En breve va a comenzar de nuevo la temporada de F1 en Australia, como viene
siendo habitual desde 1996, en Melbourne. Un circuito magnífico, aunque no
tanto como su predecesor, Adelaida, que siempre daba lugar a los cierres de
campaña más espectaculares gracias a su dureza y espectacularidad. En él, solía haber ganador sorpresa. Lo mismo
que en Melbourne, aunque por diferentes razones.
Al ser el primer GP, los coches no están del todo afinados y
siempre hay un poco más de incertidumbre. Este año había pocas novedades, unos
kilillos más para los F1, que sobrepasan los 700kg (702 exactamente) con
piloto, es decir, unos 630 ellos solitos. A 130kg de lo que pesaban hace
décadas, que para llegar a los 500 kg había que lastrarlos. Otra novedad es que
habrá un motor (unidad de potencia más bien) menos por temporada, pasando de 5
a 4.
Sevastian Vettel, Ferrari SF15T, una de las novedades de la temporada. |
La pretemporada no suele despejar las incógnitas, pero sirve a veces para hacerse una idea de por dónde pueden ir los tiros. En este caso, es evidente que Mercedes va a seguir ahí y que difícilmente se le van a escapar los títulos, aunque nunca se sabe y es posible que su ventaja se vea reducida. Ferrari parece estar en forma, lo mismo que Sauber y Lotus. Red Bull anduvo con muchos problemas, justo lo contrario que su benjamín, Toro Rosso. Pocas más conclusiones a sacar, salvo lo mal que van los Mclaren. Excepto un día en Barcelona en el que dieron 100 vueltas y algún que otro tiempo normal, todo muy mal. Pocas vueltas y muchas de ellas más lentas que un GP3. Tienen un largo camino por delante. Que esta era para ellos una temporada de transición ya se sabía, pero que fueran a ir tan mal, no.
El tema Mclaren-Honda es interesante, de modo que hablaremos
un poco acerca de ellos y de las dudas que se plantean, que son: el por qué han
cambiado de motor y el fichaje (aparentemente suicida) de Alonso por ellos.
Fernando Alonso posando en el museo de Mclaren. Nótese la falta de decoración en los Marlboro Mclaren, lamentable. |
Mclaren dejó Mercedes por Honda no por esa tontería totalmente falsa que se comenta de que ahora Mercedes, al ser clientes, les iba a dar un motor peor, sino porque los intereses de Mclaren y Mercedes chocaron. Mercedes se cansó de estar en segundo plano como motorista y quiso participar con su propio equipo, y como Mclaren no les iba a ceder el suyo, compraron Brawn GP y, a partir de ahí, y una vez expiraron los contratos de colaboración que tenían con Mclaren, estos tuvieron que pagar por los motores. Ahora con Honda como socio los vuelven a tener gratis, lo que significa que con los motores híbridos la suma asciende a unos nada despreciables 20 millones de euros. Y es que para aspirar a títulos es mejor tener un socio motorista de tu lado que ser un cliente, más aún si no andas sobrado de pasta, y parece que no es el caso. De ahí el cambio motor, que es como una inversión a largo plazo.
En cuanto al fichaje de Alonso, en eso no puedo dar una
respuesta certera, sino una suposición: harto de no ganar con Ferrari, decide
irse. A donde quiere irse (Mercedes) no puede en el acto, de modo que ficha por
Mclaren como equipo puente, como hizo con Renault en 2008 para irse a Ferrari
en 2010, y ficha por dos años para que no sea tan descarada la maniobra. Y en
2016, ficha por la estrella de tres puntas, tierra, mar y aire.
Tal vez hubiera sido mejor quedarse en Ferrari en 2015 y
marcharse a Mercedes en 2016, pero en ese caso en Maranello seguramente no
hubieran estado dispuestos a dejarlo marchar y hubiera tenido que cumplir el
contrato que expiraba a finales de 2016.
Era en 2015 o nada, a cumplir contrato. Que el Mclaren Honda
no iba a funcionar de entrada estaba claro. No es razonable esperar que un
motor nuevo con un equipo que lleva 2 años haciendo malos coches (2 años sin
ganar con buenos motores, el año pasado con el mejor motor de largo) vaya a ir
bien salvo sorpresa mayúscula. De modo que 2015, 2016 y tal vez más serán de
transición para Mclaren. Entiéndase transición como años en los que no van a
ser campeones, ni candidatos siquiera. Así que eso no casa con las declaraciones de
Alonso de irse de Ferrari para ganar ya. De modo que o mucho me equivoco, o
Alonso abandonará Woking a finales de año rumbo a la estrella alemana.
Luego tenemos el famoso accidente de Alonso con su equipo.
Accidente entiéndase por los motivos que obligaron a Alonso a estacionar al
borde de la pista, porque eso fue exactamente lo que hizo. Que no busquen
explicaciones del tipo “la bala que mató a Kennedy” ni cosas por el estilo. El coche estaba nuevecito de modo que, o bien
Alonso se desvaneció por problemas físicos, o el coche le pego un calambrazo de
agárrate y no te menees. Teniendo en cuenta que los F1 actuales son más dinamo que
coche, con los riesgos que ello entraña, esto último parece plausible. Más aún
si tenemos en cuenta que el coche con Button en el circuito, no volvió a pista
hasta el día siguiente, síntoma de que algo había pasado.
El mutismo (o las mentiras descaradas) de Mclaren, con la complicidad de la FIA, es lo normal en estos casos: negar lo evidente, mentir a la cara y buscar explicaciones absurdas. Leer declaraciones del tipo: “no ocultamos nada” cuando no muestran al público ni la telemetría, ni las imágenes de las cámaras subjetivas de los coches de Alonso y Vettel, son un insulto a los seguidores. Y que Alonso haga bromitas al respecto… lamentable. Alonso, si no quieres o no puedes decir lo que pasó, cállate, no te hagas el simpático con eso. Primero, porque no tienes gracia, y segundo, porque reírse de los aficionados es de muy mala educación.
El caso es que nadie sufre 36Gs por aparcar el coche al
borde de la pista, y mucho menos se está varios días hospitalizado y más de un
mes sin subirse al coche. Así que nada, que cada cual saque sus conclusiones.
Total, que Alonso no participaba ni en los segundos test de Barcelona ni
tampoco en el GP inaugural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario