lunes, 22 de octubre de 2018

GP de Estados Unidos 2018


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En el GP de las américas disputado en Austin, ganó el equipo más prestigioso, laureado, querido y polémico del mundo del automóvil: Ferrari, y a su volante estaba el piloto que probablemente es, a día de hoy, el más carismático de quienes pueblan la F1: Kimi Raikkönen. Para redondearlo, este equipo está patrocinado -de manera encubierta para burlar la prohibición anti-tabaco-, por Philip Morris, o sea, Marlboro, que así ha sido profeta en su tierra de cowboys.
Kimi Raikkönen obtuvo un emotivo y trabajado triunfo, tal y como veremos a continuación, logrando el récord de número de GGPP más largo entre una victoria y otra: 114. Aunque no así de tiempo entre ellas. Ese récord pertenece a Ricardo Patrese con seis años y siete meses. Kimi es quinto con cinco años y siete meses. Sería la leche lo tuviera también, porque el de número de GGPP y tiempo entre una pole y otra, son suyos.

El GP empezó sobre mojado, con unos libres dominados claramente por Mercedes y Hamilton, mientras que los Ferrari tenían dificultades. Por si fuera poco, Vettel, el cenizo, no respetó una bandera roja -curiosa coincidencia- y fue sancionado con tres posiciones en parrilla.
El sábado mejoró el tiempo y también los Ferrari, que apuntaban a pole, aunque algunos no se lo creían. ¿Y por qué no se lo creían? Pues sencillamente, porque por mucha tontería que se dijese sobre que el Ferrari era el mejor coche del año, eso no se lo creía nadie, ni siquiera quienes así lo afirmaban. Lo decían, sí, pero no creían en ello.



Hamilton estuvo a otro nivel en agua. Menos mal -para los demás- que no llovió el día "D".



Llegado el momento de la verdad, Hamilton tiró de galones y arrebató a Kimi una pole que parecía suya, al realizar el inglés un último sector sorprendente. Y digo se la arrebató a Kimi y no a Seb -que fue segundo- porque por la sanción que este tenía, la pole jamás iba a ser suya. Y es que la FIA no aprende de sus errores. Un piloto sancionado no puede salir en la pole, pero sí marcarla. Una cosa es una irregularidad en los entrenamientos y que, por tanto, se anule el tiempo obtenido, y otra arrastrar una sanción. Anda que no hay pilotos que han marcado la pole pero que no han partido de ella. Por ejemplo, Schumacher -al menos dos veces- en Francia 1996, al romper en la vuelta de calentamiento y en Japón 1998, al no arrancar su coche para la vuelta de formación. Una cosa es no salir en pole, y otra que esta no suba a tu palmarés. Eso sí, luego hacen la entrevista como si tal cosa, como a Schumi en Mónaco 2012. Pues si no le vas a contar la pole, no le entrevistes en la rueda de prensa oficial. ¿Se imaginan uds. a un piloto que cruza la meta primero, pero que luego, por una sanción de tiempo, acaba segundo, suba a lo más alto del podio? No verdad, pues es exactamente lo mismo. Eso es falta de seriedad.
Disertaciones aparte, Vettel partía quinto tras Hamilton, Kimi, Bottas y Ricciardo dándose por contento, ya que su bestia negra, Max Verstappen, partía décimo octavo, luego de romper la suspensión y cambiar caja de cambios.
En la salida Kimi se impuso a Hamilton mientras Verstappen acababa la primera vuelta noveno gracias a que cuatro coches delante de él se la dieron. Entre ellos el inefable Vettel, que lleva una pila de errores inconmensurables. Y cuando no falla él, ahí aparece Verstappen para joderlo, como en China y Japón.



Rotura de suspensión, tocaba remontar. Ningún problema si eres Max Verstappen.



Cuando salió el coche de seguridad virtual en la vuelta diez, sorprendió que fuese Hamilton y no Kimi, quien parase, ya que era el finlandés el que llevaba las gomas más blandas de los de delante. Parecía que todo había salido a pedir de boca de Mercedes y Hamilton, porque se reincorporaron a sólo 9” de Kimi. Hubieran sido 12”, pero Kimi perdió 3” respecto a todos sus perseguidores. No sé lo que le pasó, pero poner un coche de seguridad virtual y que las distancias varíen como varían, no me parece en absoluto serio. Que hagan como en el mundial de resistencia, todos a velocidad constante y fin del problema.
Reiniciada la carrera, Hamilton, con su cuasi gratuita parada, se lanzó en tromba a por Kimi. Bottas se apartó -lógica manda- y, cuando parecía Kimi iba a parar para no ser superado en pista, se mantuvo tres vueltas más conteniendo magistralmente al futuro pentacampeón, demostrando que cuando tiene el día, él es tan bueno como el que más. Esas tres vueltas que paró a Hamilton se tornaron decisivas de cara a la victoria. Eso, y que Hamilton, como le sucedió a él en Monza, achicharró los neumáticos y empezó a perder mucho terreno. Y es que Kimi no quería recortárselo, sino que estaba cuidando sus ruedas a fin de no parar más. Pero como las de Hamilton se vinieron abajo y su equipo, incompresiblemente, tardó un montón en pararlo, para cuando lo hizo, salió quinto a 12” de Kimi. Pasar, de nuevo, a su compañero no fue problema, pero es que para llegar a Kimi había que adelantar primero al siempre correoso Verstappen.



Renault fue el primero de los mortales en Austin, Texas.



Verstappen estaba haciendo una carrera de fábula y, pese -en realidad por- su retrasada posición de partida, salió con una estrategia de neumáticos que se tornó favorable. Al estilo de lo que le pasó a Hamilton en Alemania. ¿Habría ganado de salir en su posición normal? Quizá sí o quizá no, porque de haber partido con súper o ultra blandos, en lugar de blandos, seguramente no habría podido ser tan competitivo. ¿Una por otra? Nunca lo sabremos. Su rifirafe a dos vueltas del final con Hamilton, dio el aire necesario a Raikkönen para poder llegar a la última vuelta tranquilo sin tener que preocuparse de los doblados ni de ningún tipo de ataque suicida de Verstappen, que ya sabemos entra como un toro a trapo rojo siempre que tiene un Ferrari a su alcance. La analogía es tan evidente, que casi ofende, pero es cierta.
Vettel acabó su remontada con el cuarto lugar luego de superar a un desdibujado Bottas a dos vueltas el final. Antes de su única parada recibió un espectacular adelantamiento de Verstappen -que venía con gomas nuevas- y al que desistió de oponer resistencia, dado el éxito que ultimamente está teniendo en el cuerpo a cuerpo. Pero en caso contrario, no duden Max lo hubiera sacado de pista y luego, habría dicho tan campante, que no lo vio, o que no había espacio. Eso sí, con Hamilton luchó limpiamente.
Al final todos contentos, salvo Toto Wolff, y eso que no lo han bajado del pedestal. El día que eso suceda, a ver quien lo aguanta.



Victoria 21 de Kimi celebrada por todos. Supera a Hakkinen como máximio ganador finés.



Ha sido bonito ver a Kimi ganar de nuevo después de tanto tiempo. Creo todos se alegraban por él. Verstasppen por su parte, contento con su gran remontada y Hamilton también, ya que acaricia su quinto título a la vez que se acerca a los registros de Schumacher, al que ya supera claramente en poles. Y es que a este paso, el británico va a llegar a las 100.
Se comentaba que Mercedes sufrió con la subida de presiones que mandó Pirelli por seguridad. Bueno, en caso de ser cierto, podrían haber hecho como en Monza 2015, correr con las presiones más bajas y ganar, para luego decir que es muy difícil medir eso y tal. Si coló una vez, puede colar dos, ¿no?
¿Y esto a que viene? Viene a recordatoria de dos cosas: de cómo se las gastan, y de que cuando se buscan excusas es porque se piensa, se sabe, aunque luego se diga lo contrario, que el Mercedes es el mejor coche.
A todo esto, a Alonso se lo llevaron puesto de nuevo y a Sainz le metieron 5” de sanción por sacar ventaja de los exteriores de la pista. También pudieron sancionar a Seb, la diferencia es que este aparentemente no ganó nada, salvo quizá evitar una colisión mientras que Sainz, aparte de evitar un toque, acabó adelantando a un Force India. Creo esta vez estuvieron acertados los comisarios, no como otras muchas veces, como con Hamilton en Mónaco y México 2016. Pero bueno, ya sabemos de la inconsistencia de los comisarios y de como a unos se les permite más que a otros.
El título de pilotos tiene un receso de siete días mientras que el de marcas tiene un pequeño soplo de aire fresco. Se abre un rayo de luz en la oscuridad para Ferrari. Pero no nos engañemos, salvo milagro en el apartado de marcas, a lo más que pueden optar es a victorias parciales. Los títulos ya tienen dueño.
Dos de los tres grandes equipos históricos siguen en apuros: Mclaren y Williams. No sé cuando saldrán del pozo, si es que salen, lo que sí sé, es que Red Bull y Mercedes nunca caerán tan bajo, simple y llanamente porque cuando les empiece a ir mal, venderán los bártulos y se irán.



Las dallas Cowboys Cheerleader animaron el cotarro pese al progre de Chase Carey.



Dos apuntes antes de largarnos a México, que Chase Carey, el “gato bigotón”, hable claro sobre las chicas: ¿sí o no? Este postureo patético que tiene da asco. No sólo corren en sitios dónde de verdad no se respetan los derechos de las mujeres -Bareín, Abu Dabi- sino que hace excepciones en Mónaco -pijoterío manda- y en otros países, como Australia, Rusia o EEUU, dónde las deja pero sin estar en parrilla. Muy guapas la animadoras yankees. Pero eso sí, fuera de las parrillas. ¿A qué jugamos? O están, o no están, el resto son tonterías. Y lo suyo es que estén.
Y lo último, el ganador de hoy, Kimi Raikkönen. Aprovecho para decir me sorprendió su no renovación con la Scuderia, pero más aún su fichaje por Sauber. Salvo que quiera pilotar por placer, no le veo sentido. La otra opción -y ahí me tiro a la piscina, dónde seguramente me daré un planchazo- es que Ferrari le pague bien por estar ahí ese año para que, en caso de que Leclerc no vaya, hacer un cambio de cromos con su equipo “B”.
Saludos helados.


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