"Nico, ¿por qué no pilotas siempre así?"
Le dijo Gerhard Berger en la rueda de prensa del podio. Y tiene razón, con este Nico, tenemos asegurado un campeonato fantástico, de lo contrario, Hamilton nos aburrirá.
El gran premio de Austria, octava prueba de la temporada, se celebraba en el precioso, aunque amputado, antiguo circuito de Austria, hoy propiedad de Red Bull y rebautizado como circuito Red Bull. Red Bull era, asimismo, una de las noticias de este gran premio debido a sus pobres resultados y a la pataleta de sus dueños que volvían a declarar a todo aquel que desease escucharlos, que iban a abandonar la F1 si esta seguía así. ¿Y cómo es así?, pues simplemente que ellos tienen que ganar constantemente, de lo contrario, adiós. Pataleta de malos perdedores. Nada nuevo, algo típico de los constructores que vienen y van, pero al menos no se quejan y uno sabe a qué atenerse con ellos. ¿Red Bull fuera de la F1?, sin problema. Equipos infinitamente más carismáticos se fueron. De modo que pena, ninguna. Cansa escucharlos, como también cansa escuchar un día tras otro las promesas de competitividad que lanzan algunos miembros de Mclaren. No es la primera vez que sucede, algo parecido pasó en 2005 con Ferrari, anunciando constantemente una competitividad que nunca llegó esa temporada. A Mclaren le queda un duro camino por delante y ya se ha visto que las promesas de puntos, incluso podio en Austria, eran algo demasiado optimista. Las declaraciones de Eric Boullier (director deportivo) alegando que podrían ser competitivos a finales de 2016 son mucho más razonables.
Tres apuntes históricos del GP Austriaco: En 1964 tuvo lugar
su primera edición realizada en el aeródromo de Zeltweg, y el ganador fue
Lorenzo Bandini, con Ferrari, su primera y única victoria en F1. Sólo ese año
se corrió allí.
En 1982 Elio de Angelis resistió el feroz ataque de Keke
Rosberg para conseguir su primera victoria en F1 y la 150 del mítico motor
Ford-Cosworth DFV, el motor más emblemático de la categoría.
Elio de Angelis (Lotus) superó por 50 milésimas a Keke Rosberg (Williams) |
En 1987 Nigel Mansell celebró su centésima carrera en F1 logrando la victoria en un doloroso fin de semana: a la extracción de una muela del juicio, añádasele el coscorrón que se dio en el coche descapotable que le llevaba al podio con una viga.
Volviendo a la actualidad, lo más destacado previo a este
GP, al margen de lo comentado antes, fueron las profundas novedades
aerodinámicas del Mclaren Mp4/30, que incluían: fondo, morro y alerones; la
victoria en Le Mans hace una semana de Nico Hulkenberg y la cada vez menos
sólida situación de Raikkönen en Ferrari.
Alonso era quien disponía de todas las novedades, pero no
por trato de número 1, sino porque en China le habían tocado a Button, y ahora
a él, al no haber piezas suficientes.
El gran premio empezó con problemas de caja de cambios para
el Ferrari de Vettel y muchos para ambos Mclaren, y un Hamilton que no acababa
de cogerle el pulso al circuito.
El más rápido del día fue finalmente Vettel, aunque con
Rosberg a sus talones. Nada iba a cambiar el sábado, y menos cuando a mitad de
sesión cayó un chaparrón.
La sesión de calificación estuvo muy entretenida, sobre todo
la primera ronda al encontrarse el piso secándose. En esas circunstancias, los
tiempos caen vuelta tras vuelta, y los pilotos con menos oportunidades suelen
destacar más, mientras que los favoritos esperan a que la pista mejore. Al
principio, todos salieron con mixtas menos los Williams y finalmente todos
acabaron rodando con el superblando, aunque Williams probó antes el blando . En
estas circunstancias la clasificación está constantemente variando, teniendo a
los sorprendentes Sauber con el mejor tiempo por momentos. Incluso el Mclaren
“viejo” de Button llegó a liderar la tabla de tiempos. Al final se impuso la
cordura, a excepción de un nada eficaz Raikkönen que se quedó a 1”7 de su
compañero Vettel y no pasó el corte. Es verdad que abortó su última vuelta por
un malentendido con el equipo, pero eso es lo de menos. Tenía que haber hecho
un tiempo razonable antes. No hay excusas, junto a él se cayeron el Force India
de Pérez, el Mclaren de Button, ambos por delante del finlandés, que sólo pudo
superar a los Manor de Merhi y Stevens. Muy mal Kimi.
Y muy bien Roberto, que
le metió 1”3 a su compañero en estas difíciles condiciones. Alonso pasó el
corte, pero sólo aventajó a Button en una décima. Por tanto, las mejoras no
parecen haber influido demasiado, más o menos como le pasó a Ferrari en
Barcelona.
El nuevo "pack" aerodinámico de Mclaren. |
Las tirolesas animan como nadie el ambiente en el padock. |
En la Q2 los Mercedes despertaron y empezaron a marcar
territorio respecto a los demás, especialmente con los Ferrari –con el que
quedaba- en tanto que Maldonado, Ericsson, Sainz, Ricciardo y Alonso se
quedaban a verlas venir. Ninguna sorpresa con Alonso, cuyo coche estuvo durante
todo el fin de semana a un nivel deplorable, pero Carlos Sainz estuvo
desafortunado con el tráfico. Y qué decir de Ricciardo, el hombre de moda el
año pasado, un tanto apagado este.
La ronda final estuvo bien. Tras un escarceo inicial de
Vettel luchando con los Mercedes, estos marcaron la pauta en su segundo intento
con su primer juego de superblandos. Lewis superó a Nico. Cuando montaron su
segundo juego, repitieron la táctica pero no lo pudieron aprovechar, Hamilton
se salió de pista en la primera curva y Nico en la última –cuando tenía la pole
a la vista- permitiendo que el Ferrari de Vettel se les acercase un poco pero
sin llegar a inquietarles. Tras estos
tres, Massa, Hulkenberg, Bottas, Verstappen, Kvyat, Nasr y Grosjean, destacando
la solidez de Massa y las excelentes actuaciones de Hulkenberg, Verstappen y
Nasr.
Por el tema de los motores, Kvat y Ricciardo tenían 10
posiciones de penalización, Alonso 20 y Button 25. Alonso, además, había
cambiado caja de cambios. Evidentemente, todos ellos salían los últimos y los
pilotos de Mclaren tenían además que cumplir durante las tres primeras vueltas
de carrera un paso por boxes (Alonso) y un stop and go (Button) por no ser
suficiente el retroceso en parrilla.
Con los neumáticos más duros que hace Pirelli este año, los
coches, pese a ser claramente más veloces que el año anterior, apenas mejoran
los tiempos. Massa, por ejemplo, poleman el año pasado, fue este año medio
segundo más lento a pesar de que usaban el compuesto más blando posible. Eso
haría que la carrera se disputase a una sóla parada -por las dos del año
anterior- en una política de neumáticos bastante lamentable. Parece que van
para atrás en lugar de progresar. Eso no es buena publicidad para sus
productos. Qué diferencia de cuando antes Pirelli, en inferioridad de medios,
se batía el cobre ante los gigantes Michelin y Good year con soluciones tan
ingeniosas como sus neumáticos de calificación de los años 90, que podían
usarse dos veces una vez raspados.
Pese a que estuvo todo el fin de semana nublado y llegó a
llover, la carrera iba a ser en seco.
En la arrancada, Rosberg fue ligeramente más veloz que
Hamilton y le arrebató la posición, cosa que también hizo Verstappen con
Bottas. Hamilton estuvo incisivo intentando devolverle la moneda a Rosberg,
pero este se defendió bien; por detrás, Raikkönen, muy hábil esta temporada en
los metros iniciales, esta vez no lo fue tanto, y al salir de la curva 2 perdió
el incomprensiblemente el control del coche llevándose consigo a Fernando
Alonso, que pasaba por allí. El accidente fue muy espectacular, con el Mclaren
encima del Ferrari pero sin caer encima de él, afortunadamente para Raikkönen,
que vio pasar el Mclaren muy cerca de su cabeza. Todo quedó en un susto. El
accidente provocó la salida del coche de seguridad, que no se retiró hasta la
vuelta siete, habiendo abandonado ya entonces Will Stevens.
De esta guisa quedaron los monoplazas de Alonso y Raikkönen. |
El reinicio vio como Rosberg lideraba seguido de Hamilton, Vettel, Massa, Hulkenberg, Verstappen, Bottas, Nasr, Sainz, Grosjean, Pérez, etc…
Rosberg se distanciaba poco a poco de Hamilton que, a su
vez, hacia lo propio con Vettel, este con Massa y así hasta Felipe Nasr, que
estaba en duelo con Carlos Sainz, que había evitado en la resalida que lo superase
Grosjean, con la mala suerte para el francés que no sólo no pudo adelantar,
sino que se vio adelantado. Sergio Pérez fue el beneficiado.
En la vuelta diez, el Mclaren superviviente paraba en boxes
y decía adiós en un fin de semana decepcionante, justo en el fin de semana que, de manera muy optimista,
habían aventurado podios.
Todo estaba más o menos estable por delante. El que más progresó
fue Bottas, en la vuelta quince superó
al correoso Verstappen y en la veinticinco a Hulkenberg, en un precioso
exterior en la curva tres. En esa vuelta, Hulkenberg paró a cambiar ruedas
abriendo la veda. La parada de Hulkenberg le permitió volver a superar a Bottas,
que paró un par de vueltas después, en tanto que Sainz volvía a tener problemas
en el cambio de ruedas y, además, se pasaba de velocidad en boxes, con lo que
sus posibilidades de puntuar se venían abajo. Aunque poco iba a importar,
porque poco después abandonaba por la rotura de una de las baterías.
En la vuelta treinta y tres Nico Rosberg hacía su parada
cuando contaba con más de 2” sobre Hamilton –había llegado a tener más de 3”- y
entro espectacularmente, al estilo de su padre, con las cuatro ruedas blocadas.
Al reincorporarse marcó la vuelta rápida definitiva para defenderse de Hamilton,
que paró a continuación de forma más convencional, pero sin dejarse nada. Apuró
tanto el inglés, que a la salida piso la raya que delimita el carril de boxes
con el circuito y recibió 5 segundos de sanción. Salvo sorpresa, la carrera era
de Rosberg.
Cuando esto sucedía, Bottas volvió a adelantar a Hulkenberg
y abandonaban al unísono Sainz y Grosjean.
Vettel paró el último del grupo de cabeza –en la vuelta
treinta y seis- y, en lo que debía ser una parada tranquila, el equipo volvió a
fallar como hace quince días en Canadá, y Sebastian perdió su posición de
podio, reincorporándose cuarto a casi 5” de Massa. Como era de esperar, alcanzó
al brasileño pero no lo pudo pasar.
Verstappen y Maldonado estuvieron sensacionales, aunque el holandés se emocionó un poco. |
Estando así las cosas, la emoción final la puso Pastor Maldonado en su duelo con Max Verstappen, que fue lo mejor de la carrera con cruzadas espectaculares del venezolano y férreas defensas del holandés. Al final, entre tanta defensa se le fue un poco la olla al joven piloto, pero eso permitió que Maldonado lo superase en una espectacular doble maniobra en la que primero lo esquivó y luego lo adelantó. Era la vuelta número sesenta y nueve. A destacar la carrera llena de problemas de Ericsson, que tuvo que pulsar “control alt suprimir” en su volante para reiniciar su cacharrillo. Cosas de la electrónica.
La clasificación final fue: Rosberg, Hamilton, Massa,
Vettel, Bottas, Hulkenberg, Maldonado, Verstappen, Pérez, un desdibujado
Ricciardo, etc… Roberto Merhi entro 14º y último a tres vueltas.
El pódium estuvo muy divertido con el expiloto de Ferrari,
Mclaren, Benetton, Arrows y ATS –creo que no me dejo ninguno- Gerhard Berger,
que estuvo bromeando con los protagonistas, tirando algunas veces con bala. Es,
hasta la fecha, el mejor entrevistador de todos, con mucho ingenio y vis
cómica.
Por si quedaba alguna duda, ahora ya no la hay, Mercedes se
va a hacer con ambos títulos y es de esperar que Nico Rosberg, como dijo
Berger, siga pilotando como en este GP para evitar el paseo de Hamilton.
Los Williams no estuvieron tan fuertes como el año pasado,
pero no estuvieron nada mal, en tanto que Ferrari tiene que pensar seriamente
en un sustituto para Kimi, a menos que el finés se muestre excepcional de aquí
a final de temporada, cosa que dudo. Entre los nombres que se barajan, los
mejores son los de Hulkenberg y Ricciardo. Fichar a Bottas sería, bajo mi punto
de vista, como no hacer cambio alguno. Tampoco estaría mal que Ferrari fuese
más lejos en su política de fichajes. Fichar a cualquiera de los pilotos de Red
Bull o Toro Rosso no estaría mal. Haciendo patria, yo ficharía al hijo del
matador, que apunta maneras.
Respecto al accidente entre Kimi y Alonso, un par de
detalles: fue muy feo –aunque él es así- el gesto de desprecio de Kimi hacia
Alonso cuando este fue a interesarse por su estado. No es que sea muy grave la
cosa, ya que Kimi no lo hace con mala intención, pero no estaría de más un poco
de amabilidad.
Por otro lado, Alonso sufrió, según dijo, 34Gs de
deceleración en el impacto, más o menos las mismas que cuando se detuvo al
borde de la pista en Barcelona en pretemporada, sólo que esta vez salió tan
campante, no estuvo inconsciente, ni pasó varios días ingresado. Esto lo digo
–y podría poner ejemplos para aburrir sólo de esta temporada- que lo que
sucedió en pretemporada con Alonso y su Mp4/30 no se debió a impacto
alguno. Todos mintieron como bellacos y
ahora casi nadie se acuerda de ello. Tal vez dentro de unos años, con Alonso
retirado de la F1, le dé por contárnoslo. Sería de agradecer, como también lo
sería que dentro de quince días en el majestuoso Silverstone, hubiese una gran
carrera.
De izquierda a derecha: Danner, Patrese, Berger -en el Ferrari- Lauda, Alesi, Piquet, Martini y Prost. |
Una última cosa, fue estupendo ver a viejas glorias de la F1
en Spielberg, tanto de máquinas como de pilotos. Entre las primeras estaban: el
Ferrari F187/88C de Gerhard Berger –que es de su propiedad- Minardi M-186,
Zakspeed, Sauber, dos Mclaren Mp4, Renault RE 50 Y Brabham BMW BT52. Entre los
pilotos: Nelson Piquet, Niki Lauda, Jean Alesi, Alain Prost, Christian Danner,
Ricardo Patrese y Pierluigi Martini. Perdón si me dejo alguno.
Hasta dentro de quince días.
Hasta dentro de quince días.
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