Camarada Hamilton, remontada de Rosberg
Con los ánimos por los suelos debido al gravísimo accidente que tuvo hace menos de una semana Jules Bianchi en Japón, se llegaba a la primera edición de un Gran Premio de F1 puntuable en Rusia.
Jules Bianchi. |
Mucho se estaba hablando –y lo que queda- sobre dicho accidente.
De cómo evitar que vuelva a suceder sin tener por ello que cambiar radicalmente
el aspecto de los coches y sin tener que estar parando las carreras cada dos
por tres. De lo que nadie habló, y es muy curioso, es de una cosa muy sencilla
y de sentido común, algo que llevo comentando siempre que puedo en mis
crónicas: es el hecho de poder cambiar los reglajes del coche sin penalización
del sábado al domingo, saltándose la ley del parque cerrado en caso de lluvia.
Lo mismo que no se obliga a usar los dos compuestos de seco en las carreras
declaradas en agua, se debe permitir que los coches se adapten lo mejor posible
a las condiciones más adversas, lo cual no sólo redundaría en un mayor
espectáculo -ya que los coches harían menos aquaplaning y se evitarían muchos
coches de seguridad, y de paso Pirelli amortizaría sus ruedas de lluvia ya que
sólo se usan testimonialmente- sino que los coches serían más seguros. Es raro
que nadie, ni siquiera los pilotos, dijera nada. Tal vez no quieran correr en
agua, sólo con unos charquitos.
Volviendo al circuito, este es obra del inefable Herman
Tilke y es un circuito de motor, así que los equipos con motor Mercedes eran
los más agradecidos. Por lo demás, un poco de todo, una curva rapidísima de
izquierdas emulando a la curva 8 de Turquía y un par de curvas en ángulo recto
al final a lo “Phoenix” (Para los más noveles, en Phoenix se corrió el GP de
EEUU entre 1989 y 1991 y sus curvas eran casi todas de noventa grados).
El circuito está el parque olímpico de la ciudad de Sochi,
la que fue sede de los JJOO de invierno este año y en la que Rusia logró
triunfar en el medallero. La gran patinadora rusa Julia Lipnistkaia se
convirtió en la deportista más joven en lograr el oro Olímpico con 15 años, una
niña, vamos. Su compatriota Adelina Sotnikova fue la primera rusa en ganar el
oro en patinaje.
Julia Lipnitskaia. |
Estaba claro que en la F1 Rusia, sin apenas tradición, no
iba a triunfar en F1 como sí lo hicieron en los JJOO. Daniil Kvyat era la mejor
opción, aunque ni en sus mejores sueños podría aspirar al podio siquiera, salvo hecatombe. Y encima, el equipo local,
Marussia, llegaba tocado por el gravísimo accidente de su piloto estrella. En
su box le rindieron homenaje y no hubo sustituto. Al menos no en Sochi.
Antaño, cuando había un GP en un circuito nuevo se permitía
a los equipos rodar el jueves para ir adaptando el coche a la desconocida
pista. Desde hace varios años para acá, con los simuladores y toda
parafernalia, esa práctica quedó en desuso y los entrenamientos comenzaban
exactamente igual que en los demás sitios. El progreso.
Los libres pusieron de manifiesto que la pista era muy poco
abrasiva, que salvo en la primera sesión ésta no mejoraba al depositarse más
goma, y que tras los Mercedes y Williams estaba Mclaren, mientras que Red Bull
y Ferrari estaban en dificultades.
La Q1 empezaba bajo el soleado cielo de Sochi y vio caer de
forma inesperada a uno de los principales actores, Felipe Massa, que con
problemas de alimentación no podía pasar el corte. Junto a él se quedaban los
Caterham, con un espléndido Ericsson decimoséptimo, justo delante de Massa, Maldonado
y el coche ruso de Max Chilton en último lugar.
La Q2 dejó fuera a Vettel, los dos Force India y Sauber así
como el Lotus restante, por este orden.
Los Mercedes eran los favoritos aunque Bottas no andaba muy lejos.
La Q3 que diría quién sería el primer poleman de la historia
del GP de Rusia, fue una lucha entre Hamilton y Rosberg. El inglés siempre fue
un pelín más veloz que su compañero en una pista en la que para hacer la vuelta
buena tenías que estar dándole que te pego a las ruedas varias vueltas para
hacerlas entrar en temperatura. Cuando Hamilton parecía ser pole segura,
apareció Bottas in extremis siendo el más veloz a falta del último sector, pero
una pequeña pasada de frenada lo mantuvo en la tercera plaza. Al igual que le
sucedió en Austria, un error de conducción le privó de una posible pole. Cuarto
fue Button, muy en forma aquí, precediendo al héroe local, Daniil Kvyat,
Magnussen, Ricciardo, Alonso, Raikkönen y Vergné.
Por sustitución de la caja de cambios Magnussen perdía cinco
plazas, lo mismo y por idéntico motivo Hulkenberg (12ª) y Chilton (21º),
mientras que Maldonado (20º) por utilización del sexto motor y no poder cumplir
las diez posiciones de penalización en Japón perdía otras cinco. Por
acumulación de “tarjetas” como en el futbol. Chorraducas de la FIA.
En el ambiente previo a la salida los pilotos rindieron un
homenaje a su compañero herido, Jules Bianchi. Una nota emotiva y rara, no sólo
porque la FOM (los que llevan la pasta por la organización de estas carreritas)
lo permitiera –acuerdensé de María de Villota- sino por ser la primera vez que
esto se hace por alguien que no ha perdido la vida. Tampoco hubiera estado de
más un pequeño recuerdo al Gladiador, Andrea de Cesaris, fallecido la semana
anterior en un accidente de moto. Este bonito detalle permitió que se pudiera
escuchar por vez primera un himno en silencio en un circuito. No pudo haber
sido en mejor escenario, ya que el himno ruso es el más bonito de todos.
Los semáforos se apagaron y los coches se lanzaron en tromba
a ganar plazas como locos en la primera vuelta ya que, al preverse una carrera
a una parada, parecía que las posibilidades de recuperar posiciones eran
prácticamente nulas. Eso dio lugar a una paupérrima primera vuelta con
muchísimos coches trazando por las escapatorias del circuito al pasarse todos
ellos de frenada, en ese exceso de optimismo que permiten estos circuitos
modernos. Si lo hiciesen en otros las cosas serían muy distintas. Más que F1
parecía el París-Dakar.
dañó sus neumáticos de tal forma que tuvo que parar en la primera vuelta a
sustituirlos, arruinando, de paso, sus opciones de victoria. Felipe Massa
también paró para quitarse las ruedas duras de en medio y pasaron ambos a
ocupar las dos últimas posiciones.
Tras el primer giro la situación era: Hamilton y Bottas en
otra órbita, seguidos de Button, Alonso, Vergné, Magnussen, Vettel, Ricciardo,
Kvyat –que cometió un error- y Raikkönen.
Mientras Hamilton tiraba y sólo Bottas parecía poder
seguirle, el resto se mantenía como
estaba salvó Vergné, que fue siendo superado sucesivamente por Magnussen y los
dos Red Bull. Cuando Kvyat estaba a punto de hacer lo propio, este cerró la
puerta y Raikkönen pudo adelantar al piloto local cerrándole de golpe a Kvyat
su remontada.
En la vuelta nueve desaparecía el Marussia de Max Chilton,
con lo que a los rusos sólo les quedaba Kvyat.
Ricciardo parecía ser más rápido que su compañero Vettel,
pero este no le iba a dejar pasar, de modo que el australiano optó por
adelantar su primera parada por si acaso. La hizo en la vuelta once, más o
menos cuando Bottas se daba por vencido y dejaba a Hamilton marcharse
tranquilamente. La lucha por la victoria, salvo avería o accidente, había
acabado. El Williams destruyó sus gomas intentando seguir al Mercedes. Ahora
tocaba mantenerse en donde estaba. A todo esto, Rosberg era decimocuarto y
Massa decimosexto. La de Rosberg iba a ser una remontada a lo Watson, aunque en
realidad a lo que más se pareció es a la que hizo Alain Prost en Sudáfrica 1984
cuando tuvo que salir de boxes. Ambos realizaron una remontada fantástica con
idéntico resultado. Y ambos tenían una máquina muy superior a la del resto.
La carrera fue bastante aburrida, todos fueron haciendo la
parada prevista y las únicas modificaciones fueron que Alonso perdió tiempo en
boxes y cedió posición ante Magnussen y Rosberg –lo de este último estaba
cantado- y que Ricciardo pasó a Vettel.
La remontada de Massa se vió frenada por su segunda parada
en la vuelta veintisiete y sus opciones prácticamente acabaron ahí. En la
vuelta treinta y uno Rosberg –con las ruedas que puso al principio y con
intención de llegar con ellas- adelantó inesperadamente a Bottas, que llevaba
las suyas frescas y a ritmo de vueltas rápidas se marcó un colchón de segundos
con Valtteri que este ya no pudo recuperar.
Hamilton dominaba con autoridad seguido de Rosberg, Bottas,
Button, Magnussen, Alonso, Ricciardo, Vettel, Gutiérrez, Raikkönen, etc…
Gutiérrez se quitó de en medio al parar y tras Kimi se colocaron Pérez y Massa.
Y así quedaron los diez primeros de ahí al final ya que las ruedas de Rosberg
aguantaron el tute. Nadie se movió. Bottas, en su vano intento de acosar a
Rosberg marcó la vuelta rápida en la última.
Ricciardo no paro de
incordiar a Alonso hasta el final. Pero el asturiano tenía todo bajo control.
El piloto local, Daniil Kvyat, que partía quinto y parecía
que iba a lograr un gran resultado, se fue diluyendo a medida que pasaban las
vueltas y al final fue un decepcionante decimocuarto. Otra vez será.
De modo que así acabó este GP en el que Hamilton daba otro
paso más de cara al título. Rosberg, al que increíblemente le aguantaron las
ruedas, debe de andar ahora preocupado
por los errores que ha cometido –aquí y en Monza- que le han costado muchos
puntos. Ahora llega Austin, el mejor circuito de Tilke –alguno le tenía que
salir bien- un circuito de piloto, y en el que visto lo sucedido el año pasado,
mucho tendrá que esmerarse Rosberg para poner contra las cuerdas a su compañero
Hamilton. Pero todo es posible. Por cierto, Mercedes se proclamó campeona del
mundo de constructores por primera vez en su historia. No por esperado es menos
importante. De haber existido este galardón en los albores del campeonato –en
principio sólo existía el de pilotos- Mercedes tendría tres. Claro que bajo esa
premisa Alfa Romeo tendría dos, Maserati
uno y Ferrari tres más, engordando su palmarés de dieciseis a diecinueve. Pero
las cosas son como son. Enhorabuena a los premiados.
En tres semanas nos vemos en el maravilloso circuito de
Austin, donde quizá ya sepamos por fin las alineaciones del año siguiente,
sobre todo dónde irá, sí es que finalmente lo hace, Alonso. Y por supuesto,
esperando las mejores noticias de Jules Bianchi y de Michael Schumacher.
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