Círculo vicioso, contradicciones y falta de imaginación
Cualquier deporte que queramos hacer
supone un gasto, como poco, de tiempo. Salvo salir a correr y poco
más -y aún así hay quien se gasta una pasta en equipación-,
cualquier deporte requiere unas instalaciones y una inversión. Jugar
al fútbol ya no es tan sencillo como antaño, de niño llegué a
jugarlo en un cruce de carrereta, y ahora mismo hay que irse a unas
instalaciones. Y no siempre son gratuitas ni baratas. Sino que se lo
digan a quienes quieren jugar al tenis.
En resumen, que dedicarse al deporte a
nivel profesional es caro porque requiere de mucha inversión.
Y si este deporte es del mundo del
motor, ni te cuento. A lo básico hay que añadir el vehículo, su
mantenimiento y preparación, etc... Así que la cosa se dispara.
En F1, donde se fabrican los coches más
sofisticados del planeta -y los más rápidos- teniendo que
llevarlos, cual Phileas Fogg, a dar la vuelta al mundo, los
presupuestos de los equipos punteros, que llegan a contar con hasta
cerca de un millar de empleados -al circuito van bastante menos, 20 o
30- roza los 500 millones de euros. Eso es lo que gastan Ferrari,
Mercedes, Red Bull y Mclaren. Renault está en un término medio con
270 y los siguientes no llegan a 200 (Force India, Williams), y de
ahí para abajo.
En comparación con los presupuestos
que manejan los grandes clubs de fútbol de Europa -hasta 900
millones- que no tienen que fabricar nada y sus desplazamientos y
número de empleados es menor, la cosa no se me hace en absoluto
cara.
Sin embargo la FIA quiere controlar los
gastos. Hace años querían limitarlo a 40 millones, ¿o eran 90?, al
año. Ridículo. Eso está bien para una fórmula de promoción pero,
¿para F1? Por favor...
Eso sí, la FIA debe poner límites a
los fabricantes para evitar gastos absurdos y que se metan en
espirales de gasto sin sentido, lo mismo que pone límites a los
coches para que no sean ni demasiado rápidos, ni peligrosos.
Po ejemplo, limitando los test en pista
o el uso del túnel de viento. Y es que algunos equipos, en su afán
de no dejar nada al azar, llegaban al absurdo de hacer kilómetros y
kilómetros en pista sin ton ni son, de usar los túneles de viento
-a tres turnos- 24 horas al día los 365 días del año y, a ser
posible, dos mejor que uno, etc...
Eddie Jordan, a quién no se le puede acusar de no disfrutar de la vida, fue el principal impulsor del descanso estival. |
Es lógico pues, que la FIA controle
eso, obligue a tomar vacaciones -el famoso descanso estival impulsado
por Eddie Jordan-, limite el uso del túnel y demás.
Al respecto de las vaciones forzosas,
me pasa un poco como con los motores, que dicen dan -la parte
elcéctrica- 163CV durante medio minuto, que no giran a mas de
15,000rpm, etc... vamos, cosas que me tengo que creer más por fe que
por otra cosa.
La limitación de test no me parece
mal, pero que nadie se lleve a engaño, hablo de limitarlos, no de
prohibirlos. Y esta sería una limitación dentro de lo razonable,
para que a nadie se le ocurra irse a entrenar en invierno a
sudamérica, entrenar a lo largo del año casi todas las semanas con
un equipo "B" y cosas por el estilo. Estoy a favor de
probar en pista, pero sin que se nos vaya la "olla".
La FIA debe controlar esas cosas para
evitar los círculos viciosos de gastos de esta índole, unicamente
porque: "como los demás los hacen, lo haremos nosotros también,
por si acaso". Y es que somos así. El que tiene los medios, la
pasta, no escatimará en gastos, por absurdos que puedan llegar a
ser, para ganar, hasta que viene el gestor de turno y cierra el
grifo. Y cuando lo hace, la mayor de la veces es abandonando la
competición.
Las contradicciones vienen dadas, entre
otras cosas, por cosas sencillas en las que se podría ahorrar y por
cosas que se prohiben pero que no suponen sobrecoste alguno.
De lo primero se puede citar la absurda
obligación de obligar a fabricar el coche -el chasis- a los
participantes y a la vez -esto es peor- obligarles a hacer uno nuevo
cada año, teniendo que alinear dos coches. Una cosa es no querer que
la F1 acabe como un campeonato de promoción -un solo o un par de
fabricantes de chasis y de motores- y otra muy distinta no dejar a
equipos correr con material alquilado o comprado. En las motos sucede
-de lo contrario correrían cuatro gatos en MotoGP- y además, eso
permitiría a equipos con menos presupuesto poder correr aquilatando
los gastos. Si a eso añadimos el dejar alinear un único monoplaza,
el ahorro es todavía mayor.
Lo mismo que se venden motores a otros
equipos, ¿por qué no el coche entero? Luego, ese equipo se
encargará de mantenerlo y de mejorarlo, como hacen los preparadores
con los turismo. Nadie obliga a estos a hacerse su propio turismo.
Pues aquí, igual.
Con un Mclaren privado, Emilio de Villota se inscribió en el GP de Inglaterra de 1977. Hoy día no es posible. |
En el GP de Inglaterra de 1977 hubo 40 inscritos, con 8 Marchs, 5 Mclaren -equipo actual campeón-, 3
Hesqueth y 3 Surtees, fuera aparte de los dos habituales por equipo.
Mucho mejor esto que las raquíticas parrillas actuales, ¿no?
En el segundo caso tenemos la
mamarachada del parque cerrado y su imposibilidad de cambiar
reglagles del coche. Eso está bien para que los mecánicos descansen
y tal pero, en caso de cambio de las condiciones climáticas, no se
permite tocar el coche, y modificarlo de seco a mojado no supone un
gran esfuerzo, no hay sobrecoste -los mecánicos están ahí- y los
coches son más seguros.
Lo mismo para los muletos -coche de
reserva- ahora prohibidos. Cuando un chasis se daña, el equipo debe
pasar toda la mecánica a un chasis "desnudo", lo que
supone un trabajo extra desmesurado, mientras que de disponer de un
muleto, que no tiene que ser obligatorio sino opcional, la cosa
quedaría resuelta con cambiar el asiento. Eso habría permitido a
Alonso calificar en Mónaco 2010 con el Ferrari, pero al no haber
muleto, no hubo tiempo y salió último. Grosjean habría corrido en
Singapur y Brasil 2016, y Kimi en Malasia 2017. Creo queda claro lo
absurdo de la normativa.
Para finalizar, la falta de
imaginación. Cuando hablan de ahorrar costes, lo único que se les
ocurre es limitar los motores. Jean Todt retoma la absurda idea de
motor único de Max Mosley. La idea hace aguas por dos motivos.
Uno es que Ferrari es un fabricante de
coches "de verdad" y se hace el coche enterito, siendo el
motor una pieza cable. Un Ferrari con un motor de otro, ni es Ferrari
ni es nada. A los demás les puede dar igual, pero no así a Ferrari.
Por mucho que se empeñen, los tiempos del mítico Ford Cosworth DFV no van a volver. |
Y dos, la época del mítico Cosworth
DFV no va a volver, esa en la que una pequeña estructura con buenas
ideas podía hacerlo bien -incluso ganar- instalando un DFV, ya pasó.
Pueden equipar todos los F1 el mismo motor, que la cosa no va a
mejorar demasido. El campeonto se lo van a seguir disputando los de
siempre. No hay más que ver que el motor campeón de estos últimos
cuatro años lo equipan -o han equipado- equipos medios -Force India-
y pequeños -Manor- sin incordiar a los grandes. Y es que la cosa
está tan especializada hoy día, que ni con el mejor motor puedes
aspirar a nada si no tienes una muy buena estructura debajo. Puedes
acertar y tener un día bueno, pero al final, te pasan por el
rodillo. ¿De que sirvió la congelación de 2009? De nada. ¿Hubo
más igualdad? No. ¿Más equipos? Tampoco.
No es fácil hacer recortes en un
deporte en el que se fabrica el coche más sofisticado del mundo,
pero poner límites sólo al motor, recortar sólo atacándolo a él,
es absurdo. ¿Por qué no limitan las horas del túnel de viento?
¿Por qué no limitan el número de alerones, carrocerías y fondos
planos a usar a lo largo del año?
Lo mismo que limitan los motores,
pueden limitar el resto. Pero eso no lo tocan, porque aparte de falta
de imaginación, la mayoría de los equipos de F1 se dedican a hacer
chasis y aleroncitos, y no les hace ni pizca de gracia les digan:
tienes tres configuraciones disponibles al año, como en la
resistencia.
Es más fácil ir al motor, al fin y al
cabo, aunque la F1 sea la cumbre de los deportes del motor, todos los
equipos que participan en ella, salvo Ferrari, ven a este como un mal
necesario.
Renault logró dos títulos de pilotos -y otros tantos de constructores- gastando casi la mitad que sus rivales. |
Aclaro para quien dude: Mercedes y
Renault han adquirido equipos de F1 establecidos, como si los
hubieran subcontratado. Con un motor único, si no les interesa
seguir, los venden y listo, alguien se ocupará de ellos. Ferrari no
es el mismo caso, ni mucho menos.
No tengo muchas ideas para dar a la FIA
para controlar los costes, lo poco que he dicho aquí y poco más,
como simplificar los motores -reducir la parte híbrida por ejemplo-,
pero de lo que no tengo ninguna duda es que acotando sólo a los
motores no es el camino, no mientras queramos esté Ferrari. Y para
mí una F1 sin Ferrari, es lo mismo que un Ferrari sin motor Ferrari.
Tal vez puedan pedir consejo a Ross
Brawn, que ganó el título de 2009 sin un duro, o a los gestores de
Renault, con el inefable Briatore a la cabeza. Porque cuando Alonso
ganó sus dos títulos, Renault gastaba la mitad que Ferrari, Mclaren
y Toyota.
Está claro que abaratar se puede,
aunque no sea sencillo. A quien se gasta 500 milones no le va hacer
gracia le digan que sólo puede gastarse 300, y no se puede obligar a
nadie a un techo de gasto. Pero sí se pueden controlar otras cosas,
sólo hay que echarle un poco de imaginación.
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