Es posible
Pero no es lo que va a pasar este año,
por mucho que algunos se empeñen, no, pero sí es algo que ha pasado
con anterioridad, y que volverá a pasar.
No es momento de repetir las evidencias
de por qué el Mercedes ha sido el mejor monoplaza este año, y para
que vean no me cebo con Lewis, es de justicia reconocer que él mismo
es el último campeón con un coche inferior, al lograr el título en
2008. Claro que en 2016, con el mejor, tuvo que ceder ante el empuje
de su compañero Rosberg.
El caso es que para ganar un título
con un coche inferior, aparte de ser un grandísimo piloto, has de
tener un pelín de suerte y, sobre todo, que la diferencia respecto
al mejor coche, no sea muy grande. Algunas veces, la diferencia la
hacen el equipo y la fiabilidad. En caso contrario, ni el mejor de
los mejores tiene nada que hacer.
Una manera sencilla de ver quien ha
ganado el título sin tener el mejor material es ver si coinciden el
coche del campeón con el campeón de constructores. Claro que de
sencillo que es, no siempre resulta acertado. Incluso a veces se dan
casos opuestos. Otras veces la cosa es tan ajustada, que realmente no
se sabe. ¿Quien marcó la diferencia final? ¿Coche o piloto?
Empezando por lo primero, un caso
opuesto -el ganador del título de constructores no tenía el mejor
coche pero el de pilotos sí- lo tenemos en 1999, dónde el Mclaren
era el mejor coche. Y así todo, perdieron el título de pilotos pese
a que el Kaiser se perdió séis carreras por lesión. Claro que esa
temporada hubo muchas averías e infortunios. De ahí que pasase lo
que pasó.
Alonso dispuso de buenos coches en Renault, pero sus rivales no se quedaban cortos. |
Respecto a casos dudosos, hay muchos.
Los dos títulos de Fernando Alonso con Renault muchos dicen no los
ganó con el mejor coche, sin embargo, Renault también se llevó los
títulos de constructores. ¿Como se come eso?
Bueno, en ambos casos tenemos una
Renault que empezó fortisima y que luego fue administrando la
ventaja adquirida. En 2005, el Mclaren muchas veces fue más veloz,
pero no hacía más que romperse (y sus pilotos han demostrado estar
a un nivel inferior al del “Nano”), sin embargo, en 2006, ante un
rival formidable, Schumacher, dónde nadie duda de que Alonso se
enfrentó al más duro de los oponentes, triunfó.
Algo parecido podríamos decir de Senna
en 1990 y 91. Al igual que Fernando -en realidad Fernando al igual
que él- empezó la temporada muy fuerte y luego vivió -es un decir-
de las rentas. Con tanta pole que marcó en esos dos años -18- se
hace difícil pensar no tuviera el mejor coche, pero es que él era
muy bueno. Así todo, pensar que el Ferrari en 1990 o el Williams en
1991 eran mejores, es pasarse. La cosa andaba muy igualada y, al
margen de las poles, Senna sacó mucho partido -sobre todo en 1991-
de la fiabilidad de su coche frente a la de sus oponentes.
Y es que la fiabilidad que ahora se da
por supuesta, antaño no. Los coches rompían y llegar a meta en
óptimas condiciones no era algo sencillo. Los controles de calidad
hacen los coches de hoy día casi a prueba de balas, pero antes el
piloto debía cuidar la mecánica. Y así todo... Que se lo digan a
Renault en 1981-82.
Prost tuvo que tirar de astucia en 1986 frente al poderío Williams-Honda. |
Piquet fue campeón en 1981 y 83 pero
su equipo no optó al mundial de constructores. Sin embargo, decir
que su coche era inferior al de sus rivales, no parece cuadrar mucho
viendo la temporada, a diferencia de Prost en 1986, dónde sí
parecía tener un pequeño handicap respecto a sus rivales. Claro que
la lucha fratricida entre Mansell-Piquet le vino muy bien, al igual
que a Piquet en 1981 entre Reutemann y Jones. Curiosamente, los
cuatro eran pilotos de Williams...
La fiabilidad hizo arrasar Ferrari a
Mclaren en el año 2000 -eso y Schumacher- ya que el Mclaren fue
generalmente más veloz.
De modo que juzguen uds. mismos, desde
1958 hay título de constructores y para los ocho años anteriores,
“hacerse” uno, no es nada difícil. A partir de hay, uno puede
sacar conclusiones. Y para eso, cuantos más datos, mejor. En ese
caso lo ideal es poder ver las carreras -algo en algunos casos
imposible- o leer crónicas fiables.
Como fuere, hoy igual que ayer, el
coche es lo más importante. Por eso Alfa ganó todas las carreras en
1950 -la Indy no cuenta- y Ferrari en 1952 -se le escapó una en
1953-, Lotus arrasó pese a su poca fiabilidad en la F1 de 1,5 litros
y luego en 1978, Mclaren en 1984 y 88-89, Williams en 1992-93, etc...
Y antes que todos ellos, en los tiempos de preguerra, cuando no
existía el campeonato del mundo de F1 pero sí los Grandes Premios,
Alfa dominó en los años 20 y principios de los 30 hasta que una
Mercedes todopoderosa financiada por el tercer Reich a modo de
propaganda política -vendían la superioridad germana-, tomó el
relevo junto con Auto Unión.
Lo que quiero decir es que menos
milongas con “la F1 de antes” dando por supuesto que “antes”
contaba más el piloto. Naranjas de la china. El coche ahora y
siempre lo más importante.
A pesar de eso, el piloto cuenta, y
mucho, de ahí que pueda revertir, como he dicho, la situación,
siempre y cuando la diferencia mecánica sea salvable.
Ford Cosworth liberalizó la F1 con su versátil motor. Quien se lo hubiera dicho a Lotus, su impulsor. |
Al margen de todo esto, en la década
de los 70 y principios de los 80, la F1 vivió una edad de oro
irrepetible en la que equipos pequeños podían ganar gracias, entre
otras cosas, a unos costos relativamente contenidos y sobre todo, por
el mejor motor de la historia de la F1, el mítico Ford-Cosworth DFV
(Double Four Valves), que bien podría haberse denominado BBB (Bueno,
Bonito y Barato) que estaba al alcance de todo aquel que lo quisiera.
Esos tiempos, no se engañen, no volverán.
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