fácil de llevar.

Los Williams de Bottas y Massa se iban quedando tirados a razón de 2” por vuelta respecto a los Mercedes, y hacían de tapón a unos Red Bull que tardaban bastante en coger el ritmo. Hulkenberg progresaba bastante gracias a sus enormes cualidades en situaciones adversas y Raikkönen parecía mantener el tipo y poder salvar el honor de Ferrari. Parecía…

Como demostró Jenson, las intermedias eran la opción lógica, aunque por poco margen. De modo que poco a poco fueron parando los demás en las vueltas sucesivas, y no por parar primero ibas a tener ventaja. Pregúntenle si no a Ricciardo, que perdió posición ante su compañero Vettel precisamente por eso. Los Mercedes eran incluso más veloces que Button pese a estar con ruedas de lluvia, por tanto fueron de los últimos en parar. De los últimos en hacerlo fue también Jules Bianchi, que llegó a estar en la cuarta posición.
Una vez todos hubieron parado y colocado sus neumáticos mixtos, la cosa era: Rosberg, con Hamilton a sus talones, algo detrás Button, y a medio minuto Bottas, Massa, Vettel, Ricciardo, Hulkenberg, Raikkönen, etc...

La progresión de los Mercedes acabó ahí. A partir de ese momento fueron “terrenales” y  su diferencia respecto a los demás se estabilizó. Button y, sobre todo, los Red Bull, fueron a menudo los más veloces en pista. Todo eso mientras Raikkönen se desdibujaba completamente y su presencia en pista era poco más que anecdótica.
Mientras Hamilton se acercaba a un Rosberg falto de ritmo, Vettel y Ricciardo se ventilaban a los Williams. Vettel en la horquilla y no sin dificultades con Bottas. Ricciardo con sendos espectaculares exteriores en las eses, se deshacía también de ambos. Los Williams, poco efectivos en agua, poco más podían hacer. Incluso Massa fue acosado timidamente por Nico Hulkenberg llegando a parecer que el Force india iba a poder superarlos. Pero al final nada.

En la vuelta veintiocho Vettel para y se reincorpora quinto, Button era un sólido tercero pese al trepidante ritmo de los Red Bulls.
El acoso de Hamilton a Rosberg culminó en la vuelta veintinueve tras intentarlo, sin éxito, las vueltas precedentes. La lucha por la victoria terminó ahí. Nico no tenía ritmo para atacar a su compañero, y casi se tenía que centrar más en evitar ser cogido por el trio “Button -Ricciardo-Vettel”

 
Jensson Button volvió a dar muestras de su maestría cuando las condiciones
no son las ideales. En este sentido, con pista cambiante, es el mejor.
En la vuelta treinta y uno Button paraba de nuevo. Sus mecánicos tenían problemas y perdía seis segundos de más (nueve en la parada total) y con ello dejaba la tercera posición en bandeja a Ricciardo -que no había parado- y se reincorporaba quinto tras Vettel.
 Ricciardo prefirió mantenerse en pista, tal vez con la idea de parar una sola vez más y llegar al final con los neumáticos en mejores condiciones que los de sus rivales. Incluso podría parar una vez menos en caso de que estos volvieran a detenerse. No en vano, todavía quedaban más de veinte vueltas.

Rosberg se detenía en la vuelta treinta y tres y descendía al tercer lugar, que recuperaría cuando Ricciardo, en la treinta y seis hacía lo propio junto a Hamilton.  En las vueltas siguientes pararían Massa y Bottas, dejando a Hulkenberg en sexto lugar. De modo que la cosa estaba así en la vuelta treinta y nueve: Hamilton,  Rosberg a 9”4, Vettel a 20”9, Button a 23”, Ricciardo a 24”4, Hulkenberg (sin parar), Bottas, Massa, etc…
La lluvia se intensificaba y Button decidía parar de nuevo y montar ruedas de lluvia en la vuelta  cuarenta y uno bajando de nuevo a la quinta plaza prácticamente a la vez que Sutil perdía el control de su Sauber en la 130R y acaba en la puzolana.
Dos vueltas más tarde, en la cuarenta y tres, Bianchi se salía asimismo en la 130R, con tan mala fortuna que impactaba con la grúa arrancando el arco de seguridad. Hulkenberg hace su parada y retrocede al octavo lugar. Mientras dirección de carrera se entera de lo sucedido –todavía no conocen la gravedad de la situación- Vettel para a poner ruedas de lluvia en la cuarenta y cinco, bajando al cuarto puesto. A continuación sale el coche de seguridad y apenas un giro después, se da por concluida la carrera. Como en estas circunstancias se cuenta la última vuelta dada por todos antes de la suspensión, la carrera queda acortada a cuarenta y cuatro vueltas y Vettel recupera su plaza de podio. La carrera finaliza así: Hamilton, Rosberg, Vettel, Ricciardo, Button, Bottas, Massa, Hulkenberg –siempre brillante en agua- Vergné,  Pérez, Kvyat, Raikkönen, etc…

Mansell entrevistando a Hamilton en el podio, todavía no sabían la gravedad
del estado de Jules Bianchi.
En la ceremonia del podio estaba el león británico Nigel Mansell, pero el ambiente no estaba para fiestas porque Bianchi estaba gravísimo al haber impactado con la cabeza contra la grúa, y se debatía entre la vida y la muerte. El que no se iba a debatir era el expiloto de F1 Andrea de Cesaris, que al perder el control de su Ducati en una rotonda en Roma, se estrellaba contra los raíles y perdía la vida en el acto.  De Cesaris, Romano, apodado “el Gladiador”, participó en 208 grandes premios entre 1980 y 1994, obteniendo el triste record de mayor número de GPs sin ganar ninguno. Estuvo nada más y mada menos que en 10  equipos: Alfa Romeo, Mclaren, Ligier, Minardi, Brabham, Rial, Dallara, Tyrrell, Jordan y Sauber. Propenso como nadie a los accidentes, siempre logró salir indemne de todos ellos, algunos tremendamente espectaculares. Hasta hoy. Descanse en paz. Y para Jules Bianchi y el Kaiser –que sigue muy mal- los mejores deseos.


 
  1. Andrea de Cesaris, el gladiador, 31 de mayo de 1959, Roma, Italia 5 de octubre de 2014, descanse en paz.

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