Errores tácticos en Ferrari...

        ...que le costaron a Alonso el título

Son cuatro los errores de los que voy a hablar, claro que el más facilón es el de Abu Dabhi 2010, en el que todos, a posteriori, se ceban. Pero ha habido otros muy graves, de bulto, que han costado a Ferrari dos victorias, en España y Mónaco 2012, y por tanto, el título de ese año.

Por partes, el primer error que llevó a Ferrari a perder un título este siglo fue el de Abu Dabhi 2010. Es evidente que fallaron estrepitosamente y que jugaron mal sus cartas. A Fernando le valía un cuarto lugar para ser campeón, y con esa mentalidad salió todo el equipo. A amarrar el resultado, a empatar, como Irureta. Salieron acojonados. De no haber sido Alonso superado por Button en la salida, seguramente no se hubiesen precipitado como lo hicieron.

Ferrari y Alonso, en lugar de atacar, salieron a defender, y cuando Webber paró por precaución a cambiar las ruedas al haber tocado un muro, saltaron en Ferrari todas las alarmas. Es hasta cierto punto comprensible la actuación de Ferrari, porque al salir con ruedas nuevas, los coches son más veloces, y por tanto Webber podría adelantar a Alonso en boxes y adiós título. Pero en Ferrari deberían -y no parecen haber aprendido- saber que la parada tan temprana y en tráfico -aunque Alguersari se dejó pasar- no era lo ideal, y que las ruedas iban a aguantar una barbaridad y que, por tanto, no había que parar para cubrir a Webber -que no entró como cebo como algunos creen, sino por un toque- y que había que seguir en pista con el plan previsto. Y de ser posible, atacar a Button.

Pero se asustaron, entraron en pánico, erraron, y adiós campeonato. Debo decir que Alonso también erró, ya que bien podía haberse quedado en pista estando, como se suponía que estaban, sus gomas en buen estado. Pero a Alonso en su época en Ferrari hay que perdonárselo todo. Me explico, de no ser por él, Ferrari no habría optado a título alguno durante esa época, y creo que no había ningún otro piloto en la parrilla que hubiese podido hacerlo. Es decir, nadie mejor que Alonso para Ferrari. Sus éxitos, sus aciertos, superan con creces a sus errores. Pero eso no quiere decir que no los tuviera. Tal vez otros pilotos no hubiesen errado dónde él lo hizo, pero no hubieran optado al título de ninguna manera. Y Alonso sí.

Cuatro aspirantes para un título. Insólito en F1.

Hecha esta aclaración, vayamos, cronológicamente a los errores de 2012.

El primero de ellos, y del que no se habló, fue en casa, en Barcelona. Alonso lideraba tras la primera parada con 1”5 sobre Pastor Maldonado cuando este paró en la vuelta 24 para su segunda parada. En Ferrari tenían margen para parar a Alonso en la siguiente y proteger posición. Pero no sólo no lo hicieron, sino que ni estiraron su relevo para una tercera y última detención corta al sprint, como la del Lotus de Raikkönen, sino que pararon tres vueltas después en un “me quedo-entro” absurdo en el que perdieron posición y tiempo -más todavía al pillar un doblado- perdiendo, de paso, cualquier ventaja táctica. Lamentable, porque de haber cubierto a Pastor, seguramente se hubiera ganado. Pero con lo que hicieron, se abonaron al segundo puesto, que no fue tercero por el gran margen sobre Kimi, que si no...

A los quince días vino Mónaco, y otra vez lo mismo. Alonso era cuarto conservando ruedas. Paran los que le preceden -a priori la táctica buena- pero no consiguen calentar ruedas y van al mismo ritmo que el duo Hamilton-Alonso. Para el inglés, y Alonso va como un tiro camino de la vuelta rápida y...para ¿?

¡Para que coño paras cuando eres el más veloz en pista! De haber seguido no sólo hubieras pasado a Hamilton, sino también a Rosberg, y casi seguro que también a Webber. Y hubieras ganado. Pero en Ferrari parecía que se conformaban con acceder al podio. Que triste. Vettel, sin embargo, autor de unos pésimos entrenamientos, sí que vio la jugada y se mantuvo en pista quince vueltas más. Resultado: que a punto estuvo de superar a Alonso. Tampoco esto se comentó.

Sin embargo sí se comentó cuando, otros quince días después, en Canadá, Ferrari erró por tercera carrera consecutiva al dejar a Alonso en pista yendo a una única parada. Sí, erraron, vale, pero se fue a por el triunfo. Vettel y Red Bull también lo hicieron, sólo que a falta de ocho vueltas decidieron parar pensando que eso sería mejor que mantenerse con las ruedas en las últimas. Y les funcionó, aunque por poco superando a Alonso. Ferrari podría haber actuado igual y hubieran acabado por delante del alemán, pero es cierto que lo mismo que fue a Vettel le salió bien, pudo no ser así. 

Ferrari se equivocó, como todo quisque dijo, pero al menos no fueron timoratos y lo intentaron, a diferencia de Barcelona, y sobre todo, Mónaco. Mejor eso que bajar los brazos, ya que de lo contrario Hamilton era inalcanzable.

Alonso no pudo lograr el ansiado título con Ferrari, pero logró la victoria 300 en Hockenheim en F1 de la Scuderia, la 219 puntuable.

En resumen, cuatro fallos tácticos, de los cuales sólo se salva el de Canadá, porque fue por ir a por el triunfo. Respecto a Abu Dabhi, el pánico se apoderó de la Scuderia, pero aunque no es excusa, sí es comprensible. Una pena para Ferrari, los tifosi, y sobre todo, para Alonso, que mereció más que nadie un título en su periplo en Ferrari. Sin duda no son pocos sus dos títulos, pero con su calidad, merecía más. Puso lo que Ferrari no tenía, más no se le puede pedir.