Rosberg, el charro
Veintitrés años después, la fórmula 1 regresaba a Méjico en
el remozado autódromo Hermanos Rodríguez. El circuito no se parece en nada a lo
que era, tras haber recibido un lavado de cara monumental. Ha perdido todo su
encanto, pasando de circuito antiguo con regusto añejo, a instalación
ultramoderna sin más personalidad que una máquina tragaperras. Para rematar la
faena, su maravillosa curva parabólica, la famosa peraltada, fue eliminada “por
razones de seguridad” . Curioso, sobre todo viendo cómo algunas escapatorias dejaban que desear.
Eso y que la entrada a boxes es manifiestamente mejorable. Respecto a las
gradas, que recuerdan al motodrom de Hockenheim, o más aún a las de un estadio de atletismo,
debo reconocer que son espectaculares. Pero así todo, me quedo con el viejo.
Respecto a los Hermanos Rodríguez, mucho se puede escribir
de estos dos magníficos y malogrados pilotos cuya carrera se vio truncada por
la fatalidad. El mayor, Pedro, fue el de mayor éxito, logrando la victoria en 2
GPs de F1 así como numerosos triunfos en pruebas de resistencia -en aquella época tan prestigiosas como los
grandes premios- en las que se incluyen triunfos en Le Mans, Daytona y Sebring,
entre otros, y pilotando para Ferrari y Porsche, nada menos. Joseph Siffert, se
refería a él, como: “pequeño bastardo” por lo agresivo y temerario de su
conducción, destacando sobremanera, su gran habilidad en agua. Se mató en 1971
en Norisring, en una carrera de interserie con un Ferrari 512M. Ricardo, el
menor, apenas tuvo tiempo de destacar. Así
todo, dejó huella y logró la victoria en la prestigiosa Targa Florio de 1962
junto a Olivier Gendebien y Willy Mairesse, al volante de un Ferrari Dino
246SP. Disputó con éxito, pruebas de resistencia y debutó en el GP de Italia de
1961 con Ferrari, siendo hasta 2009, el
piloto más joven en disputar un GP puntuable. Se mató en el GP de casa, en
1962, con un Lotus. El vacío de estos dos geniales pilotos sigue ahí. Méjico
todavía no ha encontrado el relevo.
Pedro y Ricardo Rodríguez. |
Respecto al GP en sí, se inició con el piso mojado, pero
finalmente no llovería más a lo largo del fin de semana. Lo más destacado era
el bajo –bajísimo- agarre de la pista, y las elevadísimas velocidades punta,
superiores a las de Monza.
En los libres 3 ya se empezó a vislumbrar la verdadera jerarquía,
en la cual los Mercedes eran los amos y señores y sólo el Ferrari de Vettel parecía
inquietarles, toda vez que el de Kimi sufría problemas de cambio, no pudiendo
apenas rodar. Los Mclaren, muy efectivos en Austin, aquí volvían a ser meros comparsas y, por si no
fuera poco, la fiabilidad los volvía a dejar de lado.
Los clasificatorios se disputarían sin Jenson Button, cuyo
Mclaren tenía problemas irresolubles y de la primera ronda no pasaban ni Alonso, ni
Nasr, ni los Manor con Rossi por delante
de Stevens. Eso sí, los tiempos eran muy ajustados respecto a la cabeza, más
que nunca a lo largo de la temporada.
En la Q2, Raikkönen, que increíblemente estaba con duros, realizó
el peor tiempo de todos sin mejorar su tiempo de la Q1, y tras un semitrompo se
fue a boxes y no salió más. Adujeron problemas de frenos. Junto a él se
quedaron Sainz, Grosjean, Maldonado y Ericsson.
La lucha por la pole no lo fue tanto, y pese a que la pista
mejoraba constantemente y que no siempre las ruedas estaban en su estado óptimo
a la primera, Rosberg se hizo con la pole a la primera y Hamilton no tuvo
opción. Esta pole es mucho más meritoria que las dos anteriores, ya que aquí no
falló Hamilton –como en Japón- ni se interrumpió la sesión –como en EEUU-
Vettel fue un excelente tercero a sólo 370 milésimas de Rosberg, estando los
tres en 1”19, mientras que el resto se quedó a casi 1” con Kvyat precediendo a:
Ricciardo, Bottas, Massa, Verstappen, Pérez y Hulkenberg.
De cara a la parrilla, Alonso Raikkönen y Button saldrían los
últimos por sus sanciones por sustitución de piezas. Alonso tenía 15 plazas de sanción, Kimi 30 y
Button 70…
El día de la carrera se registraron las mayores temperaturas
del fin de semana, con lo que el número de paradas era una incógnita.
El héroe local, Checo Pérez. |
La arrancada demostró, una vez más, que eso de la ventaja de
la zona limpia, es más psicológica que otra cosa. A veces sí hay diferencia,
pero generalmente no. De ese modo, Rosberg aguantó a Hamilton mientras que
Kvyat desbordaba a Vettel, el cual se rozaba con Ricciardo en la primera curva
pinchando su rueda trasera derecha. Esta
acción quedó sin penalización pese a las protestas de Vettel. Los comisarios
actuaron bien.
Por detrás, Alonso salía fenomenal adelantado a varios coches, en tanto que
Raikkönen ni siquiera podía –en la arrancada- con los Manor.
La primera vuelta se completaba así: Rosberg, Hamilton ,
Kvyat, Ricciardo, Bottas, Verstappen, Massa, Pérez, Hulkenberg, Sainz, etc. Vettel
era último tras parar a cambiar ruedas debido a su pinchazo, montando duras, a
la vez que Alonso abandonaba, tal y como estaba previsto. Se detectó un
problema en su coche el sábado y no daba tiempo a solucionarlo, de modo que
salió a dar una vuelta por eso de la honrilla.
Raikkönen iba remontando poco a poco, mientras que Vettel, a 50 segundos de Rosberg, mantenía un ritmo
similar. En la vueta 4 Sainz pasó a
Hulkenberg para situarse 9º .
Los primeros pilotos en parar fueron los de Williams en las
vueltas 8 y 9, en principio muy pronto, montando duras y cayendo hasta la 9º y
10ª plaza Bottas y Massa, respectivamente.
También los pilotos de Lotus pararon pronto, facilitando las
cosas a los de Williams y… Ferrari, que en la vuelta 16 ya tenía a sus pupilos 7º y 12º, pero no irían muy lejos. Vettel
haría un trompo la vuelta siguiente tras adelantar a Button, cayendo al 15º
lugar. Raikkönen abandonaría en la vuelta 21 cuando luchaba con Bottas por la
6ª posición en lo que fue un lance de carrera, más culpa de Bottas que de Kimi
pero que no mereció sanción. Bien por los comisarios en este GP, que han
actuado con lógica.
Nuevo toque entre Raikkönen y Bottas, prácticamente al revés que en Rusia. |
El único interés en ese momento en carrera era la lucha
entre Pérez y Sainz, el cual optó por adelantar su parada para superarlo, cosa
que logró. Pero la cosa no acabaría ahí.
Cuando todos realizaron su parada, sobre la vuelta 30, la
cosa estaba así: Rosberg, Hamilton, Kvyat, Bottas, Massa, Ricciardo,
Hulkenberg, Verstappen, Sainz, Pérez, etc. Al final parece que la táctica de parar pronto de
los Williams iba a ser buena.
En la vuelta 33, Pérez se ventiló a Sainz delante de las
gradas para delirio de los miles de espectadores mejicanos. En realidad Carlos
lo tuvo que dejar pasar, ya que anteriormente, intentando aguantar el envite
del mejicano, se fue largo saltándose la “Ese do lago”. Diez vueltas después,
paró por segunda vez el madrileño retornando a pista en 13º lugar.
En la vuelta 46 se
detuvo Rosberg a cambiar neumáticos. Era una parada innecesaria, pero que en
Mercedes prefirieron hacer por seguridad para no exponerse a un pinchazo final
por excesivo desgaste de gomas, claro que Hamilton no estaba muy de acuerdo y
por momentos, pareció que iba a mantenerse en pista. Dos vueltas más tarde
obedeció a regañadientes.
Pérez volvía a deleitar a sus compatriotas con un nuevo
adelantamiento en el “estadio” al Toro
Rosso de Verstappen, accediendo al 8º
lugar.
En la vuelta 50 Ricciardo adelantó a Massa y en la 52 salió
el coche de seguridad para retirar el Ferrari de Vettel que se había
accidentado. El alemán reconoció su culpa: “he hecho un trabajo de mierda”, y lo aprovecharon casi todos para volver a
cambiar ruedas. En Red Bull y Toro Rosso
pusieron blandas, en Williams duras, Mercedes –logicamente- no paró,
como tampoco lo hizo el local Sergio Pérez; así que el relanzamiento se dio en este orden:
Rosberg, Hamilton, Kvyat, Bottas,
Ricciardo, Massa, Hulkenberg, Pérez,
Verstappen, Grosjean, Maldonado, Sainz, Ericsson, Button, Stevens y
Rossi. Nasr justo abandonaba por problemas
en los frenos y Bottas adelantaba a Kvyat a fin de recta. El reagrupamiento le
quitó del podio al ruso que, de lo contrario lo habría mantenido con facilidad.
Carlos Sainz, pupas al estilo de su padre, achicharró los frenos a fin de recta
y su posible progresión pasó a regresión. Luego alegó que con el último juego
de blandas el coche no iba bien y perdía 1”5 por vuelta. Acabó pidiendo la hora
acosado por Button, toda vez que
Ericsson lo adelantó sin problemas.
En la cola Rossi superó a Stevens por la honrilla de no ser
el farolillo rojo, lo cierto es que el norteamericano lo está haciendo la mar
de bien. Habría que ver como lo haría en relación a Merhi.
No hubo más cambios, aunque en cabeza Hamilton lo intentó
todo, pero dos pequeños errores le facilitaron la tarea a un Rosberg que a
punto estuvo de perderlo todo en un error estilo Austin. Al margen de eso, pareció tenerlo todo bajo
control y acabó marcando la vuelta rápida definitiva a apenas 1 segundo de la pole, el margen más
estrecho de la temporada. Generalmente la vuelta rápida se queda a 3-4 segundos
de la pole, aunque históricamente Méjico era una pista donde los domingos
muchos pilotos mejoraban sus tiempos de parrilla. Parece que sigue siendo así.
Maldonado no puntuó, pero se quedó con la velocidad máxima del año, 366.4 km/h. |
En el podio las
entrevistas las hizo el hasta entonces último ganador del GP de Méjico, Nigel
Mansell, cuyo nombre tiene la última curva del circuito, lo que queda de la
peraltada, donde en 1990 Mansell realizó un escalofriante adelantamiento a
Gerhard Berger –ganador de ese GP en 1986 con Benetton- en un duelo
tremendamente espectacular que recordó al de Villeneuve- Arnoux de Dijon 1979.
Los Mclaren volvieron al mundo real en Méjico y es de
suponer que irán mucho mejor en las dos últimas citas.
L a victoria de Rosberg evita que Hamilton pueda igualar el
récord de victorias por temporada que tienen Schumacher y Vettel, el Kaiser con
una carrera menos, 18 por 19 de Vettel.
Nos vemos en Brasil, un
gran circuito, aunque no tanto como antes. Saludos.
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