sábado, 5 de diciembre de 2015

GP de Bélgica 1998


                     Schumi contra los "elementos"







Recuerdo el GP de Bélgica de 1998 con indignación, no tanto por lo sucedido, sino por cómo se reaccionó a ello. Los prejuicios de nuevo por delante de los hechos .  Y mira que era obvio. Es que hay que ser imbécil para acusar a Schumacher por lo acontecido en ese GP.
Pero no adelantemos acontecimientos.
Ese gran premio lo mal vi. Cierto que desde el GP de Italia de 1993 tenía parabólica en casa y lo podía ver todo, pero en esa ocasión estaba fuera y tuve que recurrir de nuevo a TVE, con lo que la posibilidad de ver el GP era una lotería.
El caso es que lo pude ver casi íntegro gracias al retraso que hubo en la salida, ya que esta se tuvo que hacer por segunda vez tras la gran colisión que se produjo en la primera, al parecer provocada involuntariamente por Coulthard al arrancar una tapa de alcantarilla en la que se vieron involucrados  12 coches, de los cuales 4 (Rosset, Salo, Barrichello y Panis) no volverían a tomar parte en la segunda salida. Hay que decir que llovía a cántaros.
En esta volvió ha haber un enganchón y se quedaron Herbert, Hakkinen y Wurz, saliendo el coche de seguridad. La carrera no se relanzó hasta la vuelta 3, con Damon Hill en cabeza seguido de Michael Schumacher, que no lo pudo pasar hasta la vuelta 7, momento en que TVE conectó. Por tanto, de ahí en adelante lo vi todo en directo. No fue tan dramática la cosa. Casi iba a ver la carrera enterita gracias al retraso, y además iba a ganarla Ferrari en su GP nº 600 con su rival de cara al título KO, o eso creía yo.






El caso es que en la vuelta 25, al ir Schumacher a doblar a Coulthard, colisiona con este en un accidente que le costó la victoria. En ese momento aventajaba en más de 33” a Damon Hill, segundo clasificado. El accidente fue culpa total y exclusiva de David Coulthard en una acción muy peligrosa. Si el acto fue deliberado –incitado por sus jefes Ron Dennis o Norbert  Haug- o sólo un gravísimo error, lo desconozco, y ahora no importa. Pero lo que hasta el más tonto del mundo ve es de quién es la culpa. Está clarísimo. Pero hay mucho idiota y fanático. Una cosa es que en  Schumacher  la deportividad y limpieza brillen por su ausencia –aunque es consecuente con sus actos, a diferencia de otros como Rossi o Senna- y otra muy distinta que siempre tenga la culpa. Me parece bien que muchos se alegrasen del abandono del Kaiser, y que dijeran que nadie se lo merecía más –cierto hasta ese día, a partir de ahí, Coulthard podía tomar perfectamente el relevo-  pero de ahí a culparlo... De acuerdo con que siempre, en caso de duda, se le culpa, es normal, hasta yo lo hacía; pero es que  lo de Spa 1998 fue tan descarado que no admite duda alguna. Y los periódicos españoles titulando: “El arrogante alemán saca a Coulthard de pista…” ¡Como si Schumi ganase algo con ello!
Va líder y se dedica a impactar con un doblado. Es de locos pensar eso. Pero ahí están y encima les pagan.
Los hechos fueron así: Schumacher alcanza a Coulthard en Les Combes y está rodando tras él durante medio minuto –tiempo más que de sobra para apartarse- hasta que a la salida de una curva, antes de llegar a Pouhon, en plena aceleración choca con Coulthard, que no sólo se mantiene en la trazada, sino que decelera bruscamente, y dada la baja visibilidad Schumacher no puede evitarlo.
No hay que ser un lince para pensar cómo hubiese reaccionado el respetable –público, periodistas y la FIA- si  los mismos hechos hubieran tenido otros protagonistas.
Por ejemplo: Hakkinen e Irvine en análoga situación a Schumi-Coulthard. ¿Alguien duda de que se la hubiese mamado –y con razón- el irlandés? Pues claro que no. Y además no le hubieran permitido correr en Italia, siguiente cita. Y todo el mundo hubiera criticado a Todt, por incitar la maniobra, cosa que no se hizo con Dennis y, sobretodo, con Norbert  Haug. Porque este último, director deportivo de Mercedes, ya tenía tras de sí más de una que otra maniobra más que antideportiva en el DTM.
Pero como fue al revés, la mala fama –merecida, no lo niego- perjudicó al Kaiser, lo mismo que le pasó casi una década antes a Senna con Prost en Japón, sólo que esto fue más descarado aún.
¿Qué le pasó a Coulthard?  Nada, al ser británico, de facto se lo considera caballero, y por tanto se fue de rositas, aunque años después reconoció su culpa. Algo es algo.



Hill celebra su victoria acompañado por el "hermanísimo" y por Alesi.



La carrera fue ganada por Damon Hill, con su compañero Ralf Schumacher segundo y el gran Jean Alesi tercero. Un Alesi que le mostró a Coulthard cómo ha de dejarse pasar un piloto, y eso que Jean no tenía por que hacerlo, ya que Coulthard se desdoblaba.
De modo que Jordan consiguió su primera victoria y además con doblete. Y Damon Hill su 21ª  y última, aunque eso lo sabríamos después. 

Lo que hubiera podido ser un gran GP se convirtió en una carrera de las más sucias que se recuerdan. ¿Que se recuerdan? Bueno, que se recordarían si la gente tuviera cerebro y se olvidase de fanatismos. Tal vez algún día.

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