Vettel cabalga con el el Cavallino
Llega el segundo GP de la temporada, el GP Malayo de Sepang en Kuala Lumpur, donde iba a haber de nuevo tres españoles en pista, algo que no sucedía desde el GP de Canadá de 2010 con Alonso, Alguersari y De la Rosa. Curiosamente, todos con motor Ferrari.
Por fin iba a debutar
Roberto Merhi, un piloto muy bueno al nivel de Carlos Sainz, y volvía Alonso
con renovadas ganas. O eso decía de cara a la galería, porque para lo que le
esperaba bien se podía haber quedado en casa hasta que la F1 llegase a europa.
Los libres, al margen
de los grandes problemas de Manor con los coches recién montados, tenía como
nota destacada los problemas del Mercedes de Hamilton y, sobre todo, el buen
estado de forma de Ferrari, principalmente del de Kimi, muy cerca siempre de los
Mercedes. Los Mclaren mal, con problemas de toda índole.
En la Q1 no salió el pobre Will Stevens, compañero en Manor
de Merhi, por problemas mecánicos. Pero Roberto sí salió, y eso fue lo que
evitó que los Mclaren fuesen de nuevo los peores monoplazas de la parrilla.
Roberto Merhi fue el más lento de largo de todos y aunque no llegó a cumplir el
107%, se le permitió calificarse por haber mostrado ritmo suficiente en los
libres.
Roberto Merhi debutaba en F1 a los mandos del Manor, lo que era el Marusia. |
La Q2 dio lugar para más sorpresas, ya que la lluvia sólo
iba a permitir dar una vuelta buena. Por eso todos se apiñaron a la salida de
boxes para estar los primeros. El caso es que el más rápido, Rosberg, apenas le
sacó dos décimas a Vettel (esta vez a igualdad de ruedas), Hamilton se libraba
por los pelos y Raikkönen, Sainz y Hulkenberg fallaban quedándose fuera. En
condiciones normales estaban ahí de sobra. También caía Maldonado y el otro
Force India, el de Checo Pérez. Lo cierto es que el Force India de este año es
un paquete. Por primera vez en su vida, Markus Ericsson pasaba a la Q3 con el
Sauber.
La Q3 se realizó con el suelo mojado y por esa costumbre de
retrasar tanto la salida esperando a que se seque la pista, no hizo falta
utilizar los neumáticos de lluvia (no sé para qué narices los mandan hacer).
Aunque algunos salieron con ellos, como los Williams, pecando de timoratos.
Los Mercedes -sobre todo Hamilton- se mostraron arrolladores
en su primera vuelta lanzada, pero la vuelta buena debía ser la última. Una vez
todos estuvieron listos, Vettel acarició la pole en lo que fue una calificación
emocionante, quedándose a 74 milésimas
del inglés. Rosberg mejoró, pero no llegó a mejorar posición, manteniéndose
tercero tras Hamilton y Vettel. Al inglés le sirvió su primera vuelta para
quedarse definitivamente con la pole. El primero de “los que no cuentan” fue
Ricciardo, a sus anchas en agua, seguido de Kvyat, un fenomenal Verstappen, los
desdibujados (en agua) Williams de Massa y Bottas, el Sauber de Markus Ericsson,
que cuajaba la mejor calificación de su vida y el último de los diez primeros,
salvando el honor de los Lotus, Romain Grosjean. Vettel devolvía a Ferrari a la
primera línea, algo que no sucedía desde este mismo GP, pero el de 2013 con
Felipe Massa.
El soleado domingo
iba a dar la salida con 19 monoplazas en parrilla, dado que finalmente el Manor
de Will Stevens no iba a poder salir.Llega el segundo GP de la temporada, el GP Malayo de Sepang
en Kuala Lumpur, donde iba a haber de nuevo tres españoles en pista, algo que
no sucedía desde el GP de Canadá de 2010 con Alonso, Alguersari y De la Rosa.
Curiosamente, todos con motor Ferrari.
Por fin iba a debutar
Roberto Merhi, un piloto muy bueno al nivel de Carlos Sainz, y volvía Alonso
con renovadas ganas. O eso decía de cara a la galería, porque para lo que le
esperaba bien se podía haber quedado en casa hasta que la F1 llegase a europa.
Los libres, al margen
de los grandes problemas de Manor con los coches recién montados, tenía como
nota destacada los problemas del Mercedes de Hamilton y, sobre todo, el buen
estado de forma de Ferrari, principalmente del de Kimi, muy cerca siempre de los
Mercedes. Los Mclaren mal, con problemas de toda índole.
En la Q1 no salió el pobre Will Stevens, compañero en Manor
de Merhi, por problemas mecánicos. Pero Roberto sí salió, y eso fue lo que
evitó que los Mclaren fuesen de nuevo los peores monoplazas de la parrilla.
Roberto Merhi fue el más lento de largo de todos y aunque no llegó a cumplir el
107%, se le permitió calificarse por haber mostrado ritmo suficiente en los
libres. Eso y que apenas hay coches. Alonso, Button y el debutante del año
Nasr, se quedaban fuera. A destacar el tiempo de Vettel, con duros, a medio
segundo de los Mercedes, con blandos.
La Q2 dio lugar para más sorpresas, ya que la lluvia sólo
iba a permitir dar una vuelta buena. Por eso todos se apiñaron a la salida de
boxes para estar los primeros. El caso es que el más rápido, Rosberg, apenas le
sacó dos décimas a Vettel (esta vez a igualdad de ruedas), Hamilton se libraba
por los pelos y Raikkönen, Sainz y Hulkenberg fallaban quedándose fuera. En
condiciones normales estaban ahí de sobra. También caía Maldonado y el otro
Force India, el de Checo Pérez. Lo cierto es que el Force India de este año es
un paquete. Por primera vez en su vida, Markus Ericsson pasaba a la Q3 con el
Sauber.
La Q3 se realizó con el suelo mojado y por esa costumbre de
retrasar tanto la salida esperando a que se seque la pista, no hizo falta
utilizar los neumáticos de lluvia (no sé para qué narices los mandan hacer).
Aunque algunos salieron con ellos, como los Williams, pecando de timoratos.
Los Mercedes -sobre todo Hamilton- se mostraron arrolladores
en su primera vuelta lanzada, pero la vuelta buena debía ser la última. Una vez
todos estuvieron listos, Vettel acarició la pole en lo que fue una calificación
emocionante, quedándose a 74 milésimas
del inglés. Rosberg mejoró, pero no llegó a mejorar posición, manteniéndose
tercero tras Hamilton y Vettel. Al inglés le sirvió su primera vuelta para
quedarse definitivamente con la pole. El primero de “los que no cuentan” fue
Ricciardo, a sus anchas en agua, seguido de Kvyat, un fenomenal Verstappen, los
desdibujados (en agua) Williams de Massa y Bottas, el Sauber de Markus Ericsson,
que cuajaba la mejor calificación de su vida y el último de los diez primeros,
salvando el honor de los Lotus, Romain Grosjean. Vettel devolvía a Ferrari a la
primera línea, algo que no sucedía desde este mismo GP, pero el de 2013 con
Felipe Massa.
El soleado domingo
iba a dar la salida con 19 monoplazas en parrilla, dado que finalmente el Manor
de Will Stevens no iba a poder salir.
Al apagarse los semáforos, Hamilton mantuvo su posición con
autoridad mientras que Vettel no perdió la suya por poco. Parece que las
arrancadas no son el fuerte del SF15T. Raikkönen tampoco ganó posiciones, a
diferencia de Carlos Sainz y Alonso, 11º y 15º al finalizar la primera vuelta en
la que Maldonado, el pupas, cerraba la clasificación tras un pinchazo al ser
tocado por Bottas. El que realizó un salidón fue Hulkenberg, de 13º a 7º.
Al finalizar la primera vuelta, Felipe Nasr tocaba a
Raikkönen pinchándole la rueda, justo cuando el finlandés estaba a punto de
adelantar a Sainz, teniendo que dar toda una vuelta en tres ruedas. De modo que
Nasr, Raikkönen y Maldonado se convirtieron en el trío de cola.
Por delante Hamilton tiraba como de costumbre, pero esta vez quien le marcaba a menos de un segundo de distancia era Vettel, que parecía estar muy en forma y dispuesto a luchar por algo más que por el podio.
Al comienzo de la cuarta vuelta Ericsson, en su línea de
estropear sus mejores calificaciones, cometió un error y realizó un trompo
cuando quería adelantar a Hulkenberg, abandonando en la puzolana. Esto provocó la
salida del coche de seguridad y la entrada en tromba de casi todos a los boxes.
Vettel, Hulkenberg, Grosjean, Sainz y Pérez fueron algunos de los que no
pararon, de modo que cuando el coche de seguridad se retiró en la vuelta 7 la
clasificación era: Vettel, Hulkenberg, Grosjean, Sainz, Pérez, Hamilton,
Ricciardo, Massa, Rosberg, Verstappen, …Alonso 13º, Merhi 16º y Raikkönen justo detrás y remontando.
Por cierto, que a Kimi le perjudicó el hecho de que Merhi, inexplicablemente,
no estuviera a rebufo del coche que le precedía, dejando un colchón de unos 10
segundos. Estando el coche de seguridad, es inexplicable.
Pero a lo nuestro. A la cabeza Vettel se escapaba como un
tiro (lógico teniendo en cuenta quien iba detrás) a la vez que Sergio Pérez, con problemas,
caía en la clasificación. No fue hasta la vuelta 10 que Hamilton se puso
segundo, adelantando a sus rivales como sólo él sabe hacerlo: rápido y seguro.
Por entonces estaba a 10 segundos de Vettel y comenzaba su cabalgada… pero no.
Justo al revés, su cabalgada acabó ahí. Incapaz de recortar la distancia con
Vettel, y ambos pendientes de dos paradas más gracias a la menor degradación
del Ferrari a igualdad de ritmo, la carrera estaba vista para sentencia.
Por entonces Rosberg seguía bregando con el tráfico y no fue
hasta la vuelta 14 que se situó en tercera posición, en parte aprovechando las
paradas de los pilotos que le precedían. Kimi era 12º, y al llegar al pelotón decidía
parar de nuevo para poder correr con pista libre.
En la vuelta 17 con
más de 7” sobre Hamilton, Vettel paró realizando el cambio en 2”4 y
reincorporándose tercero. Sí alguien creía que los Mercedes, y más
concretamente Hamilton, tenían posibilidades, Vettel se encargó de devolverles
a la realidad ya que en apenas seis vueltas superó a los dos Mercedes en pista.
Fue llegar y besar el santo. Los pasó con la misma facilidad que un Ferrari de
calle adelantaría a cualquier Mercedes (u otro) coche de calle. Rosberg cedió
en la vuelta 21. La misma en la que Alonso, ficticio 8º debido a las paradas,
abandonaba el GP. Hamilton caía en la 23, justo antes de parar por segunda vez.
Rosberg se detuvo en la vuelta 27 y devolvió a Hamilton al segundo lugar, mientras él se reincorporaba 4º… ¡tras Raikkönen! que sin hacer ruidos y adelantando a los rivales con insultante facilidad, demostraba que el Ferrari corría y mucho. Pero el tiempo perdido en la primera vuelta no le iba a permitir luchar por el podio. Cedió ante Rosberg un par de vueltas después y se detuvo a realizar su tercera y última parada en la vuelta 34. Tercera que era en realidad la segunda, a causa del pinchazo de la primera vuelta. Se reincorporó sexto tras los Williams, que poco a poco fueron recuperando para hacerse con sus lugares naturales tras los Ferrari y Mercedes.
En cabeza Vettel sólo cedió el liderazgo una vuelta, la 38,
cuando realizó su última parada e iba con más de 14” sobre el actual campeón.
Salió segundo en las narices de Rosberg, al cual dejó tirado como si el Mercedes
del alemán fuese un Manor o un Mclaren, que para el caso es lo mismo. En la
vuelta siguiente se detuvo Hamilton y fin de la historia.
Raikkönen se quitó de
en medio a los Williams y se quedó en cuarto lugar, nada mal para quien al
principio estaba en la cola. Los Williams libraron un duelo por su supremacía,
y a dos vueltas del final Bottas consiguió pasar a su correoso compañero para
acabar quinto.
Los abandonos de
Button y Grosjean pasaron desapercibidos para un público que disfrutó de una
carrera repleta de adelantamientos, diferentes tácticas y usos de neumáticos.
En definitiva, un gran premio magnífico. Carlos Sainz fue un excelente 8º
delante de sus hermanos mayores, y no fue 7º porque la táctica de Toro Rosso le
perjudicó, y aunque Max Verstappen estuvo sensacional no es menos cierto que
era un pelín más lento que Carlos. Pero el coche de seguridad le vino de
perlas. Verstappen se convirtió, a sus 17 años, en piloto más joven en puntuar.
Vettel cruzó
victorioso la línea de meta y eufórico por la radio dijo: “grazie, grazie,
grazie, forza Ferrari… Ferrari is back”. Muy emotivo.
Victoria número 222 de Ferrari en F1, primera con Vettel al volante. No será la última. |
Tras él entraron Hamilton, Rosberg, Raikkönen, Bottas, Massa, Verstappen, Sainz, Ricciardo, Kvyat, etc… y Roberto Merhi un sensacional 15º con el Manor, a tres vueltas de los líderes. Con ese coche y teniéndose que dejar doblar tantas veces, el resultado es excepcional. Merhi es un gran piloto que merece una oportunidad de verdad.
En el podio, Vettel
declaró varias veces y con toda la razón, que habían ganado con todas las de la
ley a Mercedes. Y recalcó lo contento que estaba por llevar el coche de su
ídolo Michael Schumacher, al que damos, al igual que a Jules Bianchi, todo
nuestro afecto.
Parece que a Vettel
realmente le hace ilusión estar ahí, lo cual es de agradecer en estos tiempos
en los que los pilotos apenas muestran ningún tipo de apego. Alesi era uno de
los pocos que lo hacía. Ferrarista hasta la médula. Es cierto que en estos
casos, Ferrari es la única con ese poder de atracción.
Sí alguien cree que
Ferrari ganó por la salida del coche de seguridad, que haga un sencillo
cálculo. Se pierden 24 segundos en boxes. Al parar Hamilton con el safefty en
pista, cuando se puso segundo estaba a sólo 10, es decir, a 13 segundos menos
de lo que hubiera pasado si hubiera parado sin el coche de seguridad. Cierto
que entonces habrían influido otras cosas, pero vale para hacerse una idea de
que el Ferrari, con menor consumo de ruedas e igual ritmo, hubiera ganado de cualquier
manera tal y como reconoció Hamilton: “hiciéramos lo que hiciéramos, no
hubiéramos podido ganar”.
Se ganó realmente y sin ayudas. Es la primera vez desde que
entró el año pasado la nueva reglamentación, que Mercedes pierde una carrera de
tú a tú. El año pasado, las tres victorias de Ricciardo con Red Bull vinieron
acompañadas de problemas mecánicos o accidentes de los Mercedes. Aquí no.
¿Quiere esto decir que Ferrari está en la lucha por el
título? No, es muy pronto para pensar así.
Los Mercedes son los favoritos y Ferrari tiene toda la pinta
de ser su principal rival. De hecho, parece que su objetivo de lograr dos
victorias este año está fácilmente a su alcance. Veremos cómo se desarrolla la
primera mitad de campeonato para ver si hay o no campeonato, pero esta victoria
abre una puerta que hace quince días parecía estar cerrada.
En cuanto a Alonso y
su Mchonda, hay poco que decir de eso ya que hay para aburrir todos los días.
Sigo pensando que Alonso no tiene intención de ver como acaba el proyecto, ya
que los proyectos de este tipo requieren paciencia, y los campeones del estilo
de Fernando no se caracterizan por ello
. Su objetivo es ir a Mercedes en 2016.
El caso es que el asturiano, que muchas
veces dice lo que piensa sin pensar en lo que dice, ahora se limita a hacer las
declaraciones “standard” en este tipo de situaciones. El caso es que ver a su ex
equipo ganar no le debe hacer ni pizca de gracia por muy buena relación que
tenga con ellos. Él no pensaba en ganar carreras este año con Mclaren, eso
seguro, pero pensaba que Ferrari tampoco lo conseguiría.
Hamilton, cuando le preguntaron qué pensaba al estar con
Vettel en el podio respondió: “lo que me pregunto es lo que pensará Alonso…” y
esa es la pregunta que muchos se hacen, respuesta a la cual Alonso no va a
contestar, lo mismo que no va a decir lo que pasó en su “accidente” en
Barcelona. Aunque respecto al accidente, es divertido ver cómo se contradicen
entre ellos. Alonso dice una cosa, Button otra, Boullier otra… en fin, que lo que
se dice la verdad, no es que la digan.
En quice diúcas tenemos GP de nuevo, en China. Y no lo duden:
los Mercedes son los favoritos, pero los Ferrari estarán ahí, seguro. Nos
vemos, un saludo
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