martes, 19 de abril de 2016

GP de China 2016

                              El último emperador




Nico Rosberg estuvo imperial en China, forjándose el triunfo desde el sábado, no sólo por lograr la pole, sino por cómo la logro, pasando a Q3 con las ruedas blandas. Por si fuera poco, sus rivales fueron cayendo en desgracia uno tras otro, algunos incluso antes de llegar a China.









Arribamos a China con dos noticias: la reculación -al fin- de la FIA, que volvía al sistema de calificación vigente -con pequeñas modificaciones- desde 2006 por un lado, y la sanción de cinco posiciones en parrilla a Lewis Hamilton por la sustitución de la cala de cambios.
La tercera noticia se confirmaría en la propia China, y se trataba de la vuelta a la competición de Fernando Alonso tras su lesión de Australia. Se han escrito ríos de tinta al respecto y hay de todo. Desde que podía correr perfectamente -con el ejemplo de los motoristas que corren hasta enyesados- a que no. El caso es que le pusieron más trabas de lo necesario, incluso llamando de madrugada a la Federación Española para que le dieran un informe para permitirle correr. ¡Insólito! Luego la FIA dijo que no hacía falta, pero las narices ya las tocaron un rato. A lo mejor no quieren que Alonso corra. Pues que lo digan abiertamente y punto.



Pese a las pegas de algunos, Alonso volvió a dónde debe estar, a los mandos de un F1.



En unos libres un tanto revueltos los Ferrari fueron los más veloces tanto en seco como en agua. Con la sanción de Hamilton se daba por hecho un Ferrari en primera línea. Incluso en pole, a tenor de lo visto en los libres. Pero ya se sabe que los libres no siempre son de fiar.
Pese a volver a la calificación de antaño, esta no se libró del ridículo, ya que tras el accidente de Wehrlein al pasar por un charco y perder el control, Charlie Whiting sacó la bandera roja y no la quitó hasta que vio que no había manera de secar el charquito ese de marras. Fue de risa -por no llorar- ver los intentos de la organización por secarlo. Infructuosos todos. E innecesarios. Imagino a los pilotos de otras especialidades riéndose a más no poder. ¿Acaso un piloto de F1 no es capaz de correr con charcos en la pista? Y eso que la F1 es el Cum Laude del automovilismo en pista. Lamentable, eso y lo que tardaron en sacar al Manor de pista. Un poco más y empalmamos con el domingo.
Los Mclaren, sobre todo Button, estuvieron muy bien siendo rapidísimos y sin ningún titubeo con los charcos de la pista cuando peor estaba la misma. Problemas de motor del Mercedes de Hamilton hacían respirar a la competencia. El Mercedes no es tan indestructible como los test de pretemporada indicaban. Por tanto Hamilton y Wehrlein, ambos sin tiempo, caían en esta sesión junto a: Magnussen, Gutiérrez, Palmer y Haryanto. Es decir, que los Renaults no pasaban de nuevo el corte. Están en una situación parecida a la de Mclaren el año pasado. Claro que sin tanto dinero ni falsas esperanzas.
La Q2 vio como un Rosberg espléndido marcaba el tercer tiempo absoluto con blandos, por los superblandos del resto. Y como los que pasan a Q3 tienen que salir con las ruedas con las que pasaron a dicha ronda, Nico tenía una buena ventaja estratégica, ya que los superblandos no duraban gran cosa.



Hulkenberg entró en Q3 pero no pudo disputarla. Tras un desastroso GP, se conformó con la vuelta rápida.



A Hulkenberg se le salió la rueda delantera izquierda y eso causó la segunda bandera roja del día, esta sin necesidad. Ya que el coche -y la rueda- no estaban en situación de peligro. Como sucedió a poco más de un minuto para la finalización, los coches que estaban en pista se quedaron sin poder dar su vuelta. Eso perjudicó sobremanera a los Mclaren, que habían reservado el juego nuevo para el segundo intento. Y lo cierto es que se los veía con posibilidades de entrar en Q3. Pero no pudo ser, ni para ellos ni tampoco para: Massa, Grosjean, Ericsson, y Nasr.
La ronda final fue comandada inicialmente por Raikkönen, a sus anchas este fin de semana en China, en parte gracias aun pequeño error de Rosberg en su vuelta. Vettel no había salido, reservándose para el final. Hulkenberg, con el coche al borde de la pista, no saldría.
El segundo intento sería el definitivo, y en él, Rosberg no falló, sacando algo más de medio segundo a los Ferrari. ¿Demasiado para ellos? Tal vez, pero sendos fallos de sus pilotos impidieron ver hasta dónde eran capaces de llegar, y por si fuera poco, un excepcional Daniel Ricciardo los relegó a segunda línea. Y pensar que algunos dábamos por hecho la primera línea de Ferrari cuando supimos de la sanción a Hamilton...
Tras los cuatro citados se situaron: Bottas, Kvyat, Pérez, Sainz y Verstappen. Hulkenberg, que no pudo salir, sería el décimo, pero le impusieron una sanción por lo de la rueda y partiría décimo tercero.
Al apagarse los semáforos Ricciardo tomó el liderato, tal vez porque traccionó mejor que Rosberg al disponer de superblandas -por blandas del alemán- o simplemente porque arrancó mejor. Los Ferrari arrancaron, sin más, pero se pasaron en la primera curva y Kvyat, con el segundo Red Bull, se coló por dentro a Vettel audaz y limpiamente. Vettel, que no se lo esperaba, se abrió un poco y tocó a su compañero Raikkönen, arruinándole la carrera. No así la suya, ya que dónde acabó era lo máximo a lo que podía aspirar ese día, porque Rosberg estuvo sensacional, en la que fue una de sus mejores carreras. Tal vez incluso la mejor.



Vettel embiste a su compañero Raikkönen mientras Kvyat toma las de "villadiego".



Tampoco Hamilton se libró de problemas en la primera curva, al tocarse con Bottas.
Tanto él, como Kimi tuvieron que parar a reparar desperfectos, al igual que Felipe Nasr y Romain Grosjean.
Tras el primer giro lideraba Ricciardo seguido de: Rosberg, Kvyat, Pérez, Hulkenberg, Sainz, Massa, Vettel, Button, Bottas... Raikkönen era vigésimo y Hamilton iba a continuación.



El pinchazo impidió a Ricciardo luchar por el podio. Tercera cuarta posición del australiano en los 3 GGPP disputados.



A Rosberg le duró por delante Ricciardo justo lo que tardó la realización en sacar el cartelito: “DRS enabled” ya que justo en ese momento Ricciardo pinchó su rueda trasera izquierda y facilitó aún más lo inevitable. A causa del pinchazo salió -innecesariamente a mi modo de ver- el coche de seguridad, que se mantuvo hasta la vuelta 8.
La salida tan temprana del coche de seguridad provocó un guirigay de agárrate y no te menees en la calle de boxes, ya que la práctica totalidad de los pilotos pararon. Hulkenberg entró muy despacio para evitar esperar mientras le cambiaban las ruedas a su compañero, que lo precedía, estorbando a Sainz, no así a Vettel, que los pasó a los dos. Sainz, por el tráfico en boxes y Alonso por táctica, fueron algunos de los perjudicados por el coche de seguridad. A veces te favorece, a veces no.
Al relanzarse la carrera la cosa estaba así: Rosberg, Massa, Alonso, Werlhein, Gutiérrez (todos ellos sin parar) que precedían a Kvyat, Palmer, Haryanto, Pérez... Vettel era décimo quinto tras cambiar el alerón y Ricciardo -que remedio-, Raikkönen y Hamilton, que también pararon, eran 17, 19 y 21 respectivamente.
Kvyat se ventilo en esa misma vuelta a Wehrlein y a Alonso mientras Vettel se situaba décimo tercero.
Rosberg dominaba con un poderío aplastante mientras que a su espalda reinaba el caos. Coches con diversas tácticas andaban mezclados entre ellos y los adelantamientos y cambios constantes de posición estaban asegurados.
Vettel remontó hasta el cuarto lugar en la vuelta 17 y paró de nuevo reincorporándose décimo tercero y vuelta a empezar.



Massa realizó una sólida carrera, pero su Williams no está para muchas alegrías.



Hamilton y Ricciardo remontaron espectacularmente hasta la sexta y séptima plazas respectivamente cuando pararon en la vuelta 19 (Ricciardo) y 20 (Hamilton) saliendo a fuera de los puntos entre Alonso y Raikkönen, el cual, tras parar en la vuelta 14 y reincorporarse último estaba realizando una carrera muy inteligente, al estilo Lauda o Prost, que sin hacerse notar, estaba ahí.
Lo cierto es que cuando Hamilton lo pasó como si nada al principio parecía que Kimi no iba fino y que tal vez el Ferrari tuviese problemas. Pero nada de eso. Táctica de la buena, que de eso Kimi sabe un montón.
Vettel siguió remontando a paso de carga y se situó tercero en un santiamén, a poco más de 1” del ruso Kvyat en apenas cinco giros, ayudado también por las paradas de algunos de los pilotos que lo precedían.
Kimi estiraba su parada para sólo detenerse una vez más, al igual que Ricciardo. No así Hamilton, que se detuvo una vez más.
Kvyat y Vettel hicieron su última parada al unísono, en la vuelta 35, y al incorporarse le hicieron un “sandwich” a Raikkönen, que rapidamente dejó pasar a su compañero para que este, a su vez, adelantase a kvyat aprovechando la ventaja de sus neumáticos blandos por los medios del ruso. Vettel ya era tercero, y con la parada en la vuelta siguiente de Ricciardo -que cayó a octavo lugar-, ya era segundo.
Kimi paró a continuación y salió décimo primero. Tanto él como Ricciardo remontaron hasta la quinta y cuarta posición respectivamente adelantando a Massa y a Hamilton entre tanto.
Massa y Hamilton libraron su enésimo duelo, y no hubo incidentes. Por un momento pareció que Lewis se iba a imponer, pero Massa aguantó.
En las últimas vueltas, un Bottas con las ruedas en las últimas cedió al empuje de los hombres de Toro Rosso: Verstappen y Sainz.
La carrera, tras muchos adelantamientos, diversas tácticas y pilotos remontando desde posiciones retrasadas fue todo un espectáculo que finalizó con la victoria de un imperial Rosberg al que se le fueron cayendo los rivales uno tras otro, bien por sanciones, bien por incidentes. De cualquier manera, tal y como pilotó, nadie podría haberle echado el guante.
La carrera finalizó así entre los diez primeros: Rosberg, Vettel, Kvyat, Ricciardo, Raikkönen, Massa, Hamilton, Verstappen, Sainz y Bottas.
Los Mclaren no lo hicieron nada mal, y rozaron los puntos y los Hass tuvieron una carrera plagada de incidentes, como casi todos. Al final, el Force India de Nico Hulkenberg, que fue décimo quinto, marco la vuelta rápida. Unos Force India que no acaban de ir. A Nico Hulkenberg, por la maniobra antes mencionada -ralentizar en exceso a la entrada a boxes- le cayó una sanción de 5 segundos. Teniendo en cuenta dónde acabó, poco importa.



Arrivabene dio un ejemplo de gestión de equipo y pilotos. Tonterías las justas.



Antes de la ceremonia del podio hubo un pequeño rifirafe entre Vettel y Kvyat en la que el alemán lo acusaba de temerario y de haber provocado su accidente con Raikkönen. Finalmente rebajó el tono, y posteriormente su jefe, Maurizio Arrivabene, no lo apoyó, lo cual me parece muy bien. Es bueno que los jefes traten a sus pilotos como se debe, con respeto pero diciendo las cosas tal como son, no dorándoles la píldora y con paños calientes, como si de niños se tratara. Algo muy habitual ultimamente.
La carrera fue de un dominio insultante por parte de Nico Rosberg, que ya antes de la carrera contaba con la ayudita de la sanción de su compañero Hamiton, que encima tuvo que cambiar el motor y salir último. Los Ferrari se tocaron y Ricciardo pinchó. De cualquier modo, y como dije antes, igual da, porque Nico hubiera podido con todos igualmente. Y con facilidad.
A Ferrari sigue sin salirle una carrera redonda, y todavía es pronto para desesperar, pero el dominio de Mercedes sigue ahí. Vettel tuvo otro toque, con el también finlandés Valteri Bottas cuando remontaba tras la salida del coche de seguridad. Aunque dañó de nuevo el alerón, prefirieron no cambiárselo. De modo que su coche estaba algo tocado.
Raikkönen realizó una carrera excelente y, a mi parecer, en condiciones normales hubiera sido segundo. El hecho de que su carrera fuese mejor que la de Hamilton -que estaba justo detrás al principio- es una buena señal de que el Ferrari no está tan lejos como parece de Mercedes. Claro que Hamilton dijo tener problemas tras su toque con Bottas en la primera vuelta. Pero ya sabemos las excusas que suelen poner algunos pilotos cuando no les han ido bien las cosas...
La vuelta rápida se quedó a 7” del récord de la misma, vigente desde 2004, y aunque está claro que Rosberg la hubiera pulverizado de ser necesario, tal diferencia de prestaciones después de doce años no dice mucho en favor de la velocidad actual de los F1.



Las chicas de parrilla destacaron por su elegancia.



Ferrari arrancó normal, lo reitero porque muchos medios siguen erre que erre con que el Ferrari sale bien. Pues no, ni bien ni mal. Como el resto. Por reparto de pesos, al tener un V10 a 111º, el Renault de 2004-05 sí tenía ventaja en las arrancadas. El resto no.
Con grandes luchas en el medio del pelotón, las carreras son entretenidas pese al dominio de Mercedes y Rosberg. Todavía es muy pronto para dar los títulos a Rosberg y a Mercedes y esperamos impacientes la llegada de la F1 a Sochi para ver si los Ferrari, el ejército rojo que dirían allí, son capaces de dar la réplica. Fácil no lo van a tener, pero seguirán intentándolo, al igual que el resto.

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