Con cuentagotas
Empezando por las películas de F1,
aparte de "Grand Prix" y "Rush", de las que ya
hablé en este blog en noviembre de 2016, resumiré diciendo que la
primera es una obra maestra y la segunda, un bodrio. Y no hay más, a
menos a un nivel que haya trascendido.
Luego están los documentales, que hay
a montones y que a veces -las menos- se estrenan en el cine.
Turbotime era un documental de carreras
de motos y F1 que se estrenó en la gran pantalla y en el que
hablaban de Villeneuve. De hecho, decían hablaban de las causas de
su accidente. En Santander, mi ciudad, lo pusieron en el cine y yo,
inocente de mí, creí estaría en pantalla como una película
normal. Esperando al fin de semana para ir a verlo, me lo perdí. No
estuvo ni una semana en cartelera.
Los documentales, presentados en el
cine o no, los hay de tres tipos: película-documental, documental, y
reportaje. El primero es el más elaborado, rodando escenas ex
profeso para intercalarlas con las reales a fin de complementar a la
historia, como en "Ferrari race to innmortality", que
recomiendo a todo el mundo encarecidamente.
En él, Ferrari hace de vínculo de
unión de una historia de cinco pilotos: Alfonso de Portago, Eugenio
Castellotti, Luigi Musso, Peter Collins y Mike Hawthorn, en el que
destacan estos dós últimos. En realidad es la historia de amistad
entre los ingleses que corrieron para Ferrari, más que otra cosa.
Está muy bien realizado, con
filmaciones propias para contribuir al relato, muy buena música y
montaje. De obligada visión. Y para los españoles, nada mejor que
ver y escuchar a nuestro malogrado héroe romántico: Fon Portago.
Senna es un buen documental, pero no excepcional. |
Los segundos y terceros, yo sólo los
diferencio por su duración. Senna, el documental, es eso, un
documental, no "la mejor película de F1 de la historia"
como algunos -F1 Racing edición española- nos quisieron vender.
Otros, más cortos, de 20 a 45 minutos, serían documentales a secas.
Claro que podrían pasar también como reportajes, sobre todo los de
menos de media hora. Muchos de ellos son de gran calidad e interés,
como pude comprobar este año en Movistar.
"F1, life on the limit" es un
documental de casi dos horas de duración de lo más recomendable,
tanto o más que el de Senna. En el primero se habla de la evolución
de la seguridad en la F1, con testimonios de lo más interesantes,
mientras que en el segundo, al tratar sobre un personaje, pasa lo que
pasa siempre en este tipo de documentales biográficos, que se pierde
objetividad.
Poner a Balestre y Prost como villanos
se entiende, pero el tema de los famosas colisiones entre Prost y
Senna en Japón 1989-90, es tratado de un modo tan parcial, que hace
perder credibilidad al resto del documental del cual, lo que más
hecho de menos, son más imagenes del Lotus JPS, el coche más bello
que pilotó Ayrton.
Respecto a los accidentes, ridiculizar
a Prost por como se justificaba por lo injustificable -echar a Senna
de pista en 1989-, es normal hasta cierto punto pero luego, poner a
Ayrton haciendo lo propio cuando él fue el culpable en 1990, no es
serio.
F1, life on the limit, un documental de lo más interesante. |
Se podría -debería- haber sido más
objetivo, y decir que Senna se equivocaba -un eufemismo porque, al
igual que Prost un año antes, mentía- cuando decía que tras hacer
la pole, le recompensaban cambiando el lugar de partida, situándolo
en el lado malo. Eso no es cierto. Desde el interior, la zona sucia,
se salía desde siempre, desde que en 1987 la F1 fue a Suzuka. Se
podría alegar que se debería haber cambiado el lugar, pero lo
cierto es que no hubo ninguna conspiración contra Senna,
sencillamente, ese era el lugar de partida. Ayrton lo sabía mucho
antes de llegar allí.
Al no hacer esto, al mentir, el
documental pierde rigor histórico. Claro que en realidad, este tipo
de documentales, sean de quien sean, rara vez buscan rigor, sino
ensalzar al protagonista.
Por supuesto, hay muchos más
documentales, tanto de F1 como de carreras. Tantos, que es para mí
imposible enumerarlos.
Volviendo al cine, no tengo más pelis
de carreras que recomendar, ya que todas las demás, me parecen
prescindibles. Le Mans de Steve McQueen -que también tiene un documental- se salvaría sólo por ver a
los Porsche 917, Ferrari 512 y demás sports de la época, pero como
película, es un tostón.
Ni siquiera la estrella de Hollywood Steve McQueen logra salvar a "Le Mans" |
Driven, de Stallone, en la que pilotos
como Alesi, Verstappen -padre- y Montoya entre otros, hacen cameos,
es tan exagerada en sus accidentes y carreras, que casi parece una
comedia. Si la hubieran llamado: "conduzca como puedas",
hubiera sido más acertado.
Días de Trueno y 500 Millas, de Tom Cruise y Paul Newman respectivamente, tampoco son para tirar cohetes, aunque se dejan ver.
Aparte de la famosa persecución del
antes mencionado "McQuenn" en "Bullit", la mejor
película de persecuciones que yo he visto es "The Driver"
de 1978, dirigida por Walter Hill y protagonizada por Ryan O´Neal,
Bruce Dern e Isabelle Adjani. Aparte de ser, para mí, la mejor
película de persecuciones, tiene el dato curioso de que nadie tiene
nombre, como mucho apodos. A veces ni eso.
Las persecuciones de "Ronin"
también son muy buenas, no en vano su director es John Frankenheimer
(el de Grand Prix).
Baby Driver, estrenada el año pasado,
tampoco está nada mal. Desde luego es infinitamente mejor que la
saga Fast and Furious, que son una fantasmada.
Fuera de las persecuciones, de coches
-coche y camión en realidad- me quedo con la obra maestra de
suspense de Steven Spielberg: "El diablo sobre ruedas" de
1971 y, de coches míticos de películas, me quedo con el DeLorean de
"Regreso al futuro" que además, tiene una historia real
con la que se podría hacer una película, al estilo de la de
"Tucker, un hombre y su sueño".
Esta película es para ver a modo irónico, sin tomársela en serio. De ese modo, es desternillante. |
El DeLorean además, salió en un anuncio de productos de maquillaje "L´Oreál" por eso del parecido fonético.
Hay más películas con grandes coches
como protagonistas, también imposible enumerarlas todas: "Los
locos de cannonball", "La carrera del siglo" -esta
última una gran comedia-, "Christine", "Todo en un
día" etc...
Y lo mismo para las series, dónde la
más famosa quizá es "el coche fantástico", con el que el
Pontiac Trans Am se hizo mundialmente famoso. Los Ferrari 308 y
Testarossa de "Magnum" y "Corrupción en Miami",
también tienen lo suyo.
Y es que por mucho que las
administraciones lo inflen a impuestos, el coche es parte de nuestra
cultura y lo tenemos presente en todas partes, nos guste o no. Y a mí
me gusta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario