Trío infernal
Por primera vez en la historia de la F1
hubo tres carreras en tres fines de semana consecutivos. Carreras
puntuables claro está. Aunque no he comprobado, seguro que cuando
las había no puntuables alguna vez pudo pasar eso. Eso y más, como
cuatro carreras seguidas o dos el mismo fin de semana.
La F1 volvía a Francia -ya era hora-
en el mítico y totalmente remozado, a lo “Martini Racing”, por
eso del color de sus escapatorias, Paul Ricard.
También volvían los Pirelli con
bandas de rodadura menos gruesa para evitar ampollas que tan bien le
van a Mercedes y tan mal a Ferrari. A Red Bull, ni fu ni fa. Sólo se
volverán a ver -por suerte para Ferrari- en Inglaterra. No es que
sean ruedas a medida de Mercedes -el que más sufre sin ellas, como
se vio en Austria- pero casi.
Los Mercedes fueron los más fuertes y,
de tener Ferrari una pequeña posibilidad de batirles, esta se fue al
traste en la salida por un error morrocotudo de Vettel, que embistió
al pobre Bottas, que no tenía culpa de nada. Luego, con el alerón
dañado, tocó a un Haas y, en la resalida con alerón nuevo, las
tuvo con Alonso, el cual acabó haciendo un trompo. Vamos, que estuvo
fino el Alemán.
A todo esto, en la primera vuelta, todo
Dios fuera de pista aprovechando las escapatorias asfaltadas. Un
pitorreo de agárrate y no te menees. Y los comisarios a verlas
venir...
Cromaticamente el Williams Martini era perfecto en Francia, no así sus prestaciones. |
Hamilton dominó sin problemas y es de
suponer que nunca mostrase su verdadero ritmo. Verstappen nunca
estuvo muy lejos, pero sin ser una amenaza. Raikkönen, tras un mal
arranque, remontó hasta el podio pasando a Ricciardo en pista toda
vez que Vettel acabó quinto minimizando daños tras una sanción de
5”. El pobre Bottas, con el coche dañado, fue séptimo pese a
marcar la vuelta rápida.
En la remontada de Vettel se vio, como
en Mónaco el Force India de Ocon con el Mercedes de Hamilton, como
los coches motorizados por Ferrari no le daban nada de guerra. En
este caso, dado que los iba a pasar sí o sí, tiene más lógica que
en un Mónaco donde Lewis se habría quedado atascado. Así todo, hay
que señalarlo.
En Austria los Mercedes fueron de nuevo
primera linea y Vettel, el tercero, partió sexto por molestar a
Sainz en la calificación, en Q2. No influyó para nada, pero hubo
sanción, a diferencia de cuando le molestaron a él en Canadá. A
veces los comisarios, cuando ven una infracción y esta no produce
ventaja, son benevolentes. Es más, incluso cuando sacan ventaja de
narices -Hamilton en Mónaco 2016 saltándose una chicane y en México
2016 con media pista- no hacen nada. Pues aquí sí.
Ese error de Seb, con la consiguiente
sanción, visto como fue la carrera, le pudo costar el triunfo.
Los Mercedes parecía iban a arrasar,
pero el abandono de Bottas y el coche de seguridad virtual por la
rotura de motor de Hulkenberg, puso a Hamilton contra las cuerdas por
no parar mientras que sus rivales sí lo hacían. Cuando lo hizo,
paso de primero a cuarto.
Claro que le era igual, y no por su
posterior abandono, sino porque sin las gomas Pirelli de menor banda
de rodadura, deshizo los neumáticos al causarles unas ampollas del
copón. Traducción, que no habría ganado de ninguna de las maneras.
Lo mismo que Ricciardo, que corrió la misma suerte.
Los Ferrari no pudieron aprovecharse de
la situación, ya que Verstappen pilotó con maestría, minimizando
daños y fue inalcanzable.
Las bellas tirolesas animaron el GP de Austria pese al "gato bigotón" de Chase Charey. |
Claro que habría que decir que
adelantó a Raikkönen tocándolo. De no tocarlo, no lo pasa. Eso,
por lo visto, no les pareció mal a los comisarios, que no lo
sancionaron. Pues deberían haberlo hecho, porque una cosa es no
sancionar errores, y otra muy distinta no sancionar adelantamientos
incorrectos. Estuvo igual de mal que si lo hubiera adelantado
saltándose una chicane. Para ser justos del todo, habría que decir
que Kimi mantuvo posición al principio aprovechándose de la
escapatoria. Tampoco tuvo sanción. La debieron tener ambos, y no me
vale el: “no sancionamos a ninguno de los dos, la una por la otra”,
en el hipotético caso de que hubieren obrado así, cosa que dudo, ya
que el tema de las escapatorias se las trae floja. Y algunos toques
también. Luego, un lance de carrera con accidente lo sancionan, pero
otros que deciden carreras, no. Que poca seriedad.
En Silverstone, última cita con los
Pirelli “bajitos”, Mercedes y Ferrari se mostraron a otro nivel.
No es que los Red Bull estuvieran lejos, el que el resto parecían
GP2.
Hamilton hizo la pole por los pelos,
pero habría ganado la carrera fácilmente gracias a su mejor gestión
de neumáticos -con los de Austria los Ferrari le habrían barrido-
tal y como demostró con su gran remontada: de décimo octavo a
segundo. Eso sí, favorecido por un coche de seguridad y por la
sanción de 10” a Kimi, un poco excesiva, ya que con 5” hubiera
valido. Pero claro, tocó al ídolo local.
Vettel partió como un disparó, pero
la degradación hizo que Bottas lo mantuviera en jaque hasta que el
coche de seguridad le dio aire al poner gomas nuevas a poco del
final. Claro que tuvo que pasar a Bottas en pista, pero aunque le
costó un poco, viendo como acabó al final el finés, quedó claro
que fue la mejor decisión. En Ferrari se ponen las pilas.
Vettel y Ferrari ganaron en casa del enemigo: Hamilton y Mercedes, cuya base, no lo olvidemos, es 100% inglesa (motor y chasis). |
La lucha entre Verstappen y Kimi fue
sensacional, con un exterior del holandés al fines de libro, a lo
“Mansell”.
Hamilton fue un brillante -y picado-
segundo mientras que Kimi, el enemigo público número 1 ese día,
fue tercero por delante de Bottas y Ricciardo mientras que Hulkenberg
fue el primer “GP2”.
Fue lamentable ver al final de carrera
las patéticas y estúpidas acusaciones de Mercedes a Ferrari, tanto
en boca de Hamilton, como de James Allison -que bien que se dio el
piro de Maranello- y Totto Wolff. Menos mal que Lauda y Bottas
pusieron la sensatez que estos les faltó.
Insinuar que Ferrari los sacó de pista
adrede -en Francia y aquí- es, aparte de malos perdedores, estúpido
y de mal pensados, es decir, de malas personas, a menos que
rectifiquen y sólo se deba al calentón.
¿Esto en que cabeza cabe? Se ve no
sólo que se olvidan de cuando Bottas el año pasado sacó de pista
Raikkönen en Barcelona, sino de sus propias actuaciones, tanto en el
DTM, como en F1. En el DTM, en la carrera de Singen 1994, su piloto
Roland Asch embistió adrede al Alfa Romeo de Alesandro Nannini, en
F1 (Mclaren-Mercedes, cuando eran socios), en Spa 98 Culthard sacó
de pista a Schumi cuando este lo doblaba y, en Japón 99, en análoga
situación, lo esperó y zigzageó delante de él. Luego tenemos lo
del espionaje a Ferrari en 2007 y ya como Mercedes, los test ilegales
de 2013. A la hora de hacer guarrerías son unos maestros, quizá por
eso piensan tan mal de los demás. Un poco de por favor...
Hamilton habría ganado fácil en casa, pero una mala salida primero, y Kimi Raikkönen después, se lo impidieron. |
Sólo con Red Bull se ha visto tanto
nivel de prepotencia. No saben -ni ellos ni los energéticos- perder.
Tanto Ferrari, como Mclaren, Williams o Lotus, cuando han dominado,
han sabido aceptar las derrotas. Que poco señorío. Y luego siempre
“llorando”. Desde 2015 diciendo que Ferrari los va a ganar... y
luego arrasan. Que tocapelotas, como esos compañeros de clase que
lloran diciendo van a suspender y luego, mientras tú sacas un 5
pelado ellos de notable para arriba. Para matarlos.
Al hilo de lloros, el jefe de Haas,
Guenther Steiner, tildó a Alonso de llorón, de quejica. Sin entrar
a valorar eso, lo cierto es que Magnussen es el piloto más sucio de
la parrilla, pero como nunca está en cabeza, pasa más
desapercibido.
Lo que debería mirar el señor Steiner
es el coche que tiene y el partido que le sacan sus pilotos, que es
bastante escaso. En este equipo lo que falla a día de hoy son los
pilotos, no el coche.
Alfa Romeo Sauber ha realizado grandes
progresos, puntuando y metiéndose en Q3. De farolillo rojo a esto.
Bien por ellos.
Los pilotos de Haas no están a la altura de su coche. En la foto, Kevin Magnussen. |
Finalizo con una lanza a favor de
Williams, el nuevo farolillo rojo, la nueva “Cenicienta”. El
equipo está en horas muy bajas, de las peores de su historia, y le
deseo una pronta mejoría. En mi opinión, les pasa un poco como a
Haas. Vale que su coche no es tan bueno, pero sus pilotos tampoco.
Colocar a otro a ver que tal sería bueno para salir de dudas.
Y con esto hasta Alemania y Hungría,
donde muchos ya dan por favorita a Ferrari. No se debe vender la piel
del oso antes de cazarlo. Dicen que Mercedes tiene muchas
dificultades, pero yo no lo veo así. En todo caso, igualdad.
Saludos cordiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario