martes, 21 de junio de 2016

GP de Europa 2016

                               Corpo di Baku







La F1 estrenaba circuito, en la ciudad de Baku a orillas del mar Caspio, en lo que sería la 23ª edición del GP de Europa. El GP de Europa de este año, disputado en Azerbaiyán, país del Cáucaso independizado en 1990 de la Unión Soviética, está situado entre Europa oriental y Asia occidental y era el sexto escenario elegido para la celebración del GP europeo tras Brands Hatch, Nurburgring, Dogninton, Jerez y Valencia.
El circuito de Baku es un capricho de Bernie, ya sabemos todos por qué, y dejaba mucho que desear en cuanto a seguridad. Para un piloto que fallaba, la cosa no estaba mal, pero en caso de colisión y salir un coche descontrolado, no tanto. Más bien justo al contrario. Muy peligroso. Luego eso sí, cuatro gotas o un coche a dos kilómetros de la pista, y sale el coche de seguridad, pero en Baku todo parecía no importar.
Baku tiene la recta más larga del calendario con 2,2 kilómetros, aunque más bien es un tramo a fondo de 2,2 km porque recta, lo que se dice recta, no es. Me llama la atención como permiten eso. No es que me parezca mal, pero a mí, como seguidor de las 24 horas de Le Mans -que se disputaban a la vez este año por culpa de Bernie, saliendo perjudicado el aficionado- recuerdo la disputa de la FISA de Balestre contra el ACO en 1990 en la cual, la FISA no homologaba ningún circuito con una recta mayor de 2 kilómetros. Con Le Mans y su recta de Hunadieres de 5,8 km se hacía una excepción. Pero Balestre ya no estaba por la labor y el ACO, para mantener Le Mans como prueba del mundial de resistencia, instaló dos chicanes que amputaban la famosa recta y quitaban parte de la personalidad del circuito. Como casi toda acción hecha por alguien con poder, por estúpida o caprichosa que sea, esta parece enquistarse a perpetuidad. Desde entonces a nadie se la a ocurrido plantear siquiera la eliminación de las chicanes, que sería lo suyo.
Pues en Baku, falta de seguridad y recta de 2,2 km. ¡Por narices! Las de Bernie claro. Y todos a callar o para casa, como él dijo.



Hamilton dominó con autoridad los libres, pero se vino abajo a la hora de la verdad.



Centrándonos en los entrenamientos libres, estos no tuvieron muchos incidentes graves y fueron dominados con Hamilton con autoridad y sólo hubo un par de banderas rojas el viernes y el sábado provocadas por Ricciardo y Pérez respectivamente. Ferrari se mostró muy lejos de la cabeza.
La calificación comenzó a las tres de la tarde, justo a la vez que las 24 horas de Le Mans, ¡gracias Bernie! Y lo más destacable fue la progresión de Sauber -Nasr pasó el corte por primera vez- y Manor, a punto de lograrlo, con Haryanto de nuevo por delante de Wehrlein. Los Renault tocaron fondo y se calificaron los últimos. El Sauber de Ericsson y el Mclaren de Button los acompañaron situándose entre los Manor y los Renault.
La Q2 vio todavía más errores por parte de los pilotos, raro era que uno no fallase, y Hamilton, que tenía, al igual que Rosberg, un colchón de más de un segundo sobre el resto, estuvo muy fallón y tras pasarse de frenada varias veces, logró pasar el corte. Lejos, eso sí, del estratosférico 1,42”520 de Rosberg, a la postre mejor tiempo del fin de semana. Los Hass, el Sauber que quedaba, el Mclaren de Alonso, Sainz y Hulkenberg, se quedaron a verlas venir. Hulkenberg hizo un trompo que arruinó sus posibilidades de pasar a Q3, algo que, visto el ritmo de Pérez, el más fuerte tras “los intocables” no debía haber sido muy difícil. Pero falló, y ese fallo condicionó su carrera del domingo. Sainz tuvo problemas de frenos aunque eso no le quitó mérito a Kvyat, que estuvo perfecto y pasó el corte sin problemas. Un poco de aire para el ruso. Su moral lo necesita.
De cara a la pole, Hamilton volvió a fallar, ¡y de que manera! En una demostración de cómo no se hacen las cosas. Que todo un tricampeón y un piloto de su talento falle de esa manera, no es de recibo. Y es que Hamilton no paró de pasarse de frenada para acabar finalmente contra el muro. No se trata de un fallo, que lo tienen los mejores, sino de una sucesión de ellos, y eso no es normal. Si le pasa a Kvyat, la siguiente carrera igual no está en Toro Rosso. El caso es que, dramatismos aparte, Hamiltón se fue contra el muro y provocó la bandera roja cuando faltaban 2,05 para finalizar la sesión. Rosberg, que marcó un tiempo inalcanzable aunque no tan bueno como en Q2, no saldría. Todos los demás lo harían, incluso Checo Pérez, que con su 1,43”515 estaba fuera del alcance del resto.



Massa de nuevo en Q3 y en los puntos, pero sin brillo.



La vuelta final sirvió para que Ricciardo salvara los muebles a costa de los Ferrari, ya que el resto, quedó donde estaba. En la vuelta definitiva, Ricciardo y Vettel, por este orden, marcaron el mismo tiempo, pero fue Ricciardo el que se hacía con la tercera posición -segunda por la sanción al cambiar la caja de cambios de Pérez por su accidente de los libres 3- al hacer el tiempo antes. Como ya expliqué en un par de artículos (ver: la vuelta rápida y empates en parrilla y sanciones) es más justo que prevalezca, en caso de empate, la segunda mejor vuelta, en este caso en poder de Vettel, y no quién la logra antes. En caso de empate a puntos, prevalece quien tenga mejores resultados y no quién llega a estos antes. Pues aquí lo mismo. Parece mentira que nadie se queje, y eso que hay dos precedentes, uno de ellos con el título en juego. Me refiero a Jerez 1997 donde los tres primeros empataron en parrilla, con Villeneuve y Schumi jugándose el título. Pero bueno, si nadie se queja de que no hay muleto y de que no se puedan cambiar los reglajes del sábado al domingo en caso de lluvia, es lo normal. No debería sorprenderme.
Tras los mencionados: Rosberg, Pérez, Ricciardo y Vettel, se clasificaron: Raikkönen, Massa, Kvyat, Bottas, Verstappen y Hamilton. Este último sin tiempo.
Muy meritoria la séptima plaza del ruso Daniil Kvyat, una pena que en carrera todo se le torciera.
A 4000 km de distancia, Toyota sufría una de las más crueles derrotas que se recuerdan de la historia del automovilismo en las 24 horas de Le Mans unos pocos minutos antes de que se diese la salida al primer GP de F1 en Azerbaiyán.



Kvyat parece gafado desde el GP de su pais. Nada le sale bien.



La salida de la carrera fue limpia, y pese a lo estrecho de la pista y a que se preveían coches de seguridad, no hubo ninguno.
Rosberg se anotó su segundo Gran Chelem de su vida -y de la temporada- dominando la carrera a placer, sacando 1” por vuelta a su inmediato perseguidor, primero Ricciardo, luego Vettel y, una vez hubo realizado su única parada en la vuelta 21, se limitó a mantener el tipo. Se dice que tuvo un problema con el mapa motor, lo mismo que Hamilton, que permitió a Vettel recortar hasta 14” la desventaja, pero lo solucionó rápido, a diferencia de Hamilton, que le costó más dar con la clave. La vuelta rápida la marcó al final y casi sin querer, como cuando en una autopista nos relajamos por puro aburrimiento y de repente nos damos cuenta de que vamos más deprisa de lo que creíamos. Pues igual.
Sólo hubo algo de carrera detrás de Rosberg, pero no mucha. Debido a la elección conservadora de Pirelli, como en Rusia al no llevar los ultrablandos, la carrera fue a una parada salvo para aquellos que tuvieron problemas de gomas, como los Red Bull.
Kvyat no pudo refrendar en carrera su gran actuación en los entrenamientos y fue perdiendo posiciones hasta abandonar en la sexta vuelta con la suspensión rota. Lo mismo le sucedería a su compañero Sainz, pero en la vuelta treinta y uno cuando iba décimo cuarto.
Los Red Bull muy competitivos en Barcelona y Mónaco, volvieron a sufrir, como al principio de temporada, teniendo que hacer dos paradas y faltos de ritmo, fueron unos meros figurantes.



Bottas alcanzó los 378Km/h al adelantar a Verstappen, nuevo récord de velocidad en F1 desbancando los 372.6 de Montoya en Monza 2004



Mclaren, Sauber, Hass, Manor y Renault rindieron a un nivel parecido entre ellos, subiendo y bajando posiciones en función de las paradas. Alonso fue perdiendo posiciones por un problema de cambio justo antes de abandonar. Ni él, ni su compañero Button, estaban en condiciones de puntuar.
Quienes sí lo hicieron fueron los Williams, con Bottas y Massa emparedando a los Red Bull y a Hulkenberg, en una carrera correcta de los pilotos de Grove.
Hulkenberg hipotecó su carrera el sábado al calificar mal, y el domingo no estuvo acertado con la táctica, sufriendo mucho al final por su largo -más de 30 vueltas- con los superblandos, no pudiendo resistir el ataque final de los Red Bull de Ricciardo y Verstappen.
Los Ferrari hicieron un fin de semana de menos a más y en carrera estuvieron bien, sin más. Raikkönen, más a gusto en esta pista que en Montecarlo y Canadá, estuvo muy fuerte, casi como Vettel y se rehízo de una temprana parada -en la vuelta ocho- para acabar cuarto superando a muchos coches en pista, entre ellos a Ricciardo, antes de que a este se le vinieran abajo las ruedas y parase de nuevo. Nada mal. Una vez que todos realizaron su primera parada -para muchos la única- Kimi era segundo por delante de Vettel, al que dejó pasar perdiendo mucho tiempo. Una lástima. Vettel iba a ser segundo fijo y no había por qué hacer perder a Kimi más tiempo. Sobretodo porque tenía una sanción de cinco segundos por pisar una línea del carril de entrada a boxes. El caso es que a Pérez, el héroe del fin de semana, no lo pudo distanciar, y fue incluso adelantado en pista en la última vuelta por el mejicano.



Pérez se recuperó brillantemente de una sanción en los entrenamientos. Fue el piloto del día.




Pérez, tras una buena salida era quinto, paró en una respetable vuelta dieciséis, mantuvo a raya a un Hamilton con problemas y finalmente adelantó sin necesidad, por la honrilla, a Raikkönen en la última vuelta. De estar en juego de verdad el tercer puesto, no lo habría conseguido, claro que, de haber partido en primera línea, Vettel hubiera sudado para superarlo.
Y hablando del rey de Roma, Vettel, este realizó una sólida carrera, en la que destacó por imponerse al equipo, que lo quería hacer parar muy temprano, en la vuelta siete, para cubrir a Ricciardo. Vettel no lo hizo porque sentía -nadie para eso mejor que el piloto- que sus ruedas estaban bien, y se mantuvo en pista hasta la vuelta veinte, reincorporándose tercero y teniéndolo mejor que nadie para recuperar posición al tener sus ruedas nuevecitas. Y además, su “rival” era Kimi...
Es preocupante que Ferrari parezca estar perdida en cuanto a la gestión de neumáticos, Canadá y ahora aquí, cuando menos. Se supone que deberían tener más controlada la cosa. Al menos Vettel se impuso. Algo es algo. Es bueno que el piloto se imponga.
Y que decir del derrotado del día, Lewis Hamilton. Tras una salida prudente fue remontando poco a poco hasta situarse a espaldas de Pérez, con toda la pinta de poder llegar al podio pese a no superar al Checo en boxes pese a parar antes. Tendría que hacerlo en pista, pero entonces fue cuando le falló un programa del mapa motor y se tiro veinte vueltas intentando arreglarlo. Dicen las malas lenguas que a Rosberg le pasó lo mismo y sólo tardo cinco porque está más al tanto... también pudiera ser que tuvo más suerte o, simplemente, que no tuviera el problema. De cualquier forma, Hamilton perdió en Baku todo lo ganado en Canadá.
De modo que el primer podio de Baku lo completaron: Rosberg, Vettel y Pérez ,y con derecho a puntos: Raikkönen, Hamilton, Bottas, Ricciardo, Verstappen, Hulkenberg y Massa.



Raikkönen esta vez estuvo a la altura, a diferencia de los comisarios.



Finalizaré con una crítica, otra más, hacia el reglamento de la F1. Kimi Raikkönen fue sancionado con 5 segundos por pisar una línea prohibida. Por si fuera poco, le quitaron dos puntos de su superlicencia. ¿Se puede ser más estúpido? Vamos a ver: pisar esa línea no supuso ventaja alguna, con un aviso debería valer. Y de lo de los puntos, mejor ni hablar. Ya sé que no es la primera vez que sancionan a un piloto por una chorrada semejante -Schumacher en Francia 2002, Hamilton en Austria el año pasado- pero es que ahora, con la moda esta de las escapatorias y chicanes asfaltadas, muchos pilotos trazan por fuera de pista, a veces más de una vez, o se saltan las chicanes para defenderse, Y NO PASA NADA, y ahí sí que se gana tiempo o se mantiene posición. Pero contra eso no se actúa. Bonita forma de ver el deporte. Te saltas una absurda línea de boxes y 5 segundos -y lo que toque- pero sí te pasas por el arco del triunfo el trazado de la pista, muchas veces no pasa nada. ¿Esto es justo? ¿Esto es deporte? Si para los boxes son tan estrictos, para la pista lo deberían ser más. Menos avisos y más sanciones, sino que pongan muros a toda la pista. ¿A ver quien es el guapo que se sale de trazada? No parece razonable, ¿verdad? Pues a mí no me parece razonable trazar por fuera de la pista con tanta permisividad por parte de los comisarios y que, por algo menos grave, te fundan.

4 comentarios:

  1. Muy mordaz el artículo de hoy. Mis felicitaciones!

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  3. Estamos de acuerdo. Lo de las sanciones desproporcionadas y no usar lo que dicta el sentido común es como la vida misma

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