Dopping
Las trampas en la
fórmula uno existen desde siempre y suelen estar muy bien vistas. Me refiero, claro está, a las trampas de los
equipos a la hora de preparar los coches y adecuarlos al reglamento, no a
actitudes antideportivas de los pilotos o equipos ni nada por el estilo.
Eufemísticamente se las conoce como “interpretaciones del
reglamento” y en muchas se atiende –o se pretende atender- literalmente a lo
escrito. Lo que suele conocerse como respetar la letra pero no el espíritu del
reglamento.
No voy a hablar de
todas las trampas que ha habido en este sentido, algunas de las cuales escapan
a mi conocimiento, tan enrevesadas que pueden tener varias interpretaciones e
incluso ser totalmente lógicas, legales y morales.
Voy a hablar de dos trampas burdas, muy burdas, que se
aprovecharon de la letra –la una- y de la buena fe del reglamento, la otra.
Fue en 1981, en pleno apogeo de los coches con efecto suelo,
o coches ala, y en el despegue de los coches turbo.
Mismo coche, antes y después de bajar la suspensión. |
La primera trampa era para burlar la altura mínima respecto
al suelo exigida por la FISA. El ingeniero sudafricano Gordon Murray, de
Brabham, aprovechándose de que el reglamento decía que la altura mínima del
coche respecto del suelo debían ser 6 cms y que esta se mediría –obviamente-
con el coche parado, introdujo un sistema de suspensión que bajaba el coche una
vez en pista, burlando la altura mínima, permitiendo que las faldillas rozaran
el suelo, con la ganancia que eso suponía. Todos se dieron cuenta y hubo
protestas, pero por increíble que parezca, coló y finalmente el resto de los
equipos adoptó dicho artilugio, con lo cual el piloto pulsaba un botón para
levantar el coche al entrar a boxes y pasar las verificaciones y luego lo
bajaba en pista. Lamentable, ¿no creen?
Brabham hizo debutar el artilugio en el GP de argentina, y
arrasó. Cuando el resto se puso al día perdió su ventaja.
En medio del lío, el agulilla que alumbró la idea, Gordon
Murray se sintió ofendido por el revuelo montado aduciendo: “soy ingeniero, no
político…” En fin, o eres tonto, o tomas a los demás por
tontos, o ambas cosas. Vamos a ver, querido Gordon, eres tan político como el
que más, ya que sabías perfectamente como iba a reaccionar el personal ante tu
idea. Sabías perfectamente que la lógica no se impondría, que habría devaneos
políticos y legales por medio y que podrías salirte con la tuya. Porque amigo,
si no fueras político, habrías rechazado la idea, o ni se te hubiera ocurrido
siquiera. Una idea que de haberse
tratado con sentido común hubiera sido prohibida al momento. Te habrían dicho
dónde te la podías meter…pero como son, al igual que tú, politiquillos, coló.
Así que no te ofendas ni vayas de superior.
La otra trampa también fue 1981 y fue finalmente prohibida, menos mal,
tras la disputa del GP de Brasil de 1982 con la exclusión del ganador y segundo
clasificado, Nelson Piquet y Keke Rosberg, de Brabham y Williams respectivamente.
Aunque se tiraron casi un año burlando el reglamento, pero al final se hizo
algo. Más vale tarde…
El gran esfuerzo de Piquet para ganar en Río fue en vano. Rosberg, el segundo clasificado también fue excluido y Prost heredó merecidamente el triunfo. |
El caso es que la
trampa la hacían varios equipos, todos
los equipados con motor atmosférico. De hecho, era una trampa-pataleta de los
equipos ingleses, los de la FOCA, que iban contra los “legalistas” que apoyaban
a la FISA –Ferrari, Renault y Alfa- que en los dos primeros casos, contaban con
motores turbo y mayor potencia, y así se autojustificaban los equipos FOCA. Cómo no tenían turbo, hacían trampa descarada con el peso para seguir siendo competitivos. Eso del fair play y aceptar las reglas del juego debieron pensar que estaba muy bien siempre y cuando ellos ganasen, sino, no.
La trampa consistía en correr con menos peso del permitido
(580kg era el peso mínimo entonces)
gracias a la buena fe de la normativa que permitía rellenar niveles una
vez acabada la carrera para el pesaje.
Algunos equipos rellenaban de aceite los motores hasta
límites dónde jamás se atreverían a arrancarlos. También excediendo los máximos
en el refrigerante y demás.
El porqué de la norma era permitir llegar al peso mínimo en
caso de que faltase poco debido a la pérdida de líquidos durante la prueba.
Pero ya sabemos, das la mano y te toman el brazo…
Así todo, con eso la ganancia era mínima, un par de kilos o
poco más que no va a ningún lado, y eso que hoy día hay pilotos que afirman que
cinco kilos (compensados) les cuestan un par de décimas…
Pero la trampa real era que esos equipos montaban unos
depósitos de agua para refrigerar los frenos, frenos que iban refrigerados por
aire. En algunos casos superaban la capacidad de 40 litros. Este depósito iba
vacio durante toda la carrera, y al finalizar la misma era rellenado.
Como dije, con la exclusión y el pesaje previo a la salida –después
del GP de Brasil de 1982- se acabó con esta práctica, al menos
en carrera. Los equipos que lo hicieron, al verse incapacitados por los nuevos controles, dijeron que así no
podían ser competitivos, reconociendo indirectamente que habían estado haciendo
trampa hasta entonces.
Como ven, no se trata de nada complicado ni de alta
tecnología que puede tener varios puntos de vista, sino de unas trampas de lo
más burdo que incomprensiblemente colaron pese a que todos sabían de su uso.
El más puro estilo Villeneuve no pasaría los controles en Long Beach, pero ya lo esperaban. |
Ferrari, en Long Beach 1982, en protesta puso dos alerones
traseros en su coche. La norma decía que el alerón trasero no podía medir más
de un metro de ancho, pero no decía que no pudiera haber más de uno. Los
Ferrari corrieron y fueron, como esperaban, descalificados. Pero ellos no
reclamaron, simplemente dijeron que ellos también podían burlar la normativa si
querían.
Eso es la F1, un
deporte que ve bien y permite que sus normas sean burladas, una especie
de: “tonto el que no lo haga”
Desde hace varios años, muchos la verdad, todos los equipos
tienen un departamento dedicado exclusivamente a eso, a burlar, perdón,
interpretar, el reglamento, bonito, ¿no les parece?
En realidad lo que habría que definir es, ¿que es hacer trampa en un reglamento deportivo?.
ResponderEliminarEn principio un reglamento técnico tiene fuerza de ley en su ámbito de aplicación, de echo dicho reglamento tiene clausulas especificas sobre cuales cuestiones pueden ser tratadas fuera del mismo (en un foro judicial por ejemplo) y cuales no.
Por lo tanto, esto actúa como lo hace en el ámbito de la justicia los códigos civil, comercial, penal etc, etc. de este
modo se entiende que en un reglamento (como en un código) lo que no esta "específicamente" prohibido esta permitido,de ese modo no se trata de interpretar el reglamento sino de explotarlo.
De echo muchos de los ítems que se citan en la nota, como violatorios del reglamento no lo son eso queda demostrado porque esos puntos fueron modificados en anexos correspondientes, o sea que, hasta el momento de la modificación del reglamento, era licito aplicar dicho artilugio porque no estaba prohibido específicamente.
Por eso mismo no me gusta. Todo enmascarado con lo legal, que no tiene por que ser lo moral. Hay cosas de sentido común, sin embargo se hacen cosas sin sentido, como pasa en la justicia ordinaria, lo cual es mucho más grave. Respecto a la F1, el regirse de esa manera da lugar a absurdos como los que comento en el artículo, o los del GP de Indy 2006. Gracias por su comentario.
ResponderEliminarEL "espíritu del reglamento" no existe, a los espíritus hay que ir a buscarlos a los cementerios... Sí un reglamento / ley / norma tiene más de una interpretación es porque está mal escrito. lo que existe es la idea de quien redacto tal norma y su capacidad o incapacidad para plasmar esa idea en papel. Sí hizo un buen trabajo, habrá sido lo suficientemente claro y habrá contemplado todas la posibilidades de manera que no exista más que una posible interpretación.
ResponderEliminarPor eso, sí se cumple con lo que está escrito, con "la letra" del reglamento, no hay tal trampa. Por más burdos que sean los casos presentados, ninguno fue realmente una trampa.
Verdadera trampa es violar el reglamento de modo que ninguna "interpretación" pueda justificarlo.
Se puede hablar de "picardía" en esos casos, pero no de trampa. Queda en el ente rector dejar abierta la posibilidad de anexar correcciones o aclaraciones al reglamento, que es lo que a mi criterio debió hacerse con la suspensión hidronéumatica que impuso Murray en 1981.
Por cierto, los pilotos no apretaban ningún botón (lo que las hubiese convertido automáticamente en ilegales). El sistema mantenía elevado el auto por debajo de un valor mínimo de presión sobre su carrocería. Osea que, circulando a baja velocidad el sistema subía la altura del auto, pero en cuanto la velocidad aumentaba y por consiguiente la carga aerodinámica sobre el coche, el sistema dejaba de "empujar" hacia arriba y el coche descendía hasta tocar el suelo.
Cabe aclarar que el reglamento de la F1 no es del tipo restrictivo. En este tipo de reglamento todo lo que no está escrito está por defecto prohibido. En el caso de la F1 pasa exactamente lo opuesto.
Por último, se dice que el automovilismo es un deporte para gente rápida no solo arriba del auto... la picardía no es privativa de la F1. He visto categorías modestas en las que no hay dinero de por medio, se corre "por amor al deporte", en las que más de uno "mete el perro" en cuanta ocasión tiene.
Saludos
Son formas de verlo que no comparto aunque agradezco tu comentario. Respecto a lo de que no pulsaban un botón, hay escritos que sí apoyan esta afirmación, ya sea directamente o camuflados. En mi opinión, sí la altura mínima es X, el bajarla al salir a pista cuando no es posible medirla fisicamente, es una trampa como la copa de un pino. Creo que el uso del sentido común, que no se da en muchas ocasiones y en ámbitos mucho más importantes, sería lo suyo.Saludos.
ResponderEliminarPara el peso mínimo idém de idém. Por cierto, que la F1 es un deporte rastrero, al igual que otros, como el futbol, por ejemplo. Que diferencia con el ciclismo y el atletismo, en el que el dopping -las trampas de ahí- acarrean sanciones de años e incluso a perpetuidad, se anulan los triunfos obtenidos tiempo atrás ilegalmente y sus autores son tratados peor que delincuentes, ya que nunca son presuntos. Ni tanto ni tan calvo, ni tanta dureza para unos ni tanto paño caliente para otros. Como en todo, en el medio está el equilibrio, y la virtud.
ResponderEliminarEntiendo y estoy de acuerdo con tu opinión, Dani, el problema a lo mejor reside en: "el coche debe tener una altura mínima de x que se obtiene estaticamente" punto. Ah!, como la norma no dice nada de la altura dinámica pues le meto una suspensión que la varíe cuando me interese (me da igual si es un sistema automático o manual) y de esa manera queda la norma desvirtuada que lo que pretendía prohibir era que los vehículos corriesen con una altura mínima "x"... Fallo de redacción de la norma?, puede ser, pero también fallo de los señores que deben hacer cumplir el reglamento que lo único que deben hacer es modificar la redacción del reglamento para el siguiente Gran Premio. La siguiente pregunta es: porqué no lo hacen? (Algún tipo de interés? )
ResponderEliminarUn abrazo
Fuera del ojo del huracán, Murray reconoció leerse siempre de pe a pa el reglamento para "lograr una ventaja injusta".
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