lunes, 14 de noviembre de 2016

GP de Brasil 2016

Cuatro jinetes


Hamilton, como el más veloz, Verstappen como el más osado, Nasr y Ocon como las revelaciones, fueron los cuatro hombres del día en un GP de Brasil pasado por agua. El resto tendrá que esperar a otra ocasión para brillar a semejante altura. Bajo el cielo cubierto y la lluvia, estos cuatro pilotos formaron un auténtico poker de ases.







El GP de Brasil llegaba cargadito.
Por el lado emotivo se trataba del último GP de Brasil de Felipe Massa, que quería despedirse a lo grande. También era, el último de Button , pero en el caso del inglés, contaba menos por una razón -aparte de la obvia- y es que Button dejó abierta una puerta a un posible regreso en 2018.



Obrigado (gracias) rezaba el alerón del Williams de Felipe Massa en su último GP en casa como piloto de F1.



El mercado se iba cerrando. Williams anunció el fichaje del canadiense Lance Stroll, fichaje que no pudo anunciarse antes por pura hipocresía al ser este menor de edad -se esperó a que cumpliera los 18- por el patrocinio de Martini, bebida alcohólica.
Esteban Ocon ocupará el puesto de Hulkenberg en Force India junto a Checo Pérez, Joylon Palmer ha sido renovado en Renault y el despedido Kevin Magnussen emigra a Hass dónde hará equipo con Grosjean, mientras que al bueno de Gutiérrez le han dado la “blanca”.
Jo Ramírez, ex director de operaciones de Mclaren se había destapado unos días antes con unas crudas declaraciones sobre su ex-equipo que, gusten o no, están muy encaminadas y que comparto al 100% en las que decía: “la evolución de Mclaren es penosa y, de seguir así, perderán a Alonso”.
Por supuesto, todavía coleaba el Whiting-gate de Méjico, no quedándole más remedio al interfecto que dar explicaciones en la rueda de prensa del jueves.
Las explicaciones de Whiting no fueron convincentes, pero menos da una piedra. El caso es que dijo que a Hamilton no se le sancionó porque: “tras su salida de pista, aceleró al 80% y no a tope, a diferencia de Verstappen”
Al menos convenció a Alonso, que dijo: “como salió el coche de seguridad, Whiting no podía hacer nada”. Sin comentarios.
Sea como sea, Hamilton se mostró de acuerdo con las explicaciones y Verstappen no, ya que a él si lo castigaron por una acción igual.
Los interfectos: Hamilton y Verstappen, no van a reconocer jamás que merecieron sanción, cosa hasta cierto punto lógica ya que va en contra de sus intereses, por mucho que el sentido común dicte lo contrario. Pero una cosa es esa, y otra muy distinta que todavía tengan la cara dura de decir que no ganaron tiempo y que lo suyo era no sancionar. ¡Abrase visto semejante descaro, pero si os habéis tragado medio circuito!



Whiting-Vettel, pelillos a la mar.



Yo, sólo por decir eso, no les dejaba correr en Brasil. Verstappen mantuvo un puesto que debía haber cedido ipso facto, igual que Hamilton, solo que -y por cerrar el tema- Hamilton mil veces peor, ya que en el caso del Holandés sólo habría perdido una posición en caso de grava o una curva normal -sin contracurva o chicane- mientras que Hamilton habría caído al medio del pelotón, sino al final. De modo que Hamilton está a 19 puntos de Rosberg cuando podía estar a 33 o más. Para mi no merece el título este “aprovechado”. Claro que en eso la culpa no es sólo de él, sino de quien le consiente, los comisarios. Y muy lamentable que ningún piloto -salvo Hulkenberg- haya puesto el grito en el cielo.
Ferrari, por su parte, presentó una reclamación respecto de la sanción a Vettel, no tanto para recuperar el tercer lugar sino para recibir una explicación. Simpatías aparte, la sanción a Vettel por su defensa en Méjico, en el que dejó hueco de sobra para Ricciardo -y para toda Australia- no tiene por donde cogerse. Por esa regla de tres, no habría casi ningún adelantamiento sin sanción.
¡Ah! Y primera oportunidad de Rosberg de sentenciar el título dependiendo sólo de si mismo.
Los libres del viernes tuvieron a Hamilton, Verstappen y Rosberg como hombres claramente más veloces, en un día raro en el que en la segunda sesión fueron más lentos.
Raikkönen y Sainz tuvieron sus más y sus menos, un pique, que se saldó sin consecuencias en parte porque Sainz no le dio mayor importancia. Punto a su favor.
Alonso tuvo que detener su Mp4/31 por problemas en el ERS y volvió a ser el centro de atención al colocarse como cámara de la FOM. Al menos el Nano se lo toma con humor.



Alonso se lo tomó con humor. Normal, sólo es un viernes.



Los libres tres vieron el resurgir de los Ferrari, que se situaron tras los dos Mercedes -con Rosberg primero- justo por delante de los dos Red Bull mientras Mclaren hacía aguas.
Llama poderosamente la atención los malos tiempos de todos. Cierto que han modificado algo los bordillos, pero en 2014 la pole quedó en 1,10”023, algo que no parece pueda ser superado este año. Y eso que los coches son mucho más veloces.
Lo más destacado de la Q1 fue el resurgimiento de los Mclaren, al menos del de Alonso, que realizó un tiempazo, a poco más de 1” de los Mercedes y a 0”5 de los Red Bull y Ferrari. No acabó mas arriba en la tabla porque otros hicieron segundo intento, pero la demostración estaba hecha. El Mclaren de Button, por su parte, no parecía ir tan bien como el del español y Jenson no pasó el corte junto a: Magnussen (Renault), los Manor de Wehrlein y Ocon y los Sauber de Ericsson y Nasr, esta vez los peores coches de la parrilla.
La Q2 vio el paso de los tres mejores equipos a día de hoy -Mercedes, Red Bull y Ferrari- con un único intento, aunque Kimi Raikkónen, que falló en su primera vuelta e hizo su tiempo -no del todo brillante- en la segunda, apenas se libró. En 59 milésimas se agruparon: Raikkönen, Alonso, Pérez, Grosjean y Hulkenberg, quedándose fuera: Bottas, Gutiérrez, Massa, Kvyat, Sainz y Palmer. Una pena que en su despedida Massa no entrara en Q3.
La lucha por la pole era cosa de dos, y Hamilton logró su pole número 60. Aunque la tuvo que sudar. Al final apenas una décima le sacó a su compañero Rosberg.
Raikkónen logró el tercer puesto en una vuelta “a lo 2005” en su segundo intento por delante de Verstappen, Vettel y Ricciardo, que no consiguieron mejorar.
Romain Grosjean logró en un único intento un tiempo excepcional que le sirvió a Hass para lograr la mejor posición en parrilla de su corta historia. Hulkenberg, Pérez y Alonso se clasificaron a continuación. Alonso, pese a mejorar constantemente sus tiempos, no pudo ser más que décimo lo que, viendo los libres, es todo un logro.



Hamilton no dio opción en Brasil. Estuvo perfecto en todo momento y logró su triunfo número 52, superando al profesor.



Los Mercedes giraron en 1,10”, los Ferrari, Red Bull y el Hass de Grosjean en 1,11” y ya el resto por encima del 1,12”, todos muy lentos. Sin poder batir la pole récord antes mencionado ni por tanto, el récord absoluto de la pista en poder de Rubens Barrichello con Ferrari en 2004 en 1,09”822 en los libres. Hubiera sido mejor en clasificación de no ser por el absurdo de entonces de clasificar con la gasolina de carrera. El año que viene, con los nuevos coches mucho más veloces, caerán la mayoría, sino la totalidad, de los récords en clasificación. En carrera seguramente no.
De cara a la parrilla Ocon retrocedía al último lugar -era vigésimo- por haber estorbado a Palmer. Muy estrictos y duros para unas cosas -generalmente paridas- y muy condescendientes y permisivos en otras -en este caso en las que de veras cuentan-, los señores comisarios. “This is formula one” dirán. El caso es que por mucho que estorbase Ocon a Palmer, este paso de ronda y no le perjudicó en absoluto de cara a su posición de salida. Por tanto no a lugar esta sanción. Un aviso, una multa como mucho en caso de reincidencia, bastaba y sobraba.
La carrera iba a ser finalmente en mojado y Grosjean, “el cenizo” tuvo la mala fortuna de estamparse mientras iba a parrilla probando los límites de la pista. No tomó la salida por segunda vez este año, como en Singapur, aunque esta vez fue un fallo de pilotaje, y no un problema mecánico lo que se lo impidió. Para evitar esto, que seguro a muchos les importó un bledo, habría que dejarse de ahorrar en el “chocolate del loro” y volver a los muletos. Un GP de Brasil sin Grosjean a nadie pareció importarle demasiado, pero de haberle pasado a un contendiente al título, las cosas hubieran sido muy distintas, con todo quisque clamando al cielo.



Grosjean no pudo ni salir por un estúpido error. Algo que se habría subsnaado de haber muletos.



La salida se retrasó diez minutos y se dio, como era de esperar, tras el coche de seguridad perdiéndonos de nuevo una bonita salida en agua.
Mucho coche de seguridad y mucha tontería, pero es una pose. Nadie dice -y los pilotos tampoco y eso es muy grave- que en situaciones como esta los equipos se puedan saltar la normativa del parque cerrado y ajustar el coche a las nuevas condiciones de la pista. Más ala, más altos, más blandos, en definitiva: más seguros, reduciendo así el riesgo de aquaplaning. Y ya puestos, en caso necesario, dejarles probar antes de la carrera, en un pequeño warm-up de 15 minutos, por ejemplo. Como se hizo en Mónaco en 1984. Sí, la famosa carrera de Senna y Bellof.
Pero no, todos a escudarse en el coche de seguridad y a culpar a Pirelli por sus malas ruedas, muy bonito. Es paradójico que la F1, que tanto hace por la seguridad, luego en cosas tan sencillas asuma riesgos innecesarios. Ya lo llevo diciendo miles de veces, antes incluso del fatal accidente de Bianchi, que con un coche ajustado a esas condiciones, tal vez no se habría salido de pista. Evidentemente más seguro sí sería.
Volviendo a la carrera, esta empezó realmente en la vuelta ocho, con trompo de Pérez y Massa adelantando a Gutiérrez antes de lo permitido.
Raikkönen le duró a Verstappen lo mismo que un caramelo a la puerta del un colegio y se plantó a la estela de los Mercedes.
Poco después, en el mismo lugar que Pérez -donde Senna abandonó en el 94 en su persecución a Schumacher- hizo un trompo Vettel, y ya puestos, decidió entrar a poner intermedios, como antes hicieron otros pilotos, como Magnussen, el “inefable” Button y Alonso.



Ericsson provocó el primer parón del día.



También decidieron poner intermedios los hombres de Red Bull justo cuando Ericsson se estrellaba y provocaba la salida del coche de seguridad, quedando prohibida la entrada a los boxes temporalmente. Verstappen entró un poco antes, pero Ricciardo lo hizo justo cuando no se podía, siendo castigado con 5”, los mismos que le calcaron a Massa en su despedida.
Era la vuelta trece, y para cuando se reanudó en la vuelta veinte, a Whiting no le quedó más remedio que sacar la bandera roja por el accidente de Raikkönen en la recta de tribunas, dejando mucha fibra de carbono por medio. A todo esto, un toque entre Kvyat y Palmer dejaba a este último fuera.
Cuando hay bandera roja se permite reparar daños y cambiar neumáticos, lo cual es totalmente injusto, debiendo prevalecer en ese caso el sentido común y dejar las cosas como están. Si alguien tiene que cambiar ruedas o reparar, que lo haga al relanzarse la carrera. Una cosa es que un “safefty” te permita reagruparte y parar en boxes perdiendo menos tiempo, y otra muy distinta que se te permita hacerlo gratis, por la cara. Así ganó Vettel en Mónaco 2013.
Eso permitió a los pilotos que tenían mixtas, volver a las de lluvia -las mal llamadas de lluvia extrema- y a Hulkenberg cambiar su morro dañado tras impactar contra los restos del coche de Raikkönen sin pérdida de ningún tipo. Cierto que, en estas circunstancias, la FIA obligaba a salir con ruedas de lluvia, y en ese caso no se debe penalizar a quien no las tuviera puestas, pero el caso es que en una carrera en seco dejan cambiar las ruedas y reparar en caso de una bandera roja. Y no es justo. Por cierto, curioso que obligue la FIA, por seguridad, a salir a todos con ruedas de lluvia y sin embargo no permita reglar los coches para el líquido elemento. De locos...



Raikkönen dice adiós. Es de suponer que al honbre de hielo se le aceleró un poco el pulso. Sólo un poco...



Se salió de nuevo a pista tras el coche de seguridad, y luego de ocho vueltas tras él, nueva bandera roja. Pero pese a ser vueltas neutralizadas, Hulkenberg, que poco antes tuvo la fortuna de poder reparar el morro sin perder tiempo, pinchó con un trozo de fibra de carbono y pasó de cuarto a décimo quinto tras su consiguiente cambio de ruedas.
Vuelta a empezar, y esta vez sí, se relanzó la carrera tras sólo dos vueltas neutralizada, pegando una pasada de antología, maravillosa y preciosa, Verstappen a Rosberg, situándose en segunda posición.
Era la vuelta treinta y tres y la cosa estaba de la siguiente manera tras el guirigai de las primeras vueltas: Hamilton, Verstappen, Rosberg, Pérez, Sainz, Ricciardo, Nasr, Ocon, Alonso, Wherlein, etc...
Una vuelta después Ricciardo pasó a Sainz, mientras que Alonso y Vettel (décimo cuarto) iban recuperando posiciones poco a poco. A destacar las gran actuación de Sainz con el Toro Rosso, y sobre todo, las de Nasr y Ocon, que con los dos peores coches de la parrilla le sacaban los colores a más de uno.
En la vuelta treinta y nueve Ricciardo paraba a poner intermedios de nuevo -y de paso cumplía su sanción- justo cuando Vettel superaba de malas maneras a Alonso para ubicarse séptimo detrás de Sainz y Nasr, con Alonso y Ocon a sus espaldas.
En la vuelta cuarenta y tres para Verstappen -que salvó un accidente instantes antes de milagro sin perder posición en su afán de alcanzar a Hamilton- a poner intermedios.
En ese momento de “estabilidad” de carrera Hamilton lideraba con autoridad seguido de: Rosberg, Pérez, Sainz, Verstappen, Vettel, Nasr, Alonso, Hulkenberg, Ricciardo, Ocon, etc...
Destacar que Hulkenberg también adelantó a Ocon con malas artes.
Apenas cinco vueltas después la carrera se neutraliza de nuevo por el accidente de Massa, lo que dio lugar a un emotivo momento con su público despidiéndose de él entre una gran ovación. Al entrar en boxes, los miembros de su ex-equipo, Ferrari, salieron a aplaudirle. ¿Quien ha dicho que la F1 está deshumanizada?



Massa en su emotiva despedida ante su afición.



En la vuelta cincuenta y seis la carrera se relanza definitivamente, y dado que llueve más, los pilotos de Red Bull paran de nuevo a por ruedas de lluvia, perdiendo muchas posiciones. Verstappen más ya que lo hace justo cuando la carrera se reanuda, siendo Daniel décimo tercero y Max décimo quinto. Alonso hace un trompo en dónde antes lo hicieron Pérez y Vettel y baja al último lugar.
La remontaba de ambos Red Bull es un hecho, y más con neumáticos en mejores condiciones que los de sus competidores. Así todo, Ricciardo no llega al grado excelso de su joven compañero, el cual está a sus anchas y hace toda una demostración de pilotaje, con grandes, espectaculares y brillantes adelantamientos en un espectáculo memorable de los que crean afición. Claro que sus adelantamientos a Vettel (dónde las dan las toman que diría Alonso) y a Pérez, fueron de malas maneras, en una costumbre muy fea que por lo visto, a la F1 le parece bien...
Al final Max acabó en un merecido podio, aunque es cierto que tuvo fortuna con las interrupciones que le ayudaron a perder menos tiempo cuando se equivocó al poner intermedios y que al final, tenía los neumáticos en mejores condiciones que el resto, lo que le permitió marcar su primera vuelta rápida y convertirse, de paso, en el piloto más joven en lograrlo.
Toda una exhibición del holandés, pero que no se emocione demasiado, que las he visto mil veces mejores. Alesi hubiera ganado en análogas circunstancias de abandonarle su sempiterna mala fortuna, y es que cuando uno ve las exhibiciones del francés de origen Siciliano en agua (España 92, Nurburgring y Japón 95) sólo se puede recurrir a los grandes de verdad para encontrarse con algo parecido.



Dos puntos de oro para Sauber gracias a Nasr, autor de una más que meritoria carrera.



La carrera finalizó con Hamilton como brillante y merecido ganador, ya que fue el más rápido en todo momento -no duden que Verstppen no habría podido con él de ninguna manera- y que no cayó en la “trampa” de poner intermedios cuando Red Bull lo hizo.
Rosberg fue un inteligente segundo, ya que no intentó alcanzar lo inalcanzable y se contentó con lavar y guardar la ropa. Ahora tiene una cómoda ventaja de 12 puntos sobre Hamilton de cara a la lucha por el título. Verstappen completó el podio y Pérez, Vettel, Sainz, Hulkenberg, Ricciardo, Nasr y Alonso completaron los pilotos que puntuaron.
Alonso, con neumáticos en peor estado y un coche que no iba muy bien hizo también una gran remontada al final, a lo Verstappen, y recuperó siete posiciones. No está mal, un pequeño premio para Mclaren en su GP número 800.
Verstappen fue elegido, como no podía ser de otra manera, piloto del día, aunque lo cierto es que las carreras de Nasr y Ocon, con los dos peores coches de la parrilla fueron tanto o más meritorias que la del holandés.
Nasr metió por primera vez al Sauber en los puntos esta temporada, lo que permite al equipo superar a Manor, con la inyección económica que eso representa. Que un piloto que no suela destacar, se exhiba como hoy lo hizo el brasileño, sin errores y rodando mucho tiempo en sexta posición, lo hace merecedor sin lugar a dudas del galardón “piloto del día”, pero ya sabemos lo que es la fama.
Ocon, por su parte, siempre a la sombra de Wehrlein esta temporada -salvo en Malasia- le pegó una paliza de campeonato bajo el aguacero, y esas demostraciones siempre gustan y dejan buen sabor de boca. Chapeu para el francés. Una pena que al final no lograse puntuar.



Ocon brilló en Brasil, pero no tuvo recompensa.



Respecto a los adelantamientos de Vettel, Hulkenberg y Verstappen, largando a sus rivales fuera de la pista, mal, muy mal. De haber un muro, habría habido un accidente. No se deben usar estas escapatorias para consumar un adelantamiento -o impedir que te lo hagan- y es muy lamentable que esto siga sucediendo ante la pasividad de los comisarios y el consentimiento del público.
Dicho esto, el GP estuvo muy bien a pesar de tanta interrupción y coche de seguridad. En apenas quince días sabremos si tenemos nuevo campeón del mudo o, por el contrario, si Hamilton lo revalida.
Por brillantez lo merece más el inglés, generalmente más dado a las genialidades, pero por actitud, lo merece más el germano. Y yo, visto lo que pasó en Mónaco y Méjico, lo tengo muy claro, no sé ustedes.


1 comentario:

  1. Curioso que nadie se queje de la prohibición de cambio de reglajes...

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