El inmigrante
Alex Zanardi, el piloto de F1... no.
Alex Zanardi, el piloto de Indycart... no. Alex Zanardi, el piloto de
automovilismo... casi. Alex Zanardi, el piloto de automovilismo y
campeón paralímpico de “handbike”, osease, de bici para
discapacitados que se maneja con las manos.
Y es que Zanardi, campeón italiano y
europeo de karting, consiguió su sueño de llegar a la F1, pero no
acabó de destacar tras unos inicios tímidos en Jordan y Minardi en
1991 y 1992 disputando apenas 6GGPP, tres con cada uno de ellos cada
año. De cara a 1993 fichó por Lotus, renovando en 1994 sin llegar a
hacer ninguna temporada completa debido a su brutal accidente en Eau
Rouge en Spa en 1993. Su mejor resultado fue el sexto lugar en el GP
de Brasil de 1993, lo que fue su único punto en la F1. No dispuso de
un gran coche, ya que Lotus estaba agonizando, y por tanto no era
fácil sacar conclusiones de su rendimiento.
1995 lo vio casi en paro, salvando el
año al correr con Lotus algunas carreras del BPR, lo que eran
carreras de resistencia para GTs derivados de deportivos de calle.
En 1996 Chip Ganassi le dio la que
sería su gran oportunidad fichándolo para correr el campeonato CART
estadounidense. En su primer año logró tres victorias, tres podios
y seis poles. Acabó tercero tras su compañero Jimmy Vasser y
Michael Andretti.
Zanardi tuvo que emigrar para triunfar. Rápido y espectacular, en EEUU se convirtió en un mito. |
Pero en 1997 no dio opción, con menos
poles, cuatro, logró cinco triunfos y dos podios, imponiéndose en
el campeonato, cosa que repetiría en 1998 con más autoridad con
siete victorias, ocho podios y, paradojicamente, ninguna pole.
Todos esos resultados, acompañados
siempre de grandes actuaciones, con carreras espectaculares, grandes
remontadas, adelantamientos increíbles apurando la frenada -el más
conocido el de Laguna Seca 1996 ante Brian Herta-, lo llevaron de
nuevo a la F1 en Williams.
Pero su regreso a la F1 en 1999, ya con
un buen coche, fue un completo fracaso. No se acabó de adaptar a los
frenos de carbono -en la CART eran de acero- y al acabar la temporada
sin resultado alguno, se quedó en paro.
Volvió al campeonato de sus amores, la
CART, en 2001 con Mo Nunn -fundador del equipo Ensing de F1- y cuando
empezaba a cogerle de nuevo el tranquillo, tuvo el pavoroso accidente
en Lausitz que lo dejó sin piernas cuan do lideraba la carrera, al
perder el control de su coche y ser embestido por otro participante.
Pero eso no acabó con su carrera
automovilística, corriendo con BMW el mundial de turismos con un
coche adaptado, logrando entre 2003 y 2008 cuatro victorias.
Se medio retiró, aunque corrió alguna
que otra prueba en 2014 y en 2019, como las 24 horas de Daytona,
siempre con BMW.
Tras su accidente, volvió a las pistas gracias a BMW, que lo apoyó siempre. |
De ahí a los campeonatos paralímpicos
en la modalidad de “handbike”, logrando dos medallas de Oro
Olímpicas en Londres y oro y plata en Río 2016.
A Zanardi lo conocí por la F1,
obviamente, y no recuerdo lo siguiera, a diferencia, por ejemplo, de
Fisichella, pero cuando fue a la CART, era mi favorito, por eso de
ser europeo y venir de la F1. De ahí sus mejores recuerdos, sus dos
entorchados así como -y sobretodo- sus grandes carreras con
remontadas épicas. Si bien su mayor remontada de parrilla a victoria
fue del undécimo lugar, tengo el recuerdo de una remontada luego de
un problema desde el último puesto. Lástima no sepa de una página
de Indycart estilo “Stats F1” para poder corroborarlo. Eso y sus
celebraciones con trompos.
Cuando regresó a la F1 fui un fan suyo
más y recuerdo especialmente el GP de Italia donde calificó 4º, su
mejor calificación de siempre y acabó 7º luego de rodar tercero
mucho tiempo para ir cediendo posiciones poco a poco al ir perdiendo
ritmo pero, eso sí, poniendo resistencia, salvo con los Ferrari,
sobre todo con el de Salo, al que si bien no dejó pasar, tampoco se
lo complicó mucho. Y es que Alex nunca ocultó su deseo de que
Irvine fuera campeón ese año ante Hakkinen porque, como buen
italiano, es Ferrarista. Bueno, esto último nunca lo dijo, pero por
sus declaraciones, lo imagino.
De su etapa en el mundial de turismos
era un rival con su BMW de mis queridos Alfa y, cuando les disputaba
alguna victoria, no le di tregua, como a cualquier rival, y es que yo
soy así.
Alex y yo somos coleccionistas de
miniaturas de coches, lo cual es un detalle de él que me gusta y que
demuestra es un apasionado de las carreras y de los coches, no un
“simple” piloto, como muchos parecen ser hoy día.
Hay vida fuera de las pistas. Alex se convirtió en campeón paralímpico. |
Respecto a Laustiz, lamenté mucho su
accidente, y recuerdo leer en Unquera, cuando trabajaba en la
autopista de San Vicente de la Barquera, en un bar, que al despertar
del coma estaba muy desanimado. ¡Como para no estarlo!
Volvió a la vida de nuevo para
triunfar en los deportes paralímpicos y hace unos días, de nuevo,
el destino se ha vuelto a cebar en él al sufrir un gravísimo
accidente en una exhibición de handbike para celebrar el
desconfinamiento. Chocó contra un camión. Me gustaría saber que
hacía un camión -y cualquier otro vehículo- por ahí, porque no me
cuadra no se celebrase con la carretera cortada. Ojo, que no estoy
culpando al conductor del camión, ni a nadie, sólo que es algo que
me extraña mucho, porque yo imaginaba que este tipo de eventos no se
hacen a carretera abierta.
Desde mi modesto blog, mis mejores
deseos para Alex, familia y amigos.
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