El regreso
El anuncio de la posible vuelta de Porsche a la F1 en 2021 es una gran noticia para el gran circo. Y no sólo porque es la entrada de un constructor, sino porque es la entrada de un GRAN CONSTRUCTOR, uno de los más prestigiosos y polivalentes.
No está de más recordar que Porsche,
pese a ser sinónimo de las carreras de resistencia y, sobre todo, de
Le Mans, en donde ha ganado en 19 ocasiones, si bien, para mí, las
de 1996-97 con un TWR-Joest son un tanto discutibles, es una de las
marcas que en más disciplinas ha ganado, siendo algunas de ellas
totalmente incompatibles entre sí. Porsche ha triunfado en el
mundial de rallyes -y en el europeo y nacionales- en el Dakar, en la
Can Am, F1, turismos, etc... y además tiene modelos míticos por
doquier. Muchas de las más fabulosas máquinas de competición de
todos los tiempos han salido de la factoría de Stuttgart. Modelos
que, ademas de ganar múltiples carreras, han permanecido largos años
triunfando: muchos 911 en sus diferentes versiones, el 917, los
956/962, etc...
Recalco que el
Porsche 917/30 de la Can Am de 5,4 litros biturbo de más de 1200CV
es el coche de competición más potente de la historia con permiso
de los F1 de 1986; también es bueno mencionar como Porsche ha ganado
carreras de 24 horas -Le Mans, Daytona y Spa- con coches de categoría
inferior sacando provecho de las circunstancias: lluvia y fiabilidad.
Si con todo esto uno no se alegra de la
posible llegada de Porsche a la F1 como motorista, es que algo no se
está haciendo bien, algo no cuadra.
Porsche en sus albores en la F1, en la foto, Dan Gurney con el 804 camino de la victoria en Francia 1962. |
Porsche podría volver con el cambio de normativa “motoril” de cara a 2021, ya que en 2020 acaba la reglamentación de estos V6 turbo-híbridos que a nadie -salvo a Mercedes- parecen haber gustado.
Cuando saltó el rumor de su posible
vuelta, muchos se emocionaron y dieron por sentado que equiparían a
Mclaren, como en el pasado. Más o menos como pasó con el regreso de
Honda, haciéndose cábalas entre los éxitos pasados y futuros. Si
los alemanes fueran supersticiosos, visto como le ha ido a los
japoneses, lo mismo se quedan en casa. ¿Mclaren? ¡Quita, quita, que
nos da mal fario!
Como más adelante veremos, Porsche
nunca equipó a Mclaren por un lado, y por otro, es muy difícil que
Porsche quiera equiparlos, ya que los ingleses son rivales de los
alemanes en la venta de superdeportivos, cosa que antes no sucedía.
Porsche en la F1
De confirmarse, este sería el tercer
periplo de Porsche en la F1, el cuarto contando el de Mclaren en
1983-87 con TAG.
Porsche estuvo como constructor de
monoplazas de F1 desde 1958 hasta 1964, participando en 31 GGPP,
logrando una victoria -la del gran Dan Gurney en Francia en 1962-,
una pole -Gurney en Nürburgring 1962- y cinco podios.
Como motorista oficial sólo estuvieron
un año, en 1991, equipando al Footwork -lo que era Arrows- con su
pesado y poco potente V12. Comparado con el Ferrari, el V12 por
antonomasia, pesaba 40 kilos más y le faltaban 30CV, en resumen, un
desastre. De haber sido buen motor, hubieran aprendido con Footwork
para luego irse a la caza de un buen equipo en caso de que con ellos
no pudiesen progresar. Ni lo uno, ni lo otro.
TAG-Porsche (1983-87)
Lauda logró el primer título del motor TAG-Porsche en 1984 por medio punto frente a su compañero Prost en una campaña inolvidable. |
He aquí el famoso motor Porsche, cuyo emblemático nombre no aparece por ningún lado. Y es que el
motor lo fabricaba Porsche, cierto, pero lo financiaba TAG, de ahí
que en las culatas y en el capó del Mclaren no apareciese para nada
el nombre de la casa de Stuttgart, sino TAG (Techniques d'avant
Garde).
Muchos lo llamaban TAG-Porsche, sin
duda gracias a la gran notoriedad de quien lo fabricaba, pero
oficialmente era TAG. Nadie llama a los motores Mercedes de F1
Ilmor-Mercedes ni nada por el estilo, pero bien es sabido que es
Ilmor quien los fabrica. Las dos únicas diferencias es que Mercedes
compró Illmor y que esta no es un nombre famoso. Si el motor TAG lo
hubiese construido John Judd, nadie lo recordaría, pero como lo hizo
Porsche... es el precio de la fama.
El motor TAG, de haberlo querido
Williams, lo hubieran podido tener ellos y no Mclaren, ya que TAG
patrocinaba entonces al equipo de Sir Frank Williams. Pero Williams
prefería el Honda y, una vez que Mclaren se quedó con el TAG, este
se hizo a medida del fabuloso MP4 de John Barnard, ya que en Mclaren
no se contentaron con un turbo sin más, sino que pidieron que el
motor cumpliera ciertos requisitos para adaptarlo al monoplaza. Y
como quien paga, manda, en Porsche les hicieron el motor a su gusto.
La cosa no fue sencilla y los “caprichos” de Mclaren retrasaron
el proyecto, que debutó en la última parte del mundial de 1983,
pero mereció la pena.
La última incursión de Porsche en la F1 fue un completo fracaso. Ni siquiera el virtuosismo de Alboreto pudo sacarlos de la cola. |
Estaba todo tan bien integrado, que el
resto de coches -a excepción del Lotus de Ducarouge- parecían
anticuados.
Dado que la pasta que TAG inyectaba en
el motor no era infinita, no podían competir contra BMW, Ferrari,
Renault y Honda en calificación. Estos motoristas ponían a
disposición de sus respectivos equipos motores de calificación
hiper-potentes, mientras que TAG se tenía que contentar muchas veces
sólo con subir la presión de sobrealimentación en los
entrenamientos. A partir de Alemania 1986, ya empezaron a tener
alguna que otra versión de calificación.
Es por eso que este motor logró 25
victorias, pero sólo 7 pole position.
18 vueltas rápidas, 54 podios, 3
títulos de pilotos (Lauda 1984, Prost 1985-86) y dos de
constructores (1984-85) jalonan su impresionante palmarés.
Nada mal para un motor privado, aunque
fuese Porsche la que lo construyese ¿no creen?