miércoles, 5 de agosto de 2015

GP de Hungría 2015

In memoriam


No pudo haber mejor homenaje para el malogrado Jules Bianchi que la victoria de un Ferrari, y no fue doblete por el fallo en el KERS del coche de Kimi. Un doblete que se les resiste a la Scuderia desde el famoso: "Alonso is faster than you" que le dijeron a Massa en Alemania 2010.



El caballo dominó a los toros en una carrera sin estrellas.



El mundial de F1 llegaba a Hungría a celebrar una trigésima edición de luto por el fallecimiento, tras nueve meses de coma, del piloto francés Jules Bianchi, que como todos Uds. saben, sufrió un gravísimo accidente la temporada pasada en el GP de Japón.
Muchos pilotos estuvieron muy afectados en el funeral celebrado días antes del GP magiar. Entre ellos, Maldonado, Bottas o Ricciardo, por citar sólo algunos. Sus ex-compañeros en Ferrari –no olvidemos que Bianchi, aunque pilotaba para Marussia, era piloto Ferrari- Alonso y Massa, fueron de los que más cerca estuvieron de los familiares de Jules, aunque el español prefirió no asistir al funeral.
Se llegó a este GP tres semanas después del de Silverstone por la caída del calendario del GP de Alemania. Debo decir que no es la primera vez que no hay GP alemán –como dije en anteriores artículos- ya que ni en 1950, 1955, 1960 y 2007 hubo ediciones del GP germano. Errar es humano. En 2007 sí se corrió en Alemania, en Nurburgring, aunque el GP era el de europa.
Respecto al GP en sí, que data de 1986, se debe comentar que tuvo una edición anterior que data de nada menos que 1936 y que tuvo participación española con José de Villapadiérniga con un Alfa.  La carrera fue ganada por Tazio Nuvolari –para muchos el mejor piloto de todos los tiempos- al volante de un Alfa Romeo de la Scuderia Ferrari después de que los favoritos alemanes, Mercedes y Auto unión abandonasen tras luchar duramente entre sí. ¿Les suena? Algo parecido a lo de este año. Pero no adelantemos acontecimientos.



Tazio Nuvolari en 1936.


Los entrenamientos libres fueron moviditos, escribiéndose con las iniciales “M” de Mercedes y “L” de Lewis Hamilton, dominadores absolutos. Los Ferrari tuvieron problemas, en primer lugar Vettel, que se perdió la primera parte de los libres 1, y Raikkönen después, con rotura de alerón incluida, no pudiendo finalizar los libres 3 por una pérdida de agua en el motor. Lotus, por un problema administrativo –no había pagado a Pirelli sus ruedas- inició tarde la primera sesión, mientras que Ricciardo, muy a tono en esta pista con su Red Bull, rompía el enésimo V6 Renault aunque sin consecuencias.
Fabio Leimer sustituía a Roberto Merhi en esta sesión con el Manor, y lo propio iba a hacer Joylon Palmer –hijo del ex-piloto de F1 Johnatan-  en Lotus, pero no pudo rodar. Los Mclaren se mostraron competitivos y fiables en un circuito que les venía bien. Mclaren montaba la sexta unidad de potencia, pero sin penalización por esa nueva normativa a la que han podido acogerse con efecto retroactivo. La nueva norma permite un quinto motor por año sin penalización a los motoristas nuevos. A mí no me parece bien la idea, ya que todo debe ser igual para todos. Juzgen Uds. mismos. Al pequeño en realidad no se le ayuda (Honda y Mclaren de pequeños  nada de nada), y esto sólo se hace porque el Honda es un paquete. Si sus motores fueran buenos, los otros equipos habrían puesto el grito en el cielo. Y con razón.
Pero lo más destacado de los libres fue el accidente con vuelco incluido del Force India de Sergio Pérez debido a la rotura de la suspensión trasera derecha. Eso hizo que por precaución no rodasen más durante el viernes ninguno de los dos.
La calificación preveía una pole de Hamilton, como así fue, pero hasta llegar a ello hubo que pasar por las Q1 y Q2.



Fernando Alonso empujando a su Mclaren por el carril de deceleración camino de los boxes



En la primera de ellas se quedaron los inevitables Manor –esta vez con Merhi delante de Stevens- y los Sauber, nada a gusto aquí, con Ericsson delante de Nasr. Se les unió un decepcionado Jenson Button, que esperaba mucho más. De hecho, esperaba llegar a Q3. Alonso pasó el corte por los pelos, pero en la Q2 se quedó. De hecho, no pudo dar una vuelta siquiera, y  en su afán por seguir adelante llegó a boxes empujando el coche tras dejarlo tirado en la entrada a boxes. La acción era más de ganas y pundonor que otra cosa, pero peligrosa. Es de esas maniobras en las que nunca pasa nada, pero el riesgo está ahí. Se tuvo que sacar la bandera roja. Luego, sí llega a pasar algo, se echarían todos las manos a la cabeza. Si no miren lo que le pasó a Ignazio Giunti en los 1000Km de Buenos Aires de 1971, que se estrelló contra el coche que Beltoise estaba empujando y perdió la vida en el acto. En la Q2 tampoco pudieron pasar Hulkenberg –por los pelos- Sainz, Pérez y Maldonado.
La Q3 fue un paseo para Hamilton, nunca inquietado por un Rosberg que no estuvo a gusto con su coche. Vettel y Ricciardo, en su duelo por la tercera posición, se quedaron a menos de dos décimas de la primera fila. Raikkönen fue quinto, a 1”000 del poleman, seguido de: Bottas, Kvyat, Massa, Verstappen y Grosjean.
El domingo, minutos antes de la carrera, hubo un emotivo segundo minuto de silencio por Jules Bianchi –el primero fue en el GP de Rusia 2014- en el que estaban presentes los padres y hermanos del piloto galo.
Tras estos emotivos momentos comenzó el GP en sí, y lo hizo con retraso por culpa de Felipe Massa, que al estar mal ubicado en parrilla provocó la anulación de esta, obligando a dar una nueva vuelta de formación y a que la carrera durase una vuelta menos. Y Massa, de paso, se ganó 5 segundos de penalización a cumplir en su primera parada.
La arrancada fue espectacular, más incluso que la de hace tres semanas en Silverstone, y los Ferrari de Vettel y Raikkönen, 3º y 5º en parrilla, se pusieron por delante de Rosberg y Hamilton. Otro que progresó mucho en la salida fue, nuevamente, Hulkenberg, de 11º a 7º, que sería 6º cuando Hamilton, en un alarde de optimismo, quiso adelantar a Rosberg por donde no era posible y se fue largo en la chicane retrocediendo al 10º lugar. Y dando las gracias por no haberse quedado allí mismo.
Tras el primer paso por meta la cosa estaba así: Vettel, Raikkönen, Rosberg, Bottas, Kvyat, Hulkenberg, Ricciardo, Pérez, Massa, Hamilton, Sainz, Alonso, Verstappen…y Merhi 17º por delante de los dos Sauber, ¡increíble! En la segunda vuelta ya era 19º, mientras que Hulkenberg se ventilaba a Kvyat.



La salida del año, los Ferrari desbordan a los Mercedes.



Los Ferrari eran 1º y 2º, algo que no sucedía desde el GP de Alemania de 2010, y la cosa no era un espejismo, porque Rosberg poco a poco se iba quedando descolgado. Los Ferrari tenían ritmo, sólo Hamilton parecía tener más, algo increíble visto lo visto durante el fin de semana. Los Mclaren también rodaban de maravilla,  de maravilla visto lo visto esta temporada.
En la vuelta cinco, Merhi se detiene en boxes a que le cambien el reposacabezas, que se le había soltado impidiéndole la visión, retrocediendo al último lugar tras su compañero Stevens, al cual superaría claramente –y definitivamente- poco después.
Una vuelta después, Verstappen rebasaba a Alonso y el asturiano pasaba a ser décimo tercero, pero sin perder comba respecto a sus predecesores.
Kvyat no estaba nada cómodo con su coche, a diferencia de su compañero Ricciardo, el cual pidió que su compañero le cediese el paso, cosa que el ruso hizo en la vuelta siete.
Hamilton, atrapado en el tráfico, esta vez se lo tomó con calma y esperó su momento para adelantar a Massa, se dejó descolgar para refrigerar sus frenos y ¡zaca!, lo rebasó en la vuelta diez, justo a la vez que Ricciardo, en plan banzai, le daba un hachazo a Hulkenberg tirándose desde la nada.
Tres vueltas más tarde, Hamilton rebasa a Pérez. Ya es octavo y se convierte en séptimo por la entrada en boxes de Kvyat, que monta el neumático medio. A todo esto, nuevo adelantamiento banzai de Ricciardo a Bottas, el australiano es cuarto y el finés decide parar.



Ricciardo en el momento en el que efectuaba un soberbio adelantamiento a Valteri Bottas.



A partir de ahí, se abre la veda de las primeras paradas, acabándose en la vuelta veintitrés con la parada de Raikkönen. Entre tanto cambio, el más perjudicado fue Sainz, que no sólo fue “traicionado” por su equipo que paró antes a Verstappen, sino que encima se le trabó por enésima vez una rueda, perdiendo dos posiciones a favor de Max y Fernando.
En la vuelta veinte se tocan Pérez y Maldonado, saliendo perjudicado el mejicano. Pero el venezolano tendrá una sanción y se ve obligado a pasar por boxes.
En la vuelta 23 las cosas estaban así: Vettel, Raikkönen, Rosberg, Ricciardo, Hamilton, Bottas, Hulkenberg, Kvyat, Verstappen, Alonso, Sainz, etc…
Los Ferrari se siguen largando, Vettel se separa poco a poco de Raikkönen, y este, a su vez, de Rosberg. Un Rosberg que, al igual que Ricciardo, ha montado el neumático medio.
Hamilton prosiguió su remontada. Estuvo unas vueltas detrás del Red Bull de Ricciardo y lo pasó aprovechándose del sobreviraje que tuvo el australiano en la última curva. De este modo, Hamilton lo pasó como si de un GP3 se tratara. Era la vuelta número veintinueve.
En la vuelta número treinta y dos, la ventaja de Vettel es de más de 10” con Kimi y de más de 20” con Rosberg, mientras que Hamilton, a toda pastilla, navega a medio minuto del Ferrarista. La carrera parece de Vettel, y el doblete, de Ferrari, pero la mecánica le iba a jugar una mala pasada a Raikkönen al quedarse sin KERS. Eso permitió que Alonso se desdoblase, como ya hizo en Barhein.
En la vuelta cuarenta y uno, con Raikkönen cada vez más resignado a su (mala) suerte, Hulkenberg la tenía peor al rompérsele el alerón delantero y colársele bajo el coche, saliéndose recto a final de recta. No se llevó por delante a Bottas de milagro. Eso provocó la salida del coche de seguridad virtual. Los Mercedes aprovecharon para hacer su segunda y definitiva parada, no así los Ferrari, dado que cuando salió el coche de seguridad virtual ya habían pasado por meta. Lo arreglaron al parar la vuelta siguiente, justo antes de que saliera el coche de seguridad real y reagrupase la carrera. De haber salido el coche de seguridad real al principio, los Mercedes seguramente se hubieran alzado al liderato. Todos los coches pasaban por boxes para que los comisarios limpiasen mejor la pista, que estaba llena de trocitos del alerón de Hulkenberg.



Hulkenberg no podía hacer nada para controlar el coche toda vez que se rompió su alerón, no era más que un pasajero.


En la vuelta cuarenta y nueve se reanuda la carrera, por este orden: Vettel, Raikkönen (sin KERS), Rosberg, Hamilton, Ricciardo, Bottas, Kvyat, Verstappen, Sainz, Button, Alonso, etc..
Rosberg, incomprensiblemente, montó de nuevo los medios, en tanto que Ricciardo, Kvyat y Alonso montaron los blandos, como les correspondía a los pilotos de Red Bull por haber montado (como Rosberg) el medio a mitad de carrera. Alonso, en cambio, aprovechó el coche de seguridad para hacer una tercera parada y deshacerse de los medios, ya que la parada le salía “gratis”, no perdía tiempo y sólo le superaban Sainz y su compañero Button, el cual se iba a quitar de en medio ipso-facto.
Al irse el coche de seguridad, Rosberg adelantó a un impotente Kimi, mientras que Ricciardo intentaba lo propio con Hamilton. Este se resistía más de lo debido y se tocaban a final de recta. El resultado fue que mientras Ricciardo seguía para adelante como si nada hubiese pasado, Hamilton tenía que parar a sustituir el alerón y además tenía que hacer un paso por boxes como penalización por su maniobra.
Bottas sufrió un pinchazo al ser tocado por Verstappen, perdiendo toda opción, mientras que Kvyat y Maldonado recibían 10 segundos de sanción (a añadir a final de carrera) por haber sacado ventaja fuera de pista el ruso y por adelantar antes de la línea del coche de seguridad el venezolano. Raikkönen tuvo su sanción de 5 segundos por exceso de velocidad en boxes, pero dado que al final abandonó, igual le daba. Incluso le resetearon el coche en boxes, sin éxito.
En cabeza, Vettel mantenía a raya a Rosberg, no dejándole acercarse a menos de un segundo (a tiro de DRS), mientras que Ricciardo se les acercaba como un misil. Por detrás, Hamilton volvía a remontar desde la decimotercera posición.
Alonso adelantó a su amigo Sainz en la vuelta cincuenta y cinco y poco después, por tercera carrera consecutiva, abandonaba el madrileño.
Rosberg, viendo imposible el adelantamiento a Vettel, tuvo como mayor preocupación contener a un Daniel Ricciardo que venía con sus ruedas blandas, fortísimo, y que esperaba repetir la victoria del año pasado.
No tenía velocidad punta para pasar a Rosberg, pero tampoco la tenía para pasar a Hulkenberg y Bottas y lo hizo, de modo que eso no lo iba a amedrentar. Cuando estuvo un poco más cerca de Rosberg, se tiró desde la nada, esta vez fracasando en el intento con la mala suerte (para Rosberg) de que se tocó con Nico pinchándole la rueda y arruinandole su carrera. Era la vuelta sesenta y cuatro, Rosberg tuvo que dar una vuelta completa en tres ruedas y se reincorporó décimo. Ricciardo –que se libró de una sanción- paró y sustituyó el morro, quedándose donde estaba, tercero. La segunda plaza la heredaba su compañero Kvyat, mientras que Vettel podía respirar tranquilo camino de su segunda victoria de la temporada y 41 de su carrera.
Vettel cruzó la meta como brillante vencedor, seguido de: Kvyat, Ricciardo, Verstappen, Alonso, Hamilton, Grosjean, Rosberg, Button, Ericsson, Nasr, Massa, Maldonado, Bottas, Merhi y Stevens.
Vettel, muy contento e integrado en la Scuderia, tanto como el mismísimo Kaiser, habló en italiano, inglés y francés. Recordó al equipo que en Maranello habría una bandera más (por la victoria) y recordó emotivamente a Jules Bianchi.



Segunda y emotiva victoria de Sebastian Vettel con el Cavallino.


En el podio estaba el comentarista de la RTL alemana (para quienes tuvimos que ver durante años la F1 por parabólica nos es de sobra conocido) Kay Ebel, para las entrevistas, y como era de esperar, todos tuvieron una frase en recuerdo de Bianchi.
Conclusiones para este mes de vacaciones: Mercedes sigue dominando, aunque en Hungría, Ferrari completó por fin un fin de semana de menos a más y, si bien es cierto que el hombre con más ritmo era Hamilton, Vettel y Kimi eran los siguientes más veloces.
Los Mclaren fueron fiables y rápidos (dentro de lo que cabe) y si bien no son tan buenos como demuestran sus posiciones del domingo –se les quitaron de en medio cinco coches al menos- tampoco están tan mal como en la calificación del sábado. Una inyección de moral para el equipo. Eso sin contar que las manos de Alonso sitúan al coche más arriba de su –escaso- potencial.
Los comisarios se comportaron como casi siempre, inconsistentes, penalizando el error y sin seguir patrón alguno. Por acciones similares, unos son castigados y otros no. Estoy en contra de este tipo de sanciones. En mi opinión, se deben perseguir las actitudes antideportivas o las conductas erráticas de pilotos. Aunque todo eso es muy subjetivo y es imposible contentar a todos.
Mercedes se quedó sin podio y sin liderar una sola vuelta por vez primera desde la nueva “era turbo”. Se han quedado en “sólo” 28 podios seguidos, por los 53 (récord) que tiene Ferrari. Pero tienen otros muchos récords en su poder. Al final de temporada hablaremos de ellos, lo cierto es que nos harán palidecer.
En un mes vuelve la F1 tras su descanso estival forzoso, y con Hamilton como claro favorito.






No hay comentarios:

Publicar un comentario