La carrera de los idiotas
¿Cómo empezar esta columna? Lo
primero decir que me veo en la obligación de escribir un anexo a la
crónica de la carrera ya que lo acontecido durante la misma hace que
esta se quede corta. Hay mucha tela que cortar.
No es la primera vez, ni será la
última, que se producen una o varias injusticias en una carrera,
pero lo de este fin de semana es de traca. Cuando sucede algo tan
grave la culpa no es de uno sólo, sino que viene de atrás. Se
podría decir que es sistémica.
Me explico, los comisarios y Charlie
Whiting como director de carrera, mostraron una incompetencia
inauditas, lo cual, teniendo en cuanta lo pésimos que ya de por sí
son, es toda una proeza. Supongo que hoy estarán encantados consigo
mismos, pero si tuvieran un mínimo de decencia se les caería la
cara de vergüenza. Habrían pedido disculpas y dimitido.
Claro que eso no va a suceder. Y en eso
también tienen mucha culpa los pilotos y los equipos que los
arropan, siempre mirando por sus propios intereses al margen de la
realidad.
Charlie Whiting posa orgulloso de si mismo. Contentillo, ¿eh? |
¿Como va a tomar un comisario de
segunda -que es lo que son y Whiting el primero- una decisión justa
y objetiva si los acusados se cubren entre ellos impunemente? Los
lerdos -no es un insulto, es una observación y vale de aquí en
adelante para todos los adjetivos calificativos que use- de Red Bull
han aplaudido la sanción al protestón-llorón de Sebastian Vettel
porque la nueva norma de no cerrar trayectoria frenando -de la que
estaban manifiestamente en contra hasta que les convino- debía
aplicarse con Seb.
Vamos a ver, papanatas, al margen de la
tontería de muchas de esas normas, la cierto es que Vettel lo único
malo que ha hecho este fin de semana es pulsar el botón de la radio
demasiado a menudo, insultando cada dos por tres. Algo que por mal
que esté, no deja de ser una mamarrachada, ya que lo suyo es no
poner en antena semejantes sandeces. Las conversaciones por radio no
son públicas -no se oyen todas- y no se deben “pinchar” paridas.
Eso sin contar que que un insulto en un momento de calentón no es
para tanto. Que levante la mano quien viendo una carrera en casa no
ha dicho algún que otro improperio en un momento dado. Seguro que
todos.
Aclarado esto, en pista Seb no hizo
nada malo, y si la acción defensiva de Vettel la hubiese realizado
alguno de sus pilotos, Red Bull opinaría justo lo contrario y
mostraría su indignación. Y en ese caso, amenazarían por enésima
vez con abandonar la F1.
Lo malo de todo esto, es que en su
mayoría todos los pilotos y equipos, con contadas excepciones, obran
así. Sea o no justa la sanción -o la ausencia de la misma- si les
conviene callan y si les perjudica protestan. Cuando no debería ser
así.
Verstappen en el momento de conocer su sanción. Y se sorprende el tío. Hay que tener cara... |
Es lamentable que Verstappen se
sorprendiera de que lo desalojaran del podio, cuando lo sorprendente
para alguien con dos dedos de frente sería que no lo hicieran. Por
lo visto a Max le parece razonable salirse de la pista, acortar el
circuito y tomar ventaja. Claro que sí se lo hubieran hecho a él
protestaría y lloraría como el imbécil consentido que en realidad
es.
Lo mismo para Ricciardo, que dijo que
Vettel lo cerró -¿que esperabas pelcciardo?- y no le dejó sitio.
¿Te has visto a ti mismo en situaciones análogas? ¿Has visto el
hueco que te dejó? Sabes perfectamente, a menos que tus dientes te
crezcan para arriba como los de los conejos y se te claven el
cerebro, que Vettel no hizo nada digno de sanción. Así que por lo
menos cállate.
Lo mismo para Helmut Marko, que junto
con un ojo debió de perder una parte del cerebro -y la otra no le
funciona muy bien- que aplaude una sanción al aplicarse una norma
con la que no está de acuerdo y que, de haber sido al revés,
estaría totalmente indignado. Aunque a Vettel en realidad lo
sancionaron por sus insultos por radio. Y como cometió la osadía de
insultar a su “deidad” -el debe creerlo así- Charlie Whiting,
pues “toma goma de Oklahoma”.
Que Vettel esté estresado, pasado de
vueltas o lo que sea, me da igual. Sus insultos por radio no están
bien, pero peor es alterar el resultado de una carrera a sabiendas
con decisiones totalmente injustas. Charlie Whiting es un inepto que
no merece estar ahí. ¿Eso es motivo para justificar un insulto? No,
pero es que hay cosas más graves que esa en el calor de la carrera.
Por cierto, que Vettel se ha disculpado, pero Whiting no. Claro,
porque hacerlo sería reconocer su incompetencia. Lo que pasa es que
nos centramos en chorradas como “que malo es Vettel que no para de
insultar”, como si los demás no lo hicieran nunca, y nos olvidamos
de lo realmente importante, que es que: DOS PILOTOS han cortado el
circuito y ganado tiempo y que les ha costado a los comisarios Dios y
ayuda sancionarlos. Bueno, sancionar a uno -Verstappen- porque
Hamilton se ha ido de rositas.
Otro que tal baila: Lewis Hamilton. Nunca tiene culpa de nada. |
Respecto a Verstappen, el hecho de no
dejarse adelantar, permitió que su compañero atacase a Vettel, cosa
que no habría sucedido de haber cedido posición como la lógica
imperaba. La tardanza en los comisarios a la hora de sancionar algo
tan obvio pudo alterar la competición -de hecho, lo hizo- y luego,
ni con una descalificación a Verstappen una vez finalizada la
carrera lo hubieran podido arreglar. ¿Tan difícil es de ver? De
haber un muro habría abandonado, eso es lo único que hay que ver.
Parece mentira.
Exactamente lo mismo para Hamilton, que
dijo que como tenía diferente temperatura de frenos, no pudo frenar
bien y por eso se pasó de frenada. “Y no saqué ventaja porque las
vibraciones por el plano me perjudicaron...”
¿Se puede estar más endiosado?
¿Más...? Tú, Lewis Carl Hamilton es que no das para más, ¿no?,
siempre en “cortas”. Que importan los problemas que tuvieras, lo
que importa es que te saltaste la chicane y no te pasó nada. Pasaste
de tener a Rosberg a 5 metros a tenerlo a más de 100 y todavía
dices que no ganaste nada. Pollino, de haber una curva normal, y no
una chicane, no sólo te pasa Rosberg, sino medio pelotón. Eso si no
te quedas ahí, mémbrillo. Los comisarios no te han sancionado, cosa
que debieron hacer obligándote a ceder posición con Rosberg. Ya te
perdonaron en Mónaco dónde ganaste saltándote la chicane a la
salida del túnel, y ahora aquí. No sé si ganarás el título, pero
para mí ya lo has perdido, no lo mereces. Si al menos reconocieras
que ganaste tiempo y que fuiste afortunado al no ser sancionado....
pero no, a defender lo indefendible. Otro tonto más, erre que erre.
La diferencia entre Sir Stirling Moss y Lewis Hamilton va mucho más allá de la edad. Va en la forma de enfocar y comportarse en carrera. La F1 ha evolucionado a peor, y con ella, sus pilotos. |
No me cabe duda de que Sir Stirling
Moss sentirá lástima de tí -y de los que obran como tú- pilotos
que fallan clamorosamente, siguen en pista y encima sacan pecho. En
su época eso suponía abandono inmediato, o algo peor. Ahora supone
ganar carreras. No siempre se evoluciona a mejor.
Y es que ese es el problema: pilotos
que cometen un delito flagrante y luego no lo reconocen. Y encima son
protegidos por sus equipos y rivales, callando por si luego les pasa
a ellos lo mismo poder sacar tajada. Si nadie denuncia y se queja
contra estas atrocidades, lo normal es que sigan sucediendo ante la
pasividad e incompetencia de los comisarios. Luego que nadie se queje
de que un piloto lance insultos por radio al director de carrera, o
algo peor.
Eso es lo que sucede cuando el sistema
es permisivo y arbitrario, es decir, injusto. Al final alguien se
acaba tomando la justicia por su mano.
Para mí este ha sido un GP lamentable
en el que la cadena de errores y decisiones estúpidas ha superado
todo lo conocido hasta ahora.
Lewis Hamilton y Max Verstappen
deberían haber sido obligados desde dirección de carrera a ceder
sus posiciones inmediatamente, cosa que no sucedió. Primer grave
error.
El segundo ha sido castigar a Vettel
por su lucha con Ricciardo, en la que hubo un ligero contacto.
Repito: que nadie dude ¿te enteras
Daniel? de que a Seb lo han sancionado como castigo por sus insultos
por radio, no por su lucha en pista. Y aprovecho para seguir contigo,
Ricciardo. El año pasado en Hungría, calculaste mal a la hora de
adelantar a Rosberg y chocaste con él arruinando su carrera. En
lugar de disculparte dijiste que lo volverías a hacer, porque son
carreras y: “si veo un hueco siempre intentaré adelantar” . Mira
majo, una cosa es que vayas a seguir siendo un piloto de raza -que me
parece estupendo-, y otra muy distinta no reconocer un error. Te
equivocaste, arruinaste la carrera de un piloto que se jugaba el
título, y no pediste perdón. Y ahora vas y te quejas de que Vettel
te cerró. En su lugar habrías hecho lo mismo, calabacín, de modo
que menos lobos.
Pero claro, si los pilotos no reconocen
sus errores, y sólo se quejan cuando les conviene, no podemos
esperar que los comisarios obren con un mínimo de sensatez.
Ricciardo celebra lo que no consiguió -ni mereció- en pista. ¿De que te ríes? |
Aunque a Vettel le estuvo al pelo la
sanción, sobre todo porque el año pasado se unió al carro de los
cobardes y babiones defendiendo lo indefendible: la patada de Rossi a
Márquez. Tal vez ahora, al escarmentar en su propia piel, se empiece
a dar cuenta de como son las cosas, y que no todo vale, ya que hasta
ahora todo le salía a pedir de boca.
Un sector de la prensa española se
está frotando las manos con las desdichas de Vettel, como sí eso le
fuera a dar a Alonso los títulos que no pudo ganar -y que mereció-
en Ferrari o a darle el casi par de segundos que le falta al McHonda.
El que no se consuela, es porque no quiere.
Respecto a las otras sanciones de la
carrera, se puede estar más o menos de acuerdo, pero están dentro
de lo normal en un GP actual, guste o no. Por cierto, que Alonso se
picó bastante con Sainz por su lance de la salida. Al final hay para
todos.
No todos los pilotos y equipos son así,
y como detalle positivo Hulkenberg, que fue de los pocos que se quejó
del doble rasero de la FIA con las sanciones, diciendo que si lo de
Hamilton no fue ganar tiempo no sabe que lo será. Bien por él y por
quienes son como él, que hay unos cuantos. Mal para el resto, que
tal vez no son mayoría, pero son los que más se hacen notar.
Totalmente de acuerdo y buenas observaciones respecto de los interfectos
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