Justo ganador, ganador injusto
Veníamos de una polémica, disputada y
con sorprendente final temporada 2007 y la de 2008 no iba a ser para
menos.
Hamilton y Ferrari se coronaron como
campeones del mundo, justo premio al mejor piloto -de los que tenían
opciones de título- y al mejor equipo/coche. Sin embargo, el ganador
debería haber sido Felipe Massa.
No es que Hamilton no se lo mereciera
más, de hecho, así era por pilotaje, pero desde un punto de vista
simple a base de resultados no. Y no voy a entrar en las múltiples
sanciones tanto en parrilla como en carrera que tuvieron los dos
protagonistas, en un campeonato lleno de polémicas y que pudieron
cambiar el resultado final, pero sí comentaré que la victoria
arrebatada a Hamilton en Spa me pareció justa, ya que de no haber
las escapatorias que había, su primer intento de adelantamiento a
Kimi Raikkönen habría acabado en abandono. La escapatoria lo
impidió y, aprovechándose del impulso en ella adquirido, lo
adelantó. Por tanto, justo castigo a Hamilton. Del resto de
sanciones, me abstengo de hacer comentarios, ya que tanto uno como
otro tuvieron las suyas por cosas parecidas. Es decir, lo comido por
lo servido. Hoy ganas tú, mañana yo.
Lo que fue determinante, para mí al
menos, a la hora de decir que Massa tenía que haberse llevado el
entorchado sucedió en Singapur, cuando Renault, con todos los
miembros del equipo -TODOS- al tanto, hizo estrellarse a Piquet para
que Alonso, que había parado pronto, aprovechándose de una estúpida
normativa del coche de seguridad, tomase el liderato. El hecho de que
el resultado más probable de la carrera hubiera sido victoria de
Massa con Hamilton y Kimi disputándose el segundo lugar es lo de
menos. Cualquier resultado es lo de menos. La cuestión es que
Renault hizo tongo y alteró el transcurso y resultado de la carrera,
por tanto, esta no debió ser valedera para el campeonato. El que
saliese tarde a la luz la jugarreta de Renault, que aparentemente
muchos sospechaban -y algunos sabían- fue lo que evitó mayores
polémicas y a la postre decidió el título en favor de Hamilton. Un
Hamilton que, de no haber contado Singapur para el título, lo
hubiese perdido.
El accidente de Piquet propició la victoria de Alonso, y de rebote, el título para Hamilton. |
Cierto es que Hamilton fue un convidado
de piedra en esto y que no tuvo absolutamente nada que ver, pero el
caso es que le vino al pelo.
La carrera final, la que decidió el
título, fue la más emocionante de todas, y una de las que tuvo uno
de los finales más emocionantes de todos los tiempos. Desde luego,
de cara al título no ha habido carrera que tuviese más emoción,
con golpe de teatro final, en el que Massa y Ferrari celebraron un
título que no consiguieron. De lo malo malo -para mí- me dí
cuenta y no celebré nada. Al menos me dolió un poco menos.
Hamilton llegaba a Brasil con todo a su
favor para ser campeón: 7 puntos de ventaja y un coche, el Mclaren,
que sólo podía en condiciones normales ser batido por los Ferrari.
Así que salvo sorpresa, sería un cómodo tercero, ya que su
compañero Kovalainen no le iba a molestar.
Pero la carrera no iba a ser nada
fácil, hubo lluvia intermitente, lo que abre la carrera más que
cualquier otra cosa, y además, Massa estuvo excepcional.
Teóricamente esas condiciones deberían
haber permitido el lucimiento de Hamilton, a priori más a sus anchas, justo lo contrario que Felipe, pero fue el brasileño,
que jugaba en casa, el que dio todo un recital.
Massa dominó la carrera de punta a
punta, sólo dejando brevemente el liderato cuando paraba en boxes,
mientras que Hamilton hizo una carrera a la defensiva -acojonado,
como Schumacher en Japón 2003 o Alonso y Ferrari en Abu Dabhi 2010-
y fue perdiendo posiciones hasta que, a falta de tres vueltas y bajo
una lluvia intermitente, la entonces promesa alemana Sebastian Vettel
con el Toro Rosso lo superaba y caía a la sexta posición, perdiendo
el título.
Massa cruzaba en cabeza y celebraban en
su box el título prematuramente, había que esperar la entrada de
Hamilton, que a rebufo de Vettel, podría superarlo. Cosa que no
hizo, pero que sí logro -y Vettel también- con Timo Glock en la
última curva, cuyo Toyota, que iba con ruedas de seco, no pudo
aguantarles el ritmo y fue superado.
Momento clave del mundial: Vettel y Hamilton adelantando a Glock, lo que daba al inglés el título. |
Muchos criticaron injustamente a Glock,
aduciendo que se había dejado adelantar. Nada más lejos de la
realidad, no sólo porque su vuelta final fue igual que la de su
compañero Trulli, sino porque de haber parado a cambiar ruedas como
hicieron la mayoría -como Hamilton- nunca hubiese estado por
delante.
Tiempo después, a Vettel le comentaron
que, de haber perdido el título Hamilton, tendría muchos enemigos
en Inglaterra, a lo que Seb respondió: “pero tendría otros muchos
amigos en Brasil”
El campeonato pudo tener tres -y hasta cinco-
candidatos al título al final. Kimi Raikkönen, el actual
campeón y defensor del título, no estuvo tan brillante o afortunado
como su compañero Massa; el piloto del segundo Mclaren,
Heikki Kovalainen, no estuvo nunca a la altura y Robert Kubica, el tercer hombre, bastante hizo con el material a su disposición, que era el tercer coche de la parrilla, a cierta distancia de los Ferrari y Mclaren.
Kubica, con el BMW Sauber -que pena que no se llamase sólo Sauber- sacó el máximo de su coche y estuvo hasta casi el final como candidato al título, más o menos como lo estuvo Frentzen con el Jordan en 1999. Bien es cierto que era harto difícil que lograse el título. Pero matematicamente se mantuvo ahí casi hasta el final. Por lo menos ganó el GP de Canadá, dónde el año anterior sufrió un pavoroso accidente, y se convirtió en el primer -y hasta ahora único- Polaco vencedor de un gran premio. A su vez, le dio la única victoria a BMW Sauber, que casi es lo mismo que decir a Sauber, ya que el equipo es el mismo, aunque bajo el nombre Sauber nunca ha podido ganar. Si el coche hubiera sido un pelín mejor...¿quien sabe?
Kubica, con el BMW Sauber -que pena que no se llamase sólo Sauber- sacó el máximo de su coche y estuvo hasta casi el final como candidato al título, más o menos como lo estuvo Frentzen con el Jordan en 1999. Bien es cierto que era harto difícil que lograse el título. Pero matematicamente se mantuvo ahí casi hasta el final. Por lo menos ganó el GP de Canadá, dónde el año anterior sufrió un pavoroso accidente, y se convirtió en el primer -y hasta ahora único- Polaco vencedor de un gran premio. A su vez, le dio la única victoria a BMW Sauber, que casi es lo mismo que decir a Sauber, ya que el equipo es el mismo, aunque bajo el nombre Sauber nunca ha podido ganar. Si el coche hubiera sido un pelín mejor...¿quien sabe?
Kubica y BMW Sauber fueron los terceros en discordia. Con un poco más de máquina la hubieran podido liar. Al menos ganaron en Canadá. |
Cuando se pierde, o se gana, un título en la última carrera y por tan estrecho margen, casi siempre salen los futiles -e inevitables- ¿y sí...?, generalmente reduciéndose a la última carrera y poco más.
Nadie habla de Singapur. Aunque sí
hablaron de Hungría, donde una rotura de motor privó a Massa del
triunfo. Aunque no estaría de más decir, que estaba luchando con
Hamilton por el mismo y que, aunque lo aventajaba en cinco segundos,
faltaba una parada y Hamilton iba a parar después. Yo creo que
Massa tenía un 60% de posibilidades de victoria en el GP Magiar
frente a Hamilton, pero sólo se comenta su abandono meta a la vista,
y no como Hamilton pinchó facilitándole las cosas.
Hubo muchas carreras, algunas en las
que Hamilton estuvo muy brillante, como en Inglaterra, dónde Massa
naufragó, y otras en las que Massa estuvo excepcional.
Los dos pilotos tuvieron varias
sanciones de puestos en parrilla y pasos por boxes en carrera por
diversas acciones que, según se miren, hubieran cambiado el rumbo
del campeonato. Tal vez se excedieron con uno más que con otro, pero
no le doy importancia, cosas de las carreras de hoy.
Aludí a Singapur para decir el por
qué, para mí, Massa debía haber sido el campeón. Ahora hablaré
de Malasia, donde Massa, cómodo segundo tras su compañero
Raikkönen, se salió de pista y dejó 8 puntos en la cuneta. El
error fue gravísimo. Nadie por delante y nadie por detrás. Y buen
tiempo. Sin excusas. Ahí perdió Massa el título.
Massa rozó el título en 2008 y en casa. Pero no pudo ser. |
Por eso digo, entre otras cosas, que
Hamilton fue el justo campeón, porque creo que Ferrari tenía un
coche ligeramente superior y sus pilotos no lo aprovecharon. Y digo
que fue injusto campeón, porque en Singapur, donde sumó 6 puntos,
esta cita no debería haber contado para el campeonato del mundo, al
alterar Renault artificialmente la carrera.
A modo de anécdota decir, que Felipe
Massa hubiera sido campeón con todos los sistemas de puntos que hubo
en la F1 hasta 2003. Pero con los nuevos no. Se suponía que los
últimos cambios eran para favorecer al piloto con más victorias,
Massa en este caso. Ahí está la prueba de que no.
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