martes, 31 de marzo de 2015

GP de Malasia 2015

        Vettel cabalga con el el Cavallino






Llega el segundo GP de la temporada, el GP Malayo de Sepang en Kuala Lumpur, donde iba a haber de nuevo tres españoles en pista, algo que no sucedía desde el GP de Canadá de 2010 con Alonso, Alguersari y De la Rosa. Curiosamente, todos con motor Ferrari.
 Por fin iba a debutar Roberto Merhi, un piloto muy bueno al nivel de Carlos Sainz, y volvía Alonso con renovadas ganas. O eso decía de cara a la galería, porque para lo que le esperaba bien se podía haber quedado en casa hasta que la F1 llegase a europa.
 Los libres, al margen de los grandes problemas de Manor con los coches recién montados, tenía como nota destacada los problemas del Mercedes de Hamilton y, sobre todo, el buen estado de forma de Ferrari, principalmente del de Kimi, muy cerca siempre de los Mercedes. Los Mclaren mal, con problemas de toda índole.
En la Q1 no salió el pobre Will Stevens, compañero en Manor de Merhi, por problemas mecánicos. Pero Roberto sí salió, y eso fue lo que evitó que los Mclaren fuesen de nuevo los peores monoplazas de la parrilla. Roberto Merhi fue el más lento de largo de todos y aunque no llegó a cumplir el 107%, se le permitió calificarse por haber mostrado ritmo suficiente en los libres.

Roberto Merhi debutaba en F1 a los mandos del Manor, lo que era el Marusia.
Eso y que apenas hay coches. Alonso, Button y el debutante del año Nasr, se quedaban fuera. A destacar el tiempo de Vettel, con duros, a medio segundo de los Mercedes, con blandos.
La Q2 dio lugar para más sorpresas, ya que la lluvia sólo iba a permitir dar una vuelta buena. Por eso todos se apiñaron a la salida de boxes para estar los primeros. El caso es que el más rápido, Rosberg, apenas le sacó dos décimas a Vettel (esta vez a igualdad de ruedas), Hamilton se libraba por los pelos y Raikkönen, Sainz y Hulkenberg fallaban quedándose fuera. En condiciones normales estaban ahí de sobra. También caía Maldonado y el otro Force India, el de Checo Pérez. Lo cierto es que el Force India de este año es un paquete. Por primera vez en su vida, Markus Ericsson pasaba a la Q3 con el Sauber.
La Q3 se realizó con el suelo mojado y por esa costumbre de retrasar tanto la salida esperando a que se seque la pista, no hizo falta utilizar los neumáticos de lluvia (no sé para qué narices los mandan hacer). Aunque algunos salieron con ellos, como los Williams, pecando de timoratos.
Los Mercedes -sobre todo Hamilton- se mostraron arrolladores en su primera vuelta lanzada, pero la vuelta buena debía ser la última. Una vez todos estuvieron listos, Vettel acarició la pole en lo que fue una calificación emocionante, quedándose  a 74 milésimas del inglés. Rosberg mejoró, pero no llegó a mejorar posición, manteniéndose tercero tras Hamilton y Vettel. Al inglés le sirvió su primera vuelta para quedarse definitivamente con la pole. El primero de “los que no cuentan” fue Ricciardo, a sus anchas en agua, seguido de Kvyat, un fenomenal Verstappen, los desdibujados (en agua) Williams de Massa y Bottas, el Sauber de Markus Ericsson, que cuajaba la mejor calificación de su vida y el último de los diez primeros, salvando el honor de los Lotus, Romain Grosjean. Vettel devolvía a Ferrari a la primera línea, algo que no sucedía desde este mismo GP, pero el de 2013 con Felipe Massa.
 El soleado domingo iba a dar la salida con 19 monoplazas en parrilla, dado que finalmente el Manor de Will Stevens no iba a poder salir.Llega el segundo GP de la temporada, el GP Malayo de Sepang en Kuala Lumpur, donde iba a haber de nuevo tres españoles en pista, algo que no sucedía desde el GP de Canadá de 2010 con Alonso, Alguersari y De la Rosa. Curiosamente, todos con motor Ferrari.
 Por fin iba a debutar Roberto Merhi, un piloto muy bueno al nivel de Carlos Sainz, y volvía Alonso con renovadas ganas. O eso decía de cara a la galería, porque para lo que le esperaba bien se podía haber quedado en casa hasta que la F1 llegase a europa.
 Los libres, al margen de los grandes problemas de Manor con los coches recién montados, tenía como nota destacada los problemas del Mercedes de Hamilton y, sobre todo, el buen estado de forma de Ferrari, principalmente del de Kimi, muy cerca siempre de los Mercedes. Los Mclaren mal, con problemas de toda índole.
En la Q1 no salió el pobre Will Stevens, compañero en Manor de Merhi, por problemas mecánicos. Pero Roberto sí salió, y eso fue lo que evitó que los Mclaren fuesen de nuevo los peores monoplazas de la parrilla. Roberto Merhi fue el más lento de largo de todos y aunque no llegó a cumplir el 107%, se le permitió calificarse por haber mostrado ritmo suficiente en los libres. Eso y que apenas hay coches. Alonso, Button y el debutante del año Nasr, se quedaban fuera. A destacar el tiempo de Vettel, con duros, a medio segundo de los Mercedes, con blandos.
La Q2 dio lugar para más sorpresas, ya que la lluvia sólo iba a permitir dar una vuelta buena. Por eso todos se apiñaron a la salida de boxes para estar los primeros. El caso es que el más rápido, Rosberg, apenas le sacó dos décimas a Vettel (esta vez a igualdad de ruedas), Hamilton se libraba por los pelos y Raikkönen, Sainz y Hulkenberg fallaban quedándose fuera. En condiciones normales estaban ahí de sobra. También caía Maldonado y el otro Force India, el de Checo Pérez. Lo cierto es que el Force India de este año es un paquete. Por primera vez en su vida, Markus Ericsson pasaba a la Q3 con el Sauber.
La Q3 se realizó con el suelo mojado y por esa costumbre de retrasar tanto la salida esperando a que se seque la pista, no hizo falta utilizar los neumáticos de lluvia (no sé para qué narices los mandan hacer). Aunque algunos salieron con ellos, como los Williams, pecando de timoratos.
Los Mercedes -sobre todo Hamilton- se mostraron arrolladores en su primera vuelta lanzada, pero la vuelta buena debía ser la última. Una vez todos estuvieron listos, Vettel acarició la pole en lo que fue una calificación emocionante, quedándose  a 74 milésimas del inglés. Rosberg mejoró, pero no llegó a mejorar posición, manteniéndose tercero tras Hamilton y Vettel. Al inglés le sirvió su primera vuelta para quedarse definitivamente con la pole. El primero de “los que no cuentan” fue Ricciardo, a sus anchas en agua, seguido de Kvyat, un fenomenal Verstappen, los desdibujados (en agua) Williams de Massa y Bottas, el Sauber de Markus Ericsson, que cuajaba la mejor calificación de su vida y el último de los diez primeros, salvando el honor de los Lotus, Romain Grosjean. Vettel devolvía a Ferrari a la primera línea, algo que no sucedía desde este mismo GP, pero el de 2013 con Felipe Massa.
 El soleado domingo iba a dar la salida con 19 monoplazas en parrilla, dado que finalmente el Manor de Will Stevens no iba a poder salir.
Al apagarse los semáforos, Hamilton mantuvo su posición con autoridad mientras que Vettel no perdió la suya por poco. Parece que las arrancadas no son el fuerte del SF15T. Raikkönen tampoco ganó posiciones, a diferencia de Carlos Sainz y Alonso, 11º y 15º al finalizar la primera vuelta en la que Maldonado, el pupas, cerraba la clasificación tras un pinchazo al ser tocado por Bottas. El que realizó un salidón fue Hulkenberg, de 13º a 7º.
Al finalizar la primera vuelta, Felipe Nasr tocaba a Raikkönen pinchándole la rueda, justo cuando el finlandés estaba a punto de adelantar a Sainz, teniendo que dar toda una vuelta en tres ruedas. De modo que Nasr, Raikkönen y Maldonado se convirtieron en el trío de cola.







Por delante Hamilton tiraba como de costumbre, pero esta vez quien le marcaba a menos de un segundo de distancia era Vettel, que parecía estar muy en forma y dispuesto a luchar por algo más que por el podio.
Al comienzo de la cuarta vuelta Ericsson, en su línea de estropear sus mejores calificaciones, cometió un error y realizó un trompo cuando quería adelantar a Hulkenberg,  abandonando en la puzolana. Esto provocó la salida del coche de seguridad y la entrada en tromba de casi todos a los boxes. Vettel, Hulkenberg, Grosjean, Sainz y Pérez fueron algunos de los que no pararon, de modo que cuando el coche de seguridad se retiró en la vuelta 7 la clasificación era: Vettel, Hulkenberg, Grosjean, Sainz, Pérez, Hamilton, Ricciardo, Massa, Rosberg, Verstappen, …Alonso 13º,  Merhi 16º y Raikkönen justo detrás y remontando. Por cierto, que a Kimi le perjudicó el hecho de que Merhi, inexplicablemente, no estuviera a rebufo del coche que le precedía, dejando un colchón de unos 10 segundos. Estando el coche de seguridad, es inexplicable.
Pero a lo nuestro. A la cabeza Vettel se escapaba como un tiro (lógico teniendo en cuenta quien iba detrás)  a la vez que Sergio Pérez, con problemas, caía en la clasificación. No fue hasta la vuelta 10 que Hamilton se puso segundo, adelantando a sus rivales como sólo él sabe hacerlo: rápido y seguro. Por entonces estaba a 10 segundos de Vettel y comenzaba su cabalgada… pero no. Justo al revés, su cabalgada acabó ahí. Incapaz de recortar la distancia con Vettel, y ambos pendientes de dos paradas más gracias a la menor degradación del Ferrari a igualdad de ritmo, la carrera estaba vista para sentencia.
Por entonces Rosberg seguía bregando con el tráfico y no fue hasta la vuelta 14 que se situó en tercera posición, en parte aprovechando las paradas de los pilotos que le precedían.  Kimi era 12º, y al llegar al pelotón decidía parar de nuevo para poder correr con pista libre.
 En la vuelta 17 con más de 7” sobre Hamilton, Vettel paró realizando el cambio en 2”4 y reincorporándose tercero. Sí alguien creía que los Mercedes, y más concretamente Hamilton, tenían posibilidades, Vettel se encargó de devolverles a la realidad ya que en apenas seis vueltas superó a los dos Mercedes en pista. Fue llegar y besar el santo. Los pasó con la misma facilidad que un Ferrari de calle adelantaría a cualquier Mercedes (u otro) coche de calle. Rosberg cedió en la vuelta 21. La misma en la que Alonso, ficticio 8º debido a las paradas, abandonaba el GP. Hamilton caía en la 23, justo antes de parar por segunda vez.






Rosberg se detuvo en la vuelta 27 y devolvió a Hamilton al segundo lugar, mientras él se reincorporaba 4º… ¡tras Raikkönen! que sin hacer ruidos y adelantando a los rivales con insultante facilidad, demostraba que el Ferrari corría y mucho. Pero el tiempo perdido en la primera vuelta no le iba a permitir luchar por el podio. Cedió ante Rosberg un par de vueltas después y se detuvo a realizar su tercera y última parada en la vuelta 34. Tercera que era en realidad la segunda, a causa del pinchazo de la primera vuelta. Se reincorporó sexto tras los Williams, que poco a poco fueron recuperando para hacerse con sus lugares naturales tras los Ferrari y Mercedes.
En cabeza Vettel sólo cedió el liderazgo una vuelta, la 38, cuando realizó su última parada e iba con más de 14” sobre el actual campeón. Salió segundo en las narices de Rosberg, al cual dejó tirado como si el Mercedes del alemán fuese un Manor o un Mclaren, que para el caso es lo mismo. En la vuelta siguiente se detuvo Hamilton y fin de la historia.
 Raikkönen se quitó de en medio a los Williams y se quedó en cuarto lugar, nada mal para quien al principio estaba en la cola. Los Williams libraron un duelo por su supremacía, y a dos vueltas del final Bottas consiguió pasar a su correoso compañero para acabar quinto.
 Los abandonos de Button y Grosjean pasaron desapercibidos para un público que disfrutó de una carrera repleta de adelantamientos, diferentes tácticas y usos de neumáticos. En definitiva, un gran premio magnífico. Carlos Sainz fue un excelente 8º delante de sus hermanos mayores, y no fue 7º porque la táctica de Toro Rosso le perjudicó, y aunque Max Verstappen estuvo sensacional no es menos cierto que era un pelín más lento que Carlos. Pero el coche de seguridad le vino de perlas. Verstappen se convirtió, a sus 17 años, en piloto más joven en puntuar.
 Vettel cruzó victorioso la línea de meta y eufórico por la radio dijo: “grazie, grazie, grazie, forza Ferrari… Ferrari is back”. Muy emotivo.



Victoria número 222 de Ferrari en F1, primera con Vettel al volante. No será la última.



Tras él entraron Hamilton, Rosberg, Raikkönen, Bottas, Massa, Verstappen, Sainz, Ricciardo, Kvyat, etc… y Roberto Merhi un sensacional 15º con el Manor, a tres vueltas de los líderes. Con ese coche y teniéndose que dejar doblar tantas veces, el resultado es excepcional. Merhi es un gran piloto que merece una oportunidad de verdad.
 En el podio, Vettel declaró varias veces y con toda la razón, que habían ganado con todas las de la ley a Mercedes. Y recalcó lo contento que estaba por llevar el coche de su ídolo Michael Schumacher, al que damos, al igual que a Jules Bianchi, todo nuestro afecto.
 Parece que a Vettel realmente le hace ilusión estar ahí, lo cual es de agradecer en estos tiempos en los que los pilotos apenas muestran ningún tipo de apego. Alesi era uno de los pocos que lo hacía. Ferrarista hasta la médula. Es cierto que en estos casos, Ferrari es la única con ese poder de atracción.
 Sí alguien cree que Ferrari ganó por la salida del coche de seguridad, que haga un sencillo cálculo. Se pierden 24 segundos en boxes. Al parar Hamilton con el safefty en pista, cuando se puso segundo estaba a sólo 10, es decir, a 13 segundos menos de lo que hubiera pasado si hubiera parado sin el coche de seguridad. Cierto que entonces habrían influido otras cosas, pero vale para hacerse una idea de que el Ferrari, con menor consumo de ruedas  e igual ritmo, hubiera ganado de cualquier manera tal y como reconoció Hamilton: “hiciéramos lo que hiciéramos, no hubiéramos podido ganar”.
Se ganó realmente y sin ayudas. Es la primera vez desde que entró el año pasado la nueva reglamentación, que Mercedes pierde una carrera de tú a tú. El año pasado, las tres victorias de Ricciardo con Red Bull vinieron acompañadas de problemas mecánicos o accidentes de los Mercedes. Aquí no.
¿Quiere esto decir que Ferrari está en la lucha por el título? No, es muy pronto para pensar así.
Los Mercedes son los favoritos y Ferrari tiene toda la pinta de ser su principal rival. De hecho, parece que su objetivo de lograr dos victorias este año está fácilmente a su alcance. Veremos cómo se desarrolla la primera mitad de campeonato para ver si hay o no campeonato, pero esta victoria abre una puerta que hace quince días parecía estar cerrada.
 En cuanto a Alonso y su Mchonda, hay poco que decir de eso ya que hay para aburrir todos los días. Sigo pensando que Alonso no tiene intención de ver como acaba el proyecto, ya que los proyectos de este tipo requieren paciencia, y los campeones del estilo de Fernando no se caracterizan por ello
. Su objetivo es ir a Mercedes en 2016. El caso es que el asturiano,  que muchas veces dice lo que piensa sin pensar en lo que dice, ahora se limita a hacer las declaraciones “standard” en este tipo de situaciones. El caso es que ver a su ex equipo ganar no le debe hacer ni pizca de gracia por muy buena relación que tenga con ellos. Él no pensaba en ganar carreras este año con Mclaren, eso seguro, pero pensaba que Ferrari tampoco lo conseguiría.
Hamilton, cuando le preguntaron qué pensaba al estar con Vettel en el podio respondió: “lo que me pregunto es lo que pensará Alonso…” y esa es la pregunta que muchos se hacen, respuesta a la cual Alonso no va a contestar, lo mismo que no va a decir lo que pasó en su “accidente” en Barcelona. Aunque respecto al accidente, es divertido ver cómo se contradicen entre ellos. Alonso dice una cosa, Button otra, Boullier otra… en fin, que lo que se dice la verdad, no es que la digan.
En quice diúcas tenemos GP de nuevo, en China. Y no lo duden: los Mercedes son los favoritos, pero los Ferrari estarán ahí, seguro. Nos vemos, un saludo


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