Y en el mundo del motor
María Teresa de Filippis, pionera en la F1 |
Las mujer ha estado ligada al mundo del
motor desde siempre, y no sólo como reclámo publicitario o simples
espectadoras, sino ocupando distintos puestos, incluso el de piloto,
como María Antonietta Avanzo y Elisabetta Junek en los años 20.
Sea como sea, la mujer siempre ha
estado minimamente representada en el mundo del motor a cualquiera de
los niveles. Entiéndase representada como que no ocupa apenas
puestos. Y no me refiero sólo a la F1 o al deporte del motor, sino a
su industria y todo lo que la rodea.
Vaya por delante que una mujer no tiene
que estar en la industria de la automoción o, para el tema que más
nos concierne, el deporte del motor, si no quiere. Una mujer ha de
estar donde le de la real gana, porque de lo que se trata es de tener
las mismas oportunidades, no de ocupar puestos por leyes absurdas,
como la de paridad. Y es que a día de hoy, aunque falte mucho para
una integración total de la mujer en el terreno laboral, se han
hecho grandes progresos -al menos en occidente- y si apenas hay
mujeres en el mundo del motor, eso es debido, principalmente, a que a
ellas les gusta menos el tema que a los hombres.
Basta con darse una vuelta por
concesionarios y demás, para ver que apenas hay chicas. Es muy raro
verlas en las escuelas de formación profesional en la rama de
mecánica y, en las concesiones, las ves en ventas y administración,
rara vez oficiándo de mécanico o chapista. Las hay, sin duda, pero
yo no las he visto.
Mi hermano sí vio una, y esta le dijo
que el 131 era uno de los mejores coches de serie, lo cual, teniendo
en cuenta que mi hermano y yo tenemos uno -y nos encanta- era, como
me comentó luego un amigo, para pedirla matrimonio.
Hay pocas mujeres en el mundo del motor, y mecánicas, todavía menos. |
Anécdotas aparte, simplemente digo que
el mundo del motor interesa más a los hombres que a las mujeres. Y
esto no es ni bueno ni malo, sencillamente es así. Ahora bien, si
una mujer quiere dedicarse a ello, puede perfectamente. No vemos a
negar que, como el mundo no es perfecto, puede tener -de hecho muchas
veces así es- más dificultades a causa de prejuicios y, ¿por qué
no decirlo?, del machismo. Así todo, la mayor causa de tan gran
diferencia entre el número de hombres y mujeres que hay en este
sector se debe más a que, en lineas generales, este es un mundo que
a ellas les apasiona menos, por encima de cualquier otra
consideración, ya sea de orden político o social.
En referencia al deporte, en el tema
del pilotaje, el por qué llegan tan pocas y con escaso éxito, es
algo que desconzco. Lo desconozco porque creo que la mujer está
igual de capacitada que el hombre para conducir. No veo diferencia
alguna. No creo que por ser hombre uno tenga más habilidad -ni
arrojo- para ello. Cierto que la diferencia física entre hombres y
mujeres hace que en la mayoría de los deportes haya categorías
masculina y femenina, pero en el automovilismo eso no creo que
influya, no de forma determinante.
Un ejemplo, creo que la mayoría
estamos de acuerdo en que Hamilton es mejor que Bottas, y lo
atribuimos al mayor talento o habilidad del inglés, no a una mejor
condición física. Jensson Button, que practicaba triatlon como
entrenamiento -y diversión- a la vez que pilotaba, seguramente era
el piloto más en forma de todos, pero eso no lo convertía en el
mejor. Creo que ya saben por donde voy.
En resumen, entiendo que haya menos
mujeres piloto en la F1 porque les gusta menos por un lado, y tienen
más dificultades por otro pero, ¿que no haya apenas? ¿Y que las
pocas que han llegado apenas destacaran? La verdad que eso no lo
entiendo porque creo que pueden hacerlo igual de bien que sus colegas
masculinos y, una vez hayan llegado a la F1 -o lo que cuadre-,
deberían poder confirmarse.
Ya hemos visto que de momento no es
así, pero no deja de llamarme la atención como hay niñas que son
capaces de ganar los disputadísimos campeonatos de karts a niños y
luego, por los motivos que sea, no tienen proyeción, se diluyen por
el camino.
Muchas niñas triunfan en los karts, pero luego no terminan de eclosionar. En la foto: Marta Garcia, Marta Ariza, Maya Weug, Laia Fontecha y Marta Lago |
A día de hoy no vamos a negar que,
quién más quién menos, todos estamos deseando llegue una mujer a
la F1 y, a ser posible, pueda imponerse.
Taru Rinne, la bella piloto de motos
finlandesa, se inició en los karts, donde en 1981 le ganó el
campeonato de Finlandia de 85cc mini-class a nada más ni nada menos
que a Mika Hakkinen. Y hay más ejemplos, algunos de ellos recientes,
como el de Marta Ariza, becada dentro de la academia Ferrari en 2014.
La mujer en la F1
Dentro del campeonato del mundo ha
habido cinco: María Teresa de Filippis, Lella Lombardi, Divina
Galica, Desiré Wilson y Giovanna Amati, que serían el doble si
contamos a las que han estado -o están- en el rol de probadoras:
María de Villota, Simona de Silvestro, Sussie Wolff (antes
Stoddart), Carmen Jordá y Tatiana Calderón.
De estas últimas diría que Sussie
Wolff es la más cualificada y Carmen Jordá, la que menos. De hecho,
la primera podría, en mi humilde opinión, estar en una parrilla de
F1, mientras que la Jordá ni en broma. Y que conste que esto último
no me agrada decirlo, pero es así.
Respecto a las primeras, a las pilotos
"oficiales", sólo las dos primeras, las italianas De
Filippis y la Lombardi, han conseguido correr en la F1. Las otras no
consiguieron calificarse.
Cierto es que De Filippis nunca estuvo
nada cerca de los tiempos de cabeza -de hecho, estuvo muy lejos- pero
también habría que ver la calidad del material de que disponía.
Corrió tres carreras en 1958 con un Maserati 250F, mientras que en
Mónaco 1958 y 59, la primera con Maserati y la segunda cn Porsche,
no pudo clasificarse.
Monjuit 1975, por primera -y de momento única- vez, una mujer puntúa en la F1. El honor es de Lella Lombardi. |
La Lombardi lo hizo bastante mejor.
Corrió durante tres años, de 1974 a 1976 y, de 17 intentos, corrió
en 12 ocasiones, destacando su sexto lugar en el GP de España de
1975 y el séptimo de Alemania -en el temible Nürburgring- de ese
mismo año.
Su sexto lugar en Montjuic la
convierten en el único piloto -de cualquier sexo- en haber sumado
puntos sin lograr ni uno. Este juego de palabras es debido a que
dicha carrera se detuvo antes de tiempo por el accidente del Embassy Hill de Stommelen -en el que fallecieron dos espectadores- y, al no
cubrirse la distancia necesaria, se repartieron la mitad de los
puntos, sumando ella 0,5. De cualquier modo, Lella Lombardi es la
única mujer que ha logrado puntuar en la F1.
La británica Divina Galica lo intentó
tres veces, una en 1976 y las otras dos en 1978, estando muy cerca la
primera vez -Gran Bretaña 1976-, donde por cierto, superó
claramente a Lella Lombardi.
Desiré Wilson -Sudáfrica- lo intentó,
sin éxito, una sola vez, en Gran Bretaña 1980, aunque sí corrió, fuera de campeonato, el GP de Sudáfrica de 1981 que, de no ser por la guerra FISA-FOCA, habría sido puntuable. Asimismo, corrió el campeonato Aurora -que se disputaba con coches de F-1, entre otros- logrando ganar en Brands Hatch en 1980 con su Wolf.
Más intentos tuvo la italiana Giovana
Amatti en 1992 con el Brabham, tres exactamente. Ni máquina ni
piloto dieron la talla. Brabham la dio la oportunidad, entre otras
cosas, en su intento de encontrar un patrocinador. Pero al no llegar
este, ni acompañar los resultados de ella, la relación se rompió.
Fuera de la F1
Fuera de la F1 la mujer ha tenido, en
el mundo del automóvil -y las motos- más exito.
En las motos tenemos a Ana Carrasco,
ganadora de una carrera del mundial de Supersport 300 este mismo año,
la antes mencionada Taru Rinne -pole en el GP de Alemania de 125 de
1989- o la dakariana Laia Sanz.
Taru Rinne. |
En coches, en las pistas ha habido
varias. La que más destaca es, sin duda, Danica Patrick, ganadora de
una carrera de la Indy Car, capaz de liderar las 500 de indianápolis
y brillar en la NASCAR.
Otra que recuerdo es Ellen Lörh, que
no lo hacía nada mal en el DTM a mediados de los 90, al igual que
Sussie Stoddart años después. Algo menos brillante era Vanina Ickx, la hija de
Jackie.
Fuera de las pistas hay más: Jutta
Kleinschmidt, ganadora del Dakar en 2001 -antes corría en motos- y,
sobre todo, la grandísima Michelle Mouton, ganadora de cuatro
rallyes del mundial: San Remo 81; Portugal, Acrópolis y Brasil 1982,
siendo ese año además, subcampeona del mundo con más victorias que
el campeón, el alemán Walter Röhrl.
Fabrizia Pons al lado del monstruo, la leyenda, la Diosa, Michelle Mouton. |
Por si esto fuera poco, en 1985 ganó
la Pikes Peak con récord de la prueba incluido -y eso que los
organizadores no la querían dejar correr por ser mujer- y en 1986
ganó el campeonato alemán de rallyes.
La Mouton es la demostración de que sí
se puede, siendo la francesa muy crítica con la española Carmen
Jordá, a la que acusó de no tener nivel suficiente en el
automovilismo. La francesa aduce que las mujeres pueden correr en
igualdad de condiciones frente a los hombres -como ella ha
demostrado- mientras que la española aboga por una disciplina del
motor separada, como pasa en la mayoría de los deportes: tenis,
atletismo, etc... y a esta la apoya el hecho de que las mujeres de
éxito en el mundo del motor se reducen a Michelle Mouton y poco más.
Las dos tienen parte de razón.
Por mi parte, creo que sería estupendo
que más mujeres llegasen a la cima de los deportes del motor, pero
está claro que no es fácil y los motivos, los desconozco.
Tal vez alguna mujer importante me he podido
dejar en el tintero. En ese caso, mea culpa, pero creo haber puesto
las más destacadas.
La sudafricana Desiré Wilson ganó una carrera del campeonato Aurora AFX de 1980 en Brands Hatch con su Wolf WR4. Única mujer en ganar una cita de este campeonato y una de las primeras -sino la primera- en ganar una prueba internacional de monoplazas. No lo puse en el artículo porque entonces, no lo sabía, pero sin duda es todo un logro. Ya correjí ese fallo.
ResponderEliminarAdemás, corrio carreras de F1 no puntuables -como De Filippis, Gálica y Lombardi- pero una de ellas, el GP de Sudáfrica de 1981, hubiera sido puntuable de no ser por la guerra FISA-FOCA. Claro que la ausencia de Ferrari, Renault, Alfa Romeo y Ligier-Talbot le facilitó su calificación -salió 16ª-, pero sin duda se habría clasificado. Y lo hizo muy bien, a sólo medio segundo de su compañero Cheever. Y con ello habría puesto su nombre como participante en una carrera del mundial.
De Filippis, por su parte, fue 5ª en el GP de Siracusa -no puntuable- de 1958, pero a cuatro vueltas del ganador, Luigi Musso.